Por Carlos E. Viana.-

Crimen de Lesa Traición

Sr. Presidente, a 36 años del heroico rechazo del primer ataque aeronaval masivo de los británicos sobre nuestras fuerzas en Malvinas, más de 60 héroes que se destacaron en dicha contienda, son prisioneros de la previa Guerra Fría que en Argentina fue caliente, por haber cumplido su juramento de defender la Patria hasta perder la vida.

No conozco en la historia y en el mundo, tamaño caso de ingratitud e injusticia, que puede titularse de Lesa Traición, crimen horrendo que pesa sobre la conciencia de políticos, periodistas, testigos dudosos y jueces cobardes y corruptos.

Como algunos de los múltiples casos, le relato sucintamente el del Coronel Horacio Losito, que como Teniente se enfrentó a los comandos británicos en el sangriento combate de “Top Mal House”. Herido por un casco de granada en la cabeza continuó combatiendo, luego un tiro le atravesó una pierna y siguió disparando su FAL, hasta que perdió el conocimiento por la sangre derramada. Es el oficial más condecorado del Ejército Argentino, hoy prisionero de guerra, en la obscura prisión de Marcos Paz, por haber previamente combatido con el mismo valor, contra terroristas montoneros.

Otro caso paradigmático es el del Mayor de la Fuerza Aérea Jorge Alberto Benítez, que piloteando un Pucará fue derribado, para volver después de peripecias a pilotear otro y ser derribado nuevamente, cayendo en este caso prisionero de los británicos. Condecorado por su extraordinario valor en combate, hoy está preso después de un dudoso juicio, inconstitucional y con testigos fabricados, por haber pertenecido a una unidad de la Fuerza Aérea que defendía a la patria en la guerra antisubversiva, impulsada desde la Unión Soviética.

Otro caso, el del Almirante Carlos Busser, falleció tristemente en prisión a los 85 años, después de haber dirigido por órdenes de la superioridad, el operativo conjunto que culminó con la exitosa toma de Malvinas. El colmo, es que se lo detuvo por haber ordenado interrogar a un espía chileno y posteriormente fue acusado de hechos, en que no pudo haber participado porque tenía otro destino militar.

En situación similar a las descriptas, se encuentran alrededor de 60 héroes de Malvinas más, prisioneros políticos de la guerra fría que aquí fue caliente.

Más de 2000 prisioneros de guerra y la Guerra Fría que aquí fue caliente

Sr. Presidente, junto a estos 60 héroes también son prisioneros de guerra, más de 2.000 argentinos, por haber cumplido con su deber de defender a la Patria contra terroristas. Todos los juicios son una violación flagrante y artera del artículo 18 de nuestra Constitución Nacional, mientras que nuestra llamada justicia ha dicho que los crímenes de los terroristas no son de lesa humanidad, por no haber sido cometidos por el estado, ignorando la Carta de Roma, que es parte de nuestra Constitución, que también los atribuye a grupos organizados que atenten contra la población civil, pero además oculto perversamente, que los ataques contra nuestro país fueron organizados por otro estado, la URSS, es decir que hasta el argumento del estado se les cayo. Como ejemplo de la alevosía con la que atacó el terrorismo, está en la conciencia de estos criminales, el asesinato de 29 niños, que tenían desde 9 meses a 15 años de edad. Sr. Presidente estos niños no fueron apropiados ilegalmente, sino que fueron asesinados arteramente, algunos junto con sus padres.

Los británicos subvencionan a los organismos fabricantes de causas

Sr. Presidente, otro agravante son los organismos que fabrican e impulsan los juicios, entre ellos el CELS, que recibe subvenciones de la Fundación Ford y del Gobierno Británico, siendo su Presidente Horacio Verbitsky, quien curiosamente siempre estuvo en posiciones desde las cuales pudo favorecer al Gobierno Británico y además una de cuyas dirigentes de dicha organización es súbdita británica. Sus acciones han destruido la moral de nuestras Fuerzas Armadas y eliminando una hipótesis de conflicto que los preocupaba, como lo declarara recientemente el Ministro de Defensa de Gran Bretaña en oportunidad de su visita a Malvinas.

La guerra más sangrienta

Sr. Presidente, usted les rindió homenaje a los llamados desaparecidos, la mayoría de los cuales combatieron contra nuestra patria, y dijo en esa ocasión que fueron víctimas de la Dictadura más sangrienta. No fue así Sr. Presidente, sino que fue la Guerra más Sangrienta y se desencadeno cuando Argentina fue atacada mucho antes del gobierno militar y este fue una de las consecuencias no deseada de ella. Usted como hombre de estado, debe tener en cuenta esta diferencia esencial y especialmente considerar que ni usted ni su familia, ni sus amigos, estarían libres y con sus propiedades, si hubieran triunfado los terroristas, quienes por otra parte asesinaron a 2.000 de nuestros compatriotas, porque no pensaban como ellos.

Esperanza de paz

Sr. Presidente usted es una esperanza de honestidad y de evolución hacia la democracia, que muchos argentinos que coinciden con lo expuesto, hemos apoyado y continuamos haciéndolo, pero digo de evolución porque la esencia de la democracia como dijo Aristóteles es la Libertad, no sólo se reduce a unas elecciones como pretenden los populistas.

Entre otras cosas, con más de 2.000 prisioneros políticos, en flagrante violación de nuestra Constitución Nacional y siendo además un caso de Lesa Traición, no podemos hablar de democracia y ni siquiera de Justicia. Usted Sr. Presidente debe salvar su imagen ante su conciencia y ante la Historia.

Por eso en base a lo expuesto, le pedimos encarecidamente que utilice los instrumentos legales y constitucionales que tiene a su alcance, para terminar con esta cruel situación, en que algunos tienen licencia para matar y otros no tienen derechos humanos.

Que Dios guarde e ilumine a vuestra excelencia.

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