Por Hernán Andrés Kruse.-

En las últimas horas, el diario El País de España publicó un escrito del presidente de la Nación en el que hace un resumen de su primer año a cargo del Poder Ejecutivo. Se trata, realmente, de uno de los escritos más delirantes de un presidente de la Argentina.

Dijo Macri: “Argentina está dando vuelta la página. Lo digo con enorme orgullo y admiración por los argentinos, porque es gracias a ellos que este cambio fue posible. Hace un año los argentinos decidimos transitar juntos un camino nuevo; el camino hacia un país que trabaja en equipo, que dialoga, que respeta a las instituciones. Un país donde crecen los valores del consenso, de transparencia y previsibilidad que son la base del crecimiento y de la integración de nuestro país en el mundo, ocupando el lugar que merece en el escenario internacional. Hoy la mayoría de los argentinos tiene esperanza, hay una visión optimista con respecto al próximo año y la mayoría de la gente cree que estaremos mejor como país. Muchos entienden que la resignación y el miedo paralizan; que las divisiones impiden generar relaciones de confianza y abrir oportunidades. Lo mismo vale hacia fuera del país, y en la medida en que generamos relaciones honestas y transparentes con los demás aparece la confianza y las oportunidades de un crecimiento mutuo. Para poder sentar las bases de esta nueva forma de relacionarnos y de vitalizar e innovar nuestra economía fue necesario ordenarnos internamente. Comenzamos a eliminar los obstáculos que durante años habían impedido el crecimiento a largo plazo y nos habían llevado al estancamiento, como el cepo cambiario, las retenciones a las exportaciones y el default que nos mantenía fuera del sistema financiero internacional. Al mismo tiempo, buscamos crear una serie de medidas dirigidas a proteger a los sectores más vulnerables incluyendo el aumento en la Asignación Universal por Hijo y el establecimiento de tarifas sociales para los servicios públicos. Transparentamos y sinceramos las estadísticas públicas de pobreza y desempleo para que los argentinos conozcan la verdad y para tener un punto de partida confiable con el cual podremos juzgar con el tiempo si hemos avanzado o no en el camino hacia un país sin pobreza, que es nuestro principal objetivo de gobierno. Hemos tenido que tomar decisiones difíciles, pero aun así hoy dos de cada tres argentinos confían en que el Gobierno tiene la capacidad para resolver los problemas del país y sabe que hacerlo llevará tiempo”.

“El Congreso argentino ha tenido uno de sus años más productivos en décadas, sancionando por ley muchas de las reformas mencionadas. Pocos creían posible esto al comienzo del año: en un Parlamento sin mayorías, el diálogo fue más fuerte que las diferencias. Y así es como está creciendo la confianza de los argentinos: como ejemplo, el sinceramiento fiscal aprobado por ley ha superado ampliamente las expectativas, lo cual es importante además porque la recaudación ayudará a saldar la deuda a largo plazo que tenía el Estado con 2,3 millones de jubilados y pensionados. Creo firmemente que este cambio de valores ayuda a crear un mejor ambiente para la inversión, el desarrollo y la creación de empleo. La inflación que golpeaba el bolsillo de los argentinos ya muestra claras señales de desaceleración y crece el interés y la confianza en nuestra economía por parte de la comunidad internacional. En este 2016 que se cierra se anunciaron proyectos de inversión públicos y privados por más de 55.000 millones de euros. Además, la ley de participación público-privada facilitará la financiación e inversión en proyectos de infraestructura vitales para potenciar el desarrollo hacia delante. Al mismo tiempo, hemos comenzado a consolidar nuestro lugar en el escenario global. Hemos estrechado nuestros lazos con el mundo, dando la bienvenida a muchos de los principales líderes internacionales, impulsando importantes relaciones comerciales bilaterales y multilaterales con países de todo el mundo. Aquí quiero destacar nuestro importante lazo con España, con la que compartimos una historia común de amistad y con la que podemos potenciar sectores clave de nuestras economías como el turismo, el comercio y las telecomunicaciones, entre otros, y que además es un aliado clave en el camino de un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. Hoy el mundo necesita alimentos y energías sostenibles y nuestro país tiene muchísimo para ofrecer en estas áreas. Producimos alimentos para 400 millones de personas y esperamos doblar nuestra producción en los próximos cinco años. Nuestro potencial energético es enorme y los resultados de las últimas licitaciones para la generación en energías renovables dan cuenta del interés mundial por producir en Argentina. Y tenemos muchísimos más sectores de gran potencial en la industria, en los servicios, la cultura y tanto más. Más allá de las dificultades de la transición, sentimos que podemos o que hemos dado vuelta una página y que estamos en el camino para construir entre todos un país de oportunidades que está listo para ser parte de la solución a los grandes problemas globales” (fuente: La Nación, 18/12/016).

A esta altura no se sabe si el presidente realmente cree todo esto o si es un cínico y perverso. Ojalá, por el bien del país, que sea un ingenuo que está convencido de lo que está haciendo. Pero estamos en la Argentina y ese solo hecho nos hace ser precavidos. ¡Tantas veces nos han mentido! ¿Por qué no lo haría Macri? Porque la realidad nada tiene que ver con el escrito que le publicó El País. Es cierto que recibió una economía en un estado complicado. Cuando asumió el 10 de diciembre de 2015 había inflación y la pobreza era escandalosa. Pero también es cierto que todas las medidas económicas que tomó hasta ahora no han hecho más que beneficiar a los sectores concentrados en detrimento de los sectores populares. La devaluación, los tarifazos, la inflación, la apertura indiscriminada de las importaciones, han perjudicado a la clase trabajadora. Hoy su salario vale mucho menos que hace un año. Con 100$ se puede comprar menos (al menos un 40%) en diciembre de 2016 que en diciembre de 2015. Tiene razón el presidente cuando afirma que el país está en condiciones de alimentar a 400 millones de personas. Entonces es una afrenta que haya un 30% de pobreza. No puede ser que haya hambre en un país rico en recursos naturales como la Argentina. Macri sabe que no podrá cumplir con su promesa de pobreza 0. ¿Por qué insiste entonces con esa falsa promesa? Cambiemos lleva un año en la Casa Rosada. Le faltan tres años más para cumplir con el mandato presidencial de Macri. De la capacidad y el coraje del presidente para modificar el rumbo de la economía dependerá que el próximo trienio no sea como lo ha sido para el pueblo el primer año: un suplicio.

El juez federal Julián Ercolini le dio al establishment un magnífico regalo de navidad: el sobreseimiento de los dueños de Clarín y La Nación por el “desapoderamiento extorsivo” de la empresa Papel Prensa a la familia Graiver durante el régimen dictatorial de Videla, lo que fue denunciado por Eduardo Luis Duhalde en 2010. Los beneficiados por Ercolini son Héctor Magnetto, Ernestina Herrera de Noble y Bartolomé Mitre, quienes habían sido imputados pero que en ningún momento prestaron declaración indagatoria, tal como había solicitado el fiscal Leonel Gómez Barbella. Para el juez la hipótesis del vínculo entre el terrorismo de Estado del que fue víctima la familia Graiver y la venta de la principal productora de papel del país, quedó “desvirtuada”. Además, consideró que las torturas que dicha familia recibió en centros de detención pertenecientes al Circuito Camps “habrían estado originadas por las deudas previas o por relaciones financieras entre el grupo empresario y la agrupación Montoneros”. El juez también sobreseyó a Raymundo Juan Pablo Podestá, ex secretario de Desarrollo Industrial de la dictadura, y a Guillermo Juan Gainza Paz, intermediario de la operación. El 12 de marzo de 2015 el juez decidió no indagar a Magnetto, Mitre y compañía. En ese momento el pedido de imputación había estado a cargo de Gómez Barbella. Anteriormente lo habían hecho Duhalde y la señora Lidia Papaleo, viuda de David Graiver, dueño de la empresa hasta el 7 de agosto de 1976, día en que el avión que piloteaba explotó en México. La junta militar sabía desde hacía un tiempo que Graiver administraba fondos provenientes de la organización Montoneros. Videla, Massera y Agosti les propusieron a los dueños de Clarín, Razón y La Nación hacerse cargo de Papel Prensa, según el testimonio del secretario del Ejército y estrecho colaborador de Videla, el general José Villareal. Gómez Barbarella acusó a los imputados de “haber obligado mediante intimidación al grupo Graiver y sus allegados” a vender las acciones y aseguró que la maniobra que definió todo se produjo el 2 de noviembre de 1976, día en que fueron convocados el hermano de Graiver, sus progenitores, Lidia Papaleo, dos contadores y dos abogados del grupo, por Bartolomé Mitre, el CEO de Clarín y Patricio Peralta Ramos (fallecido presidente de La Razón) para legalizar la transferencia a través de las firmas correspondientes. El fiscal recordó que el CEO clarinista apartó a la señora Papaleo “en un sector de la habitación, desde el cual la obligó a firmar los documentos de cesión de las acciones en su poder bajo la amenaza de muerte contra ella y su hija”. Afirmó, además, que la amenaza “se encontraba respaldada por los sucesos intimidatorios que la habían tenido por víctima en los meses anteriores y que Magnetto sólo podía conocer y usufructuar en virtud del acuerdo que lo unía con los funcionarios de la dictadura cívico militar”. Indicó que “Peralta Ramos le aseguró a Rafael Ianover” (contador de Graiver, también presente) que “nada le ocurriría ni a él ni a su familia en tanto firmara los documentos por los que se obligaba a ceder las acciones de Papel Prensa S.A. que ostentaba como testaferro de David Graiver”.

Según Ercolini los elementos que existen no son suficientes como para ordenar las indagatorias y ordenó tasar la empresa para probar o rechazar la hipótesis según la cual Papel Prensa fue vendida y adquirida a un precio irrisorio. En su apelación, el fiscal enfatizó que la pericia contable lejos está de ser el meollo de la acusación porque si la venta de la empresa fue producto de intimidaciones y amenazas “la extorsión se configura de todas maneras” y rememoró que desde el inicio de la causa se produjo la muerte de cinco imputados (en la causa, es bueno tenerlo presente, se habían recibido únicamente cinco testimoniales). Meses después el fiscal Germán Moldes hizo una excepción y desistió del recurso de apelación. Según Ercolini “no se ha probado que la venta de las acciones de la empresa haya sido a un precio vil o de desproporción alevosa”. Y agregó: “Si se tiene en cuenta que las acciones de la empresa fueron vendidas a un total de 8.300.000 dólares no se advierte que el precio haya sido inferior a la inversión realizada para la compra de aquella empresa, máxime si se contempla el apremio económico que convocaba a la familia Graiver y la urgencia que tenían en deshacerse de las empresas que conformaban el Grupo, en miras a poder-con su producido-cancelar las deudas contraídas por David Graiver”. A su vez, dio por no probada la relación entre los empresarios que compraron Papel Prensa y la serie de “coacciones, intimidaciones y amenazas” de las que fueron víctimas hasta ese momento, que atribuyó a “deudas previas o por relaciones entre el grupo empresario y la agrupación Montoneros”. Respecto a las amenazas del CEO de Clarín a la viuda de Graiver, el juez señaló que “sus dichos (de la señora Papaleo) no fueron corroborados” por los demás testigos que fueron protagonistas de aquella reunión en la sede del mitrismo. Con las pruebas reunidas el magistrado consideró que “no habría existido en el proceso de negociaciones previas y de compra” de las acciones de la empresa “maniobra alguna que pueda considerarse irregular”. Descartó “conexión o vinculación” de los empresarios con acciones delictivas sufridas previamente por los familiares de David Graiver y remarcó que la venta se debió al “descalabro financiero y de liquidez” en que había entrado el grupo y su necesidad de vender activos para hacer frente a la situación. En su resolución el magistrado jamás hace mención de la afirmación del general Villareal sobre la necesidad de solucionar el tema lo antes posible y sobre su rol como mediador ante Mitre, Peralta Ramos y Magnetto, quienes primero hablaban con Villareal y a posteriori con Jorge Rafael Videla (fuente: “Regalo navideño para Clarín y La Nación”, Página/12, 17/12/016).

En su edición del domingo 18 de diciembre La Nación publicó un interesante artículo del investigador Enrique Peruzzotti en el que hace un balance del 2016 enarbolando la tesis del triunfo de la antipolítica sobre la democracia liberal. Cuando se produjo el derrumbe del Muro de Berlín y la posterior implosión de la Unión Soviética, la humanidad creyó que se estaba en presencia del momento culminante de la oleada democratizadora que había tenido sus comienzos en los setenta en el continente europeo. Tal fue el impacto de lo que aconteció en el mundo entre 1989 y 1991 que algunos académicos se atrevieron a anunciar el fin de una época y el comienzo de otra caracterizada por la hegemonía global de la democracia liberal. El ejemplo más emblemático fue el de Francis Fukuyama quien directamente aludió al fin de la historia considerada como escenario del conflicto bélico entre concepciones ideológicas antagónicas. Según el académico nipón, luego de batallar duramente durante todo el siglo XX contra concepciones antiliberales finalmente el modelo occidental de democracia cantó victoria. Parecía un punto de inflexión histórica, el inicio de una era marcada por la difusión planetaria de las ideas medulares del liberalismo democrático. Fue entonces cuando se popularizó el término “globalización” para caracterizar a un mundo que había pasado a ser una gran aldea capitalista y democrática. Sin embargo, en 2016, un cuarto de siglo más tarde, se produjeron acontecimientos políticos de gran relevancia que han puesto en duda el dogma del fin de la historia. En efecto, la victoria de Donald Trump, el triunfo del Brexit y el ascenso de los nacionalismos europeos desafiaron los valores basales del orden global neoliberal: la diversidad, el multiculturalismo, la apertura y la convivencia pacífica de las diferencias.

Peruzzotti expresa con razón que el triunfo del liberalismo democrático estuvo acompañado por la victoria del capitalismo. El colapso económico del imperio soviético y el proceso de liberalización económica que comenzó a tener lugar en el gigante asiático (China) constituyeron las fases más dramáticas del triunfo del capitalismo sobre el socialismo. Esta victoria implicó una revolución en las comunicaciones, lo que generó una gran expansión y aceleración de los flujos financieros y de capital. Al mismo tiempo comenzó a tener lugar un increíble aumento del comercio internacional. En Europa Central y Europa del Este tuvo lugar una triple transición hacia la democracia liberal, el capitalismo y la integración transnacional. En América Latina el panorama era diferente ya que, por un lado, se iniciaba un fuerte proceso de consolidación de la democracia, pero, por el otro, la economía liberal y el proceso de integración subregional presentaban dificultades. A pesar de ello, parecía inexorable el triunfo definitivo de la democracia liberal. En los últimos años ese optimismo en la democracia liberal comenzó a flaquear, lo que se tradujo en el brote de expresiones políticas que han decidido desafiar los valores de la democracia liberal. En América Latina, señala el investigador, surgió el chavismo como la expresión más elocuente de rechazo por la democracia liberal. También el autor destaca a Rafael Correa en Ecuador. En su opinión son dos regímenes que no han dudado, en especial el chavismo, en arrasar los derechos y las instituciones paradigmáticos de la democracia liberal. En Europa se observan procesos similares. En Francia, Bélgica, Grecia y Hungría han surgido partidos xenófobos cuya popularidad viene creciendo de manera ininterrumpida. Pero para el investigador el real peligro que hoy enfrenta la democracia liberal proviene de aquellos partidos y gobiernos que enarbolan las banderas democráticas pero que desprecian a la democracia liberal. “El verdadero fantasma que azota hoy a la democracia liberal”, sentencia Peruzzotti, “es el del populismo, es decir, fuerzas políticas que pretenden avanzar un ideal democrático anti-liberal”. Según el autor “el crecimiento que experimenta el populismo no está desligado de la difusión exitosa que la democracia liberal ha alcanzado en diversas partes del mundo. Por el contrario, debe ser entendido como un corolario de dicho proceso” (…) “el populismo expresa una alternativa contestataria que se desarrolla en sociedades en las cuales la soberanía popular provee el principio incuestionable de legitimidad política. Eso indica que la tesis de Fukuyama no puede ser totalmente descartada. Más bien, puede ser reformulada: lo que observamos no es tanto el triunfo de la democracia liberal, sino el debilitamiento de aquellas ideologías abiertamente antidemocráticas” (…) “La vitalidad política de la que goza el populismo en la actualidad indica precisamente que las amenazas a la democracia liberal provienen paradójicamente de fuerzas que hablan en nombre de la democracia” (…) “Como muestra el presente con respecto al optimismo de Fukuyama, ningún proceso puede pensarse como irreversible. Se puede por tanto pensar que tampoco iniciamos un irreversible camino al autoritarismo y dar batalla política a los desafíos del presente” (…) “Quizá la solución no se encuentre ni en la democracia liberal como la hemos conocido ni en su presente negación populista. Requerirá de imaginación política diseñar un modelo democrático que combine la protección de libertades y las respuestas a las demandas y frustraciones que han alimentado el presente ciclo populista”.

Es vital, entonces, para el futuro de la humanidad encontrar un régimen político que proteja las libertades y derechos del hombre y sea eficiente a la hora de garantizarle una vida digna para evitar su expulsión del sistema.

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