Por Alberto Buela.-
Se cumple medio siglo de la aparición de esta corriente de ideas denominada falsamente por los “analfabetos locuaces”, esto es, los periodistas como Nueva Derecha. Lo hemos reiterado ad nauseam que ni a Alain de Benoist ni a sus varias generaciones de amigos les corresponde este calificativo, pero la guerra semántica es el primer paso en el proceso de desinformación colectiva al que asistimos desde el final de la segunda guerra mundial.
Nosotros no logramos producir el sentido de las cosas ni de las acciones de los hombres sino “los otros”: los satisfechos con el sistema ideas, usos y costumbres que padece esto que denominamos “mundo”.
En Argentina no hubo nunca Nueva Derecha porque ser de derecha entre nosotros es una apetencia de minorías y por acá pasó el peronismo, que siempre privilegió a las mayorías. Lo que sucedió es que la Nueva Derecha francesa o italiana ha sido un semillero de ideas que produjo frutos muy diversos.
Conocí a de Benoist allá por 1981 cuando comencé mis estudios para el doctorado en filosofía en París IV- Sorbonne. Fue Louis Pauwels quien me sugirió que lo visitara y mi dilecto amigo Tristan Mordrelle, quien me lo presentó. Desde ese día mantenemos una profunda amistad. Cuando regresé en 1984 para hacer la soutenance de mi tesis me invitó a participar en el XVIII Colloque Nacional du Groupement de Recherche et d‘Etudes pour la civilisation europeenne- Palais des Congres de Versailles con una comunicación sobre L‘Amerique Hispanique contre l‘Occident (11-11-84). coloquio en el que compartí el estrado junto a Guillaume Faye, el propio de Benoist, Pierre Vial y, nada menos, Julien Freund. De esa conferencia recuerdo con afecto que las dos veces que mencioné el nombre de Juan Perón; la sala estalló en un aplauso.
De regreso a Buenos Aires comencé a hacer contactos con algunos amigos entusiasmados con la idea de poder pensar distinto a lo que se pensaba, a intentar pensar en forma alternativa a lo ya pensado. Y allí se destacan dos o tres: el politólogo Horacio Cagni, seguramente uno de los mayores conocedores de Carl Schmitt en castellano y el jurista Luis María Bandieri. Y es éste último, quien junto a Fernando Esteva y el recordado “Pichuzo” Raffaellli organizan la primera venida en 1986 de Alain a Buenos Aires. La llegada regular de las múltiples publicaciones del GRECE despertó en Argentina un gran interés por esta familia de ideas, incluso en las mejores cabezas de las provincias como Marcelo Uliana en Córdoba, Néstor Montezanti en Bahía Blanca, Máximo Chaparro en Santa Fe y otros.
En1994 fundamos Disenso, la primera revista de metapolítica de Iberoamérica, con colaboradores de cada uno de los países de nuestra ecúmene cultural, al par que pensadores europeos y norteamericanos. Fue una aventura inédita que nos permitió la instalación intelectual en nuestro medio.
Ello nos permitió ampliar los contactos intelectuales con figuras europeas afines al GRECE, aunque cada uno con su particularidad, como Marcello Veneziani, Marco Tachi, Javier Esparza, Isidro Palacios, Robert Steukers, Luc Pauwels, Primo Siena, Günter Maschke, Arnaud Imatz, Bogdan Radulesku, Tomislav Sunic, Juan Antonio LLopart, Alexander Dugin, Leonid Savin, Giorgio Locchi, Massimo Cacciari, Ernst Nolte, Alessandro Campi, Michel Maffesoli, Claude Polin, Claude Rousseau y tantos otros. Y americanas como Paul Piccone de la revista norteamericana Telos, Vásquez Márquez de Chile, Icaza Tijerino de Nicaragua, Ontiveros de México, Corsi Otálora de Colombia, Álvaro Menéndez Franco de Panamá, Álvaro Fernández Márquez de Venezuela y tanto otros.
Ya en el siglo XXI la influencia de esta escuela de pensamiento, con sus múltiples variantes, está presente en las redes locales con una cantidad de hombres que por su número ya no estamos en condiciones de conocer personalmente: profesores universitarios, sindicalistas, políticos, agentes sociales hacen uso a diario de este conjunto de ideas que fueron acumulando durante medio siglo. Así hoy es normal que se hable en los mass media de pensamiento único, políticamente correcto, de decrecimiento, de derecho de los pueblos, de ecúmenes culturales, de grandes espacios, de guerra semántica, de identidades, de interculturalismo por oposición al multiculturalismo, de pluralismo y diversidad cultural sin caer en relativismo, de autores como Schmitt, Heidegger, Jünger, Drieu la Rochelle, o de Anquin, Guerrero, Virasoro, (para citar algunos nuestros) cuando antes eran mala palabra.
La lucha continua. Estamos en un frente de batalla cada vez más intenso y extendido y tan es así que, en noviembre de 2017, nos dimos el gusto de poder invitar a de Benoist y a aAlexander Dugin a un congreso internacional de geopolítica y metapolítica que se realizó en la CGT Argentina y se replicó en las prestigiosas universidades nacionales de Tucumán y Buenos Aires, al par que en la Escuela Superior de Guerra.
Titulamos esta comunicación como “algo” sobre la nueva derecha en Argentina y eso hicimos, sabiendo que queda mucho más en el tintero, que algún otro más ducho completará.
07/12/2017 a las 9:11 AM
Si precisa una atención espiritual, busque aquí los teléfonos de la Universal de su país. Llame y reciba una orientación de fe.
http://tvuniversal.org.ar
07/12/2017 a las 11:54 AM
Este comentario nos habla de una rectificación pendiente tanto por parte del radicalismo como del peronismo:
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07/12/2017 at 11:02 AM
http://elquijotesiglo21.blogspot.com.ar/2016/10/alfonsin-soldado-del-erp-ojo-que-era-un.html
ALFONSIN SOLDADO DEL ERP OJO QUE ERA UN COMUNISTA PRO TERRORISTA LO ADVIRTIO BALBIN
LA METODOLOGIA DEL TERROR CONTRA LA JUSTICIA NO ES UN INVENTO DEL SIGLO XXI EN LA ARGENTINA , EN LA DECADA DEL 70 EL INFILTRADO COMUNISTA ALFOSIN , ACTUO EN CONSECUENCIA , PRIMERO COMO DEFENSOR DEL ERP Y LUEGO JUZGANDO A LOS MILITARES EN EL 83 , SALVADO POR SU COMPAÑERO DE LICEO EL GRAL HARGUINDEGUY.EN LA DECADA DEL TERROR SUBVERSIVO LA JUSTICIA QUE INTENTABA ACTUAR ERA DESTRUIDA
ALFONSIN SOLDADO DEL ERP
OJO QUE ERA UN COMUNISTA PRO TERRORISTA LO ADVIRTIO BALBIN
Por disposición del presidente de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Gustavo Bruzzone, se retiró del frente del edificio de ese tribunal la placa que recordaba al juez Jorge Vicente Quiroga, vilmente asesinado por activistas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) el 28 de abril de 1974. Quiroga había actuado en la Cámara Federal en lo Penal en el juzgamiento de casos de terrorismo en todo el ámbito de la Nación. La decisión del juez Bruzzone respondió al pedido de un dirigente sindical, probablemente impulsado por estamentos oficiales empeñados en su visión sesgada y unilateral de la violencia de los años setenta. Debe recordarse que la Cámara Federal en lo Penal, creada en mayo de 1971, había tratado los delitos cometidos por los grupos terroristas, en el marco de la ley y del debido proceso.
A partir de su creación tuvo una intensa actividad en correspondencia con la profusa acción de los grupos subversivos. Antes de su desmantelamiento había dictado más de dos mil condenas y encarcelamientos. El 25 de mayo de 1973, inmediatamente luego de la asunción de Héctor Cámpora como presidente de la Nación, fue dictada una ley de amnistía votada por la totalidad de los legisladores con sólo dos excepciones. Así se dispuso la liberación de todos los terroristas encarcelados y, al mismo tiempo, la Cámara Federal fue suprimida. La disparatada hipótesis de que a esos grupos sólo los animaba la defensa de la democracia en tiempos de gobiernos de facto quedó rápidamente refutada, cuando retomaron las armas contra el propio gobierno constitucional de signo peronista.La escalada de sangre y fuego marcó una época de violencia que dejó heridas que aún no han cicatrizado.Hoy puede afirmarse que aquella amnistía y el desmantelamiento de la Cámara Federal fueron determinantes del camino sangriento con que continuó el accionar guerrillero y que también influyeron, como un antecedente frustrante, en la elección de los métodos ilegales para reprimir el terrorismo cuando desbordó las fuerzas del orden y la capacidad del Poder Judicial. La clase política no ha reconocido aún debidamente su responsabilidad en aquellas decisiones, particularmente en la destrucción del instrumento judicial al que pertenecía el juez Quiroga. Los medios oficiales de aquella época y buena parte de la oposición política descalificaron la actuación de la Cámara Federal en lo Penal, no obstante que ésta había sido un brazo eficiente y equilibrado de la Justicia. Con una clara intención denigrante, se la denominó “El Camarón” y luego de su supresión se dejó a sus integrantes expuestos, sin protección, a la venganza de quienes habían sido juzgados y luego liberados. Se sucedieron así los atentados y varios de aquellos hombres que habían actuado con responsabilidad y valentía se vieron obligados a salir del país. El doctor Quiroga no quiso hacerlo y pagó con su vida. La placa que lo recordaba constituía un mínimo homenaje a su contribución a la Justicia. Su remoción, que motivó un acto de desagravio llevado a cabo días atrás, no puede encontrar ninguna justificación más que la perduración del odio y del espíritu de venganza de quienes fueron responsables de tanta sangre y hoy se encuentran encaramados en el poder..
APODERADO DEL ERP Y ABOGADO DEFENSOR DE MARIO ROBERTO SANTUCHO.
24 de marzo de 2014 a la(s) 21:34
APODERADO DEL ERP Y ABOGADO DEFENSOR DE MARIO ROBERTO SANTUCHO.Raúl Alfonsín y Mario Santucho. Historias que pocos conocen !!!La presente tiene el sustento de la publicación del señor Julo Mendoza del 25/10/2013. Y la fuente encuentra base en el material provisto por el señor Arturo Larrabure hijo del Coronel Argentino del Valle Larrabure una de las víctimas asesinadas por el ERP.PUBLICAR LA VERDAD, NO DEBE OFENDER!!!, A MENOS QUE QUIENES LA LEAN SE SIENTAN COMPLICES CULPABLES DE UN DELITO, POR HABER SIDO INDULGENTES CON QUIEN LO COMETIO !!!…Raúl Ricardo Alfonsín fue apoderado del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y abogado defensor de Mario Roberto Santucho. Quien era Jefe de Una Organización armada ilegal culpable entre otras del asesinato de 1.355 personas, muchas inocentes e hirió a otras 2.735, entre ellas del presidente de Fiat el industrial italiano Oberdan Sallustro. El Dr. Oberdan Sallustro había sido condecorado por el Papa Pablo VI, y en 1972 era el Presidente de Fíat Argentina.Sallustro fue secuestrado el 21 de marzo de ese año, y posteriormente asesinado el día 10 de abril a las 12.30, en un centro clandestino de secuestros ubicado en la calle Castañares N° 5413, del barrio de Mataderos. Encerrado en una llamada “cárcel del pueblo” sita en el barrio de Flores de la Ciudad de Buenos Aires, al ser descubiertos ese día 10 de abril de 1972 fue asesinado a causa de un intenso tiroteo acaecido entre miembros del ERP y las fuerzas del orden. Su secuestro y asesinato tuvo gran impacto en la opinión pública. El ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) distribuyó volantes anunciando “la ejecución” de Oberdan Sallustro, con el slogan “justicia popular en acción”. El terrorismo comenzaba a hacer sentir su fuerza. Impulsados desde el extranjero, y basados en la teoría del “vacío de poder”, esperaban paralizar las instituciones de la Nación para asumir ellos el Gobierno, en un movimiento subersivo celular terrorista que estaba mezclado entre la ciudadanía. En 1972, Raúl Ricardo Alfonsín fue defensor del terrorista subversivo Mario Roberto Santucho, autor del secuestro y asesinato del presidente de Fiat Argentina. Así figura en el expediente de la causa por el asesinato del industrial italiano a manos del ERP, bajo la conducción del nombrado terrorista. En su alegato Alfonsín dijo expresa y textualmente: “…los subversivos no son delincuentes, sino combatientes, integrantes de un ejército revolucionario del pueblo alzado en armas, en rebelión abierta, en operaciones”. Se debe tener un concepto muy particular de los derechos democráticos como para ser elegido y gobernar un país obligado a dispensar igual trato ante la ley como lo indica la Constitución Nacional y caer en la lamentable discriminación de juzgar a unos por sus excesos y defender a otros por sus crímenes. Este hecho pone al desnudo la fantasía de todo cuanto erróneamente se le atribuye.¿Cómo se puede defender la autoría de la muerte de tantas víctimas inocentes? Ello explica porqué juzgó a los militares y no hizo lo mismo con los guerrilleros terroristas.
08/12/2017 a las 11:22 PM
Lo único que yo corregiría del anterior comentario es la parte donde dice:
«Se sucedieron así los atentados y varios de aquellos hombres que habían actuado con responsabilidad y valentía se vieron obligados a salir del país. El doctor Quiroga no quiso hacerlo y pagó con su vida.»
Desde mi punto de vista, en mi forma de apreciar el gesto del Juez Quiroga, yo no utilizaría la expresión «pagó con su vida», porque me parece que generalmente ese giro se usa para referirse al precio que se paga por un error.
Y desde mi humilde opinión, el gesto del Juez Jorge Vicente Quiroga de ninguna manera fue un error.
Lo veo como el sacrificio más doloroso y valiente que puede ofrendar cualquier hombre, al dejar sentado un ejemplo de conducta. Una conducta que él sabría muy bien lo que seguramente le depararía si decidía quedarse como lo hizo.
Por eso yo no diría que pagó con su vida.
Diría que se ofrendó a sí mismo a Dios, a su familia, a su pueblo, y al mundo, en un gesto de confianza ejemplar, confiando en que por la misericordia Divina llegaría el momento en que la ingente masa de la ignorancia habría de llegar a su fin.