Por Hernán Andrés Kruse.-

El aspecto del fallo de la Corte Suprema que seguramente más puso incómodo al ministro de Energía, Juan José Aranguren, fue la orden dada para que la fijación del precio mayorista del gas-el gas en boca de pozo-también sea tratada en la audiencia pública. Se trata de un asunto que siempre estuvo oculto, siempre se trató a hurtadillas porque implica un fabuloso negociado. El vapuleado ministro trató por todos los medios a su alcance sostener que el precio del gas que se abona a los productores estaba fuera del alcance del Estado, y que si el costo se incrementó se debió a que el kirchnerismo transformó a la Argentina en un país dependiente de la energía foránea. Sin embargo, la Corte piensa diferente ya que en el fallo decidió obligar al funcionario a que explique en audiencia pública por qué incrementó en un 100 por ciento en dólares el precio del gas en boca de pozo que anteriormente era superior, en dólares, al precio que se paga en Estados Unidos o Canadá. Expresado en otros términos: los supremos han ordenado a Aranguren que explique la transferencia de ingresos a favor de los concesionarios de áreas gasíferas por 2800 millones de dólares, no por incrementar la producción gasífera ni por atraer inversiones, sino simplemente por lo que producen en este momento. Es probable que el ministro se vea obligado a explicar la presencia de la empresa Shell, que participa en las concesiones de dos áreas gasíferas en la cuenca neuquina, entre las empresas beneficiadas.

En este rompecabezas la resolución 28 del ministerio de Energía de marzo de 2016 juega un rol por demás gravitante. En efecto, dicha resolución no hizo más que “obsequiar” a los productores un precio del gas en boca de pozo de unos 5 dólares en promedio por millón de BTU (unidad calórica de medición, equivalente a unos 27 metros cúbicos). Ese precio es el doble del precio vigente en 2015 (2,60 dólares por millón de BTU). Por si este beneficio no fuera suficiente, los productores, que pagan sueldos, precios de transporte, insumos y otros costos en pesos, recibieron otro de gran magnitud: la megadevaluación de finales de diciembre. Vale decir que J. J. Aranguren multiplicó por dos ese valor indexado. Según el IESO (Instituto de Energía Scalabrini Ortiz) la diferencia entre lo que valía la producción del gas el año pasado y lo que recibirán las empresas gasíferas con ese incremento (de 2,60 dólares a 5 dólares) asciende a unos 2800 millones de dólares. Aranguren tiene, pues, 2800 razones para defender con vehemencia su política energética. Entre las empresas beneficiadas se encuentra Shell, operadora y principal accionista de dos concesiones en la cuenca neuquina, Sierra Blanca y Cruz de Lorena, por intermedio de una subsidiaria, Oil & Gas Development, que le pertenece en su totalidad. Según Aranguren, de no haberse producido dicha “incentivación” la recuperación de la producción sería imposible, con lo cual el país seguiría dependiendo de la importación para asegurar su abastecimiento de energía. El gobierno de Macri presentó a la población la feroz disyuntiva “aumento de la tarifa o la Argentina sin energía” para justificar el tarifazo.

Según Andrés Repar y Marcos Rebasa, coordinadores del IESO, el precio vigente durante el año pasado lejos estaba de ser insuficiente. Los 2,60 dólares que recibían los productores representaban un 30% superior al que se paga en países como Canadá y Estados Unidos (2 dólares por millón de BTU). El valor del gas destinado a abastecer a los usuarios, sean residenciales o no, carece de subsidios, lo que significa que es el consumidor que lo recibe por redes quien lo paga en su totalidad. Al representar ese gas el 70 por ciento de la tarifa, el feroz incremento en dólares provocó el tarifazo que el gobierno pretende imponer a sangre y fuego. Lo que provocó el tarifazo fue, entonces, la fenomenal transferencia en dólares que Aranguren garantizó a las petroleras y no la eliminación de los subsidios otorgados por el gobierno de Cristina. Repar y Rebasa analizaron también otros argumentos empleados por el gobierno para justificar el tarifazo: a) “la emergencia energética por falta de producción”. “Falso. En 2015 la producción de gas aumentó en un 4 por ciento con respecto a 2014 (42.971 millones de metros cúbicos contra 41.483 millones)”. Según datos oficiales, durante los primeros tres meses de este año se registró un aumento de la producción gasífera del orden del 4 por ciento en relación con los primeros tres meses del año anterior. B) “El derroche de gas por bajas tarifas”. “Falso. Los promedios de uso anual por usuario residencial se mantuvieron en los mismos valores desde el año 2000; la inmensa mayoría no ha derrochado el gas”. En lo que sí se registró un incremento fue en el número (de 5,5 millones a 8 millones) de usuarios residenciales que se incorporaron al sistema energético. c) “El aumento asegura inversiones en exploración y explotación de gas”. “No hay garantías, ya que en la concesión del beneficio que le otorga el gobierno a las empresas productoras no hay condiciones de ningún tipo que supongan un compromiso de inversiones, ni exigencias de incremento de exploración o producción. En cambio, las empresas productoras ya tienen, por el gobierno anterior, un plan especial por el aumento de producción para el suministro de gas nuevo no convencional que aporten, para el cual se le garantiza un precio de hasta 7,5 dólares por millón de BTU”. d) “El precio de gas en boca de pozo nunca fue actualizado”. “Falso. Los valores del gas en boca de pozo entre 1992 y 2002 fueron estables y aceptados de buen grado por las petroleras, con un promedio de 1,20 a 1,30 dólares por millón de BTU. A ese precio se exportaba gas a los países vecinos. Entre 2002 y 2014 el precio se fue modificando y llegó a 2015 a una media de 2,50 a 2,60 dólares para toda la producción”. e) “El precio del gas que pagan los usuarios residenciales argentinos, incluso con el aumento propuesto, es muy inferior al que paga el resto del mundo”. “Esa aseveración es totalmente falsa si se hace la comparación con países productores de gas. El residencial en Canadá paga el gas el equivalente a 1,80 dólares por millón de BTU, en Estados Unidos la tarifa para este año en promedio es de 2,07 dólares, es decir, menos del 50 por ciento del precio que Aranguren pretende imponer aquí” (fuente: Raúl Kollmann, “Una pulseada por 2800 millones de dólares”, Página 12, 21/8/016).

En su edición del 21 de agosto Página 12 publicó un artículo de Martín Granovsky titulado “Las mamushkas del presidente”, en el que analiza el estado de la investigación de los Panamá Papers del presidente de la nación. En Brasil ya se puede explorar la ruta de 9 millones de dólares que fueron intercambiados entre las diferentes sociedades macristas argentinas, brasileñas y offshore con sede en Panamá o Bahamas. En las últimas horas se supo de la existencia de otras tres empresas con vínculos con la firma Fleg Trading, pieza clave en las operaciones de Socma. Darío Martínez es un diputado neuquino del FPV que viene investigando este escándalo desde que estalló a comienzos de año y que está a punto de ampliar sus dos denuncias precedentes al fiscal Federico Delgado. En diálogo con Página 12 el diputado expresó: “el fiscal se propuso establecer si la actividad de Fleg y de otras sociedades infringieron algún tipo penal y a mí me parece un camino serio al que quiero contribuir”. “El grupo Macri se instaló en Brasil en 1995 y desarrolló actividades por lo menos hasta 2007”. “Diseñaron un entramado de sociedades a partir de una firma creada en Bahamas, Fleg Trading Ltd., que justamente está en el centro de la investigación del fiscal”. “Para colaborar con la Justicia voy a pedir que se cite a declarar a Francisco Macri, Mauricio Macri y Mariano Macri como directores de Fleg Trading para que digan cuál fue el origen de la suma utilizada para comprarle a Socma Americana su participación en Owners do Brasil”.

Según el artículo 303 del Código Penal invocado por el fiscal Delgado en la carátula de esta causa expresa que “será reprimido con prisión de tres a diez años y multa de dos a diez veces del monto de la operación, el que convirtiere, transfiriere, administrare, vendiere, gravare, disimulare o de cualquier otro modo pusiere en circulación en el mercado, bienes provenientes de un ilícito penal, con la consecuencia posible de que el origen de los bienes originarios o los subrogantes adquieran la apariencia de un origen ilícito y siempre que su valor supere la suma de pesos trescientos mil, sea en un solo acto o por la reiteración de hechos diversos vinculados entre sí”. Los Panamá Papers pusieron al descubierto innumerables sociedades offshore constituidas en paraísos fiscales cuyos objetivos están al margen de la ley: facilitar operaciones internacionales, encubrir titularidades en terceros países y evadir impuestos. Fleg Trading es precisamente una de esas sociedades offshore radicada en Bahamas y que forman parte de ese mundo offshore integrado por dirigentes políticos, funcionarios, artistas, empresarios y deportistas. A ese mundo pertenecen Francisco y Mauricio Macri, hoy presidente de la Argentina.

En abril el mandatario argentino expresó que fue director de Fleg en el momento en que su progenitor tenía intenciones de extender Pago Fácil a Brasil, objetivo que no logró concretar. Tal como lo reveló el periodista Tomás Lukin, Pago Fácil logró funcionar y varias empresas crecieron a partir de dos empresas offshore íntimamente ligadas al clan Macri: Fleg y Kagemusha. El 15 de mayo Fleg compró el 99,9 por ciento del capital social de una firma denominada Dueños de Brasil Participaciones Limitada. Eduardo Basualdo, Manuel Acevedo y Miguel Khavise estudiaron el crecimiento económico vertiginoso del clan Macri. En 1973 el clan era dueño de 7 empresas; luego de la dictadura, era dueño de 47. Llegaron a adueñarse de Sevel, de Sideco, de Socma financiera, de Manliba, de Itron y de lecsa. Su emporio alcanzó la cima durante el menemismo, debido a los contratos y a la financiación voluntaria o forzosa del Estado. A fines de los noventa la deuda del clan Macri era de 900 millones de dólares. Fleg (los Macri) compró Owners do Brasil en 11,2 millones de reales. Según el diputado Martínez “esa compra convirtió a Owners en la máscara de Fleg en Brasil”. El legislador considera que aquellas sociedades en donde Owners aparezca como accionista “estarán directamente relacionadas con Fleg, y por lo tanto son de interés de la investigación que está llevando a cabo el fiscal Delgado”. Hoy existen tres sociedades de esa índole (Itron de Brasil, Martex do Sul y Mega Consultoría Servicios e Participacoes) que antes no habían sido tenidas en consideración por los investigadores de Argentina. Oh casualidad, Owners es accionista en las tres. Ello significa que Fleg-es decir Socma, es decir Macri- es accionista. El capital accionario de Owners-es decir Macri- asciende a los 9,3 millones de dólares, precisamente la suma que Fleg-es decir Macri-colocó en Socma Americana SA. El 21 de septiembre de 1998 se produjo el ingreso de Fleg a Owners. En ese entonces Socma Americana colocó 3,4 millones de reales de aquella época en Itron do Brasil, 1,8 millones de reales en Partech-Unnisa Participacoes e invirtió 5,3 millones de reales en Partech. Estas cifras forman parte del gasto en acciones de 11,2 millones de reales (9,3 millones de dólares) cuyo punto de origen es Fleg y su punto de llegada es Owners. Según el presidente de la nación Fleg jamás funcionó, jamás desarrolló actividad alguna ni poseyó cuentas bancarias. Respecto de Owners, cada vez hay más indicios de que efectivamente funcionó y, como consecuencia lógica, fue titular de cuentas bancarias por intermedio de las sociedades creadas. ¿Podía ignorar todo esto el presidente Macri?

Según el fiscal Delgado estas sociedades offshore o no actúan como las mamushkas, como esos juegos de muñecas de origen ruso en los que en el interior de una abuela había siempre otra abuela, hasta llegar a la abuela de menor tamaño. “Son sociedades creadas para estar dentro de la cáscara de otras sociedades”, manifestó Delgado. “Fleg oculta a sus dueños en un paraíso fiscal con acciones al portador y Owners oculta a Fleg. Esto nos lleva a suponer (y por ende a buscar) que existen otras sociedades en Brasil que tienen por socia a Fleg-Owners, y que pueden existir muchas combinaciones más de mamushkas”. El apellido Macri siempre aparece en este mundo de mamushkas. Pues bien, el 51,40 por ciento del electorado votó a este rey de las mamushkas el pasado 22 de noviembre.

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