Por Israel Rabinowicz.-

El respeto y educación hacia mis lectores me lleva a no utilizar una titulación mucho más popular y gráfica, pero a buen entendedor pocas palabras.

Los equipos económicos de los 3 principales candidatos presidenciables, Scioli, Macri y Massa, pueden ser intercambiados sin riesgo alguno que sus jefes tomen conciencia que son otros, solamente con diferencias cosméticas y de tiempos todos los planes son iguales, ello indica que el redactor del libreto, el que debe preparar los discursos y explicaciones para vender la letra Z como si fuera la letra A es el que pasará a ocupar el centro de la escena, deberá ser un mago en marketing.

Los 3 arreglarán con los fondos buitres, los marcos del acuerdo ya están fijados, por lo que de primera fuente conozco ya todos hablaron con todos, los 3 ya también conversaron con los que pondrán a disposición de la Argentina préstamos por aproximadamente 20/25 mil millones de dólares, los 3 harán un blanqueo, los 3 darán prioridad al restablecimiento de las relaciones con los Estados Unidos, los 3…

Hay varios cientos de millones de dólares entre comisiones, honorarios y otros retornos que, con pequeños cambios los casilleros ya están asignados y ocupados, cualquiera sea el ganador de la elección los nombres de estos que siempre caen parados cuando de dinero se trata se repiten, así como en China las grandes fábricas producen para diferentes marcas internacionales, son los mismos productos simplemente que cambian el embalaje y la presentación, obviamente también los costos finales, en la economía Argentina a venir sirva el ejemplo, todo igual para que nada cambie.

Hace pocos días telefónicamente contacté con algunos de los principales integrantes de los diferentes equipos económicos, a ellos me une una amistad o conocimiento previo, dentro de una conversación más amplia a todos formulé idéntica pregunta, aún repican en mis oídos las respuestas o las sinceras carcajadas, después de ello para mí todo ya está claro, lo que presumía quedó confirmado, nadie tiene interés alguno en salirse de los conocidos libretos.

¿Y si todos son iguales, en donde está el cambio? ¿Qué define a quien votar?

En las últimas elecciones en Catalunya tuve una cercana participación con aquellos que definían la difusión a favor de la independencia, frente a una durísima campaña en contra instrumentada por los sectores económicos locales e internacionales, obviamente incentivados por dineros españoles, cuyo único argumento era golpear con el miedo a la pérdida de los lugares de trabajo, a los ingresos, a las pensiones, me mostraban que pese a todo las encuestas daban que los independentistas ganaban, dije, cuidado, una cosa es lo que les dicen para las encuestas y otra muy diferente serán los 5 últimos segundos cuando el votante esté solo frente a la urna y se toque el bolsillo, allí todo puede cambiar, y cambió. No supieron encontrar las voces suficientemente creíbles que balancearan el miedo, las de los políticos no eran válidas. Para mi personal ego valgan los llamados que recibí para reconocer mi acertado análisis psicológico previo sobre el comportamiento del votante.

Como en Catalunya el FMI con su vergonzoso comunicado -incluso si fuera cierto- advirtiendo que las reservas del Banco Central de la República Argentina con mucho esfuerzo llegaban solamente hasta el 10 de diciembre próximo ingresó de lleno dentro de la campaña electoral, nada de eso se realiza sin una planificación previa y sin incentivos económicos, son tantos los millones de dólares que se invierten en éste tipo de acciones políticas para beneficiar a un determinado candidato presidencial, la reacción final, la psicología del votante puede avanzar en sentido inverso de los objetivos previstos.

En esta última etapa de la carrera por la presidencia es perceptible la pérdida de fuerza, de aire por parte de Macri, para éste modesto comentarista no hay duda que Durán Barba, ideólogo y asesor estrella de Macri, erró en su análisis psicológico sobre las reacciones del votante en Argentina, en la verdad absoluta de Durán Barba que Macri compro a libro cerrado está el primer y principal error, desdeño a Massa, ahora éste se convirtió en su verdadero problema.

Para ganar en primera vuelta Scioli debe desesperadamente captar a los votantes que tradicionalmente no son peronistas, no lo tiene fácil, son los mismos a los que Massa debe sumar para convertirse en la gran sorpresa de éstas elecciones.

Cualquiera resulte el ganador no les espera un jardín de rosas, la Argentina es un país de liderazgos, ninguno de ellos lo es, éste está en otras manos, de él depende la gobernabilidad.

Hasta la próxima.

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