Por Israel Rabinowicz.-

Dicen que lo corto y bueno es doblemente bueno. A pocos días de la primera vuelta todo indica que los resultados de la segunda ya están firmados, para Scioli todo ya está terminado.

El desorden, la desorientación y las cruzadas acusaciones dentro de lo que se puede llamar el núcleo duro de Scioli es clara demostración de que todos conocen que el precipicio está al alcance de las manos, ahora viene el sálvese quien pueda, el todos contra todos, el 22 de noviembre es simplemente una formalidad. Un botón de muestra confirmado por el que éstas líneas escribe, las principales figuras del equipo económico de Massa ya tienen ubicación con Macri, seguramente también muchas primeras espadas de Scioli están tanteando el terreno para averiguar qué buena ocupación laboral pueden obtener, los vientos soplan hacia una sola dirección, el gran desbande hacia donde calienta el sol…

Para Scioli está claro que su futuro político está terminado, en sus manos 2 alternativas, una perder por goleada y asumir sobre si toda la responsabilidad de la derrota, pasar al olvido con toda esa carga o, para sorpresa de todos realizar la jugada que por su carácter es la menos prevista, con un muy medido discurso dar un paso al costado.

A partir de ése momento otros serán los responsables de la derrota, que cada uno asuma su responsabilidad política, por una vez él habrá salvado su honor, su orgullo y respeto. Y a la Argentina que él quiso presidir le habrá evitado un mayor desgaste, operaciones con el dólar de por medio, incertidumbre y caos, un enorme tiempo perdido, los que se van porque ya nada les importa salvo salvar su propio pellejo, los que vendrán al estar insertos en la campaña no tienen tiempo para otra cosa.

Las medidas del shock económico ya están preparadas y redactadas, fuerte devaluación y liberación total del mercado cambiario, arreglo con los fondos buitres encubierto y disfrazado dentro de un gran paquete de casi US$ 30,000 millones en préstamos internacionales y la reinserción de Argentina en el mundo financiero, los intermediarios y comisionistas de para bienes, un muy atractivo blanqueo de capitales, desgravaciones impositivas para incentivar la producción, disminución y eliminación de retenciones, una fiesta para la bolsa, nada nuevo, es el pasado que regresa con los mismos nombres, el mismo árbol genealógico que está presente, que permanece firme y se readapta a cualquier terreno, ideología o gobierno.

Como Macri no es un líder, detrás de su figura una suma de movimientos políticos que solamente los une el no a todo lo que tenga que ver con Kirchner, los problemas no tardarán en aparecer, éstos también son cíclicos, cuando se agote el dinero de la bonanza y de los giros a las cuentas en el exterior, los que ahora apoyan serán los primeros en protestar, a tomar distancias, a ellos mucho ayudarán aquellos que electoralmente, políticamente, ya desde ahora comienzan a pensar a 4 años vista.

Hasta la próxima.

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