Por Hernán Andrés Kruse.-

Cambiemos logró que Diputados convierta en ley el proyecto de modificación de Ganancias que negoció con el sindicalismo y los gobernadores. Los números son contundentes: 167 votos a favor, 4 en contra y 3 abstenciones. Los legisladores del FPV decidieron no votar el proyecto y se retiraron del recinto, con excepción de los diputados de San Juan. Fue el corolario de un mes y medio de tensas negociaciones que puso en vilo al gobierno, a la oposición, a los jerarcas sindicales y a los gobernadores. El oficialismo consiguió el apoyo del Frente Renovador, el Bloque Justicialista, el frente progresista de Stolbizer y Siciliani, y el Movimiento Evita. Los legisladores que votaron en contra fueron los del Frente de Izquierda, mientras los diputados que responden a Solanas y los de Compromiso Federal se abstuvieron. Por su parte, el bloque del FPV sufrió otra división a raíz de la decisión de los cuatro diputados que responden al gobernador José Luis Gioja de quedarse en el recinto. Al comenzar el debate el jefe del bloque de diputados K, Héctor Recalde, solicitó un “apartamiento del reglamento” para que se proceda a votar nominalmente un proyecto de minoría del FPV sobre el tema. A diferencia de lo que sucedió la semana pasada, en esta oportunidad la moción de Recalde sólo obtuvo el apoyo de 51 legisladores mientras que 141 se manifestaron en contra, registrándose 12 abstenciones. Ante este hecho el bloque K decidió retirarse del recinto. El debate fue breve. Quien abrió el debate fue el presidente de la comisión de Hacienda y Presupuesto Luciano Laspina, quien manifestó que lo que pretendió la oposición fue “imponer un proyecto que no era conveniente”. Lo que no dijo el diputado macrista fue que el objetivo del oficialismo era tratar el proyecto recién en 2017 y que durante la campaña electoral Macri había prometido eliminar el impuesto a las Ganancias. Consideró que el nuevo proyecto implicaba una “reparación histórica” y luego hizo propias iniciativas tales como la recomposición por viáticos, alquileres y por zona desfavorable, y la exención del aguinaldo y las horas extras. Finalmente le rindió pleitesía a la CGT que, aseguró, “no come vidrio y desde 1945 defiende a los trabajadores”. Desopilante, realmente. Luis Pastori, del radicalismo, destacó que a partir de ahora el impuesto recibirá la denominación “Altos Ingresos” ya que es el más progresivo de todos. La diputada macrista Silvia Lopennato, quien hace unos días demostró ser más intolerante que Carrió, enarboló la bandera del diálogo. Para Héctor Daer “ningún trabajador en convenio debería estar alcanzado por este impuesto”. Oscar Romero, presidente del Bloque justicialista, criticó la manera como encaró el gobierno este tema y defendió el proyecto opositor al considerarlo más abarcativo. Y agregó: “que hayamos acordado no significa que estemos todos felices ni que este proyecto sea el mejor de todos. Al proyecto le falta muchísimo, deja mucho que desear”. Algunos de los puntos clave del proyecto hecho ley son los siguientes: a) el mínimo no imponible será en 2017del 22,8 por ciento, más cercano al 15 por ciento que planteaba el proyecto oficial y más lejano del proyecto de la oposición (47 por ciento). A partir del año próximo habrá un esquema de alícuotas de nueve tramos (de 5 a 35 por ciento). b) Para los jubilados el mínimo no imponible equivaldrá a 6 jubilaciones mínimas. Emilio Basavilbaso, titular de la Anses, aseguró que “hoy estamos en un 3,8 por ciento del total de jubilados que pagan y con la aprobación del proyecto se reducirían al 2,5 por ciento”. c) Fueron incorporados los gravámenes a los magistrados, los funcionarios y los empleados del Poder Judicial de la Nación, de las provincias y del Ministerio Público de la Nación, cuyos nombramientos se efectivicen a partir del año entrante (fuente: Cristian Carrillo, “Acuerdo que ya es ley con tratamiento express”, Página/12, 23/12/016).

Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, afirmó en las últimas horas que durante el segundo semestre la inflación fue de 1,5 por ciento, la cifra más baja en los últimos 8 años. Se olvidó de mencionar que el 2,2 por ciento que se dio en 2015 estuvo vinculado con el impacto inflacionario de noviembre y diciembre pasado, con la expectativa de devaluación generada luego del triunfo de Macri en el balotaje y con el hecho de que hasta octubre los precios ascendían casi como lo hacen en la actualidad. En un documento el Banco Central afirma también que el país logró disminuir el denominado “pass through” (traslado a precios) de los ajustes sobre el tipo de cambio. Hay un gráfico que pone en evidencia que el incremento de la divisa estadounidense vinculada con el Brexit y con los recientes comicios de Estados Unidos no repercutió sobre el proceso de demarcación que se registró en el mercado interno. Lo que no registra es que el tipo de cambio, con estos mandobles externos, se ubicó nuevamente en los 16 pesos, tal como había sucedido a comienzos de 2016, lo que significa que el traslado a precios ya se había consumado en aquel momento. A pesar de ello, el titular del organismo insiste al señalar que “la experiencia de los años ´90 nos enseñó que el tipo de cambio fijo no es el camino y por eso el Central mantendrá su política de un tipo de cambio flotante”. Lo interesante es averiguar por qué motivo los dólares que ingresaron al país en concepto de deuda y blanqueo no repercutieron favorablemente sobre la actividad económica ni fortalecieron el nivel de reservas internacionales. Ante una consulta de Página/12 el funcionario destacó que con la asunción de Macri el sector privado está en condiciones de comprar y vender divisas. Con esa frase Sturzenegger quiso explicar que lo que realmente pasó es que los dólares con los que se endeudó el país en los próximos años sólo fueron útiles para financiar la fuga de capitales. La deuda y el blanqueo implicaron unos 80 mil millones de dólares, cifra nada desdeñable que, sin embargo, no fue utilizada para lo realmente importante: el mejoramiento de la infraestructura y de la matriz productiva, y el sostenimiento del ritmo de consumo en el mercado interno. Los únicos sectores que se vieron beneficiados se vincularon al negocio financiero (fuente: Federico Kucher, “Celebra por adelantado”, Página/12, 23/12/016).

La marcha de la economía sigue a los tumbos. En el tercer trimestre cayó un 3,8 por ciento en la comparación interanual. Se trata de la mayor baja de 2016. Ahora bien, si se compara el tercer trimestre con el segundo surge que aquél cayó un 0,2 por ciento mientras que en el acumulado la caída es del 2,4 por ciento. El consumo privado, que representa el 70 por ciento del PIB, cayó durante el tercer trimestre respeto a igual período de 2015, lo mismo que las exportaciones y la inversión. Lo único que aumentó fue el consumo público. Tal, en apretada síntesis, lo que acaba de informar el Indec respecto al tercer trimestre. Comparados los números de este año con los del anterior, la situación actual es la peor en lo que va del año debido a la caída del 3,8 por ciento (superior a la merma interanual del segundo trimestre). A lo largo del año se registra una cierta evolución a partir de la caída del 0,8 por ciento en el primer trimestre, la baja del 1,9 por ciento en el segundo hasta la caída del 0,2 por ciento en el tercero. En su informe el Indec expresa que de acuerdo con su primera estimación de junio la suba de la economía fue en 2015 del 2,4 por ciento. Ese porcentaje fue del 2,5 por ciento en septiembre y en estos momentos es del 2,6 por ciento. Durante el tercer trimestre se registró una caída del consumo privado del 3,1 por ciento de forma interanual. La razón fundamental estriba en que la inflación, provocada por la devaluación, la eliminación de las retenciones y la suba de tarifas, estuvo por encima del aumento de los salarios y jubilaciones. Uno de los sectores que más ha sufrido la caída de la actividad económica es el de los trabajadores registrados, cuyo poder adquisitivo registrará al finalizar el año una merma del 6 por ciento. En peor situación están, cabe remarcar, los empleados sindicalizados no registrados y los trabajadores no registrados. Las exportaciones y la inversión no alcanzaron los niveles esperados. Aquéllas bajaron un 2,5 por ciento mientras que ésta tuvo una caída del 8,3 por ciento. Las ventas al extranjero dependen en buena medida de nuestro gigantesco vecino, que sigue en caída libre. Respecto a la inversión, el bajón es muy pronunciado y pone en evidencia el mal clima de negocios que implica un mercado que no crece y un mayor ingreso de importaciones. La adquisición de maquinaria y equipo de fabricación nacional sufrió una merma del 4,1 por ciento, mientras que la compra de equipos del exterior lo hizo en un 5,8 por ciento. El equipo de transporte nacional experimentó una caída del 11,1 por ciento. La construcción fue el sector más castigado: cayó un 12,9 por ciento durante el tercer trimestre. Otros sectores golpeados fueron la industria manufacturera (-8 por ciento), la minería (-5,7 por ciento), la intermediación financiera (-5,5 por ciento), el comercio minorista y reparaciones (-5,0 por ciento) y la agricultura y la ganadería (-2,8 por ciento). La pesca, la electricidad, el gas, el agua y el transporte tuvieron alzas (fuente: “Volvé primer semestre, el segundo es peor”, Página/12, 23/12/016).

Uno de los sectores que más se vio perjudicado por la recesión ha sido la industria manufacturera. Durante el tercer trimestre del año el empleo industrial registró una merma del 2,6 por ciento en relación con el mismo período de 2015 y una caída del 1,6 por ciento respecto al segundo trimestre. A lo largo de 2016 se acumuló una contracción del personal del 1,6 por ciento. Según el Indec las ramas que más bajo rendimiento tuvieron fueron la automotriz y la metalmecánica. Otro dato inquietante es el referido al trabajo no registrado: subió un 33,8 por ciento durante el tercer trimestre (el trimestre anterior había registrado un aumento del 33,8 por ciento de los trabajadores en esas condiciones). Durante el tercer trimestre del año pasado la informalidad alcanzaba el 33,1 por ciento. La grave situación de la industria preocupa tanto a los pequeños y medianos empresarios como a las grandes compañías. El objetivo de este sector es el abastecimiento de la demanda local, que en los últimos tiempos fue uno de los principales blancos de la política económica macrista. Esta debacle se tradujo en los centros fabriles en la aceleración de los despidos, la reducción de las jornadas de trabajo y el anuncio de las suspensiones del personal. El Indec señala cuáles fueron los sectores de la industria manufacturera que más sufrieron el recorte de la mano de obra. La rama de minerales no metálicos registró una merma del 4,3 por ciento durante el tercer trimestre respecto a igual período de 2015. La fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques tuvo una caída del 6,4 por ciento, mientras que la fabricación de equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones experimentó una merma del 6,6 por ciento. Por su parte, en el rubro de maquinaria y equipo la caída fue del 6,1 por ciento. Otro sector muy golpeado por la caída de la economía fue el de los electrodomésticos y aparatos electrónicos. También se registran recortes en la mano de obra en estos sectores: fabricación de papel (-5,2 por ciento), textil (-2,7 por ciento), metales comunes (-4,6 por ciento), muebles (-4,1 por ciento) y elaboración tabaco (-14,4 por ciento). Ante semejante panorama los referentes manufactureros no ocultan su preocupación: “estamos para abajo, estamos pidiendo con la máxima velocidad posible que se vaya rápido este año. Si fuera por mí, pediríamos que hiciéramos un per saltum hasta después de las vacaciones”, dijo Juan Carlos Sacco, secretario de la Unión Industrial Argentina. Aseguró que retornar al crecimiento no será nada sencillo: “personalmente estoy convencido de que costará mucho reflotar. Un factor es Brasil, que para mí no arranca hasta 2019. Ni en 2017 ni en 2018”. Respecto al empleo en negro, el Indec señaló que unos 4 millones de trabajadores carecen de aportes previsionales ni obra social. En el Noroeste del país la informalidad es del 40,3 por ciento, mientras que en el extremo sur del país el porcentaje es notoriamente menor: 17,5 por ciento. En el gran Buenos Aires la cifra es del 33,7 por ciento; en Cuyo, del 36,7 por ciento; en la Pampa, del 33,3 por ciento; y en el Noreste, del 34,8 por ciento (fuente: Federico Kucher, “El empleo industrial acelera su caída”, Página/12, 21/12/016).

La Argentina es un país que desde hace mucho tiempo maltrata a nuestros viejos. Lo que está sucediendo con ellos en las últimas horas es un capítulo más de esta larga y denigrante historia. Desde el miércoles 21 a cualquier afiliado del PAMI le está resultando una misión imposible conseguir un medicamento. Ello se debe a la decisión de la mayoría de las farmacias del país de suspender la atención de los asociados de PAMI por la falta de pagos. Una verdadera vergüenza. María Isabel Reinoso, presidenta de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), manifestó: “no tienen vergüenza, el PAMI dice que pagó, la industria dice que no cobró. Lo que hay es un manoseo hacia el paciente y la farmacia”. Carlos Regazzoni, titular del PAMI, aseguró que se está haciendo todo lo posible para garantizar la existencia de los medicamentos. El acatamiento a la medida fue muy importante en las provincias y no tanto en la CABA. Claudio Ucchino, director general del Colegio de Farmacéuticos de Capital Federal, aseguró a Página/12 que “en la Capital una de cada tres farmacias ha dejado de atender hace más de un mes al PAMI”. ¿Qué hacemos con los viejos porteños, entonces? Destacó que “la medida fue para que los abuelos puedan tener una atención como corresponde”, e intentó explicar el origen del conflicto remarcando que “al no pagar PAMI o hacerlo con mucho atraso, no tenemos dinero y las droguerías no entregan los medicamentos. Las farmacias estamos financiando la seguridad social y al PAMI”. Pero “se agotó el diálogo y se agotaron las conversaciones” porque “lo de Regazzoni son solo promesas de cambio sin ninguna solución”. Para el titular del PAMI el paro es ilógico y aseguró que la entidad pagó “en tiempo y forma a la industria, que después arregla con las farmacias. Es un tema que tienen que resolver con los laboratorios. El contrato lo tenemos con los laboratorios, no con las farmacias”. Mientras los protagonistas se siguen pasando la pelota, los viejos sufren. Al no estar vinculadas las farmacias con el contrato que firma el PAMI con la industria, resulta muy difícil controlar el destino del dinero. En este sentido, Reynoso consideró que “tienen que decir dónde está la plata porque es plata del estado. Es vergonzoso que tiren la pelota hacia fuera, cada uno tiene un rol y una responsabilidad”. “Por eso nosotros pedimos ser parte del convenio, para poder monitorear”. Carlos Villagra, presidente de la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales de la República Argentina (Afmsra), adelantó a Página/12 que el conflicto puede derivar en el corte de la provisión de medicamentos a todas las obras sociales porque “no vamos a tener abastecimiento”, e indicó que “se esperó demasiado tiempo, les advertimos cuando empezamos a discutir en julio. Pero la secretaría de Comercio liberó los precios de los medicamentos que aumentaron casi un 200 por ciento en el año, y el problema es que ahora el PAMI dice que no puede pagarlos al precio que están. Nosotros quedamos como el jamón del medio, financiando el sistema”. Por su parte, Ucchino destacó que el próximo 31 de diciembre finaliza el convenio anual que firma el PAMI con la industria y “dicen que de los 1800 millones de pesos que cubren hoy se van a extender hasta los 2400 millones. Pero el consumo real son 3000 millones, sigue faltando plata”. “Con ese panorama, la alternativa”, pronosticó, “es que se van a reducir la cantidad de prestaciones, o seguir atrasando los pagos como lo hicieron”. Como conclusión, sentenció: “las farmacias no lo resisten, si no resuelven esa diferencia de dinero y redistribuyen, si no dejan de usar a los medicamentos como variable de ajuste, vamos al colapso”. Los únicos que van a colapsar serán nuestros viejos, los convidados de piedra en este escándalo (fuente: “La temporada empezó sin medicamentos”, Página/12, 22/12/016).

La detención arbitraria de Milagro Sala se ha transformado en un serio problema para el presidente de la nación. José Manuel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch, le acaba de advertir por carta al primer mandatario que sus invitaciones a organismos internacionales para que visiten la provincia de Jujuy para observar en el terreno lo que realmente pasa, lejos están de sustituir “las medidas que su gobierno debe adoptar”. También consideró “desafortunado” el comentario acerca de un eventual plebiscito sobre la detención y le recordó que los derechos fundamentales “no pueden quedar sujetos a la opinión circunstancial de la población”. También se expidió sobre esta cuestión Paulo Abrao, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, quien aseguró que el estado “debe dar cumplimiento integral a la decisión del Grupo de Trabajo”. En un tramo fundamental de la carta, Vivanco expresa: “Su gobierno tiene la responsabilidad jurídica de adoptar todas las medidas a su alcance para asegurar que Sala no permanezca detenida arbitrariamente”. Advirtió que “los estados-se trate de los Estados Unidos, de Argentina o de cualquier otro-no pueden invocar disposiciones de su derecho interno, como su sistema federal, para justificar el incumplimiento de sus obligaciones jurídicas internacionales”, en alusión a la sugerencia de la canciller Malcorra de que el gobierno federal no está facultado para entrometerse en una cuestión que atañe exclusivamente al Poder Judicial de un gobierno provincial. “Argentina podría seguir jugando un importante papel en el campo de los derechos humanos a nivel global, pero para que este rol sea desempeñado con la mayor credibilidad y legitimidad es preciso que su gobierno colabore de forma plena con las decisiones de los organismos internacionales de derechos humanos” (fuente: “Los argumentos no son convincentes”, Página/12, 23/12/016).

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