Por Enrique Piragini.-

Acorde con su catadura moral, la Chirusa de Tolosa ha demostrado una vez más que es un simple producto del fango que la acunó en un mísero hogar pletórico de resentimientos y enconos.

Es por eso que, tal como se desprende del título de esta nota, no puede sorprender la coherencia de su constante incoherencia, habida cuenta su bipolaridad, que la ha llevado al paroxismo de la locura más abyecta al vislumbrar su seguro destino carcelario.

Si no fuese tan dramático, debería causar risa la tontería de nuestra arribista Regente de pretender que EL SEÑOR PRESIDENTE DE LOS ARGENTINOS se someta a su ultimo capricho de no querer entregar los símbolos presidenciales en la Casa Rosada sino en el Congreso Nacional, donde se prevé la presencia de lúmpenes que vislumbran con temor que tendrán que trabajar para lograr su sustento.

La presidente, que ha degradado prácticamente todas las instituciones, no ha tomado conciencia que el día 9 de diciembre corriente, a la hora 24 dejará de ser la titular del Poder Ejecutivo Nacional, debiendo -como corresponde- volver al llano como cualquier ciudadano, obviamente con miles de millones de euros mal habidos durante el corrupto gobierno iniciado por el desaparecido con presunción de fallecimiento, NCK, el 25 de mayo de 2003, el cual ocupara ese cargo a contramano de lo dispuesto en la Constitución Nacional, con un magro 22% de los votos. Nadie se atrevió a discutir ese tema como tampoco cuestionó que el patagónico estuviese más de 4 años ejerciendo ese rol, excediendo el plazo legal. Tal era la caótica situación por la que atravesaba el país como la anodina complicidad de políticos y funcionarios que se vienen manejando con la fuerza brutal de los hechos -y su conveniencia-, en desmedro de normas de convivencia impuestas por ley.

Por si existiese algún desprevenido o desinformado, lo cierto y LEGAL es que el mandato presidencial vence INEXORABLEMENTE el 9 de diciembre a la hora 24 y que a partir de la cero hora del día 10 EL NUEVO PRESIDENTE ES EL INGENIERO MAURICIO MACRI, por haber triunfado en la puja electoral, más allá del sospechoso porcentaje de diferencia con sus competidores, léase CFK y TODO EL APARATO KIRCHNERISTA y no solamente el enriquecido ilícitamente Daniel Osvaldo Scioli y su Cancerbero el Chino Zannini.

En consecuencia, tratándose la sucesión presidencial de una institución de nuestro Derecho Positivo, igual que en cualquier sucesión, el cargo es discernido automáticamente al “fallecer” el causante, siendo todo acto protocolar meramente formal y declarativo, por cuanto la vocación hereditaria ya está en cabeza del Sr. Presidente electo. A mero titulo de ejemplo, vale como hipótesis de trabajo considerar que si la presidente saliente no pudiera o no quisiera entregar el bastón y la banda, símbolos de los atributos presidenciales, no por ello Macri dejaría de ser el Presidente de la Nación ni su compañera de fórmula la Vicepresidente.

No habría que hacer ninguna otra consideración a tal respecto, y por ello el nuevo Presidente, en ejercicio a partir de la cero hora del día 10 de diciembre dispondría, por su propio y genuino derecho, tomar esos símbolos en el lugar que se le viniera en gana, aunque todos sabemos que por ser respetuoso del Protocolo lo haría en la Casa de Gobierno, después de concurrir al Congreso Nacional, como corresponde.

Al discurrir de estas líneas vienen a mi memoria unas estrofas de esa sublime composición de Celedonio Flores con música de José Ricardo y Carlos Gardel, que data de 1921 denominada “Margot”:

“Se te embroca desde lejos, pelandruna abacanada,
que has nacido en la miseria de un convento de arrabal.
Porque hay algo que te vende, yo no sé si es la mirada,
la manera de sentarte, de mirar, de estar parada
o ese cuerpo acostumbrado a las pilchas de percal…”

No satisfecha con dejar tierra arrasada, comprometer económica y socialmente al próximo presidente y seguir perjudicando a nuestro país, la botóxica inquilina de Balcarce 50, nos dejará como recuerdo otro de sus papelones descomunales.

Espero que Dios, la Patria y LOS JUECES, junto con los ciudadanos de bien, SE LO DEMANDEN.

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