Por Malú Kikuchi.-
Córdoba. Domingo de Pascua. Estadio Mario Kempes. Partido de fútbol entre Belgrano y Talleres. Emanuel Balbo, 22 años, aprendiz de carpintero, ¡evangélico oficio!, desde la popular norte, un grupito de 5 o 6 bárbaros, lo arrojan desde la tribuna, a metros de distancia.
Balbo llegó al hospital con muerte cerebral. Murió al día siguiente. Es sólo una anécdota, casi una nota de color periodística. Por increíble que parezca, el partido no se suspendió. Los negocios son más importantes que la vida de un ser humano. ¡El partido se jugó! ¡Los bárbaros pudieron disfrutarlo!
Los bárbaros son eso, irrescatables marginales, sin respeto alguno por la vida. No vale la pena hablar de ellos, son tema del poder judicial, quizás de un psiquiátrico. ¿Pero los espectadores? Eran muchos, muchos más que los atacantes, hubieran podido detenerlos, por lo menos intentarlo. Pero no.
No lo hicieron. Miraron como si formara parte de un espectáculo que no les interesara. Con indiferencia. Inmóviles, quietos, impasibles. Atacaban a un muchacho, deberían haber hecho algo, lo que fuera, pro no lo hicieron. ¿Por miedo? No, eran más. Por insensibilidad hacia el otro, sin recordar que todos son el otro para el otro.
Una sociedad enferma, enferma grave. Una sociedad tan acostumbrada a la violencia que ya la tiene incorporada a lo cotidiano. Pero por acostumbrada que esté la sociedad, no puede, no debe quedarse impasible frente a la violencia que está ante sus ojos y que puede evitar. Está deshumanizada.
Lo que no se puede perder bajo ninguna circunstancia, es la humanidad. Es lo que diferencia al hombre de los animales. Y los que miraron como a través de la TV el asesinato de Emanuel Balbo, habían perdido su calidad humana. No horroriza tanto el homicidio como la indiferencia de los espectadores ante el mismo.
Los asesinos, salvo milagro, lo seguirán siendo. Los espectadores ¿podrán volverse humanos y reaccionar como tales ante otro episodio del mismo tipo? ¿Serán capaces de sentir empatía por el agredido, existan o no existan razones para agredirlo? ¿Llevará mucho tiempo humanizarlos?
Preguntas de difícil respuesta. En cuanto a los dirigentes del Belgrano y de Talleres, ¿qué decir de la decisión de seguir y jugar el partido como si nada hubiese ocurrido? En el fútbol los dirigentes son los primeros culpables de la violencia permanente en los estadios y sus alrededores.
El poder de las barras bravas es casi omnímodo sobre los dirigentes de sus clubes. Que más allá del cacareado amor por la camiseta, es un gran negocio al que no renuncian. Si los dirigentes no son cómplices activos, por lo menos lo son pasivos y les permiten a las barras lo que no les debieran permitir.
Por supuesto que son chantajeados con armar escándalos durante los partidos si no les dan lo que piden: entradas, el control del estacionamiento, la venta del “merchandasing” y “otras cosas”. Y los dirigentes no tienen coraje para enfrentarlos.
La policía no controla todo lo que debiera. ¿Porque no sabe cómo, porque no puede, porque no quiere, o porque no se lo ordenan? Tampoco tiene el coraje que debiera tener. Y acá entran los gobiernos, que por las razones que fueran, no toman las medidas correctas para terminar con este flagelo. También les falta coraje.
Y tanta falta de coraje de todos los responsables directos de la muerte de Emanuel Balbo, también son responsables de la indiferencia criminal de los espectadores del estadio Kempes, que el domingo de Pascua vieron, cómplices impávidos, cómo mataban a un chico de 22 años, aprendiz de carpintero, amante de la música.
Para sentir más vergüenza, Balbo, ya en el piso con muerte cerebral, ante la mirada CÓMPLICE de los espectadores, alguien, le robó las zapatillas.
¿Dónde se pide la baja de la sociedad?
22/04/2017 a las 3:19 PM
Señora Malú, apreciadísima persona que marcó a fuego en mi, la presencia de Spes en la casi vacía Caja de Pandora:
como el tratamiento de este tema por las vías habituales nos llevaría, indefectiblemente, hasta donde termina una vía muerta de ferrocarril, es que mediante una semejanza indecorosa y algo cruel, pretendo ofrecer una solución a tal acto de BARBARIE.
¿¿PORQUÉ MORÍAN TAN JÓVENES LOS “MUCHACHOS BIEN”, que dilapidando el vento de Padres y Abuelos enfilaban a PARÍS…, el corazón occidental de farra y joda…??: porque iban a hacer esgrima contra los gonococos y treponemas de la Gonorrea y la Sífilis., que aquí no faltaban, por supuesto.., pero las portadoras de allá, las “francesitas”…, eran el vicio a que aspiraban.
Y con los partidos de fútbol, acá, está pasando algo similar.., porque el que va a la cancha corre riesgos como el que viajaba, y a veces quedaba “anclado en París”, con la diferencia de que los Microbios de dos Patas y cerebros de hormiga de estos lugares, no dan la oportunidad del tiempo de incubación para mitigar o curar…, porque rompen o matan en el acto.
Por lo tanto (lástima que no hay tecla para poner los tres puntitos que esto mismo indican en Matemáticas), transportándonos imaginariamente a principios del Siglo XX.., ¡¡no más París hasta que Fleming descubra la Penicilina, y efecto benéfico de la indeseada Segunda Guerra Mundial empiece a producirse en cantidad!!…, y sin movernos del tiempo que vivimos, ¡¡basta de ir a jodernos la vida a los “reñideros de fulbo”!!, hasta que se aplique la correspondiente medicina a tan bárbaro mal.
Guille
22/04/2017 a las 3:29 PM
Pretender que los “hincha de fubol” piensen es como pretender ir a otra galaxia caminando.
El sujeto que falleció sufría de anencefalia. Para escapar de los golpes no fue hacia las escaleras de salida sino que pretendió bajar saltando por la baranda de la tribuna.
Otro anencefálico le robó las zapatillas mientras agonizaba en el suelo de la tribuna inferior.
22/04/2017 a las 4:53 PM
ENTONCES, PORQUE NO EXISTE LA PENA DE MUERTE EN ARGENTINA …….ASI TAMBIEN PARA LOS VIOLADORES ASESINOS , ABUSADORES DE MENORES Y JOVENES 80 AÑOS SIN 1 X 2
22/04/2017 a las 6:14 PM
¿Esperan que algo cambie?
Noticia de hoy: “Detuvieron a 11 barras de Racing con un revólver, balas, cuchillos y droga”
23/04/2017 a las 11:42 AM
Respondiendo a Javier y a David, pero va para todos.
¡¡NADIE ESPERA QUE NADA CAMBIE!!…, los “ratas” porque se sienten cómodos, como lombriz californiana reptando y comiendo vegetales podridos; los “pensantes” pueden dividirse en dos grupos: los prisioneros de las creencias religiosas, ” ” “cada una de ellas “verdadera” y no las otras que lo mismo afirman” ” “, y los que no lo están pero cuidan hasta la cobardía el opinar diferente. También están las infaltables excepciones, como el caso presente de David y quien escribe, al cual los fanáticos crucificarían o empalarían o lapidarían con gusto, de acuerdo a “sus verdades”, y que ni siquiera miran de reojo los “cuidadosos”, para no tentarse a “pisar el palito”.
Para dejar de ser “esperante”, se debe, primero.., decir que es lo que se desea y considera superador de lo actual, y después, si da el cuero, la imaginación y los atributos.., recomendar como, de que manera posible…, sabiendo desde el mismo momento de enunciarlo, y teniendo en cuenta las bases de nuestra estructura social, la inmensidad de opiniones distintas a lo propuesto que le esperan, pues: “Entre los Pueblos Sajones, la Cosa Pública es de todos; entre los Latinos…, no es de nadie”
Guille
22/04/2017 a las 6:23 PM
RECUERDO QUE HACE UNOS 15 AÑOS, SIENDO SIMPATIZANTE DE INDEPENDIENTE, CONCURRÌ A LA CANCHA DE RIVER PARA VER EL CLASICO ENTRE EL LOCAL Y BOCA. SIMPLEMENTE PORQUE NUNCA HABÌA VISTO UN ENFRENTAMIENTO ENTRE ELLOS.
LO CIERTO ES QUE ME HALLABA EN UNA PLATEA ALTA Y RIVER GANÒ 2 A 1. LOS DE BOCA QUE ME RODEABAN, ENARDECIDOS POR LA DERROTA, COMENZARON A ROMPER LAS BUTACAS Y A PRENDERLES FUEGO. INTERVINE A LOS GRITOS PARA QUE DEJARAN DE HACERLO Y VARIOS ME INSULTARON Y ME DIJERON QUE YO ERA DE RIVER. INCÒMODO MOMENTO. FELIZMENTE ME ILUMINÈ Y LES DIJE QUE ERA DE BOCA IGUAL QUE ELLOS, PERO QUE RIVER NOS FACTURARÌA A PRECIO DE ORO LOS DETERIOROS. ESO LOS NO LOS DISUADIÒ, SIGUIERON ROMPIENDO Y QUEMANDO. CREO QUE ME SALVÈ. LA MUCHEDUMBRE CON ODIO ES MUY PELIGROSA.
22/04/2017 a las 8:01 PM
Señora Usted Conoce a José Santos Minardi, y sabe que clase de persona es; fíjese lo que pide en este espacio, (desubicado) y lo que le responden:
“José Santos Minardi.
22/04/2017 at 5:49 PM
Estoy enfermo sin recuperación, y sguir viviendo en ese estado en una intensa tortura. No puedo andar, (a lo sumo camino dos cudras y casi no puedo volver), me duelen todos los huesos y las vísceras, y los calmantes me reventaron el hígado, casi he perdido la memoria, no puedo recordar los nombres de mis parientes, ni de los lugares en que viví.
Tengo una fiebre constante de entre 38,4 y 39,9 (anoche tuve 41 grados hasta hoy a las 9 de la mañana).
No creo en nada ni en nadie, pero le pido a algún lector con sentimientos humanos, que me diga una manera de terminar mi existencia sin dolor.
Por favor responda quien lo sepa, no doy más, no tengo fuerzas para tirarme por el balcón.
José Santos Minardi joseminardi@teleworm.us
Responder
MORITE minardi Y ANDA A LA CONCHA NEGRA Y ROTA DE TU REPUTA MADRE.
22/04/2017 at 6:05 PM
No abran ese puto enlace que es un virus, un worm.
PERO JODETE minardi ANDA LA CONCHA DE TU PUTA MADRE Y REVENTA CAGATE MURIENDO PUTO DEL ORTO. SEGURO SOS LA RATA javier ferrero QUE ESTÁ EMPUTECIDO JODIENDO EN EL FORO.
Responder
Fabián Anolles
22/04/2017 at 7:55 PM
Ustede es un excremento de hiena, (come-mierda). Y si es mierda, con seguridad es un peronista, chorro, cagador y por sobre todo PUTITO…
Responder
Fabián Anolles
22/04/2017 at 7:51 PM
José:
llame a su hija y pídale que lo aloje en el negocio. Ahí tendrá la oportunidad de elegir el medio, una still o uan Kango por encima de usted acostado en un molde de viga. (No se olvide de enchufar las máquinas a la corriente).
si hubiera visto a un médico, ahora no estaría así, ya es tarde lo suyo no tiene cura y nadie quiere hacerse cargo de usted.”
Pídale a Victorio que haga algo por este pobre hombre…
23/04/2017 a las 12:21 PM
Penas de cárcel para piqueteros violentos
Joaquín Morales Solá
LA NACION
Hace unos meses, las imágenes de televisión mostraron a un grupo de manteros que corrían agresivamente a un patrullero policial. Parecía una sátira. Fue risible si no hubiera sido también lamentable y dramático. Hace poco, en los días de la epifanía piquetera, se vieron grupos de personas, por lo general con la cara cubierta, arremeter violentamente contra las fuerzas de seguridad. Un gendarme resultó con un ojo seriamente herido en las recientes refriegas para desalojar la Panamericana.
Durante 12 años, las fuerzas policiales fueron agredidas por manifestantes, y también lo están siendo durante el gobierno de Mauricio Macri.
Una negociación avanzada ahora entre la administración de Macri y sectores del peronismo (en el Senado, fundamentalmente) promueve una dura modificación del Código Penal para elevar las penas de los que agredan o desobedezcan a integrantes de las fuerzas de seguridad. Un agravante que aumentará las penas será la agresión o la rebeldía con la cara cubierta.
En las últimas manifestaciones apareció un grupo, que se autodenomina Resistencia Piquetera, cuya singularidad consiste en que todos sus integrantes llevan el rostro oculto. Esa modalidad es una advertencia inconfundible de que se está por cometer un delito. ¿Para qué, si no, esconderían la cara?
De esa negociación participan cuatro interlocutores, por ahora.
Los ministros de Justicia y de Seguridad, Germán Garavano y Patricia Bullrich, y los senadores Miguel Ángel Pichetto y Rodolfo Urtubey. La presencia de este último permite agregar a un quinto protagonista: el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, jefe político del peronismo salteño. No se estableció todavía quién presentará formalmente el proyecto en el Senado. Podría ser el peronismo, a través de Urtubey, o el propio gobierno. El dato significativo es que tanto el oficialismo como la oposición seria concluyeron que la calle no puede ser propiedad de piqueteros sin límites ni medidas.
El objetivo final del proyecto es que la ley, más que la represión, sea la que termine disuadiendo a los violentos. El temor a la cárcel existe entre piqueteros y sindicalistas. ¿Ejemplo? En los días de fiesta piquetera de hace un mes, nunca apareció Fernando Esteche, el líder de la violenta agrupación Quebracho. Esteche está en libertad condicional y regresaría a la cárcel si fuera detenido por cometer un nuevo delito. Un caso aparte es el de la Justicia.
La modificación del Código Penal busca también dejar sin alternativas a jueces demasiado benevolentes. Muchas veces las fuerzas de seguridad recibieron la orden judicial de no actuar ni detener a los autores de delitos cometidos en el marco de protestas sociales. Jueces y fiscales proclamaron que se corría el riesgo de un uso indebido de la fuerza del Estado.
Los autores del proyecto aclararon que éste “no busca criminalizar la protesta ni limitar o impedir el derecho a manifestarse”. Pero tales manifestaciones sociales deberán hacerse pacíficamente y dentro de la legalidad. La idea (y la negociación) surgió después de que la administración y la oposición responsable constataran que se mezclaban en el espacio público el reclamo genuino con las operaciones desestabilizadoras. La CGT, por un lado, que pidió autorización para exponer sus críticas y hacer su acto, aunque éste se desmadró luego.
Por el otro, los piqueteros con la cara cubierta o grupos violentos de izquierda, como los que terminaron arruinando la concentración cegetista. El problema se agrava porque los recursos actuales del Código Penal son muy limitados para llevar ante la Justicia a los grupos violentos.
En concreto, el proyecto que circula entre los negociadores aumenta a entre tres y seis años de prisión la pena para el que intimide o agreda a un funcionario público y a las fuerzas de seguridad que le presten asistencia. La pena será de cuatro a ocho años de prisión si la agresión se diera en el contexto de un piquete o se usaran armas, palos, proyectiles o material explosivo. Esta última y más elevada pena de prisión se aplicará para los que usen contra las fuerzas de seguridad algún vehículo.
El proyecto también prevé penas de seis meses a un año de prisión para el que desobedezca una orden de cumplimiento inmediato emanada de un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones. Esto es: para desalojar un piquete o cualquier obstrucción de la vía pública.
La pena se elevará de uno a tres años de prisión si, además, empleara la fuerza o la intimidación para resistir la orden. La pena aumentará de dos a cuatro años de prisión si los culpables ocultaran su rostro o si tocaran con sus manos a las autoridades. Por autoridades se entiende a jueces, fiscales y fuerzas de seguridad.
La reforma está inspirada en legislaciones vigentes en Colombia, Chile, Uruguay, Perú y España. Y tiene antecedentes en anteproyectos de modificación del Código Penal de 2006 (gobierno de Néstor Kirchner) y 2012 (gobierno de Cristina Kirchner). También un proyecto parecido de reforma fue presentado en 2015 por diputados nacionales del massista Frente Renovador.
La participación de Pichetto y Urtubey consolida una mayoría en el Senado, donde el Gobierno está en franca minoría. El oficialismo espera sumar en la Cámara de Diputados a Sergio Massa y, quizás, a Diego Bossio. Primero el proyecto deberá ser aprobado por el Senado. Desde ya, esta modificación del Código Penal será duramente criticada por los partidos de izquierda y por los movimientos sociales. Si el Congreso finalmente aprobara la modificación, se acabaría con un enorme margen de impunidad para trastornar el espacio público.
Cierto orden en las calles y rutas fue una promesa electoral de Macri, pero es también una ambición del peronismo que aspira a recuperar el Gobierno. En rigor, sólo el peronismo kirchnerista fue extremadamente condescendiente con el desorden público; el peronismo menemista no lo fue. Tampoco Perón, cuando estuvo en el gobierno, fue comprensivo ni tolerante con los disturbios en el espacio público.
La falta de respuesta del Estado en estos años a la violencia piquetera se respaldó en dos argumentos. Uno refiere al derecho a la protesta y a la defensa a ultranza de la política de no reprimirla, sobre todo cuando reclama por cuestiones sociales. El otro es más político y difícil de probar: desde Néstor Kirchner hasta Rodríguez Larreta se escuchó el razonamiento de que las fuerzas de seguridad podían tirarle un muerto al Gobierno.
Es cierto que hay policías provinciales, como las de Buenos Aires y Neuquén, que no hacen nada o, cuando hacen, terminan con uno o dos muertos. Son emblemáticos los casos de Kosteki y Santillán, en Buenos Aires, y del maestro Carlos Fuentealba en Neuquén.
La Gendarmería, a su vez, siempre desmintió que fuera culpable de la muerte de dos activistas, en diciembre de 1999, durante el desalojo del puente que une Chaco con Corrientes. Es, en efecto, un problema más de la impericia (o de las conspiraciones) de las policías provinciales que una cuestión generalizada de las fuerzas de seguridad.
Entre muertos reales y eventuales, entre el temor de la política y la parálisis de las fuerzas de seguridad, se fue consolidando una cultura según la cual todo es posible. Desde obstruir autopistas (donde los automovilistas quedan definitivamente atrapados) hasta escupirles y pegarles a policías, gendarmes y prefectos.
Otro proyecto de reforma del Código Penal, esta vez del Gobierno, limita seriamente el delito de sedición y amplía los márgenes de la libertad de expresión. En verdad, el director de la División América de la prestigiosa organización de derechos humanos Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, le pidió en su momento a Macri que derogara el delito de sedición. Fue cuando protestó por la prisión de Milagro Sala. El Gobierno está negociando ahora con esa organización y con Amnesty International las modificaciones al Código Penal que prevé proponerle al Congreso.
En síntesis, el proyecto estipula que en ningún caso podrán interpretarse como un delito de sedición las expresiones o los hechos que se efectúen en el ejercicio de derechos humanos o sociales o de cualquier otro derecho constitucional.
En este caso, el Gobierno toma distancia velozmente de la experiencia venezolana, donde Nicolás Maduro mete presos a sus opositores por la mera sospecha de que quieren tumbarlo. O de lo que podría haber sido el cristinismo si hubiera continuado en el poder. También Cristina Kirchner apelaba a la supuesta sedición cuando alguien le decía que no. Vagamente redactado, el delito de sedición es una herramienta eficaz para los gobiernos autoritarios que tienen la eternidad como meta.
23/04/2017 a las 5:29 PM
Borges y la pelota
“Usted debe de ser muy famoso”. La afirmación cruzó el aire y se instaló en la cara de César Luis Menotti transmutada en gesto de sorpresa. Que sí, que no, que tal vez, que en una de esas por ser campeón del mundo… El Flaco balbuceó una posible respuesta y antes de que pudiera ensayarla, Jorge Luis Borges remató la faena: “Porque mi empleada me pidió un autógrafo suyo”.
http://www.elgrafico.com.ar/2016/07/12/C-11242-borges-y-la-pelota.php
24/04/2017 a las 9:12 PM
Delincuencia bonaerense, cada vez más joven y violenta
El cuadro delictivo de la provincia de Buenos Aires muestra más tiroteos con la policía, el peso de la droga y la juventud de quienes delinquen……………………EDITORIAL – CLARIN
25/04/2017 a las 1:20 AM
Gente infiltrada en el entorno de CFK , y que ella desconoce ; dejo filtrar la info que a traves de contactos de La Campora en el exterior , – fugados por vincularselos con Delitos – ; manejaron las “invitaciones” en Paises de Europa , ….invitaciones truchas , para que la bolsa de mugre y siliconas cogote de tortuga , pueda viajar al exterior con su hija , con el verso de las “conferencias en Europa “.
La movida consistiria en NO RETORNAR , pidiendo asilo politico , aduciendo “persecuciones politicas e ideologicas, hacia ella y su familia” y asi , intentar safar de sus Causas Judiciales , por connivencia , complicidad y sociedad criminal con el Delito Organizado Internacional , por el Desfalco y Robo de los Recursos del Estado Argentino y su responsabilidad en el ASESINATO DEL FISCAL FEDERAL NATALIO ALBERTO NISMAN.
APOYO AL JUEZ BONADIO !!!
NINGUN PERMISO A LA ASESINA !!!
QUE NO SE VAYA DEL PAIS !!!