Por Malú Kikuchi.-

Plaza de Mayo, 4/11/2016, 18:46 hs., Amado Boudou, ex vicepresidente de la nación, ex ministro de economía de la nación, ex hombre de la ANSES, desde la universidad del CEMA, centro del pensamiento económico liberal, al PJ kirchnerista sin transición, el poco Amado Boudou, metió “las patas en la fuente”.

Aprovechando la nutrida marcha de las CTA, demandando aumentos en los salarios, “los conocidos de siempre”*, los “buenos muchachos”*, Amado Boudou, Luis D´Elía y Fernando Esteche (Quebracho), se hicieron ver. Es más, Boudou se subió al palco oficial, no se sabe si con la complacencia o la bronca de los organizadores. ¿Se coló? Probablemente, no tiene vergüenza, y se exhibe.

Hoy no es buena compañía. El mal cantor, acompañante de la Mancha de Rolando, el motociclista, el que dio como domicilio un médano, el que le estafó un auto a su ex mujer en el divorcio, el que compró Ciccone para hacer billetes (¿billetes que no pasaran por la Casa de la Moneda?), está acosado por la justicia en varias causas, que van desde el enriquecimiento ilícito, el lavado de dinero, la corrupción, la falsificación de documento, hasta…

Este lamentable personaje, hoy, como una gracia, sonriente, divirtiéndose, imitó a los trabajadores del 17/10/1945, que metieron “sus patas en la fuente” de la Plaza de Mayo. En ese 17/10/45, mítico para el peronismo naciente, los que se refrescaban en la fuente, eran trabajadores que venían caminando desde Berisso y otros lejanos lugares del conurbano.

No lo hicieron ni por brutos, ni como una gracia, lo hicieron casi por necesidad. No es el caso de Boudou. Si creyó hacer una gracia, le salió mal, fue una desgracia. Pareció una ridiculización de aquellos trabajadores del 45. No siendo peronista no puedo imaginar la reacción de aquellos que lo son. Supongo que no será amable para con Amado.

Para los no peronistas, es una afrenta a la Plaza de Mayo, que este personaje menor, que llegó tan alto en la política argentina, vaya Dios a saber porqué, que se exhiba públicamente con tanto desparpajo, y por si fuera poco, que se ría de un hecho que fue una bisagra en la historia del país. Nos guste o no, el 17/10/45 cambió la Argentina. Hay un antes y un después. Algunos dirán que para bien, otros que para mal.

Como fuere, cambió el curso de la historia. Con hechos tan profundos, lo único prohíbo es reírse de ellos. Aunque Boudou no “metiera las patas” en la fuente con esa intención, metió la pata y así se sintió. Las sensaciones son recordables y difíciles de borrar.

Hay urgencia en renovar el agua de la fuente. El que “metió las patas” en la fuente, no fue un trabajador agotado por la caminata, fue un “gracioso” perseguido por la justicia, que no se caracterizó por su amor al trabajo, por lo menos, al trabajo honrado.

* «Los desconocidos de siempre” (I soliti ignoti) filme italiano de 1958, director Mario Monicelli, actores Vittorio Gassman y Marcello Mastroianni.

* «Buenos muchachos” (Goodfellas), filme estadounidense de 1990, director Martin Scorsese, actores Robert De Niro, Ray Liotta y Joe Pesci.

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