Por Malú Kikuchi.-

Argentina, tan querida como maltratada, le suma al desquicio económico el más absoluto desorden de la coalición gobernante. Se sabe que los triunviratos no funcionan ni han funcionado nunca, pero el caos de la mítica fecha del 17/10, fue demasiado.

Demasiado aún para esta maltrecha y paupérrima Argentina. Tres actos, tres facciones y al Presidente no lo invitaron a ningún festejo. Tampoco había nada que festejar. Las críticas a Alberto y a Massa fueron el eje de las reuniones. Los dos son triunviros del gobierno. Más CFK.

Han sucedido muchos hechos, todos ellos desagradables, desde el 10/12/2019. Y la coalición gobernante nunca se hace cargo de nada. Cuando no ejerce de cronista extranjero que explica lo inexplicable, la culpa es de la pandemia, de la guerra y de “ah, pero Macri”.

Más allá de la mala praxis, de intentar ejercer el populismo sin plata, de destruir lo poco que quedaba de la moneda, la raíz del mal fue una fórmula presidencial equivocada. La vice ejerce la presidencia y el Presidente no sabe y no se sabe lo que hace.

El Presidente de la Nación Argentina, de acuerdo al artículo 99 de la Constitución Nacional, tiene un enorme poder. ¿Por qué no lo ha ejercido hasta ahora? Y ahora, ¿está dispuesto a ejercerlo? Pareciera que va a usar la lapicera. Aunque tarde, si lo hiciera sería algo.

Entre sus atribuciones está la de nombrar y destituir a sus ministros. Se animó a nombrar, sin pedir permiso a CFK, a tres ministras. La de Trabajo, la de Desarrollo Social y la de la Mujer. Probablemente ninguna de las tres sea idónea para el cargo, pero lo hizo sin consultar. ¡Wow!

La fuerza conjunta que desalojó, es una manera de decir, a los terroristas de la RAM de Villa Mascardi, no sólo está todavía custodiando a los habitantes, sino que destruyó las precarias cabañas de los seudo mapuches y empezó a demoler un puente.

Esta es otra pequeña señal de autoridad, permitiendo que la justicia actúe como tal en el sur del país. Y en el cierre del coloquio de IDEA, con claridad, le preguntó a los empresarios si en su gobierno alguien alguna vez les había pedido un centavo de coima para hacer obra pública.

Y decir eso necesitó coraje. Se está llegando al final del juicio por Vialidad y se espera la decisión de los jueces. Dicen que Alberto está de mejor humor, con más ánimo y eso que sus ministros hacen cola para renunciar y abandonar el barco ante el probable hundimiento.

Dicen que quiere presentarse como candidato en las presidenciales del 2023. Es obvio que su visión de la realidad está muy distorsionada. Pero de ser así, necesita las PASO que CFK no quiere por varias razones, una de ellas es romper la unidad de Juntos por el Cambio.

Elisa Carrió, le aconsejó al Presidente que se hiciera cargo de cumplir las reglas democráticas. “Que asegure que las PASO se harán y que habilite la boleta única. Un Sáenz Peña, que en su corto mandato habilitó el votó universal, secreto y obligatorio”.

“Ese puede ser el legado de Alberto Fernández, ya que no tiene ningún otro”. Además, por el momento CFK no tiene el número necesario de diputados para avanzar con el tema de derogar las PASO, invento de Néstor K.

Y si el Presidente se anima, y ojalá lo haga, puede recordar que en el artículo 99 de la Constitución, ítem 12: “Es comandante en jefe de todas las fuerzas de seguridad”. Ya es hora de hacer algo al respecto, no hay países sin FFAA.

Y se necesitan, no sólo para estar en pie de igualdad con los vecinos, con los que no existen posibilidades de conflicto (por el momento), pero sí para liberar a las otras FFSS de tareas que no les corresponden y devolverlas a las que sí les corresponden.

¿Qué hace la Prefectura Naval en Villa Mascardi? Debería impedir la depredación en el mar argentino. ¿Qué hace en Mascardi la Seguridad Aeroportuaria? Debería prevenir qué clase de aviones aterrizan en territorio argentino. Y Gendarmería en las fronteras.

El Presidente tiene la posibilidad (no importa de quién fueron los votos) de pasar a la historia dejando algo positivo. Sólo de Él depende. Por la Argentina y por su futuro. Necesita coraje para romper las cadenas. Tenerlas es cosa de esclavos.

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