Por Juan Manuel Otero.-

Excmo. Sr.

Ministro de Salud de la Nación

Dr. Daniel Gustavo Gollán

De mi mayor consideración:

Desde el mes de febrero ocupa Ud. el importantísimo cargo de Ministro de Salud de la Nación, reemplazando a quien fuera su inmediato superior, el sospechado de corrupción Dr. Juan Manzur quien en elecciones gravemente denunciadas de fraude, accedió al cargo de Gobernador de la Provincia de Tucumán.

En mi modesta opinión, si algo diferencia a la cartera a su cargo de las restantes es el hecho de que, junto con el de Educación, son los únicos Ministerios desde los cuales debería estar vedado, o como mínimo limitado a su mínima expresión, el uso de tan importante cargo para hacer política partidaria.

Con la Educación y la Salud NO SE JUEGA!!!

Debería Ud. saber que los ciudadanos somos todos iguales y tenemos igual derecho en la recepción de conocimientos y de atención en la enfermedad. Son campos vedados al oportunismo político, menos aun aprovechando las generosas facilidades y las multitudinarias tribunas que se abren en razón de los cargos públicos ocupados. Nunca deben ustedes olvidar que son educadores y médicos por ante cualquier ideología política partidaria.

Bastante olvidados están, por ejemplo, los hospitales bonaerenses. Las muestras de su deterioro, falta de atención y escasez de insumos y aparatología, son noticias cotidianas. Las pomposas inauguraciones de armazones vacías, la falta de luz eléctrica, los ascensores que se derriban y la pavorosa falta de atención deberían ser los puntos donde concentrar su atención, bajarse de las tarimas y volver a las escuelas y salas de guardia. Los hospitales porteños se ven a diario saturados por pacientes que cruzan la General Paz en busca de atención eficiente.

Es comprensible y humano este proceder.

Sin embargo, pese a ocupar cargos tan importantes en materias de Educación y Salud, parece que nuestros funcionarios han olvidado la sagrada misión encomendada y colgando sus pergaminos en el perchero, cargaron sobre sus hombros la mochila partidaria.

Días atrás hube publicado una carta abierta a la Educadora Adriana Puiggrós por su nefasta Ley que dio el tiro de gracia a la Educación que supimos desarrollar en más de un siglo.

Y hoy Ud., Dr. Gollán, como queriendo superar a su colega y compañera (ella participó de masacres terroristas y usted purgó años de cárcel durante el Proceso Militar), se ha despachado con frases que merecen ser incluidas en la antología del absurdo, de la falta de respeto, del barbarismo y la insensibilidad.

Son múltiples y pavorosos, carentes de verdad y preñados de odio, los mensajes que han distribuido usted y su colega Dr. Collia, Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, quien en lugar de ocuparse de la paupérrima atención sanitaria de su provincia parece más interesado en hacer campaña para reemplazarlo en el cargo nacional, tal como lo insinuó Daniel Scioli tal vez mejor papel haría visitando hospitales, especialmente el Policlínico San Martín de homónima localidad en el cual se desplomó el elevador, que habitualmente es utilizado por los enfermeros del nosocomio para trasladar a pacientes hacia los distintos pisos, se precipitó y descendió abruptamente aunque su marcha se detuvo luego de quedar enganchado en las rejas que hacen las veces de puerta para garantizar el cierre.

Los problemas edilicios no sólo en el hospital en cuestión, sino en el resto de los nosocomios de la región han sido motivo de movilizaciones y persistentes reclamos por parte de los profesionales de la salud que solicitan mejoras urgentes por las serias falencias en materia de infraestructura.

Pero ustedes dos guardan absoluto silencio.

Hasta que, al parecer recibiendo órdenes y aunándose al coro de mequetrefes, se regodean enviando mensajes vergonzantes intentando sembrar el terror en los ciudadanos y bastardeando inútilmente su grado de comprensión de la realidad. De nada les servirán estas falsas y perversas consignas, nadie les cree.

La realidad es más fuerte que las calumnias.

Pero no quería finalizar esta carta sin llamar la atención sobre la incalificable “advertencia” que, como verdaderos mercenarios de la salud, han publicado que, de acceder el Ingeniero Macri a la primera magistratura, se acabarían, entre otras cosas, la atención en los centros oncológicos y la existencia de remedios contra el cáncer.

Doctores Gollán y Collia, son ustedes dos execrables funcionarios, dos vergonzosos ciudadanos y dos aberrantes médicos.

Con la salud de los pacientes no se juega, con los sentimientos y esperanzas de los familiares tampoco.

Son ustedes indignos de cualquier consideración. Me pongo a v. disposición para recibir cualquier explicación de vuestra parte que justifique este perverso accionar e inclusive soportar un juicio por calumnias si considerasen que hubiere incurrido en tal delito.

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