Por Roberto Fernández Blanco.-
Vladímirovich Putin, acabas de cometer tu inevitable peor error, el de ejecutar un acto criminal de lesa humanidad al atacar militarmente con el uso de armas destructivas al pueblo ucraniano, al que considerabas tu hermano de origen.
Ni Caín lo hubiera hecho peor.
Has pretendido dar satisfacción a tu más íntima y perversa demanda emocional y pretender encima amenazar al resto del mundo. Solo te faltaba levantar el símbolo amenazante de la obsoleta secta marxista, el ridículo gesto del brazo en alto con el puño cerrado.
Digno emulo del Nacional Socialismo (Nazismo) [que entronizó al psicópata, obsesivo y delirante Hitler], formado en la “universidad KGB”, arrastras al pueblo ruso a una delirante confrontación con el sector occidental al que, derribando el muro de Berlín en 1989, huyeron los pueblos sometidos a la URRS en busca de libertad y progreso.
Brota una vez más, de este brutal episodio, una ineludible certeza, esto es, donde se instala el socialismo/marxismo se instala un sistema centralizador y concentrador del poder inevitablemente autoritario y despótico que entroniza forzadamente a comandantes, conductores o perversos líderes desquiciados que pauperizan a sus pueblos y los sumergen en una incontenible decadencia política y económica con finales bien conocidos y a la vista, en lo opuesto a lo que vuestra secta pretende denominar revolución.
Son Uds. los profetas de la Involución.
Nuestra américa latina lo sufre con sus acólitos locales, sus similares, los primates que integran la lista que incluye a los continuadores de la dinastía castrista, la dupla Chávez-Maduro, Daniel Ortega, y todos los similares simbiontes por todos conocidos que tanto daño están produciendo a nuestros países.
La única diferencia que parece presentarse es que las guerras tienen final pero estas pestes se prenden como parásitos en el poder, consumen a nuestros pueblos llevándolos a los peores límites de pobreza y sometimiento pero se aseguran de perdurar a perpetuidad.
Putin, espero que las protestas públicas en Rusia te destronen pronto por la mejor salud del pueblo ruso.
27/02/2022 a las 10:59 AM
IGUAL QUE CRISTINA.
27/02/2022 a las 11:46 AM
A todos los pro socialista/marxistas/comunistas, para que despejen sus mentes. Afirman que Ucrania es Rusia, pero miren para donde huyen sus ciudadanos ante la invasión de sus “hermanos” rusos. Huyen en la misma dirección en la que lo hicieron los que derribaron el Muro en Berlín, hacia el occidente liberal capitalista. La votación de los pies al decir de Julián Marías.
28/02/2022 a las 12:31 PM
Exelente nota.
28/02/2022 a las 7:12 PM
Putin es un hombre super inteligente, y no cometio ningun error. Hace tiempo que viene avisando a Occidente que dejen de embromar con que la OTAN se meta en Ucrania con su armamento. La OTAN cumplio en su momento la importqante tarea de enfrentar al comunismo. Caìdo este, se convirtió en el instrumento del nuevo orden mundial. Y esta llevando al mundo a la guerra nuclear para terminar con Putin porque este es anti NOM. Guarda que estamos al borde de la catástrofe.
01/03/2022 a las 5:21 AM
Vladimirovich, Hay dos formas de conquistar, una es por “seducción” y la otra por “sumisión”.
Seducción implica usar el método romántico, el varón con un ramo de flores, una caja de bombones, una Ferrari, una serenata o un buen poema/verso
La mujer con técnicas de atracción e insinuación. Se trata de persuadir con halagos o atracción física.
El método de sumisión trata de imponer un vínculo, forzar una dependencia sustentada por miedo. Lo usaban los primitivos como fieras en busca de su presa, con un garrote en una mano y con la otra arrastrando a la elegida tomándola de los pelos.
Los modernos son los violadores, los que no han podido evolucionar psíquicamente. Son invasores. En lugar de un ramo de flores se presentan con una kalashnikov AK en el hombro.
Es más productivo el camino de la seducción.
Nunca es tarde. Nada supera a un buen vínculo natural, por sincronización espontánea (no forzada) de los respectivos pathos, esto es, por simpatía.
Mediante el temor se somete por un tiempo hasta que se genera la inevitable rebeldía y sublevación.
Un buen dibujante de cómics podría sintetizártelo gráficamente.