Por Israel Rabinowicz.-

Lo conocí hace más de 30 años, pero la relación principal fue con su padre y con su hermano Pepe, a través de ellos llegué al recientemente fallecido Alejandro Romay con quien eran socios en Canal 9, también por ellos me convertí en importante aportante económico en una durísima campaña electoral por la presidencia del ACA, Automóvil Club Argentino, en aquellos momentos desde hacía muchos años en manos del mitológico Dr. César Carman, la lista que ellos apoyaban venía patrocinada por Germán López, el hombre más cercano y querido por el ex Presidente Ricardo Alfonsín, unos de los pocos, posiblemente el único por quien él a su muerte lloró.

Hoy yo debía estar en Italia para un programado encuentro periodístico, en las últimas horas todo vertiginosamente cambió. Conociendo el drama de las inundaciones en la Provincia de Buenos Aires antes de su partida telefónicamente me contacté convencido de la suspensión del mismo, las circunstancias obligaban, me sorprendió escuchar que nada para ellos había cambiado, que el viaje se mantenía.

Están rodeados por asesores que cobran millones de dólares, genios pensantes, seguramente los gritos de euforia no permitieron escuchar cuando éste modesto y envejecido firmante con sus aún pocas neuronas activas les advirtió, cuidado, piénsenlo bien, se están equivocando en grande, seguramente con las reacciones a la vista ya cada uno de ellos está culpando a otro, ninguno asume errores ni responsabilidades, miran al costado, todos muy flojos de reflejos.

Ahora de nada vale que Scioli anticipe el regreso a Buenos Aires, el daño está consumado, entre los dedos se le esfumó el ganar en primera vuelta.

Hasta la próxima.

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