Por Oscar Edgardo García.-

Miguel de Cervantes Saavedra, en la segunda parte del Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha inmortalizó una expresión que permanece vigente en nuestros días: «Plega a Dios, Sancho, que así sea, porque del dicho al hecho hay gran trecho».

Carlos Menem, en el año 1996, realizó una extravagante promesa al anunciar que «la Argentina tendría un sistema de vuelos espaciales» afirmando que «dentro de poco tiempo se va a licitar un sistema de vuelos espaciales mediante el cual desde una plataforma, que quizá se instale en Córdoba, esas naves van a salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratósfera, y desde ahí elegirán el lugar donde quieran ir, de tal forma que en una hora y media podremos estar en Japón, Corea o en cualquier parte del mundo».

Néstor Kirchner, en el año 2006, realizó una de las grandes promesas de su gobierno: la creación de un tren de alta velocidad, o tren bala, que uniría las ciudades de Córdoba, Rosario y Buenos Aires en tres horas.

Cristina Fernández de Kirchner, en enero de 2008, siendo presidente de la Nación, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, anunció oficialmente la creación del famoso Tren de Alta Velocidad Argentino: el Tren Cobra. La iniciativa prometía generar hasta 25.000 empleos sólo para la construcción de las vías que se extenderían unos 710 kilómetros. El tren tendría una velocidad máxima de hasta 320 kilómetros por hora y una capacidad de transporte de 1.018 pasajeros.

En su discurso manifestó: «Es un salto a la modernidad. Y la modernidad es una cuestión absolutamente estratégica», explicando cómo funcionaría el Tren Cobra: «Uno accede en el centro de la ciudad a una estación de trenes, tiene que llegar solamente un minuto antes de que parta del andén y llega también al centro de la ciudad, a la cual decide ir, sin necesidad de trasladarse a los aeropuertos, que por lo general están siempre en las afueras de la ciudad y requieren de media hora para llegar o más a un aeropuerto y una hora, por los menos, de check in».

El presidente Alberto Fernández en el año 2023 inauguró el tren de pasajeros a Mendoza, que es más lento que el que dejó de funcionar en 1993, es decir, hace 30 años.

El primer mandatario manifestó en su discurso: «Estamos celebrando que el tren ha llegado a Mendoza y es un logro. Muchos creyeron que íbamos a vender una mentira pero acá está el tren» y expuso su conformidad diciendo que «Palmira dejará de ser una ciudad fantasma donde deambulaba gente sin trabajo».

Sus razones tendrá para omitir las pertinentes menciones de la realidad: la frecuencia será semanal, para recorrer alrededor de 1.000 kilómetros le demandará entre 26 y 28 horas en razón de que hay tramos en los que el tren debe marchar a 40 kilómetros por hora y serán insignificantes los  nuevos empleos que se produzcan en la localidad mendocina adonde el tren finalizará su recorrido la que, por otra parte, se ubica a 40 kilómetros de la capital de la provincia.

Viendo de dónde hemos partido y adónde hemos llegado, la propia realidad testimonia por sí misma el resultado final del mentiroso relato peronista que no hace más que confirmar que «del dicho al hecho hay gran trecho».

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