Por Hernán Andrés Kruse.-
INQUIETUDES QUE DESPIERTA LA CIENCIA
“En los últimos decenios, el mundo ha visto con horror la aplicación de los conocimientos científicos a las tareas de destrucción y muerte. Esta impresión dolorosa y acongojada ha culminado con la aplicación de la bomba atómica a la guerra. Por otra parte, se ha expresado el temor de que los progresos técnicos produzcan la desocupación; otros han achacado a la medicina moderna el haber evitado las epidemias y facilitado así la sobrepoblación de la tierra, que crearía el peligro de no poder alimentar a todos. Se atribuye a la tecnología moderna la desorganización de la vida familiar por el trabajo de la mujer, el abuso de los viajes, las atracciones del cine, etc. Algunos han llegado a decir: «Detengamos los estudios científicos», o bien: «Proscribamos completamente las aplicaciones de la ciencia moderna».
Estas proposiciones utópicas son absurdas, pues, si suprimiéramos la acción de la ciencia, la humanidad actual moriría de hambre o de enfermedad en poco tiempo y los sobrevivientes vivirían, en su mayor parte, miserables y desgraciados. En cuanto al empleo de la ciencia para el mal, la muerte o la destrucción, no les cabe responsabilidad a los hombres de ciencia, sino a los gobiernos y organismos sociales y a las normas morales del momento actual. Proscribir la ciencia por su mal empleo es como proscribir el fuego porque hay incendios, el agua porque hay ahogados, los cuchillos porque pueden lastimar o los vehículos porque pueden ocasionar accidentes.
Lo que debemos decir, más bien, es que los adelantos de la ciencia han sido más rápidos que el progreso moral en las relaciones internacionales y en el orden social e interno de los pueblos. Los hombres de ciencia y los universitarios deben procurar que sus descubrimientos se empleen sólo para el bien y no para el mal; para ayudar y construir y no para matar, dañar, destruir u. oprimir. Para ello debemos propiciar un más vasto entendimiento humano, el libre intercambio de ideas y una amplia colaboración de buena voluntad y solidaridad a nivel internacional”.
LAS DISTINTAS ETAPAS DE LA CIENCIA
“La evolución de la ciencia en un país se desenvuelve en varias etapas. Para más claridad, precisión y concisión, tomaré como ejemplo demostrativo la medicina. En la primera etapa, la más primitiva, se carece de una asistencia médica eficaz. En la segunda etapa, ya hay médicos y se importan medicamentos, pero no hay escuela de medicina y los médicos deben graduarse en otros países. En la tercera etapa, existen facultades de medicina que forman solamente profesionales para las necesidades prácticas más inmediatas. En la cuarta etapa, las escuelas médicas preparan médicos y también especialistas, pero realizan solamente algunas pocas investigaciones aplicadas. En la quinta etapa, que es la superior, las escuelas médicas o institutos oficiales o particulares se dedican a la investigación científica fundamental, y, por lo tanto, se realizan descubrimientos originales y hallan sus aplicaciones.
Los graduados de estas escuelas alcanzan su mayor competencia y tienen grandes posibilidades de acción. Los profesores, al ser investigadores en actividad, tienen más capacidad, hacen adelantar la ciencia y forman nuevos investigadores. Los discípulos se mejoran con el fruto de la experiencia, los profesionales adquieren espíritu científico y son más eficaces en la práctica para aplicar los adelantos conocidos, y comprender y utilizar los que se van obteniendo en forma incesante en la medicina moderna, y hasta pueden contribuir a crearlos”.
CIENCIA PURA Y APLICADA
“Suele hacerse una división entre ciencia pura (o teórica o fundamental) y ciencia aplicada. Más exacto sería decir que hay ciencia y aplicaciones de la ciencia. La mejor manera de tener ciencia aplicada es intensificar la investigación científica fundamental, pues de ésta derivarán abundantes aplicaciones. No hay duda de que toda investigación científica fundamental es un servicio social de la mayor trascendencia. Aun los campeones de la idea de que la ciencia tiene por papel esencial el bienestar material de la sociedad, reconocen que las ciencias fundamentales son más importantes para ese fin que las ciencias aplicadas. Sólo habrá progreso si se cultivan las investigaciones en las ciencias fundamentales, sin considerar si tienen o no aplicaciones inmediatas. Todo descubrimiento o noción verdadera tendrá aplicaciones tarde o temprano. La investigación fundamental es la fuente de los grandes descubrimientos, mientras que las investigaciones aplicadas sólo resuelven problemas limitados. A veces los descubrimientos demoran en aplicarse. Eso sucede, principalmente, cuando los profesionales o los industriales de un país no han adquirido suficiente espíritu científico y no comprenden el valor de la ciencia”.
EL PAPEL DE LA CIENCIA
“Dos grandes tendencias extremas hay en la apreciación del papel social de la ciencia y entre ellas varias posiciones intermedias. Para algunos, el papel de la ciencia es adquirir nuevos conocimientos. Para otros, la ciencia es un esfuerzo para satisfacer las necesidades materiales y los deseos de la vida corriente. Esta posición, cuya expresión más categórica se halla en los países comunistas, lleva a considerar que a los hombres de ciencia no puede dárseles la libertad de elegir el objeto de sus investigaciones; deben obedecer a un plan central (…). Así, S. I. Vavilov ha dicho que «los días de la llamada ciencia pura han terminado en el país de los Soviets», expresión que ha sido imitada por algún dictador sudamericano. Un concepto diametralmente opuesto es el de los países democráticos. En ellos, la ciencia es la búsqueda del conocimiento, con libertad de investigación, expresión y crítica. Se estima que es un valor independiente, de gran trascendencia social en el plano intelectual, técnico y moral”.
APLICACIONES DE LA CIENCIA
“Las aplicaciones de la ciencia suelen hacerse hoy en tres fases. Primero, un investigador aislado e independiente hace un descubrimiento importante. Esta inspiración científica es completamente individual. Luego se desarrolla, se perfecciona y se extiende ese descubrimiento por medio de muchos investigadores. Es deseable que este trabajo se realice en grupos o equipos o teams por la necesidad de usar, en forma coordinada, métodos especiales de varias ciencias. En tercer lugar, llega el momento de la aplicación social o industrial. Un ejemplo de estas fases lo tenemos en la penicilina. La idea original fue de Fleming, quien observó que el Penicilum notatum producía una substancia que inhibe el desarrollo de las bacterias. El aislamiento y estudio metódico de la penicilina se debe a Florey y al grupo de Oxford. La utilización industrial fue el resultado de la labor de muchos especialistas de ciencia pura o aplicada: selección del hongo, métodos de cultivo, extracción química, máquinas y construcciones, etc. Así pudo el mundo, en poco tiempo, obtener abundante penicilina a reducido costo. Sin la investigación científica pura, una universidad o un país están condenados a la inferioridad. Malograrla o perturbarla, en cualquier sentido, es un verdadero desatino, pues conspira contra la vida de la nación, obligándola a seguir a la zaga de los países que estimulan la investigación”.
LA UNIVERSIDAD Y LA CIENCIA
“La universidad es el principal centro de creación, coordinación y difusión de nuestros conocimientos, a la vez que preside la formación intelectual y técnica superior. Sus funciones principales son: el descubrimiento de nuevos conocimientos y su perfeccionamiento incesante por medio de la investigación; la difusión de los conocimientos por una enseñanza que capacite para adquirirlos, aumentarlos y aplicarlos; la salvaguardia y la continuidad del patrimonio cultural y su defensa contra las fuerzas irracionales o dogmáticas; la preparación de los profesionales necesarios para las necesidades presentes y futuras de cada país; inculcar en sus miembros y alumnos el respeto por la cultura superior, los sentimientos de libertad y dignidad individual, el amor a sus semejantes y la noción del deber de servir a la sociedad; curar que el mayor número de habitantes de un país comprendan lo que representan la ciencia y la cultura, y que participen personalmente de ellas o aporten su ayuda al adelanto de la investigación científica.
La universidad es el principal centro de descubrimiento de verdades nuevas, bien demostradas, que se obtienen mediante la investigación y el examen y perfeccionamiento de los conocimientos adquiridos. Cronológica y jerárquicamente, la investigación es su función primera, pues hay que hallar, ante todo, los conocimientos para poder luego enseñarlos y divulgarlos. Una escuela que no practica la investigación fundamental no es verdaderamente universitaria, aunque pueda ser una buena escuela profesional. En cambio, una escuela técnica que practica la investigación fundamental pertenece, en realidad, a una categoría universitaria. La ciencia busca la verdad demostrada y para ello somete a un examen continuo (research) los conocimientos preadquiridos en un momento dado. Es contraria al principio de autoridad, pues está basada en el libre examen, en la libre discusión y en la demostración objetiva e imparcial hecha por cualquiera.
Por tales razones, la ciencia necesita libertad de investigación, de discusión y expresión. Y su adelanto depende de la existencia de investigadores originales que sean maestros que sirvan de guías y mentores a la juventud. La enseñanza universitaria no es una simple transmisión de conocimientos adquiridos, sino que debe preparar a los alumnos para que después de recibir los títulos que ella acuerda continúen ilustrándose, dado que los conocimientos progresan y se modifican sin cesar. Debe formar profesionales emprendedores, con iniciativa, curiosidad investigadora, juicio correcto, amor a su profesión y a sus semejantes, deseosos y capaces de saber plantear problemas nuevos y de resolverlos acertadamente. Los profesores deben ser elegidos por el valor de sus investigaciones propias y por la capacidad de sus alumnos, pero han de tener, además, el amor de la enseñanza, el deseo de desarrollar vocaciones y dotes de organizadores. No se deben nombrar, solamente, por sus aptitudes oratorias o su memoria en los concursos.
Es necesario que la actividad de la universidad se desarrolle simultáneamente en tres planos: intelectual, técnico y moral. La mente del alumno necesita la preparación de una tierra de cultivo, a fin de que sea proficua la simiente de toda cultura, sin limitaciones ni exclusivismos, desarrollando, al mismo tiempo, su capacidad para pensar de una manera clara, precisa y lógica. Los graduados deben ser técnicamente capaces de realizar una acción social o científica verdaderamente eficaz. La universidad desarrollará el amor a la verdad, el espíritu de libertad intelectual, dignidad personal y tolerancia que son conquistas supremas de la humanidad. Inculcará el sentimiento del deber de servir a la sociedad, de tener disciplina consciente y un verdadero espíritu democrático, basado en el respeto a la justicia y al derecho, que permite a todo hombre alcanzar sus aspiraciones legítimas, sin descuidar la suerte de sus semejantes como deber de solidaridad humana.
En cuanto a los recursos que reciben las universidades e institutos de investigación, han de ser manejados por auténticos hombres de ciencia, honrados y celosos, capaces de aplicarlos íntegramente a las necesidades de las tareas específicas; deben servir para afianzar los descubrimientos originales y propulsar los que sean de mayor interés científico o de provecho público”.
(*) Bernardo Houssay: “La investigación científica” (Ed. Columba, Buenos Aires, 1955).
04/09/2024 a las 9:06 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
¿Y si Milei y Caputo se
equivocan
en la política cambiaria?
Roverto Cachanosky
Infobae
03 de Septiembre, 2024
Cuando se observa la evolución de la brecha cambiaria de los últimos 53 años –es decir, poco más de medio siglo de comportamientos cambiarios–, se encuentra que cada vez que desapareció fue porque el tipo de cambio oficial aumentó para igualar al tipo de cambio libre de ese momento.
Por ejemplo, si se toma el caótico fin del gobierno de Isabel Perón y el golpe del 76, se ve con que en febrero de ese año, la brecha cambiaria era del 206,6% y en marzo bajó al 68% porque subió el oficial y el libre se mantuvo estable o con una leve baja hasta que desapareció en noviembre.
En diciembre de 1981 asumió como ministro de Economía Roberto Alemán en reemplazo de Lorenzo Sigaut. En ese mes la brecha cambiaria era del 43% y en enero del año siguiente desapareció porque el oficial alcanzó al paralelo.
Entre fines de 1989 y principios de 1990 la brecha cambiaria volvió a desaparecer por lo mismo. En esa oportunidad el tipo de cambio oficial prácticamente se duplicó para llegar al nivel del libre.
En octubre de 2015, en tanto, la brecha estaba en 67,2 por ciento. Conocido el resultado electoral con la victoria de Mauricio Macri, el libre bajó de 15 a 14 pesos, pero la brecha se cerró con el oficial pasando de $9,6 en noviembre de 2015 a $14,8 en febrero.
Si bien podría dar más ejemplos en el medio siglo considerado, tiene lógica que siempre el oficial suba hasta alcanzar el libre, porque el tipo de cambio oficial es un precio máximo, como el de cualquier otro bien o servicio de la economía para el que el Estado pone un máximo.
Por definición, todo precio máximo siempre se coloca por debajo del nivel de mercado y, por lo tanto, salta hasta alcanzar el tipo de cambio libre cuando se libera.
Ahora bien, la estrategia cambiaria del presidente Javier Milei y de su ministro de Economía, Luis Caputo, es que el tipo de cambio libre baje hasta alcanzar al oficial. En otras palabras, que se produzca un proceso totalmente inverso al ocurrido en el último medio siglo.
El argumento que utilizan es que al hacer reformas estructurales mejora la productividad de la economía, el peso se fortalece y baja el tipo de cambio libre. En rigor, lo que tiene que pasar para que ocurra lo que esperan Milei y Caputo es que aumente la oferta de dólares y suba la demanda de pesos.
Sin embargo, hay un punto a señalar: ¿en qué se basan para decir que el tipo de cambio oficial es de equilibrio?
Como se recordará, Milei comentó públicamente que en su momento le dijo a Caputo: “Poné el tipo de cambio en $800″. Parece que Caputo lo quería en torno a 600 pesos.
¿En base a qué criterio Milei decidió que el tipo de cambio en $800 era de equilibrio? Semejante razonamiento no puede invocarse en nombre de Ludwig von Mises, Murray Rothbard o de Friedrich August von Hayek. Más bien es una estrategia tipo Axel Kicillof o Juan Sourrouille, por citar economistas intervencionistas.
¿Por qué Milei liberó el precio de las papas, la carne, la ropa y todos los bienes y servicios de la economía y no la cotización del dólar que debería ser un precio libre como cualquier otro?
No estoy diciendo que deberían haber devaluado. Estoy diciendo que deberían haber liberado el tipo de cambio, como hicieron con el resto de los bienes. Dejar que lo defina la oferta y demanda. Algo de lo que habla mucho Milei pero parece tener pánico cuando se trata del mercado de cambios.
Milei y Caputo optaron por un camino que, salvo que se establezca una política intervencionista por la cual el peso tenga curso forzoso para pagar impuestos, la demanda de pesos no es libre. Caputo sostuvo que la gente iba a tener que vender sus dólares para pagar los impuestos porque se tienen que pagar en pesos.
Si dicen ir a una competencia de monedas, ¿por qué no aceptar dólares para el pago de los impuestos?
Dice Milei que antes de eliminar el cepo, es decir el control de cambios, tienen que eliminar el sobrante de pesos. ¿Qué fórmula mágica le permite saber cuál es la cantidad de pesos que demanda el mercado?
¿Acaso Milei puede determinar, utilizando algún modelo econométrico, cuál es la cantidad óptima de tomates, papas o zapallitos que tiene que haber en el mercado?
Hablar de sobrante monetario luce bastante contradictorio al discurso anarcocapitalista que dice sostener. Es más, tanto habló de cerrar el Banco Central que ahora la entidad pasó a ser el oráculo monetario que define, mediante modelos matemáticos y econométricos, cuál es la demanda de moneda. Propio de la fatal arrogancia.
Si uno mira la evolución del tipo de cambio oficial a pesos de julio y supone una inflación del 4% en agosto, tomando el tipo de cambio oficial promedio de cada mes, en agosto el tipo de cambio oficial termina un 8,4% por encima del tipo de cambio promedio de noviembre 2023 a pesos de agosto 2024.
Puesto en otras palabras, el Gobierno generó una recesión y desocupación con el salto inflacionario de diciembre que nos lleva al punto de partida, además de estar interviniendo en los mercados libres, como es el dólar blend y vender dólares en el CCL para que no aumente la brecha cambiaria.
En síntesis, el tiempo dirá si el Gobierno tiene la varita mágica para definir cuál tiene que ser el tipo de cambio de equilibrio o si el salto cambiario de diciembre solo sirvió para licuar la deuda en pesos, los salarios y jubilaciones, pero fijando una estrategia cambiaria que se contradice con la teoría y la evidencia histórica. Con lo cual, en algún momento se repetirá la historia del último medio siglo: el tipo de cambio oficial terminará alcanzando al libre, pero con el libre subiendo por las intervenciones del BCRA en dicho mercado.
04/09/2024 a las 9:13 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Milei arrastra problemas en su rearmado político: acuerdo parcial con Jorge Macri y recelos de gobernadores
Eduardo Aulicino
Infobae
4/9/024
La foto de Javier Milei y Jorge Macri en la Casa Rosada resultó llamativa por lo inusual y por la relativa dimensión del tema convocante, el traspaso de 31 líneas de colectivos a la Ciudad. No son habituales este tipo de gestos, aun después de una pulseada que, como esta, había escalado públicamente, con el temor agregado de otro salto tarifario. Alivia, pero no desarma la tensión de fondo: el modo de cumplir con la resolución de la Corte Suprema a favor del reclamo porteño por el porcentaje de coparticipación. Eso hace al cuadro completo. El Presidente da pasos que sugieren un rearmado político y, a la vez, exponen el arrastre de limitaciones propias que alimentan recelos de espacios dialoguistas, en particular de muchos gobernadores.
El encuentro, de paso, sirvió para descolocar a Axel Kicillof, cabeza visible del núcleo duro de gobernadores del PJ/kirchnerismo. El entendimiento entre la Ciudad y el gobierno nacional quebró la posibilidad, imaginada, de una reacción conjunta frente al recorte de subsidios para empresas de colectivos que operan sólo en territorio porteño o en la provincia. Algo así como una movida “táctica”, similar a la que reunió a espacios de todos los colores en las derrotas legislativas que sacudieron hace pocos días al oficialismo. El gobernador bonaerense repetirá ahora una demanda judicial.
Un renglón de interés para Olivos es la lectura de esta poda de subsidios por parte de los jefes provinciales. Todo indica que no genera rechazo especial, porque es viejo el malestar de la mayoría de los gobernadores por el trato desigual a sus provincias. En cambio, nada hace suponer que desarme los recelos sobre el manejo del poder central -repetido- y lo que algunos gobernadores consideran incumplimiento o freno de entendimientos con esta gestión nacional.
La necesidad de reanimar la relación con los jefes provinciales surgió ahora de la mano de los intentos del oficialismo para reacomodar las piezas en el Congreso. De hecho, Milei se ha colocado en un lugar central que no es el que más lo atrae: el manejo directo de la articulación política -incluso interna- y el impulso a negociaciones, empezando con los aliados.
Tiene su sentido en un momento crítico como el marcado por el mensaje áspero del Congreso. En especial, por la sanción de la ley de movilidad jubilatoria. Eso gatilló el veto presidencial -decisión que podría repetirse si es aprobada la ley de financiamiento universitario- y esa medida extrema, a su vez, le reclama ahora al oficialismo cerrar filas y asegurar apoyos precisos para evitar que la oposición pueda insistir con la ley: sería un golpe muy duro. Las chances de evitar una derrota de esa naturaleza están puestas en la Cámara de Diputados.
Ese cuadro coloca a Milei en una situación de resoluciones prácticas. Es natural el papel de conducción de un presidente, pero la línea de desgaste pasa por la asunción del lugar de operador. Un equilibrio delicado. Por lo pronto, surgió como mensaje inicial la convocatoria de la semana pasada a legisladores propios, del PRO y de aliados menores. Todo cuenta para evitar que una confluencia opositora logre dos tercios de los votos en Diputados.
Javier Milei, en la reunión para ordenar la relación con los bloques propios y aliados en el Congreso
El oficialismo da señales de tratar de atender ahora varias necesidades. Pero antes, asoman sus desgastantes internas. Por un lado, el capítulo escandaloso del bloque en la Cámara baja. Y a la par y en continuado, las diferencias con Victoria Villarruel, es decir, la tensión en el primer escalón institucional, alimentada sin disimulo desde el círculo presidencial.
En el siguiente escalón aparece la cuestión operativa en el Congreso, especialmente en Diputados. Allí se mezclan varios ingredientes, además del manejo de la Cámara, a cargo de Martín Menem, y el espectáculo del bloque. Y en ese cuadro doméstico, se anotan además los trazos interpretados como afirmación de control de espacios internos. Está a la vista el juego de Karina Milei y de Santiago Caputo. El papel de Guillermo Francos, en todo caso, hace a su lugar como jefe de Gabinete con arrastre de su gestión como ministro político.
Fuera de eso, un cálculo de bancas. La suma de LLA, el PRO y otros aliados aparece muy al filo a la hora de calcular una sesión de Diputados por el veto a la ley jubilatoria. Es un desafío también para la oposición, insegura de ir al recinto si corre el riesgo sin retorno de una derrota. Las cuentas se hacen y vuelven a hacer en base a hipótesis de asistencia, porque lo que está en discusión son los dos tercios de los presentes.
Parece evidente que para sumar acuerdos que le den respiro, sus movimientos tendrían que trascender la imagen de la mesa que reunió a Milei con legisladores propios y aliados. Dicho de otro modo: necesita al menos avanzar en tratativas que sumen un puñado de apoyos de legisladores dependientes de gobernadores. Por supuesto, el desafío es mayor para acompañar proyectos del oficialismo.
Ese es un punto central. La estrategia de estas horas parece restringida a la defensiva, es decir, a evitar el rechazo al veto presidencial o trabar alguna iniciativa de espacios opositores. El oficialismo va enfrentar en breve una prueba similar a la segunda ronda de la Ley Bases -y el paquete fiscal-, porque se viene la presentación del proyecto de Presupuesto 2025. Se trata entonces de tejer mayorías.
Eso mismo repone la prueba de los gobernadores, junto a las tratativas con el archipiélago dialoguista (UCR, Encuentro Federal, y algunos espacios provinciales), además de peronistas que dan señales de juego por afuera del peronismo/kirchnerismo. El clima no es el mejor: abundan los cuestionamientos por destrato o mala praxis. Es algo extendido, con diferencias, a los jefes provinciales, que generan menos alineamiento vertical de legisladores que en otras épocas, pero siguen siendo un factor de peso.
Existen, se admite, algunos gestos para recomponer puentes, aunque pesan en sentido contrario el eterno juego de hacer valer el manejo de la caja desde el gobierno nacional -sin respuesta efectiva a demandas sobre deudas, en muchos casos herencia de gestiones previas- y el empantanamiento de acuerdos, como el traspaso de obras públicas a provincias.
El entendimiento entre el gobierno nacional y la Ciudad se produce en un contexto de recelos entre gobernadores que se mostraron dispuestos a la negociación, con efecto concreto: la Ley Bases y el paquete fiscal, el Pacto de Mayo, el referido mecanismo para trasferir obras nacionales. La foto de Milei con Jorge Macri exagera la trascendencia del acuerdo por las líneas de colectivo. Sigue abierto el tema de la coparticipación. Y resulta entonces una señal parcial.
04/09/2024 a las 9:18 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Avanza la libertad para despedir a trabajadores
Leandro Renou
Página/12
4/9/024
E
l ministro de desregulación, Federico Sturzenegger habló ante los popes de la Fundación Mediterránea en un hotel de Puerto Madero. Emocionado por la presencia de algunos de los que trabajaron con él en el think tank libreal, usó unos minutos para calificar de «prócer» al ex ministro Domingo Cavallo, que estaba comiendo en su misma mesa. Allí dejó una definición: «hay un artículo en ley bases que lleva el título de Fondo de Cese, que dice que las partes pueden salirse de la Ley de Contrato de Trabajo en lo que refiere a los despidos, un tema medular de la relación laboral. Pero en la reglamentación, a nivel convenio colectivo, van a poder diseñar el esquema que quieran, con la flexibilidad que quieran, a nivel empresa grande, mediana o chica». En este clima de camadería, también hubo lugar para un contrapunto con el dueño de los laboratorios Richmond, Marcelo Figueiras, por la idea del Gobierno de Milei de una liberación total de las importaciones.
«Yo hablo de desregulación, no me meto con la macro», delimitó Sturzenegger ante los popes de la Mediterránea, cuando intentaron preguntarle por cuestiones de fondo que atañen al ministro de Economía, Luis Caputo. «La obra pública se terminó», fue otra de las frases que dejó el ministro, lo que generó sorpresa en varios popes de la Cámara de la Construcción (CAMARCO); y hasta celebró que «las transferencias a las provincias no vuelven más». Pero la que más ruido hizo fue la que se refería a la reglamentación de la Reforma Laboral, que según dijo saldría esta semana. «Pueden seguir manteniendo la indemnización por ley, un fondo individual como la UOCRA, un fondo solidario a nivel industria o contratar un seguro. El Gobierno no sugiere nada porque eso lo tienen que decidir ustedes. Van a tener que tener mucha neurona».
STURZENEGGER VERSUS UN CEO HISTÓRICO
Por ahora, son hechos puntuales, pero los enfrentamientos aislados de empresarios de peso con funcionarios del Gobierno de Javier Milei por el rumbo de la política económica muestran que hay un malestar larvado por el devenir de los hechos. En el clima de camaradería del almuerzo de este lunes, Sturzenegger y el histórico ceo y dueño de los laboratorios Richmond, Marcelo Figueiras, se enfrentaron duro por la liberación total de las importaciones.
Luego de que Sturzenegger diera una charla ante los presentes se abrió una ronda de preguntas del público. En uno de los intercambios, Figueiras admitió que está a favor de muchas de las desregulaciones en camino, pero planteó dudas sobre la apertura importadora. En ese momento, Sturzenegger le retrucó con una pregunta polémica: «si yo te digo que, por 20 años, Brasil te regala la leche, ¿vos agarras o no?». Sturzenegger intentó mostrar, con ese ejemplo, que una invasión de importados a bajo precio favorecen, según su prisma, a los consumidores. Como si la política de importaciones operara en el vacío y no tuviera una contraparte negativa para la producción nacional.
Ante su pregunta, se generó un murmullo entre el público, que contaban a ceos importantes como Sebastián Bagó, Roberto Urquía, de Aceitera General Deheza; Domingo Cavallo, creador de la entidad, y el ex ANSES y director del IERAL, instituro económico de la Mediterránea, Osvaldo Giordano. Muchos levantaron la mano diciendo que «agarramos», pero Figueiras sorprendió.
«Depende -dijo, según supo Página I12- porque me estás arruinando la industria lechera. El segundo vaso de leche, ¿quien lo paga?». Vale aclarar que el sector medicamentos fue uno de los más amenazados por la apertura importadora en la era Macri, pero Figueiras luego les explicó a varios que el concepto en debate es sobre condiciones generales. Se habló, puntualmente, de un caso, que es el de la energía. Es, quizás, el que muestra las contradicciones del Gobierno sobre qué hacer con la economía. En su discurso en la UIA, Milei rechazó la sustitución de importaciones por ser un proceso que considera esteril, pero a la vez buena parte del superávit que tiene es por las obras de infraestructura -gasoducto Néstor Kirchner- que le permitieron dejar de gastar dólares en gas importado.
La crítica de Figueiras se suma a otros empresarios grandes que marcaron diferencias, entre ellos el dueño de ALUAR y FATE, Javier Madanes Quintanilla; el salteño José Urtubey; y el dueño de Todo Moda, Martín Castelli. Este último habló de que este gobierno no puede ser «un segundo menemismo».
04/09/2024 a las 9:21 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Debate sobre la normalidad repugnante
Marcelo Justo
Página/12
4/9/024
A sus novelas, artículos y contratapas, le tengo que añadir en mi lista de agradecimientos el nombre de Jan Kott, que encontré por primera vez en su excelente contratapa del sábado “Una normalidad repugnante”. Los duros interrogantes que plantea Sergio Olguín en este texto estremecedor motivaron estas líneas que podrían llamarse contrapunto, comentario, quizás diálogo.
La contratapa de Olguín está cruzada desde el título hasta la pregunta que cierra la nota –“¿Vamos a seguir fingiendo que esta realidad repugnante se puede seguir soportando?”– por una peculiar desilusión. La destrucción de la economía, el hambre, el avasallamiento de derechos humanos, sociales y civiles y de la más elemental decencia humana –atacar con gas pimienta a jubilados, dejar que se pudran alimentos imprescindibles para amplios sectores– le resultan indudablemente repugnantes, pero el indignante asco que atraviesa la nota es que en estos nueve meses de gobierno todo este escenario dantesco se haya normalizado, que se haya constituido en la nueva realidad que aceptamos con resignación.
Olguín apunta que detrás de esta aceptación hay una amplia complicidad social que abarca “al silencio de gran parte del sindicalismo”, “el apoyo desembozado de los grandes grupos mediáticos y empresariales” y “la mayoría de los políticos”. El peso que tienen esos factores en crear esta “repugnante normalidad” es indudable. Pero no excusa la “falta de reacción de una sociedad que parece resignada a que le quiten sus derechos”. Esta sociedad parió ese ejemplo mundial de resistencia que fueron las Madres de Plaza de Mayo cuando protestar no equivalía a un peligro de arresto o cárcel (circunstancias de por sí espantosas) sino a la tortura, desaparición, violación y vuelos de la muerte.
Esta “falta de reacción” me plantea un primer interrogante respecto al texto. ¿A quién le dirige Olguín la pregunta con que cierra la contratapa? ¿A toda la sociedad o a ese 44% que votó a Massa ? Uno supone que en primer lugar se dirige a ese 44%, pero imagino que también, casi como el mensaje en una botella de náufrago tirada al mar, busca alcanzar a una parte de esa mayoría que hoy está sufriendo diariamente las consecuencias de su decisión en las urnas.
Una segunda acotación o interrogante. ¿A qué se debe que la sociedad esté “fingiendo que esta realidad repugnante se puede seguir soportando”? En mi opinión, el aturdimiento y desamparo del 44% es que la segunda vuelta electoral puso patas para arriba las nociones más elementales que teníamos de sociedad y nacionalidad. Si en noviembre del año pasado Argentina no pudo hacer lo que vienen haciendo los franceses desde principios de siglo y que repitieron en el ballotage de julio de este año (unirse más allá del color político para evitar una victoria de la barbarie ultraderechista), ¿somos como nación algo más que un amontonamiento de individuos que conviven en un mismo espacio sin la unidad que pueden dar principios éticos hegemónicos e incuestionables?
Traducido a una experiencia que vivimos todos los argentinos. Entre esos cinco millones o más que salimos a las calles a desgañitarnos festejando la victoria en la copa del mundo, figuraba el 55,69% que votaría sin pensárselo dos veces a un energúmeno que hablaba de vender órganos, envaselinar niños y pasar motosierras, es decir, destruir todo de la manera más brutal y sádica posible. ¿Qué significa haberse abrazado y festejado con gente que luego apoyaría todo eso? ¿Qué identidad nacional compartimos?, ¿qué significa ser argentino más allá del lugar de nacimiento?
Sostengo como el Pereyra del italiano Antonio Tabucchi, que un elemento de nuestra identidad nacional es el fanatismo antiperonista, quizás el movimiento político más fuerte del país, central para que en noviembre no hubiera un voto común anti-fascista a la francesa. Porque desde ya que esto no comenzó el año pasado. En la elección de 2019 un 40% de los argentinos votó a Mauricio Macri olvidando, justificando o ignorando la tierra arrasada que dejaba y que incluía como elemento central la monstruosa deuda con el FMI, una soga que nos apretará el cuello por décadas. Una buena parte de ese porcentaje de votantes pertenece o desciende de la misma camada que no le importó, olvidó, justificó o ignoró los bombardeos de Plaza de Mayo, los fusilamientos de José León Suárez, los 30 mil desaparecidos, los desastres económico-sociales del neoliberalismo militar (la junta) y civil (el menemismo y el macrismo, el mileísmo). Se manejan con un lema simple: cualquier cosa menos el peronismo.
Es más que probable que ese fanatismo (que condonó en silencio y sigue encubriendo el intento de asesinato de Cristina) sea a grosso modo irreversible. Pero también es posible que en el resto del dichoso 55,69% haya un sector bastante amplio y transversal – desde las villas hasta la clase media empobrecida – que esté empezando a virar de rumbo, a dejar de esperar un milagro y contemplar la durísima, repugnante realidad, primer paso para cambiarla.
El texto de Olguín no descarta la política, pero a mi juicio, es una apelación ética. No en vano comienza hablando del polaco Jan Kott y su libro sobre la tragedia griega, “El manjar de los dioses”. Acá va el final de la primera cita que hace del libro. “La modernidad de la tragedia griega radica en la descripción de la crueldad del destino, la crueldad de la vida, la crueldad del mundo. Y consiste en negarse a aceptar este mundo, a quienes lo construyeron y a quienes lo gobiernan, a los dioses y a quienes tienen el poder”
Ese es el dilema que enfrenta la sociedad argentina hoy. La protesta de los jubilados es un ejemplo de lo que está en juego frente a la descarnada represión de las huestes de Patricia Bullrich: dejarse devorar por Conan mileístas o reivindicar la dignidad humana. Los tiempos actuales de la política son lentos y tienen el ritmo cambalachesco de un Titanic en el que todos se pelean con todos aunque los témpanos asesinos estén a la vista. Así las cosas, como sugiere Olguín a través de la cita de Kott, es la sociedad misma la que tiene que “negarse a aceptar” ese destino, la que debe liderar la resistencia con manifestaciones, cacerolazos, huelgas o desobediencia civil al uso nostro. Por el momento no hay otra: es el trágico imperativo de esta hora.
04/09/2024 a las 9:39 AM
blablas bla al vicio!
04/09/2024 a las 9:55 AM
estos artículos qui´ñen los lee? me parece que van al vacío de la nada! yo siento un placercito pelotudo en poner comentarios sin leer nada del articulo, para kjbdf
04/09/2024 a las 10:57 PM
Equivoca el Dr. Kruse con tanta «literatura» acerca de cualquier tema importante. Descartando, por supuesto, algunos estúpidos comentaristas. Quienes tienen «vocación pensante» seguramente no pueden seguir sus propuestas de «difusión periodística». Debería recordar, que aún para los jubilados «El tiempo es oro».