Por Carlos E. Viana.-

Excelentísima Señora
Primera Ministra Británica
Doña Theresa May

De mi mayor consideración:

El diferendo planteado por los ensayos misilísticos de vuestro gobierno en nuestras Islas Malvinas, oculta un aspecto más profundo y tenebroso de nuestros conflictos. En consecuencia, me dirijo a usted para solicitarle lo que se desprende de las tinieblas, que aclaro en las siguientes frases.

La guerra de Malvinas terminó aparentemente hace 34 años, sin embargo mantiene sesenta y dos de nuestros veteranos, como prisioneros de guerra.

Reconozco que es incomprensible que una Nación, Argentina, tenga prisioneros a sus propios combatientes, por comisión del enemigo, pero esta paradoja tiene razones tenebrosas.

Una de ellas es que los llamados organismos de derechos humanos, que preparan las causas contra nuestros ex combatientes, reciben fondos británicos y hasta han tenido súbditos británicos como dirigentes y muy probablemente el apoyo de vuestros servicios de inteligencia.

Esta política que busca eliminar la moral de las Fuerzas Armadas Argentinas, para descartar cualquier hipótesis de conflicto en el Atlántico Sur, es incomprensible en este momento de la historia, en la cual el pueblo Argentino ha entendido que la recuperación de las islas Malvinas y Orcadas del Sur, debe ser  negociada solo pacíficamente, entre ambas partes.

Más allá que para ustedes, ya no tiene objeto destruir la moral de las Fuerzas Armadas Argentinas, vuestro gobierno, continúa apoyando a estos organismos que no solo tienen como prisioneros de guerra a los sesenta y dos veteranos, sino que en total, los miembros de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales, que están en esta condición, suman en la actualidad 2.156 personas, más 381que murieron. Todos fueron detenidos en base a procedimientos inconstitucionales, que violan flagrantemente el artículo 18 de nuestra Constitución Nacional, tratados internacionales como el de Roma, la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia de la Haya y contradicen vuestro histórico Bill of Rights y la ignorancia, que la Guerra Fria fue cliente en Argentina.

Apelo a la Señora Primer Ministra; al frente del régimen constitucional con mayor continuidad, 328 años; que considere no solo las razones expuestas, sino la injusticia que implica, que estos prisioneros de guerra, fueron los aliados de vuestra Nación en la Guerra Fría. Vuestro apoyo para mantenerlos en esa condición no solo es injusto, sino que se aproxima a una traición. Estos argentinos, igual que vuestros soldados en Grecia, en Corea o de otros miembros de vuestro Commonwealth en Vietnam, defendieron a Occidente y sus valores de libertad, mientras que los terroristas marxistas  que atacaron a Argentina, asesinaron y secuestraron súbditos vuestros, simplemente por su nacionalidad.

Vuestra excelencia, no debería mezclarse en esta persecución sombría, subsidiando a organismos que intentaron establecer una tiranía marxista-leninista, no solo en nuestro país si no en el mundo. A la larga, como lo prueba la historia, este “tren blindado”, tendrá consecuencias contra vuestra patria.

Reconozco con vergüenza como argentino, que nuestros políticos corruptos o demagogos, son parte de esta persecución, por cobardía electoral o complicidad, que nuestros jueces son prevaricadores, lo mismo que la desinformación de nuestra prensa, infectada de gramscianismo. En conjunto han creado mitos, que van contra nuestra propia tradición, pero también contra la vuestra, en la medida que compartimos la Civilización Occidental y Cristiana, cuna de la libertad, la tolerancia y el amor al prójimo.

Creo que usted comprenderá Señora, que mantener como prisioneros de guerra a estos 2.156 hombres, es equivalente a que ustedes hubieran metido en prisión a Sir Winston Churchill, a los mariscales Alexander, Montgomery y a miles de soldados que combatieron contra Hitler.

Señora, en nombre de las libertades sostenidas por John Locke, Edmund Burke y John Stuart Mills, es que le pido, que cese vuestra parte de la persecución contra estos héroes. De la parte nuestra, nos encargaremos los argentinos que todavía tenemos honor y que sostenemos la tradición de José de San Martín, Manuel Belgrano, Juan Bautista Alberdi y Domingo Faustino Sarmiento.

Aprovechando la oportunidad saludo a vuestra excelencia y por vuestro intermedio a su Majestad la Reina.

Rosario, Argentina, 15 de octubre de 2016

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