Por Carlos E. Viana.-

«Éste es un libro acerca de la virtud más admirable de todas las virtudes humanas: el valor. Ernest Hemingway la definió como “gracia bajo presión”. Y estos son los relatos sobre las presiones que experimentaron ocho senadores de Estados Unidos y la gracia con la cual las enfrentaron». John F. Kennedy, Perfiles de Coraje.

“Bárbaros, las ideas no se matan”, Domingo Faustino Sarmiento

En 1957, John F. Kennedy obtenía el premio Pulitzer, por su libro “Perfiles de Coraje”, en el cual toma el ejemplo de ocho senadores estadounidenses, que mantienen la verdad, ante un ataque inmenso, que los amenazaba con la impopularidad.

Juan José Gómez Centurión dio una muestra de coraje político con las siguientes declaraciones:

«Lo de plan sistemático es un adjetivo; objetivamente la realidad es otra». «Yo no creo que haya existido un plan para hacer desaparecer personas, fue un torpísimo golpe de Estado lidiando con un enemigo que no sabían cómo manejarlo y que había arrancado en el 75 con una orden constitucional de aniquilamiento».

«La desaparición de miles de personas es terrible. Es un análisis de causa-consecuencia. Y el número no es pornográfico en la medida de cómo lo desarrollemos, porque 8000 personas muertas desde el punto de vista social es espantoso, pero desde el punto de vista histórico no es lo mismo 8000 verdades que 22 mil mentiras».

Posteriormente ante un pedido, no precisamente valiente del Gobierno Nacional, pidió disculpas por si había ofendido a alguien, pero como un caballero no se retracto de las verdades que dijo, pero aclaro que no eran las opiniones del gobierno, por lo cual el gobierno tiene suspendido mi voto y probablemente de unos dos millones de argentinos más.

Las opiniones de Gómez Centurión están fundadas en su experiencia militar como héroe en la guerra de Malvinas. El no hizo ninguna apología de la violencia, en cambio Estela de Carlotto; que recibe subsidios del gobierno; si defiende a la guerrillera que fue su hija Laura quien alababa los asesinatos de la organización terrorista a la perteneció (atentados contra el comedor de la Policía Federal; 23 muertos y el Ministerio de Defensa; 15 muertos; y otros más).

La violencia cultural autoritaria, la están ejerciendo quienes atacan públicamente a los que quieren revisar los hechos de los setenta. Es una barbaridad que pretendiendo tener una cultura democrática, es decir libre, no se pueda reexaminar con fundamentos y razón lo que los mayores enemigos de la democracia pretenden establecer como tabúes y mitos intratables. Que es eso que ya esta establecido que hubo 30.000 desaparecidos, cuando nadie pudo fundar esa cifra. Donde están los fundamentos y razones que avalen esa cifra.

Es más Gómez Centurión se quedo corto, porque lo de los setenta fue una guerra, la guerra fría, que aquí fue caliente, que nos impuso la URSS vía Cuba, con comandantes entrenados en la isla, Alemania comunista y otras naciones detrás de la Cortina de Hierro. Todo para implantar una dictadura como la del tirano totalitario Fidel Castro, la dictadura más sangrienta y larga que registra la historia de América.

El Teniente Coronel muestra por segunda vez su coraje político, la primera fue cuando enfrento en la Aduana a los contrabandistas y narcotraficantes desde su dirección en la Aduana. Quienes lo atacan ahora con una intolerancia, sin esgrimir razones, son funcionales a los contrabandistas y narcos que lo quieren al Teniente Coronel fuera de la Aduana.

La Reacción intolerante

Primero la democracia es la libertad de cada uno y parte de esta es la libertad de expresarse y poder debatir libremente cualquier tema, en esta libertad radica la cultura política, sin la cual no hay democracia posible.

¿No es aberrante el crimen de 29 niños por la guerrilla? ¿Qué periodistas o políticos recuerdan esto? ¿Y los dos mil muertos que mataron los guerrilleros, no tenían derechos humanos? ¿Porque indemnizaron a los que atacaron la republica? Los gobiernos llamados democráticos les dieron 2.000 millones de dólares, en un país con indigentes y gente que pasa hambre.

La cifra de más de 2.000 prisioneros de guerra, por sí solo es un símbolo de barbarie e injusticia. Pero además se lo hizo violando el artículo 18 de la Constitución Nacional.

No hay democracia en Argentina, solo estamos intentando alcanzarla, no basta con la legitimidad de origen, a esta la tuvieron Hitler y Mussolini, es imprescindible la legitimidad de ejercicio y esta no solo depende del gobierno, si no dela cultura libre de los ciudadanos. Sin una cultura libre, donde impere la tolerancia, no es posible la democracia.

Quienes agredieron a Gómez Centurion

Citaré sólo a algunos. No pude ver todas las opiniones, pero los citados son representativos de una cultura que no alcanza a ser libre.

Ricardo Gil Lavedra: Miembro de la cámara que reemplazo a la cámara legitima y al fiscal cesanteados por Alfonsín y en base a un decreto el 158/83 que proponía una modificación mediante se la cual se sacaba a los acusados de sus jueces naturales, con lo cual se violó de manera absoluta del artículo 18 de la Constitución Nacional. Además apoyó la designación de Zaffaroni como miembro del la Corte Suprema y apoyó un proyecto para disminuir las penas en el Código Penal (desde 1.983, hubo más de 30.000 asesinatos). Fue Secretario del Interior cuando se produjo el ataque La Tablada (1.989), en la cual el ministro al que respondía se lo encontró vinculado con los atacantes y según Gorriarán Merlo él también.

Margarita Stolbizer: Gómez Centurión “no merece ser parte de un gobierno democrático”, dijo. ¿Fueron democráticos sus ex correligionarios Nosiglia, Becerra y sus amigos del ERP? Aunque sea como madre, debería haber condenado los más de 29 asesinatos contra niños efectuados por los terroristas que defiende.

Julio Blanck y Eduardo Van Der Kooy: Una decepción que dos periodistas que mostraron coraje contra la dictadura indirecta de los Kirchner sólo ataquen y no examinen las opiniones que no comparten. Con una triste comparación agredieron cómicamente y no respondieron con fundamentos, defendiendo con carácter de mito la “verdad oficial”. En las democracias no hay “verdades oficiales”, todo esta sujeto a examen y debate.

Luis Majul: Otra gran decepción. Al pedir la renuncia de Gómez Centurión cae en la misma intolerancia represiva que los Kirchner. Como dijimos Gómez Centurión fundamento sus dichos. No hay ninguna prueba que los desaparecidos sean 30.000, si que fueron 8.000. Si Majul no esta de acuerdo que responda con fundamentos no con presiones y pedidos de renuncia. Majul la intolerancia es enemiga de la democracia, en eesta no hay temas que no puedan ser examinados libremente.

Mirtha Legrand: Mirtha, respecto de las declaraciones de Gómez Centurión: «Me parecen fuera de lugar, totalmente». Señora usted como madre que ha perdido un hijo, no puede ignorar el de las madres que se quedaron sin los suyos, por el ataque terrorista de los setenta. Hubo una guerra señora, que no buscó Argentina, sino que nos atacaron sangrientamente. No se olvide de quienes dieron su sangre y ahora injustamente su libertad, por defender su derecho a expresarse.

Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano: Dijo «La posición de Gómez Centurión está lejos de la del Gobierno en esta materia. Casi en veredas opuestas». Consultado sobre si tendría funcionarios así, contestó: «No, yo personalmente no. Porque además mi área, obviamente, está muy ligada a esa temática, con lo cual la gente que colabora tiene otra forma de mirar la realidad y tiene otra responsabilidad en torno a esta cuestión». Les recordamos al Ministro que él tiene a la colaboración de supuestas organizaciones de derechos humanos, que hacen la apología de la violencia política y que no se preocupa por los mas de 2000 prisioneros políticos, que lo están inconstitucionalmente, violando su derecho de defensa en juicio. Me preocupa que el Ministro de Justicia se aproxime a Stalin.

Por su parte, Rogelio Frigerio, dijo: “no es una cuestión de números, que haya un desaparecido es un problema gravísimo”. Claro debería tener en cuenta los números da cada lado y que alguien a quien el admira, Arturo Frondizi, condenó expresamente la guerrilla de los setenta.

María Eugenia Vidal y Carolina Stanley opinaron que Gómez Centurión debería pedir disculpas. Si alguien debe pedir disculpas por lo que piensa, donde esta la libertad de expresión. Otra gran decepción porque han coincidido con quienes creen que algunos tienen licencia para matar y otros no tienen derechos humanos. Así no se crea la cultura de seguridad.

Con la libertad

La periodista Fanny Mandelbaum, en cambio, «defendió» el derecho del titular de la Aduana, afirmando: «no le podés prohibir a nadie que diga lo que piensa. Podés estar de acuerdo o no”. Ésta es la posición en una democracia, que todavía no tenemos, porque como vemos, no existe una cultura democrática y esta todavía obstaculizada por los mitos que creo el terrorismo, hoy olvidado.

Fanny Mandelbaun ha expresado lo que es la libertad de expresión, columna vertebral de la democracia.

Unos licencia para matar otros sin derechos humanos

Las “verdades oficiales” fueron parte de las bases de los gobierno de Hitler, Mussolini, Stalin, Mao Tse Tung, Fidel Castro y por ende de los admiradores de este último en Hispanoamérica.

“La propaganda se convierte en un arma terrible”, sostenía Adolf Hitler y los ignorantes caen en la trampa de las frases de su ministro de propaganda, Paul Joseph Goebbels: “Miente, miente que algo quedará”. Esto es lo que ha conseguido el terrorismo socialista en Argentina. Inventar una leyenda con ribetes míticos y prejuiciosos y a la que le han agregado el tabú dogmático que no puede discutirse y se sanciona a quien lo hace.

Les conviene a algunos políticos, periodistas e intelectuales, supuestos defensores de la democracia, considerar las palabras de Evelyn Beatrice Hall, en su libro Los amigos de Voltaire (1906), quien recreó una conversación del pensador francés, que resumía su pensamiento liberal: “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero estaría dispuesto a dar mi vida para que puedas decirlo”.

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