Por Hernán Andrés Kruse.-

El miércoles 25 de mayo el presidente de la nación afirmó que los recursos que se emplearán para pagar los juicios por reajuste de haberes a los jubilados y para hacer el desembolso saldrán de lo recaudado en el blanqueo de capitales. “Estuvimos trabajando mucho con el equipo y el viernes vamos a hacer una propuesta para terminar con este flagelo al que están sometidos los jubilados, que inician juicios y en muchos casos no llegan a ver el resultado final. Queremos terminar con eso. Pagar todos los juicios pendientes. Para eso vamos a pedirles una ayuda a aquellos que tienen, para que pongan el hombro, blanqueen y paguen el costo de no haber declarado antes. Eso nos va ayudar a cumplir este compromiso con los jubilados y varias cosas más”, sentenció el primer mandatario. Y agregó: “Estamos muy contentos. El blanqueo va a ser un éxito porque se da en un momento del país en el que no paran de llegar inversiones. La rueda se empezó a mover. El mundo nos ha abierto la mano”.

Al día siguiente La Nación publicó un artículo de Carlos Pagni titulado “El blanqueo, un salto hacia la transparencia”, en el que alaba el blanqueo de capitales propuesto por Mauricio Macri. Dice el autor: “Mauricio Macri piensa enviar al Congreso este viernes, a más tardar el sábado, una batería de reformas del sistema jubilatorio y del régimen de coparticipación. En el corazón de esa iniciativa está el blanqueo de capitales. Será presentado como un mecanismo para saldar deudas históricas en el frente previsional y federal. Macri habla de su proyecto como de una “ley fundacional”. Quiere que sea el punto de partida de un reordenamiento de la seguridad social. Y la fijación de nuevas pautas para la relación entre la Nación y sus alineamientos” (…) “La Casa Rosada aspira a que el blanqueo sea la base de una reforma estructural. Por eso orientará una parte del dinero a liquidar la deuda con los jubilados” (…) “Al cumplir con esa deuda social, el gobierno procura un blindaje político: oponerse al jubileo será enfrentarse con los jubilados. Además, la iniciativa del Poder Ejecutivo tiene un atractivo para los gobernadores. El Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, enriquecido con los nuevos ingresos, será la palanca para los créditos que Rogelio Frigerio les prometió hace ocho días en Córdoba” (…) “Al fijar estos objetivos, el gobierno pretende también neutralizar las objeciones al blanqueo proveniente del arco político. Sobre todo las que podrían surgir desde el propio oficialismo. El problema principal tiene nombre y apellido: Elisa Carrió” (…) “El inconveniente mayor es la atadura de la líder de la Coalición Cívica a las condenas que ella misma lanzó contra los blanqueos de los Kirchner. En su momento sostuvo que fueron pensados “para beneficiar a Lázaro Báez y Cristóbal López” (…) “Carrió no es la única que arrastra la cadena de sus antiguas catilinarias. Los radicales, en la persona de quien fuera el presidente de su bloque de diputados, Ricardo Gil Lavedra, prometieron en 2013 que, si llegaban al poder, derogarían el perdón fiscal de la presidente e investigarían a quienes se acogieron a él. Contra este telón de fondo se recortan las cláusulas pensadas por Alfonso Prat-Gay y el titular de la AIP, Alberto Abad, para diferenciar su blanqueo del de los Kirchner. Quienes regularicen sus ahorros deberán pagar esta vez una penalización” (…) “Son castigos más severos que los que estableció el año pasado el gobierno socialista de Chile para una propuesta similar: tasa única del 8 por ciento. Hay, también, en el proyecto otra peculiaridad inédita: premia a quienes cumplieron con el fisco. Los que hayan pagado siempre sus obligaciones serán eximidos por un tiempo del impuesto a los bienes personales. El proyecto que se enviará al Congreso estará encuadrado en las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional, la OCDE, la ONU y el Banco Mundial sobre blanqueos”.

Para Pagni, entonces, el blanqueo propuesto por el presidente Macri es bueno, ayuda a mejorar la situación económica de la Argentina. Es curiosa su postura ya que en 2013, ante el blanqueo de capitales propuesto por la presidente Cristina Kirchner, su opinión era radicalmente diferente. En su edición del lunes 13 de mayo de 2013 La Nación publicó un artículo suyo titulado “El blanqueo, otra señal de incongruencia”, en el que critica duramente el blanqueo de capitales propuesto por el kirchnerismo. Dice el autor: “Cada vez que en la Argentina una persona compra una propiedad debe requerir a la AFIP un Código de Oferta de Transferencia de Inmuebles (COTI). Para conseguirlo tiene que declarar el origen del dinero” (…) “Sin embargo, por una iniciativa de Guillermo Moreno, las autoridades crearon un nuevo instrumento, el Certificado de Depósito para Inversión (Cedin). El comprador, en vez de pagar el inmueble con divisas declaradas a través del COTI, deberá entregar sus dólares al Banco Central. Éste, a cambio, le entregará cedines. El vendedor recibirá esos cedines y los presentará al Central, que se los canjeará por dólares. ¿Por qué los funcionarios involucran al Central en la compraventa? No fue para dinamizar la economía. Fue para poder crear el Cedin” (…) “controlar el circuito del dólar paralelo es una vieja aspiración de Moreno. Para el Secretario de Comercio la posibilidad de que la gente compre y venda bienes a su antojo es una pesadilla” (…) “Para controlar lo que, por definición, es incontrolable, Moreno apostó primero a maltratar a los vendedores de dólares” (…) “Para encontrar otra solución, según versiones muy confiables, la Anses transferiría dólares oficiales a un par de financieras amigas para que los vendan en el mercado blue. Con los pesos obtenidos, esos cambistas recomprarían los dólares al Central, simulando importaciones de servicios. Un fiscal federal investiga la maniobra. El Cedín resolvería la cuadratura del círculo: inyectar dinero blanco en un mercado negro” (…) el Cedín sería el vehículo a través del cual el gobierno entregaría reservas monetarias para abaratar el blue. La hipótesis es convincente porque lleva un sello inconfundible del kirchnerismo: la incongruencia. Para descubrirla basta con reconstruir la política cambiaria del último año y medio: la inflación hizo que los ahorristas huyeran hacia el dólar; esa presión produjo una caída de reservas; para detenerla las autoridades crearon el cepo; esa medida dio lugar a un mercado paralelo; los precios de ese mercado son cada vez más divergentes de los del oficial por la persistencia de la demanda de dólares; para distender esa demanda se crea el Cedín; ahora, el gobierno podrá entregar dólares oficiales a cambio de Cedines. Resumen: al cabo de un largo rodeo, el Central volverá a perder reservas. Es decir, se reencontrará con el fuego del que huía” (…) “Gracias al blanqueo, al que trae dólares negros se lo premia con una tasa del 4%. Pero al que trae dólares blancos se lo penaliza con un encaje del 15%” (…) “Con la misma lógica, se agasaja con un jubileo al que se puso al margen de la ley, pero se sigue cobrando el impuesto a las ganancias al que vive de un salario. “Si van a ser generosos con los lavadores, por lo menos que sean justos con los trabajadores”, ironizó el sindicalista Ricardo Cirielli” (…) “La incoherencia es el hábitat natural del kirchnerismo”.

Para Pagni hay, por ende, blanqueos “buenos” y blanqueos “malos”. Los blanqueos son “buenos” si sirven para mejorar los ingresos de los jubilados, mientras que si sirven para mejorar la calidad de vida de Lázaro Báez y Cristóbal López son “malos”. En buen romance, el blanqueo propiciado por Macri es “bueno” y el de Cristina es “malo”. ¿Pero ello es realmente así? ¿Hay blanqueos “buenos” y blanqueos “malos”? A mi entender, el blanqueo siempre es “malo” por una sencilla y contundente razón: está íntimamente vinculado con el lavado de dinero. Es más, el blanqueo de capitales aparece en Wikipedia como sinónimo de lavado de dinero: “El lavado de dinero (también conocido como lavado de capitales, lavado de activos, blanqueo de capitales u operaciones con recursos de procedencia ilícita o legitimación de capitales) es una operación que consiste en hacer que los fondos o activos obtenidos a través de actividades ilícitas aparezcan como el fruto de actividades legales y circulen sin problema en el sistema financiero. Para que exista blanqueo de capitales, es precisa la previa comisión de un acto delictivo grave, y la obtención de unos beneficios ilegales que quieren ser introducidos en los mercados financieros u otros sectores económicos. El blanqueo de capitales es un delito autónomo que no requiere de una condena judicial previa por la comisión de la actividad delictiva por la que se originaron los fondos que se blanquean”. Más claro, imposible. Lo que propone Macri constituye un delito de la misma naturaleza que el propuesto por Cristina en 2013. Sin embargo, para Pagni sólo el blanqueo propuesto por Cristina es un delito y ello por el hecho de que fue precisamente Cristina quien lo propuso. Si en 2013 el presidente hubiera sido Macri Pagni hubiera publicado el artículo que publicó el pasado 26 de mayo. ¿En qué consiste, en definitiva, el blanqueo de capitales? “Consiste en ajustar a la legalidad fiscal el dinero procedente de negocios delictivos o injustificables. Es decir, la actividad en la cual una persona o una organización criminal procesa las ganancias financieras, resultando de actividades ilegales, para tratar de darles la apariencia de recursos obtenidos de actividades lícitas”. La doctrina distingue dos clases de dinero negro: el dinero negro en sentido estricto y el dinero negro en sentido amplio. Aquél “procede de actividades ilegales (robo, malversación de fondos, tráfico de drogas, tráfico de armas, prostitución, contrabando, etcétera). No puede ser declarado a la hacienda pública porque supondría una confesión del delito en cuestión”. Éste “es todo dinero que no haya sido declarado, sea cual sea el motivo. El caso más frecuente es la evasión de impuestos”. Existen varias técnicas de lavado de dinero. Una de ellas son las empresas fantasma -Shell Company-, “también conocidas como “compañías de fachada o de portafolio”. Son empresas legales, las cuales se utilizan como cortina de humo para enmascarar el lavado de dinero” (…) “Lo habitual es que de dicha empresa sólo existan los documentos que acrediten su existencia y actividades, no teniendo presencia física ni funcionamiento alguno más que sobre el papel”.

Sea su autor Macri o haya sido su autora Cristina, el blanqueo de capitales está asociado al negocio del dinero mal habido. Es irrelevante si gracias al blanqueo de capitales se obtienen recursos para construir hospitales o para proteger a testaferros. Siempre se trata de dinero proveniente de actos de corrupción-lavado de dinero o evasión impositiva-. Lo de Pagni constituye, por ende, una demostración más de cómo se llega a prostituir el ejercicio del periodismo con tal de defender lo indefendible. Porque el blanqueo de capitales, al ser sinónimo de accionar delictivo, es siempre reprobable moralmente, por más que quien lo propicie en estos momentos sea el presidente de la nación.

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