Por Juan Manuel Otero.-

Resulta ya aburrido reclamar a la Corte Suprema de Injusticia, especialmente al corrupto prevaricador que la preside, acerca de la situación de los presos políticos. Saben muy bien ellos, dado que supongo son abogados egresados de las diversas Universidades de nuestra Patria, saben muy bien decía, que la ley penal no puede ser aplicada en forma retroactiva… pero no olvidemos que son corruptos, nombrados muchos de ellos por un gobierno corrupto, dirigidos durante doce años y el actual gobierno, si bien debemos reconocer tantos buenos pasos dados desde su arribo, no podemos negar que en algunos cargos tiene a cobardes que no se atreven a levantar la mano en defensa de los soldados, soldados gracias a quienes apoyan sus culos en los sillones de sus relucientes despachos. Gracias a ellos no somos Venezuela, tampoco Cuba, somos la República Argentina, con todos los pros y contras que sufre nuestra Patria.

Han muerto ya casi 400 soldados abandonados a su suerte, hay unos cuantos que llevan 15 años (¡QUINCE AÑOS!!!) ¡SIN SENTENCIA!!!

Lorenzetti, Maqueda, Highton de Nolazco, Rosatti, Rosenkrantz… Bien les vendría leer un poco a don Carlos Fontán Balestra, o a Sebastián Soler, o a tantos otros excelentes y honestos doctrinarios del derecho criminal.

Pese a que oportunamente ha señalado la Corte Suprema que es necesario que todos los tribunales “en sus respectivas competencias extremen la vigilancia para el adecuado cumplimiento de las Reglas Mínimas y de las normas que nacional e internacionalmente imponen el tratamiento digno de toda persona privada de libertad y, en especial, en lo que hace a la tutela de la vida humana y la integridad física de los presos”, el estado de abandono de nuestros presos políticos continúa igual desde el primer día.

No hay en el gobierno de Cambiemos, pese a los múltiples y cotidianos reclamos, la intención de ocuparse de ellos y su cruel e ilegítima situación. Parece que la Ley, la piedad, la misericordia y el perdón, no estaban incluidos en la plataforma electoral.

Pero hoy quiero referirme a otro perverso personaje de los que tanto abundan por nuestras pampas y se enriquecieron gracias a ocupar dudosos puestos en el gobierno sin tener siquiera la obligación de dar cuenta de sus actos.

Me refiero al todo terreno de Agustín Rossi quien, siendo Ministro de Defensa de Cristina, dictó la resolución ministerial N° 85 del 2013, por la cual se prohibía a los presos políticos integrantes de las FFAA atenderse en los hospitales de cada fuerza.

Es ampliamente conocido el hecho de que las cárceles carecen de los elementales servicios de salud, tampoco de asistencia de personal idóneo o calificado. Esto lo han comprobado eminentes representantes de la salud pública.

A causa de tal resolución, preñada de odio y venganza, fallecieron no pocos militares por falta de atención médica.

Felizmente el gobierno de Cambiemos ha derogado tan nefasta resolución, producto del capricho de un funcionario incapaz que intentó “fundar” semejante aberración en el hecho de que durante una visita a hospitales se habían fugado dos militares acusados de genocidas.

Es decir que para don Rossi, es más fácil prohibir el uso de los hospitales en lugar de reforzar la vigilancia o adecuar las enfermerías de los penales para que haya una atención acorde a lo que exigen los Derechos Humanos.

En vigencia de tan nefasta resolución, debemos recordar que no pocos presos murieron en las cárceles por falta de adecuada atención médica.

Si esto no es un delito de homicidio preterintencional y abandono de persona seguido de muerte, entonces no entiendo nada.

¿No hay ningún fiscal que acuse a este delincuente?

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