Por Claudio Izaguirre.-

Vergüenza me da el Poder Judicial de la Nación que hoy se pone a hablar del narcotráfico y durante 12 años permaneció de rodillas, sometiéndose, humillándose y doblegándose frente al poder político, negociando aspectos económicos para la caja judicial a cambio de no aplicar la ley 23.737.

Me exacerba tu extrema cobardía, que te obligó a disimular la llegada y permanencia en la Argentina de grandes jefes del narcotráfico internacional. No te animaste a ir sobre sus bienes económicos que delataban su actividad, miraste para otro lado mientras las cocinas de droga se hacían fuertes en la República. Te callaste frente a los cárteles que dominaron el país entero y fuiste espectador de la destrucción de nuestros pibes en lugar de ocupar tu lugar haciendo cumplir la ley a rajatabla.

Fuimos dos en toda Argentina los que tuvimos cojones para enfrentar a Aníbal Fernández y la caterva de despenalizadores entre lo que está el Juez Falcone. Hablo de Roberto juez federal de Mar del Plata y no de Giovanni. Giovanni, el italiano enfrentó a los mafiosos; en cambio Roberto dejó libre de culpa y cargo a narcotraficantes porque el allanamiento se había practicado en “horas de la noche” y además desde la bóveda de su juzgado salieron a la venta mas de 100 kilos de marihuana. Giovanni fue asesinado en 1992 por enfrentar a la mafia en Italia y Roberto el asesor honorífico de Aníbal Fernández anda en Mercedes Benz.

Me sofocás el alma, Poder Judicial. Escucharte hablar de narcotráfico cuando fue por tu exclusiva responsabilidad que Argentina se haya convertido en una narco-República. Dejaste libre la tenencia de drogas, lo que engrandeció a los vendedores de drogas porque así lo quería tu jefe Aníbal Fernández. Fue tu humillación lo que permitió que tus jueces más notables fueran eyectados de sus tribunales para a través de la subrogancia que permitiste, los juzgados se poblaran de fiscales y jueces obedientes al Poder Ejecutivo Nacional quebrando por enésima vez la independencia de poderes.

Ahora, que gracias a tu inacción, existe un vendedor de drogas cada 300 metros en las ciudades más importantes de Argentina, que hay una plantación de cannabis cada mil metros, que la cocaína se exporta en harina de pescado desde los puertos en forma descarada, ¿ahora levantás la voz?

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