Por Silvio Pedro Pizarro.-

Señor Director de ANSES

Don Emilio Basavilbaso

Tras una tensa y prolongada espera en conocer informes oficiales acerca de la institución que usted dirige, me encuentro con que finalmente el día 12 de febrero se publica un reportaje que le realizara el órgano periodístico Infobae.

Ante todo debo manifestarle que he asumido la «defensa de la indefensa» clase pasiva cruelmente maltratada por la ANSES, sobre lo cual llevo escritos diez y seis artículos durante el anterior gobierno, en mi blog “Habla la experiencia” seis de ellos exigiendo la intervención del organismo, cueva de delincuentes.

Mi propósito es mantener latente una situación de suma gravedad que afecta a más de seis millones de ciudadanos y que pareciera no ser conocida en su profundidad por las autoridades nacionales, la sociedad y el periodismo en general.

A partir del 12 de diciembre hasta la fecha son seis los publicados con difusión en las redes sociales y con copia al periodismo, políticos y funcionarios. Todos bajo el título “¿Y la ANSES? Y no he tenido respuesta.

Veo que se descubren y se publican irregularidades en todos los organismos y reparticiones de la Administración Nacional, y de la ANSES no se habla. Desfilaron por los canales de noticias nuevos funcionarios de los ministerios y reparticiones oficiales, como INDEC, Energía, Aerolíneas ENARSa Cámaras de Diputados y Senadores, AFSCA, Ministerio de Justicia, de Relaciones Exteriores, Fabricaciones Militares, Tandanor, PAMI que en su gran mayoría informaron acerca de las irregularidades y de la corrupción heredadas de las anteriores administraciones, como asimismo un detalle numérico de la cantidad de empleados designados en los últimos meses del cristinismo, por no decir en los últimos días y horas previas a la finalización de su imperio, pero de usted no he escuchado una sola palabra. En apariencia, ANSES es un organismo modelo ¿No es así?

En la entrevista de que hablo, que fue bastante extensa, usted se refirió a importantes anuncios, que ya había formulado, como un nuevo aumento para jubilados y pensionados, y también para la Asignación Universal por Hijo, emulando a la ex presidente que los anunciaba por cadena nacional, como un beneficio otorgado por decisión real, cuando ya estaba dispuesto por ley.

Ni el periodista que lo entrevistó, ni usted motu propio tocaron la sinfonía inconclusa de la tremenda corrupción del organismo que fue encargado del abastecimiento del Banco Central y del Tesoro Nacional y de todo cuanto oliera a negociado, a costa de la caja de los jubilados.

Se refirió a los juicios por actualización de haberes con estas palabras plenas de optimismo, pero con un declarado propósito de continuar el incumplimiento de las sentencias, un compromiso adquirido por el Presidente Macri en su campaña política previa al ballotage. Sus dichos señor Director fueron: “Los juicios es uno de los peores legados que recibimos de la gestión anterior, es mucho dinero que la ANSES no está en condiciones de resolver de un día para el otro, pero sí nos comprometimos a ir solucionando este tema trabajando un día tras el otro. Pusimos un puntaje para ir pagando, empezando por los más mayores, los que tienen mayor vulnerabilidad, y queremos hacer una propuesta para solucionar este tema en estos cuatro años de Gobierno. Es un gran desafío”.

Equivale a decir que los ancianos que vienen esperando desde hace diez años, accederán a un puntaje para esperar, con suerte, de acuerdo a su edad y vulnerabilidad cuatro años más. ¿Llegarán?

Lo expresó claramente, quieren hacer una propuesta para solucionar este tema en estos cuatro años de gobierno.

La carta abierta es larga, señor Director, pero vale la pena, porque no quiero dejar en el tintero, varios de los numerosos interrogantes que necesitan respuesta.

Hace poco apareció en las noticias el olvidado ANSES, con la información del descubrimiento que hicieron las nuevas autoridades, es decir usted, en la revisación de la planta de empleados. Resulta que Amado Boudou, que fuera su Director, nunca renunció a su cargo desde el año 2009 en que pidió licencia sin goce de sueldo, es decir que, legalmente, podría volver a su puesto. En ese gesto, comúnmente llamado “por si las moscas”, lo acompañaron la actual Presidente de la Casa de la Moneda, Katya Dura que había sido funcionaria técnica en ANSES, Juanchi Zabaleta, quien fue el hombre de confianza de Boudou en el Senado manejando un presupuesto de 900 millones de pesos, antes en ANSES en el 2005.

Éste es un pequeñísimo detalle de las irregularidades cometidas por el hasta ahora ignorado organismo estatal. En “la revisación de la planta de empleados», parece que se les esfumaron los miles de funcionarios con jugosos sueldos provenientes de La Cámpora.

Necesito que me informe sobre el estado financiero en que recibió la ANSES.

Necesito que me informe si ha solicitado o realizado auditorías y balances, como corresponde.

Necesito que me informe si ha tomado vista de las más de 60 auditorías que llevara a cabo la Auditoría General de la Nación con pruebas fehacientes de malversación de fondos.

Necesito que me informe si usted está al tanto de que las funciones previsionales que dieron origen a su nombre fueron desvirtuadas por los directivos de ANSES. y que se realizaron otras que nada tienen que ver con las mismas.

Necesito que me informe si en los dos meses que lleva de gestión se ha preocupado en hacer un mesurado estudio de los recursos humanos, en cuanto a la cantidad, idoneidad y legítimo ingreso a la administración.

Necesito que me informe las razones que puede aducir para haber mantenido el silencio sobre la información que le estoy requiriendo lo cual contradice y contraría las garantías de transparencia y acceso del ciudadano a todos los actos de la administración pública prometidas por el gobierno.

Necesito que me informe, finalmente, si usted con un gesto de “nobleza obliga” ha tendido un manto de impunidad a su antecesor Diego Bossio, hoy estrella política, al quebrar el FPV y apoyar las medidas del gobierno.

Quede bien en claro, señor Basavilbaso, que no lo estoy acusando y no tengo pruebas para dudar de su honestidad y buenas intenciones. Solamente me he limitado a solicitarle las informaciones precedentes a lo que me veo obligado como ciudadano responsable que desea aventar toda suspicacia.

Este silencio ha generado dudas que deben disiparse con urgencia. Va en ello el éxito o el fracaso de la política de transparencia y sinceridad que se nos prometiera solemnemente y por la cual hemos votado.

A la espera de su respuesta, lo saludo con toda consideración.

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