Por Rodolfo Patricio Florido.-

Si le sacan los fueros se terminó la candidatura de Cristina. Pero no lo hacen ni lo harán; le tienen miedo… quizás ¿porque algunos de los que se los podrían sacar se llevaron alguna valijita para sus campañas regionales? Dicen que el Gobierno polariza pero ellos son los principales responsables de que Cristina les siga significando una amenaza. Ella lo sabe y ellos también. Claramente no encuentran la respuesta. Los cálculos personales no cierran. No son pocos los que subalternizan sus necesidades de supervivencia a un carro que flota y que los dirige hacia su isla de confort.

Los Intendentes del conurbano bonaerense no parecen pensar en la elección nacional, solo los desespera sus propios, pequeños pero únicos feudos. Muchos de ellos terminan siendo eslabones de fueros y necesidades personales de la familia de la ex Presidente. El tiempo de las palabras políticamente correctas y los eufemismos se están agotando aunque parezcan lejanos. El riesgo del regreso del odio y la venganza puede estar más cercano de lo imaginable. Los límites se pueden borrar en cualquier momento. Las mafias también mueven y moverán sus fichas.

Ella, mientras tanto, es absolutamente incapaz de imaginar otro destino que no sea volver a la Presidencia. Subaltenirzarse a cargos legislativos menores no entra en sus cálculos, es ella o no es nadie. En esos cálculos imagina que los problemas económicos de Macri la acercarán a su regreso. La mediocridad de los Intendentes, de algunos Gobernadores y sus propias y ajenas necesidades de impunidad no permiten ni permitirán recorrer o explorar otros caminos.

¿Sacarle los fueros y permitir su detención? Como señalé al principio, no es una pregunta que realmente se hagan. No pueden hacerlo. ¿Quiénes deben firmar esos desafueros habrán recibido sus propias valijas para sus campañas electorales provinciales? Cristina sabe las respuestas. Ellos pueden dañarla… pero ella puede destruirlos. ¿O alguien cree que teniendo en sus manos la posibilidad de enviarla a la cárcel y mejorar sensiblemente su performance electoral con Alternativa Federal… no lo hacen por principios?

Es como la realidad o la falsedad del carísimo cuadro de Páez Vilaró presuntamente regalado por Sergio Massa a Cristina por su cumpleaños siendo ella Presidente. Ella dice que se la regaló Massa, este dejó trascender que fue un regalo del propio Páez Vilaró a Cristina en la inauguración de Casa FOA en el Tigre allá por el 2008. Ni ella dijo… mentí, ni Massa salió frontalmente a decir… mintió. Y Páez Vilaró ya está muerto para desmentirla. ¿Entonces que quiso hacer Cristina? Muy simple, mostrar su capacidad de daño hacia aquellos que compartieron el poder durante los primeros años del kirchnerismo. Mensaje a Massa y a Pichetto. ¿Vos fuiste Jefe de Gabinete mientras las valijas llegaban a la Rosada a Olivos y a Juncal y te querés hacer el distraído?

Cristina es así y ya no está Néstor para contenerla. Ella no pide consideración, exige que se cumplan sus órdenes. Conoce como nadie las miserias de sus detractores dentro del propio peronismo y sabe que si no logra disciplina en su alrededor, su destino y probablemente el de su hijo será la cárcel o en el mejor de los casos la prisión domiciliaria.

Por otra parte está la disciplina esperanzada de sus funcionarios y testaferros presos. Los De Vido, los Baratta, los Lázaro Báez, los Cristóbal López los Milani, los Boudou y tantos otros que mantienen su esperanza de libertad en el regreso de la Jefa, el disciplinamiento látigo en mano de la Justicia y la creación de una nueva puesta en escena en donde todos ellos fueron perseguidos por “una derecha capitalista reaccionaria y los medios hegemónicos”, por haberse ocupado de los pobres. Algunas lágrimas por aquí y por allá, una suerte de apertura de cárceles similar a 1973, una linda puesta en escena para transformar a los ladrones en héroes, mientras se anuncia un aumento extraordinario de salarios y planes “para devolverle a los pobres lo que el capitalismo concentrado les robó”… y así la euforia y la venganza crearán una nueva película aprovechando los errores y el sacrificio del reordenamiento económico de Cambiemos.

¿Es esto posible? Posible ES… ¿probable?, aún NO. El tema es que el kirchnerismo y sus nuevos socios procesados como Moyano, no tienen otro camino que recorrer. Es este camino o una década de cárcel, vejez y luego olvido.

El dilema del peronismo de los Urtubey, Uñac, Pichetto, Schiaretti, Massa y otros, es que si no la desafueran, aún corriendo los riesgos del beso de la mujer araña, serán luego ellos los responsables de sus propios destinos dinamitados… ¿o alguno de ellos cree por ventura, conociendo realmente a Cristina que ella los perdonará por la falta de solidaridad activa? Ella, no es Néstor. Él, -como a ella le gusta nombrarlo-, podía ser violento y agresivo pero también pragmático. Ella, no. Quizás incluso, se sienta libre de expresar su naturaleza más primaria sin cortapisas.

Ella intentará todo. Se mostrará dispuesta a negociar puestos, cargos menores, mayores, todo lo que se necesité a cambio de la verticalidad del peronismo, para luego faltar a todos sus compromisos. Esa es su naturaleza, cruda y descarnada. Ella no aceptaría una jubilación anticipada de Bonadío.

El dilema del peronismo es si termina con el kirchnerismo aún corriendo el riesgo de perder el 2019 o se reconstruye y refunda para ser una opción razonable de un país distinto en donde el peronismo sea un modelo de alternancia entre mundos distintos pero no autodestructivos.

Para ella no hay dilema. Volver es la única consigna y luego, terminar con el peronismo que quiera reformarse, con la Justicia que quiere redescubrirse, con un parlamento con aspiraciones de equilibrio y negociación y con una oposición republicana que mira casi ingenuamente con la Constitución en la mano como se la arrancan para destrozarla.

El 2019 será mucho más que una elección. Será la decisión sobre la continuidad de una Democracia Republicana o asumir los riesgos de un camino hacia un totalitarismo maquillado en una presunta lucha de clases. La lógica y la racionalidad no siempre alcanzan si hay una cierta ingenuidad construida por una racionalidad burguesa de clase media asustada.

Un intendente que gobierna una de las localidades más pobladas de Buenos Aires fue concreto al momento de poner en palabras las limitaciones que la ex jefa de Estado genera en la reorganización del peronismo. «Cristina tiene que tomar una decisión entre diciembre y febrero. Si llega a ese momento con las encuestas que la posicionan perdiendo y sin poder ganar el ballotage, debería dar un paso al costado. Sería lo ideal», afirmó. Los intendentes son pragmáticos. No suelen morir con las botas puestas. Pero el Intendente se equivoca en algo, Cristina no sigue la lógica del Poder sino que construye su propia lógica y en esta hay una naturaleza primaria personal y no partidaria. A Cristina no le importa nada el Peronismo, solo le importa ella y su cuota de Poder y de daño. Ni siquiera le importa perder en tanto que sus adversarios peronistas tengan que buscarla luego para reconstruir espacios luego de sus fracasos. Si puede ganarle a Macri lo intentará y si no puede querrá quedarse con el peronismo residual, presentable o Federal, aprovechando el eventual fracaso de sus constructores para luego tratar de destruir a CAMBIEMOS desde la oposición. ¿Lo logrará? Muy poco probable… ¿Qué porque lo intenta? Porque es su naturaleza y aún con su inteligencia y oratoria no puede ir contra lo que es.

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