Por Luis Alejandro Rizzi.-

El problema “Aerolíneas Argentinas”, que el gobierno de Mauricio Macri no pudo resolver, viene desde antaño. Su privatización en 1991 fracasó como “solución”, a tal punto que en 2007 la empresa volvió al estado, con sus problemas de siempre, nada cambió.

No pudo Iberia, no pudo American Airlines, no pudo la SEPI y finalmente el grupo Marsans, que la compró por un dólar, módico precio; hizo su negocio a costo del erario argentino y español, que mal que bien se puso como “la gansa” del cuento.

Finalmente esta aventura privatizadora, que terminó en una reestatización unos 15 años después, tuvo un costo de unos 350 millones de dólares, aún impagos, por su irregular expropiación o apropiación. Al final los malos terminaron ganando. Tampoco perdieron los buenos… en todo caso perdió el contribuyente argentino, una vez más.

Causa gracia que el gobierno diga que cederá la gestión, como si se tratara de un “birlibirloque” o nos diga que hay interesados, lo que es imposible, ya que, lamentablemente Aerolíneas Argentinas es una empresa quebrada.

Su patrimonio es intangible, pero en estado de quiebra no vale ni “un dólar”.

Vale tener en cuenta que en el concurso de AVIAN, del tal Germán Efromovich, al presentar el informe general, la sindicatura decía para justificar su viabilidad: “En el caso particular de Avian Líneas Aéreas, las rutas aéreas resultan ser un activo esencial, sin cuya adjudicación la empresa no podría desarrollar actividad comercial alguna. De hecho, resulta ser un activo más importante que los propios aviones que posee, los cuales, si bien a juicio de esta Sindicatura resultan ser propiedad de la concursada, podrían ser operativamente reemplazados por otros aviones negociados en leasing o en préstamo a los fines de desarrollar sus actividades”.

Este razonamiento, prefiero decir pueril -en el ambiente no lo creen así- me hace acordar a algunas anécdotas contadas por Sosa Escudero sobre las estadísticas, como cuando dice que “hacer régimen facilita la gordura, ya que todos los gordos hacen régimen… acá todos quieren hacer régimen con ARG…”

Como vemos, es posible que el gobierno crea que, en verdad, los activos de ARG fueran sus “intangibles”, un “birlibirloque” que en todo caso sería un pasivo fatal, creo que en un solo ejercicio tuvo números azules y no sé hasta qué punto no fue un dibujo.

Nadie tomaría en serio el fundamento dado en la hoy quiebra de Avian, para sostener el supuesto valor de los “intangibles”, que paradojalmente esa sindicatura, lo hizo en base a números de ARG de 201 que recibía subsidios para subsistir.

Emulando a la famosa “Craneoteca de los genios” el vocero del presidente Milei, Adorni dijo que, en una empresa privada, “al que hace huelga lo echan”, pues le pregunto, por qué no lo hizo el gobierno, ARG es una S.A. que se rige por la ley 19550 de sociedades… con todo respeto le preguntaría si el caballo blanco de San Martín, era negro…

La verdad es que el gobierno no puede con ARG. Ahora está generando un conflicto con todo el transporte. En verdad, con el tema ARG, son de Siruela, como aquel analfabeto, que tenía escuela.

Lo más sensato sería dejarla quebrar, pero esta la ley 26466, el estado podría ser obligado a pagar todos sus pasivos.

¿Otro YPF?

El gobierno agotó las alternativas. Sólo le queda sanearla y lo tiene que hacer este gobierno con gente idónea. Por el camino que va, terminará estatizando UBER… parafraseando el cuento de los gordos y el régimen…

Lo que es increíble es que Pablo Biró les está diciendo jaque, jaque, y el gobierno sólo atina a repetir la jugada…

Entre tanto, los usuarios son rehenes, como vengo diciendo, de unos y otros…

Por ahora, se suspenderían las medidas de fuerza, pero ahora el problema puede ser con todo el transporte. Ya no es el «test de ARG»; es el «test del transporte…»

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