Por Justo J. Watson.-
Breves, bellas en su cruel brutalidad, las palabras de Abel Posse (diplomático, académico y autor criollo nacido en 1934) describen con filosa precisión el momento histórico en que “se jodió” la Argentina.
“Perón fue el gran corruptor que dividió al país entre pueblo y explotadores. Distrajo a los de debajo de seguir ganando y progresando con el trabajo honesto, como los gallegos y los tanos e inauguró un espacio de democracia ajena a toda republicanidad. Frenó una marcha igual a la de Estados Unidos, de Canadá, de Australia y sembró la sospecha de estafa de clases en una sociedad que era realmente abierta”.
Agregaríamos, en una sociedad con gran movilidad social ascendente que desde hacía 50 años se movía en el top ten planetario no sólo en lo económico sino también en lo educativo, en lo laboral, en salud pública, infraestructura ferroviaria y edilicia entre muchos otros ítems.
A pesar del absoluto desastre del actual, enésimo gobierno peronista (cuyos lapidarios guarismos, gravísimas pruebas de latrocinio, estúpidas mentiras a repetición y dramáticos efectos sociales obviaremos para no aburrir al lector), recientes encuestas consignan que un 15% del padrón electoral volvería a votar a sus responsables si las elecciones fuesen mañana. Dato que no sería tan humillante para el promedio de inteligencia del país si no fuese porque los mismos sondeos detectan por cuerda separada un 10% adicional de “voto vergonzante”, con lo que se concluye que un impactante 25% del electorado les seguiría dando su apoyo.
Sobre un padrón de aprox. 34.340.000 electores habilitados, serían 8.585.000 personas dispuestas a emitir un tipo de voto cómplice que va de lo inmoral a lo claramente delincuente.
¿Por qué delincuente? Porque implica la pretensión de elegir a sicarios políticos que los representen en la tarea de someter por la fuerza reduciendo a la más brutal servidumbre fiscal y reglamentaria a millones de compatriotas para que los subsidien a como dé lugar; continuando y agravando el pisoteo de sus proyectos de vida, implícitos en las (hoy derogadas de facto) garantías constitucionales que protegen la propiedad privada, origen de toda libertad civil y progreso económico.
Habiendo todos ellos de tal modo “jodido” a la Argentina, ahora tratan de que sigamos sufriendo un gobierno delincuente por alzamiento contra nuestra Constitución y su preclaro mandato de “sociedad abierta”. Sistema generador de riqueza social; con bajos impuestos, libre mercado, integrado al mundo, republicano en subsidiariedad, ética, austeridad y división de poderes. Lo que excluye privilegios oligárquicos como lo son sin sombra de duda los que ostentan los políticos de la casta, los empresaurios protegidos y los sindicalistas mafiosos. Oligarcas argentos que traicionando a la patria para llenar con coimas sus famosos bolsos de dólares, hundieron al país y multiplicaron por diez la miseria.
Un 25% de gente que abjure de nuestro contrato social y que adscriba a un modelo de dictadura de tipo nicaragüense, ruso o venezolano (mafio-narco-clepto-kakistocracias), es demasiado.
Esa actitud estato-esclavista, de abierta falta de respeto a la propiedad, de prepotencia resentida propia del ladrón, del parásito profesional, del que es pasto de complejos de impotencia y de inferioridad por malas decisiones de vida (y de voto) tomadas durante mucho tiempo… es lo que excede y quiebra al sistema. Corporizando un virtual escupitajo sobre nuestros próceres, traicionando sus ideales desde adentro en procura de “joder” al país para salirse con la suya.
Ese 25% de voto cómplice, entonces, no es hoy otra cosa que una Quinta Columna anti-argentina; cipaya; colaboracionista para con el ejército de ocupación y saqueo de las múltiples oligarquías y mafias peronistas. Y se constituye en masa crítica dispuesta a la acción directa, al paro, al bloqueo y a la militancia anti republicana dentro del mismo Estado contra cualquier gobernante que intente reinstaurar la vigencia constitucional y su sabia sociedad abierta.
En otra época, San Martín, Güemes, Belgrano, Rosas o Urquiza hubieran pasado por el sable a sus cabecillas (y a unos cuantos más) por alta traición.
Hoy sólo esperamos que una justicia implacable los alcance. Veloz, resarcidora y duramente ejemplar en penas.
Sería una guía ética; una luz de esperanza; un camino posible de reinserción emocional, moral y mental (en definitiva, institucional) para esos más de 8 millones de conciudadanos perdidos; tóxicos para cualquier proyecto viable de sociedad.
Esa Justicia igualitaria, seria, valiente y tajante es, por otra parte, casi la única alternativa a una eventual deriva hacia intentos secesionistas y/o a la explosión definitiva de nuestro fallido nacional.
Porque, cuidado, la grieta a ultranza, el llegar al extremo de ya “no querer convivir” con quienes tienen tan grandes diferencias en cuanto a proyecto de país, sentido de la vida y de la honra, fue lo que en su momento desató tanto la guerra civil española como el monstruoso éxodo venezolano.
01/12/2022 a las 6:00 PM
Excelente análisis Mr. Watson. Sólo nos queda una mínima esperanza que el 75 % restante haga de una vez lo que corresponde en materia cívica e institucional.
01/12/2022 a las 6:06 PM
Felicitaciones Don Watson. Totalmente de acuerdo. Salúdeme a Connan Doyle y a Holmes.
01/12/2022 a las 8:15 PM
Para mi se jodio argentina gracias a los radicales con Yrigoyen.
Con el voto universal obligatorio. La republica real en vez de la posible.
La obligatoriedad del voto reduce su calidad y fuerza el voto desinteresado.
La universalidad le dio poder a los que no aportan al sistema a decidir sobre el patrimonio de los demas.
El daño que causo eso ha sido incremental.
Peron no es el causante del fracaso es solo su mayor colaborador.
Sobre si el poder judicial es la unica alternativa pues no lo creo.
De los tres poderes del estado el peor visto es el judicial. Nuestra sociedad no es una que entienda que es la ley. No ha sido nuestra historia.
Toda esa fe democratica es como repetir un mantra y negarse a atender la realidad de las cosas.
Yo en cambio si prefiero la desintegracion de la nacion argentina en otros territorios. Me parece que es mejor que cada uno busque su propio destino por separado. Por un lado porque buscar la continuidad de una sociedad fallida no ofrecera soluciones. Por otro porque la administracion de estados pequeños hace que el gobierno sea mas facilmente controlado por los habitantes al tenerlos mas cerca. Y nada me gustaria mas que deshacerme del bastion peronista de BsAs que nos hunde a todos. O tener que estar sosteniendo feudos inviables en el norte y en el sur. Es mas probable recuperar eventualmente el federalismo de ese modo.
06/12/2022 a las 3:55 PM
En el fondo, concuerdo con Ud., Javier.
Lo que plantea es libertarianismo real. Anarcocapitalismo con secesión de las partes podridas. Es lo correcto, lo justo y lo más satisfactorio para quienes ponemos la libertad y el mérito por delante de todo, descreyendo de la política para creer, sí, en la cooperación y en la solidaridad voluntarias.
Nuestro artículo se sitúa unos pasos por detrás, tratando de salvar la distancia hacia ese futuro deseable mas aún utópico (la democracia también fue utópica en su momento) mientras la guerra cultural en proceso despeja un poco más el camino.
02/12/2022 a las 9:00 PM
Ahora ES TARDE. Ya tenemos tropas Chinas en el territorio, comisarías de inteligencia china; han comprado empresas y territorio, con total desconocimiento de la ciudadanía, al igual que en Chile. Solo queda que un milagro, que además no existen, les abra los ojos a esa mayoría silenciosa que trata de participar en las elecciones lo menos posible, acuda a las urnas y derrote por aplastante mayoría todos los patrones de estancia que se han enseñoreado por todo el territorio, haciéndose dueños de vida, bienes y derechos. Cosa harto difícil a esta altura de los acontecimientos. Argentina ya terminó su existencia hace tiempo y no hay general capaz de llevar a la tropa a una victoria segura. Vayan poniendo el brazo para la serie de vacunas que faltan y esperen la muerte sentados en el umbral de su casa.
03/12/2022 a las 7:51 PM
Don Estanislao Zeballos. Concuerdo con Ud. Duele decirlo. La Argentina es un gallinero inmundo, las gallinas ponedoras cacarean todo el tiempo mientras los iobos y los cerdos nos gobiernan y en prisión las viejas águilas guardianas.