Por Claudio Izaguirre.-

El aceite de cannabis debería tener las mismas restricciones que se le otorga la morfina, algo que George Soros trata de evitar.

Lo extraño del aceite de cannabis es que su inclusión en el vademécum farmacéutico no es pedida por la comunidad científica con los controles y rigurosas pruebas que son lógicas para nuevas terapias, sino por grupos de mujeres encolumnadas en lo que se denomina como Cultura Cannabica.

Dicho de otra manera, no existe una certeza implacable que indique fehacientemente que el aceite de cannabis cure alguna dolencia, algunas personas hablan de que se trata de un paliativo para aminorar el impacto de alguna afección y de esto se toma el Congreso Nacional para tratar el tema sabiendo, que esas enfermedades se pueden subsanar con otros medicamentos ya existentes y de conocidos resultados.

EL IMPERIO DE SOROS

El conocido mega empresario George Soros, que se jacta de oprimir a los gobiernos Latinoamericanos mediante presiones económicas a los países, está permutando con el gobierno argentino mega inversiones que darían una apertura económica de proporciones, si liberalizan la marihuana.

Soros hizo algo similar en Uruguay ofreciéndoles al presidente José Mujica permutar el nivel de “riego país” a los niveles de 1998, si éste liberalizaba la marihuana y acompañó económicamente a través de su Open Society Foundation (Fundación Sociedad Abierta) la costosa propaganda para convencer a la población de los beneficios de liberalizarla.

Soros pretende la liberalización de drogas en toda América con el fin de comercializar estos productos desde sus empresas, lo que es apoyado por quienes en Argentina son adeptos a su corriente. Debemos recordar que Open Society apoyó económicamente en Argentina el matrimonio gay, la adopción de niños por parte de matrimonios del mismo sexo, el aborto y la Cultura Cannabica.

Hoy, Leonardo Sarquís, que está dentro de la estructura del grupo gobernante viene de MONSANTO una de las empresas de George Soros y se lo supone un gerente del magnate húngaro, que custodia y monitorea todos los movimientos del gobierno, vigilando los intereses que preocupan al líder de Open Society Foundation.

No debemos dejar de lado, que George Soros fue el responsable de hacer saltar la banca inglesa, por lo que fue expulsado de por vida de Gran Bretaña, es quien soportó económicamente la campaña presidencial de Barack Obama y además ha invertido al menos 20 millones de dólares para la liberalización de las drogas en toda América, presionando económicamente a los países para que sedan en éste sentido.

Hoy, Argentina, se arrodilla frente al magnate húngaro nacionalizado norteamericano y frente al quebranto por falta de inversiones que sufre la Nación armada por el titular de Open Society Foundation, obliga al Congreso Nacional a dar rienda suelta a la liberalización de drogas ordenada por Soros, con la promesa del flujo inmediato de recursos una vez que George abra el grifo económico.

Share