Por Eduardo Difonso.-

Partiendo de la frase preconcebida de que «la esperanza es lo ultimo que se pierde», y esto ha quedado demostrado en el accionar del ser humano, este gobierno esta abusando de las expectativas generadas por el discurso oficial anunciando inversiones, obras, generación de empleos, mejores servicios de salud, educación, seguridad y justicia, transporte, todo ello en base a promesas recibidas en las distintas giras del presidente Macri por el mundo.

Lo que no aclaran es a partir de cuando comenzaran a concretarse las posibles inversiones declaradas y que el gobierno PRO -RADICAL las anuncia como de inminente concreción acrecentando las expectativas y paciencia esperanzada del pueblo argentino que se ilusiona con que todo va a cambiar para mejor y que su calidad de vida se recompondrá en corto tiempo.

Esta actitud del gobierno y del propio Ing. Macri genera dudas según quien analice los anuncios:

-Para los analistas de política internacional esta es una actitud irresponsable del gobierno tratando de transmitir algo que los funcionarios saben que el tiempo de implementación de las medidas e inversiones anunciadas no es inferior a dos años de plazo; siempre y cuando se den unas condiciones previas que son, entre otras, que el gobierno gane por buena diferencia las elecciones legislativas de octubre de este año y que con ese respaldo popular profundice el ajuste de reducción del gasto publico, flexibilización laboral, reducción de la protesta social, disminución de la inflación, flexibilizar los reclamos sindicales en paritarias y que garantice importantes márgenes de ganancias para que los inversores puedan girar esas ganancias(divisas) a sus países de origen, entre otras que no han trascendido a nuestro conocimiento.

-Para los analistas económicos internos, excesivamente prudentes en sus criticas, esta actitud del gobierno de CAMBIEMOS es por ingenuidad y exceso de optimismo producto de su formación empresaria y de su falta de conocimiento de la realidad política que marca los tiempos de implementación de las distintas políticas económicas según el país de donde provengan las inversiones (necesarios acuerdo y convenios bilaterales previos y en algunos casos con obligatoria aprobación legislativa) o modificaciones a la legislación nacional para contemplar las exigencias de los inversores.

En los dos casos, ya sea por irresponsabilidad o por ingenuidad, se transmite una esperanza a los ciudadanos que se va diluyendo con el transcurrir del tiempo percibiendo que lo anunciado no se logra implementar y los responsables del fracaso son los funcionarios de esta gestión de gobierno.

Pero como «la esperanza es lo ultimo que se pierde» este tiempo que transcurre sin los logros anunciados le permite al gobierno PRO-RADICAL obtener un poco mas de paciencia y aguante del subconsciente colectivo que no quiere que este gobierno fracase y esperan el cambio tan declamado en la campaña electoral.

Estos tiempos de aguante esperanzador se van acortando cada vez mas rápido y va creciendo la desilusión a medida que los índices económicos, anunciados periódicamente por el organismo oficial, INDEC, indican el deterioro de la variables que miden el crecimiento y el desarrollo de la economía nacional. De igual modo la realidad diaria que se percibe muestra el creciente desempleo, el cierre de PyMES, el incremento desmesurado de las tarifas de los servicios públicos y combustibles y el aumento de los alimentos que afectan la canasta básica familiar que ajusta el bolsillo de los asalariados, jubilados y pensionados y hasta de los argentinos que pretendieron beneficiar adjudicándoles algún plan social de contención o para ayuda alimenticia.

Tampoco se han tomado medidas que demuestren cambios profundos en las políticas publicas que permitan afirmar que estamos en proceso de implementación de modificaciones trascendentes que mejoraran la calidad de vida de los argentinos.

Lo que se percibe es que se está favoreciendo a la especulación financiera con el consecuente envió de dólares al exterior, fuga de divisas, que ya superan los 5.200millones de dólares desde diciembre el 2015 al día de hoy.

Un alto grado de endeudamiento público exterior que ya supera los 90.000millones de dólares a tasas superiores al 7% anual entre intereses y comisiones bancarias. Endeudamiento para pagar deuda adquirida el año pasado.

El déficit fiscal que se acerca al 7% del PBI y un incremento tarifario en gas, energía eléctrica y agua potable comparado con las tarifas que regían en diciembre del 2015 ( desde el 560% residenciales, 680% comercio e industrias, 325% luz y 250% agua, respectivamente) que garantiza rentas extraordinarias a las empresas concesionarias de esos servicios que afectan la calidad de vida de los usuarios y profundizan el incremento del índice inflacionario; todo ello afectado por un incremento en los combustibles líquidos (ya supera el 40%) que encarecen la logística del transporte de personas y de mercaderías, como así también encarecen las tareas culturales que deben realizar los productores y deterioran las economías regionales.

Y en lo referido a la política energética han mantenido las decisiones del gobierno anterior, que critican por la herencia recibida, y profundizado ese modelo garantizando rentabilidades extraordinarias hipotecando el gran potencial de Vaca Muerta otorgando concesiones de explotación a multinacionales que van en detrimento de la empresa de bandera nacional YPF y reduciendo la porción de mercado de esta empresa en favor de Shell, por ejemplo, en un casi 10% en dieciséis meses de gestión del ing. Juan Aranguren al frente del Ministerio que debería promocionar y proteger la industria argentina pero parece que sigue actuando como CEO de la empresa Anglo-Holandesa que gana posiciones estratégicas en la producción petrolera y gasífera de las distintas cuencas y yacimientos nacionales.

También en política exterior, este gobierno a reafirmado lo actuado por le gobierno anterior ya que recientemente ha suscripto convenios con China, por ejemplo, que ratifican acuerdos definidos en misiones que realizara el gobierno Cristinista para inversiones en infraestructura por 17.000millones de dólares, para mejorar sistema ferroviario, explotar el litio, construir represas hidroeléctricas y centrales nucleares, hasta invertir en la producción de alimentos, todo ello bajo el financiamiento y gerenciamiento de China y estableciendo plazos mas cortos para recuperar la inversión debido a la posibilidad del cambio de las reglas de juego que tiene por tradición nuestro país aun con los distintos gobiernos.

Lo cierto es que el pragmatismo y la necesidad financiera hacen que coincidan las mismas políticas publicas enterrando cualquier «RELATO». Ni el Kirchnerismo antes desesperado por divisas para oxigenar el Banco Central, ni el Macrismo hoy por inversiones externas, que se demoran mas de la cuenta, para reactivar la economía pueden mostrarse en desacuerdo por las acciones comunes y continuadoras realizadas con China.

Y en esto el gobierno PRO-RADICAL no solo no reniega de la herencia recibida sino que lo anuncia de una manera exultante como logros de esta gestión.

Teniendo en cuenta esta recopilación de datos objetivos y reales de lo que esta pasando en el país se percibe un malestar y una incipiente incredulidad sobre los anuncios del gobierno ya que el segundo semestre del 2016 paso sin modificaciones como se anunciaba, el primer trimestre el 2017 también paso sin arribo de mejoras, la lluvia de dólares que vendría con la asunción del nuevo gobierno tampoco se produjo, los brotes verdes del nacimiento de la economía nacional no se ven, el aporte de los empresarios amigos del gobierno, para generar puestos de trabajo y reducir precios tampoco se produjo.

Ahora la consigna es esperar que pasen las elecciones de Octubre para que todo mejore, siempre y cuando el gobierno gane esas elecciones de medio tiempo, cuando es sabido que una elección legislativa solo modifica la composición de las Cámaras de Diputados y Senadores y no alcanza para definir nuevos rumbos o cambios radicales en las distintas acciones de la gestión. Y; como el gobierno no puede demostrar índices exitosos de crecimiento económico, esta apostando a una polarización electoral con el Kirchnerismo que solo profundiza la grieta entre los argentinos apelando al miedo de un posible retorno K al poder confiando en que la ciudadanía no lo quiere así.

Da la impresión que se está abusando del mensaje optimista que nunca se concreta y solo tiende a mantener una esperanza que el pueblo desea que se concrete para no tener que aceptar su propia decepción de haber apoyado un gobierno que, como tantos otros, lo defraudó.

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