Por Juan José de Guzmán.-

Pasaba lectura rápida sobre la infinidad de cosas que habitan las páginas en Facebook cuando un título me sorprendió por su originalidad y allí detuve mi rastreo. Decía así: Imaginemos que en todos los negocios implantásemos la forma de operar de los bancos… (aquí un ejemplo del carnicero atendiendo al Gerente de su Banco):

Hoy ha venido a comprar a mi carnicería el gerente de mi banco. Primero de todo lo he hecho sentar en una silla unos treinta minutos, mientras tanto, yo hacía otras cosas en mi negocio.

Cuando me pareció, le pregunté qué deseaba, a lo que me respondió que unas hamburguesas. Yo le dije que las hamburguesas ahora SÓLO las vendemos los viernes.

Me pidió entonces chorizos y le dije que SÓLO los vendemos de 8:30 a 10 horas los martes y jueves.

En vista de ello, me pidió un pollo cortado en cuartos. Yo le di el pollo, los cuchillos y las tijeras, y le dije que se lo tenía que cortar él.

Como era de esperar, me contestó que él no lo sabía hacer y que ése era mi trabajo. Mi respuesta fue que, por tratarse de la primera vez, lo ayudaría, pero que en lo sucesivo lo debería hacer él solito. (Están disponibles en la página web y en la aplicación móvil de la carnicería las instrucciones de cómo hacerlo).

Entonces me dijo que quería hablar con el encargado, y mi respuesta fue que, si no pedía una cita previa, y usando la App de la carnicería, sería imposible hablar con él.

Al final, se llevó el pollo troceado y una morcilla, así que yo le cobré el pollo, la morcilla más la correspondiente comisión de mantenimiento por el corte del pollo y por la atención prestada, ya que él no tenía la cuenta ENTRECOT MEGA GOLD PLUS que te compromete a comprar dos entrecots master gold cada 15 días.

¿Te imaginas si tratásemos así a los clientes?

Pues así es exactamente cómo nos están tratando los bancos. Un poquito más de respeto nos deberían mostrar digo, ¿no??? (sic)

Como pedía, además de que circulara la historia, voy a cumplir con los deseos del autor, no sin dejar de agregar a un actor no mencionado, “el personal uniformado” que, al mejor estilo Gasalla, obstruyendo la entrada a los bancos, sentencia “atrásss…” para que la gente no se amontone y proteste. Porque, aunque no soy carnicero, padezco el mismo maltrato que los bancos hoy le conceden a sus clientes, eso sí, todo protocolizado por pandemia.

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