Por Rodolfo Patricio Florido.-

“En un espíritu corrompido no cabe el honor”… esta frase de Tácito hace casi 2000 años nos mostraba lo profundamente errado que puede suceder cuando las sociedades apuestan a desentenderse por supuestos delitos menores, siendo que estos son o tienen el potencial de enhebrarse o facilitar otros en apariencia más graves. Coimear políticos, construir pistas de aterrizaje ilegales, montar la logística de distribución y hasta el crear empresarios “exitosos”, es una distracción en apariencia inocente que conlleva el peor de los venenos, el que no se observa ni se siente… hasta que el cuerpo está muerto.

Hace una semana aproximadamente abordé y creo que demostrándolo, que algo en apariencia menor como el contrabando de cigarrillos, tiene connotaciones y “negocios paralelos” que destruyen lo que transitan y construyen otros delitos. Hoy por hoy la fabricación, distribución y comercialización de cigarrillos adulterados no solo destruye vidas (se ha encontrado hasta arsénico en su interior) sino que propicia la proliferación de una logística en la que se entremezcla ese delito primario con el lavado de dinero, la distribución de droga, de armas e incluso la trata de blancas. Obviamente toda la sociedad se perjudica y ni que hablar de los cientos de millones de dólares que Brasil, Chile, Uruguay y Argentina dejan de percibir porque el delito no paga impuestos.

La impunidad es de tal magnitud, sostenida por un delito en apariencia menor, que existen fuertes sospechas en toda la región y en los EEUU respecto a que el contrabando de cigarrillos termina por ser la base de anclaje del terrorismo internacional y tráfico de drogas. Es por eso que en Noviembre del 2017 un grupo de especialistas norteamericanos, sostenido y apoyado por la Cámara de Representantes de los EEUU estuvieron dando una Conferencia en la Argentina, mostrando y demostrando la profundidad de este delito en lo económico y en lo relacionado con las FARC colombianas y el ELN del mismo país.

Así, el legislador norteamericano David Pittinger expuso en el Foro Internacional de Inteligencia y Seguridad en su convicción de que en la Triple Frontera existen negocios que financian grupos armados en Medio Oriente y las FARC/ELN. Asimismo, en junio, representantes del Departamento del Tesoro visitaron el enclave, en tanto que Emanuele Ottolenghi, experto en terrorismo de la Fundación para la Defensa de las Democracias, de Washington, afirmó que en la Triple Frontera se blanquea dinero que proviene de la venta de las drogas y que termina por financiar a Irán o grupos como Hezbollah. Esta tesis la comparte con Joseph Humire, del Center for a Secure Free Society, otro de los invitados al foro.

La gravedad y el interés de todo esto, lo gráfica el haberse dado cuenta que con la menospreciación del contrabando de cigarrillos se término por dar entrada y desarrollo a estas otras actividades, hoy por hoy entrelazadas en una suerte de “Sociedad” oscura. No entenderlo así implica repetir errores gravísimos que terminaron por entronizar al Presidente Paraguayo, Cartes, hoy en la lupa de varios gobiernos, por las más que fuertes sospechas de que es así que; por primera vez, un Estado puede ser el sujeto encubridor o facilitador de semejantes delitos.

Un ejemplo tremendo

El caso del secuestro de Cecilia Cubas Gusinky, hija del ex presidente de Paraguay y su asesinato (murió enterrada viva) demostró que esta relación entre contrabandistas paraguayos de la Triple Frontera y las FARC eran un negocio incipiente que hoy está cristalizado. Algún distraído podrá afirmar que las FARC ya no existen porque acordaron su desactivación en Colombia. Craso error. Aún las FARC tienen del orden de los 2000 millones de dólares que precisan lavar ya que, obviamente no los entregaron como parte del acuerdo. En aquel secuestro, seis colombianos miembros de las FARC, entraron por Bolivia dos meses antes del secuestro. Luego de la muerte de la hija del ex mandatario, los colombianos escaparon impunemente del Paraguay. Su entrada al país no fue registrada porque lo hicieron de forma clandestina. ¿Cómo? Se sospecha fuertemente que lo hicieron a través de los circuitos ilegales del contrabando. También contaron con el apoyo del grupo de ultraizquierda local Patria Libre (que luego fuera base de apoyo del grupo guerrillero paraguayo “Ejército del Pueblo Paraguayo” también relacionado con la triple frontera y el contrabando en todas sus expresiones. De hecho, Fueron acusados dos “sospechosos”, Juan Arrom, miembro dirigente del movimiento Patria Libre (fundado en 1990) y Anuncio Martí, periodista y militante del mismo movimiento. Por aquel entonces un medio local afirmaba… “Esto termina de desacreditar a Paraguay –reino del contrabando y supermercado de armas– frente a la comunidad internacional”.

Pasaron los años y la menospreciación regional hizo que el delito creciera y un empresario de dudosa matriz económica legal, cuya producción ilegal tabacalera cae una y otra vez en allanamientos fuera de sus fronteras, llegara a la Presidencia. Mientras la impunidad se enseñorea, el Grupo Cartes se hace rico y los países vecinos sufren la complejidad del contrabando y la pérdida de cientos de millones de dólares por inexistencia tributaria. Esta evasión tiene consecuencias que pocos analizan. Hospitales que no se hacen, rutas que no se ejecutan, trabajadores sin trabajo y la creación de un ejército de trabajadores ilegales que son carne de cañón mientras que sus destinos personales será inevitablemente el de la miseria más absoluta, sin jubilaciones ni coberturas sociales que los acojan cuando su cuerpo no tenga la vitalidad de los años. Y, en el detrás de escena, una corrupción que avanza como un cáncer sin tratamiento.

Por otra parte, la trata de blancas, especialmente menores de edad, crece. Algunos estudios internacionales advierten que habría, en la zona de la Triple Frontera, más de 3500 menores de edad sometidos a la esclavitud sexual para ser sometidos en un marco de perversión impresionante.

El daño económico

Tomemos dos ejemplos. Argentina y Chile. En Argentina la recaudación por impuestos de cigarrillos estaría o habría superado los 2000 millones de pesos. O sea, si el mercado ilegal sigue creciendo, la evasión podría alcanza números equivalentes y el lavado de dinero crearía emprendimientos varios de cuyo dudoso origen hacen imposible el control. Pueden adquirir bienes muebles, inmuebles, empresas, medios de comunicación, etc. ¿Hay manera de competir con lo ilegal? Imposible para los privados, imperativo para los Estados Nacionales. Es por eso que las reuniones se multiplican para tratar de comenzar a investigar y reprimir toda esta ilegalidad.

Chile y sus autoridades se suman a las charlas, por ahora reservadas, secretas o informales ¿Por qué? Porque el comercio ilícito de cigarrillos en Chile ha aumentado más de 386% en los últimos 5 años alcanzando el 15,4% del mercado en 2016 y sigue aumentando. Esto se traduce en pérdidas para el Gobierno de más de US$ 290 millones anuales debido a la evasión fiscal. O sea, mucho dinero para cualquier economía regional y más aún para una economía como la chilena que no puede regalar ingresos y menos aún permitir que parte de esa ilegalidad pueda escalar al financiamiento de grupos extremistas étnicos y/o anarquistas que están creciendo en ese país y en toda la región.

El mundo periodístico observa al Presidente del Paraguay

El grupo internacional de periodistas de investigación ya avanza fuertemente en estas investigaciones sobre el Presidente del Paraguay. Un ejemplo concreto es el artículo de Investigación brasileña que vincula al presidente Cartes en contrabando de cigarrillos paraguayos. Dice Gazeta do Povo bajo el título «O imperio das cinzas».

«En más de 200 millones de dólares al año se calcula el monto de las operaciones de lavado de activos que efectúan las bandas criminales, la mafia y las FARC a través del contrabando de cigarrillos. La mayoría de cajetillas utilizadas en estas operaciones ilícitas provienen de la Tabacalera del Este S. A. (Tabesa), de propiedad del presidente del Paraguay, Horacio Cartes, y de su familia». Lo mismo destacó el diario El Tiempo, de Bogotá.

La respuesta debe comenzar YA. La inacción más absoluta, combinada con la corrupción, llevó a la Argentina a dejar de ser un país de tránsito de drogas a ser un país productor y consumidor masivo en menos de 15 años. No puede ni debe repetirse este error, menospreciando el delito de contrabando, ya asociado con la violencia política, el terrorismo y el lavado de dinero.

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