Por Malú Kikuchi.-

Cada vez que suceden hechos terribles con jóvenes, muchos de ellos menores de edad, la pregunta obligada es: ¿dónde está el Estado? Y resulta que el Estado está, o ausente, o cumpliendo mal sus funciones. Pero más allá del Estado, la pregunta previa debería ser y ¿dónde están los padres?

Los descontroles se suceden, nos enteramos cuando los medios nos informan que hubo muertos y heridos. El 15/4/2016, Time Warp, fiesta electrónica en Costa Salguero. Público joven, mayores de edad, algunos menores, variedad de drogas sintéticas, mala atención médica.

Jóvenes clase media con buen poder adquisitivo, ni la fiesta, ni las drogas eran baratas. 5 muertos, 5 internados, muchos descompuestos. El estado porteño a través de su Agencia de Control y la Prefectura Naval, más otras personas han sido acusadas formalmente. Los padres, ¿dónde estaban?

Para festejar el día de la primavera, un chico alquiló por $400, una casa quinta en Moreno. Dice la dueña de casa que le exigió que no fueran más de 150 invitados y que no se anunciara en las redes sociales. En las redes, sobre todo en Face Book, se anunció como la fiesta “Proyecto xxx”.

“Proyecto x” basado en un hecho real, es un filme de Nima Nourizad, que cuenta una fiesta de chicos en una casa, sin adultos, que termina muy mal. En FB la consigna decía: “alcohol, drogas y fierros”. La palabra violencia se reiteraba. Fueron entre 500 y 600 chicos. Llegaron en ómnibus charteados.

Una inspectora pasó por el lugar, le dijo a la dueña que había mucha gente, se fue. Otra vez el Estado falló. Muchos menores de edad. De pronto, el descontrol. Tiros, puñaladas, pedradas, botellas rotas, cualquier elemento para herir o matar. Un muerto, 13 heridos, demasiados lastimados.

El 22/9, en Luján, un chico del que se habían burlado porque llevaba una gorra determinada, acuchilló a uno de los burladores, lo mató (17 años) e hirió de gravedad a dos más. Está prófugo. En Rafael Calzada un menor de 15 años apuñaló a otros 3, internados con pronóstico reservado.

Entre Time Warp y Proyecto xxx, Luján y Rafael Calzada, hay diferencias económicas. Pero el mismo vacío existencial que tenían que llenar de cualquier manera y a cualquier costo. Con alcohol, con drogas, con violencia. Con lo que fuera, siempre algo destructivo, para ellos y los demás.

Y los padres, ¿dónde están? ¿Dónde estaban mientras sus hijos crecían? ¿Dónde estaban cuando los chicos debían ser educados? No hay que equivocarse, la escuela informa, los padres forman. ¿Dónde estaban los padres que en vez de enseñar valores, hablaron de precios?

No es fácil educar un hijo. Es largo, a veces pesado. El trabajo dentro y fuera de la casa no deja demasiado tiempo. Pero no hay excusas, educar es prioritario. Los adolescentes son problemáticos, crecer es difícil, los padres se confunden, los hijos también. Pero no hay excusas, educar es prioritario.

Hay padres ausentes aunque estén presentes. Otros directamente no están. Algunos padres son desconocidos. Pero la o las personas que tienen a su cargo a los chicos, estén en la situación en que estén, deben educarlos en algunas cosas muy básicas, de esas que no se aprenden estudiando.

Respeto por el otro, honestidad aunque falte lo esencial y que el trabajo es la única salida. Alejarse de la violencia, el alcohol y las drogas. Ni el alcohol, ni las drogas, ni la violencia solucionan ningún problema, los aumentan. Enseñarles que la vida es un privilegio, que matar o morir lleva siempre a la muerte temprana. Eso lo saben hasta los analfabetos. No lo enseñan.

Si se sube socio económicamente, hay padres ocupados en “cosas importantes”, que nunca lo serán más que la educación de sus hijos. Creen que con pagar un caro colegio bilingüe se cumplió con la cuota educativa. El resultado está a la vista. Chico mayores o menores de edad, muriendo porque sí, por rabia, por vacío, por cansancio, por demasías o por carencias. Sin valores. Con precios.

El Estado es responsable en cuanto a proveer y prever seguridad, pero la responsabilidad indeclinable, es la de los padres.

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