Por Guillermo Cherashny.-

El periodista y escritor Jorge Asís calificó a este gobierno de Cambiemos con el título de la «Concordancia», una denominación que no le gusta nada a la UCR y totalmente desconocida por el gran público y muchos analistas políticos modernos y sólo reservada a los historiadores y los políticos veteranos. En efecto, después de la caída de Hipólito Yrigoyen el 6 de septiembre de 1930, asumió el gobierno del general Uriburu, que al año siguiente llamó a elecciones en la provincia de Buenos Aires, donde la UCR volvió a imponerse con la fórmula Pueyrredón-Güemes, y ahí el régimen militar decidió proscribir a la UCR y llamar a elecciones en 1932, en las que ganó la Concordancia con la fórmula del general Agustín Justo, secundado por Julio Argentino Roca h., y estaba integrada por el radicalismo antipersonalista liderado por Leopoldo Melo, quien fuera ministro de Marcelo T. de Alvear hasta 1928 y quiso desbaratar el poder yrigoyenista. Pero Alvear se lo impidió y en las elecciones de ese año 1928 se impuso la fórmula Hipólito Yrigoyen-Elpidio Martínez y el régimen -como llamaba el viejo caudillo a la oligarquía- comenzó a conspirar para voltear al veterano político en una coalición cívico-militar integrada por los radicales «cajetillas» que rodearon en su presidencia a Alvear y los socialistas independientes liderados por Federico Pinedo y Di Tomasso, más el ejército, con lo cual dieron el golpe de estado de 1930. Y ante la imposibilidad de derrotar en las urnas a la UCR, decidieron proscribirla y permitieron que se presentara la democracia progresista con Lisandro de la Torre como candidato a presidente, y fue derrotado por Justo.

Esa década que va de 1930 a pasados los ‘40, cuando gobernó la Concordancia, se llamó «la década infame». El radicalismo, liderado por Marcelo T. de Alvear, estaba en al clandestinidad y un sector ideológico minoritario denominado FORJA, es decir, fuera de la orientación radical de la Joven Argentina, liderada por Ernesto Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz, le daría el sustento intelectual al peronismo en el golpe de 1943.

Esa «década infame» se caracterizó por la sumisión al imperio británico, el pacto Roca-Runcinam de las carnes, el asesinato del senador Bordabehere -santafesino como Lisandro de la Torre, al que en realidad quisieron matar- fue el signo de la época del crimen de estado en la Argentina.

Calificar a la UCR de Sanz, Corral, Negri, Jesús Rodríguez, Suárez Lastra, como los radicales antipersonalistas, que traicionaron no sólo a Yrigoyen sino también a Alvear, seguramente no les gustará nada a esos radicales ni a Elisa Carrió, quienes reivindican no sólo a Yrigoyen sino a Leandro Alem -y menos a Alvear-, pero ubicándolos a su derecha y comparando a Mauricio Macri con el general Agustín Justo mucho menos todavía.

La reciente rebelión del senador chaqueño Rozas y las críticas del Coti Nosiglia a Cambiemos en el sentido de que pierde identidad la UCR frente al PRO, hace recordar a los radicales que resistieron a la Concordancia.

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