Por Manuel Lichtenstein.-

¿Cuál será la verdad de la muerte o asesinato de Néstor Kirchner, que muchos que fueron sus opositores no hacen nada para que se investigue la razón por la que el féretro nunca estuvo a cara descubierta, si fuera que se respetaran las costumbres cristianas de velar a sus muertos con el ataúd destapado?

¿Por qué será que de eso no se habla, como que no sea que, al final de cuentas, como se da casi siempre, entre bueyes no hay cornadas?

Mas la verdad, que es la única realidad, revelaría el misterio de la muerte de Néstor habida cuenta que no es muy difícil deducir que si se destapara al féretro, revelaría que es lo que hay en él.

Creo que si buscan verdades claras e indiscutibles, comenzando por el napoleónico sarcófago, muchas de los intríngulis con que se enfrenta esta pálida justicia, se ahorrarían, además, se adelantarían muchos ítems que hoy permanecen medio oscuros, favoreciendo a Cristina y sus cómplices, que por algo muy groso mantuvieron al muerto en la oscuridad de un cajón tapado.

Me llama mucho la atención que por tratarse de una decisión de la familia de Néstor Kirchner fuera de lo normal, no se alzaran voces de todos los sectores de la sociedad clamando por develar estos misterios que si se aclararan, nos encontraríamos con un magnicidio sin castigo.

Mucho se habla ahora de que Cristina podría ir presa, pero en los pensamientos y deseos íntimos de Macri, rechaza la idea de que Cristina pierda todos los juicios, que son muchos que está ventilando la justicia en contra de ella.

No creo que desaparezca de cuajo la corrupción en los gobiernos si se hiciera justicia con los políticos y funcionarios delincuentes involucrados con Cristina, pero por lo menos, una clara actitud de trabajar con limpieza, le daría a la sociedad la esperanza de que el rumbo del gobierno tiende a purificar todo lo más posible y no como resultó la gestión gobierno de los Kirchner y sus seguidores.

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