Por Raúl Mario Ermoli Galluppi.-

Los vecinos de Rosario les dicen a los móviles de los canales de TV que suelen recorrer los barrios cosas cómo:

“Los gendarmes están nada más que para hacer presencia, porque no hacen nada para atacar los bunkers, y/o detener a los que venden drogas en los barrios…”

“Patrullan de a dos o tres caminando como paseando… suponemos para dar alguna “sensación de seguridad»… pero no sirve absolutamente de nada si no hacen “inteligencia” con “datos concretos” para apresarlos… Si lo hicieran, en muy poco tiempo podrían lograrlo. Y hacer «inteligencia» no tiene ningún secreto; muy simple: señores agentes federales, hablen con los vecinos y pregunten.”

Y muy en relación con esta maldita inseguridad que padecemos, no sabemos si reír o llorar por la actitud de la señora vicepresidenta, que continuamente hace referencia al atentado contra su vida de parte de los llamados «copitos», en especial por el supuesto copito-sicario que empuñó fallidamente un arma, pero siempre relacionando este hecho como parte de una conspiración internacional que abarcaría desde gente de Cambiemos, como el diputado Milman, o seguidores de Macri en general, hasta un senador del Congreso de los EEUU, que acaba de denunciarla como corrupta…

Bueno, pero más allá de todas estas especulaciones políticas quisiéramos decirle a esta buen señora que somos miles los argentinos que a diario sufrimos toda clase atentados, de agresiones, con no pocas pérdidas de vidas, en el marco de una violencia que no cesa de aumentar desde hace varias décadas, en las cuales la señora fue dos veces presidente del país, y no recordamos que alguna vez se haya solidarizado con las miles de víctimas del accionar delictivo, de parte de los delincuentes, mucho más avezados en el uso de las armas, que el “copito” mencionado, miles de argentinos que han tenido mucha, pero mucha, menos suerte que la señora en su atentado….

¿Hasta cuándo?

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