Por Carlos Belgrano.-

Amigos:

Restan apenas siete meses para que otro Corso salga a escena nuevamente y en aras que, un aluvión de palurdos se apresten para rubricar un nuevo cheque en blanco, al paleto que surja electo.

Y todo indica que, entre los ternados, se encuentre bastante bien posicionado este eructado -Milei-, junto a Kretina.

De quien este ordinario es uno de sus tantos hombres de paja, junto a su patrón -el invertido y provecto Eurnekian- y, posiblemente lleguen a un acuerdo para imponerse a la otra gavilla -la del Pro-, bajándose finalmente este guarango a la candidatura de Vice, al solo efecto de cederle el cetro a esta ordinaria y vulgar.

Esta, no es ni más ni menos que, una más de las tantas hipótesis que podría conjeturarse como plausible.

Porque en esencia, ésta u otra y, hasta la más desopilante, podrán finalmente imponerse como las que esta millonaria cantidad de sufragantes le otorgará el respaldo.

Apenas para que la misma feria de iniquidades, con los mismos buhoneros, descuidistas y estafadores seriales continúen los mismos raides delictivos que sin hesitación vienen perfeccionando en estos últimos cuarenta años.

Se habla de continuo acerca de la corruptela ya institucionalizada de todo el Poder Judicial de la Nación, con más las poderosas ramificaciones de la Justicia Federal que se encuentra estratégicamente vigente en los cuatro puntos cardinales de toda la Argentina.

Y, en lo particular, respecto de la cuestión de la causas sobre Narcotráfico que distribuye gabelas a todos los fiscales y jueces -sin excepciones-.

Pero, al decir del adagio popular, que el pescado comienza a pudrirse por la cabeza, veamos las actuales disputas entre la carroña política y estos filibusteros y corsarios de la Corte Suprema.

Hoy tomó estado público que, un tal Gil Lavedra -Presidente del Colegio de Abogados Porteño-, salió a respaldar institucionalmente a uno de esos Cortesanos Piratas del Asfalto, en su reclamo para que este esforzado juez supremo macrista pueda hacerse de treinta y cinco millones de dólares.

Que, con tanto denuedo y esfuerzo, le fueron regulados por su actividad privada, cuando ofició de Letrado en el tema de la Coparticipación Federal Santafesina.

Me pregunto: ¿en cuánto irá en esa parada el representante legal de los Abogados para respaldar al acreedor judicial?

En realidad lo ignoro, pero sí recuerdo y bastante que, cuando lo del Corralito, este cateto era socio al 50% de un exjuez federal en lo Contencioso Administrativo -Silva Garretón-.

Quien, por interpósitos laderos, logró convencer a casi todos los ahorristas reclamantes ante su juzgado por montos superiores al millón de dólares, les confirieran la defensa de sus depósitos incautados a este palurdo de Gil Lavedra.

Tienen entonces, todos los argentinos ante sí que el flagelo y carcinoma de la incredibilidad ya ha dejado de ser una endemia sólo atinente a los juzgadores, a quienes, como vemos, se ha sumado la dirigencia igualmente corrompida de quienes -se debería de suponer- deberían de ser los defensores y adalides de la mafia de los jueces.

He trazado esta simple viñeta, con el exclusivo propósito de que no es menester embarcarse en investigaciones periodísticas concienzudas para tirar de la manta y contemplar de inmediato que peronistas y macristas son parte integral y vivaz de un mismo y hediondo estercolero.

Que, por la simple conexidad entre plausibles hipótesis y resultados por demás descontados, deberían de insuflar al Ciudadano Común y sobre todo imbuido de un tan lógico cual previsible escepticismo.

Debiendo ser -descartando cualquier otro- que, a toda esta argamasa de bazofias que se precian de aprestarse a proteger el Bien Común, muy a pesar que -como les gusta decir a los cursis- deviene políticamente incorrecto, para todos estos anhelantes a estrenar bandas & canonjías, debería de aguardarlos un excluyente sendero: El Cadalso.

Toda vez que, aunque me siente debidamente conteste que estas admoniciones quedarán sepultadas en el más profundo de los abstractos, sólo así, mi distante y vejada Patria podrá recién a partir de una criolla reedición de la Noche de San Bartolomé, deshacerse de tanta putrefacta garduña de Traidores a la Patria.

Y, como más no sea coloquialmente, mis desvelos, lo son respecto de mis nietos -como los de tantos millones de compatriotas- y el desdoroso futuro que les aguarda, piensen, amigos, en algo más simple, doméstico y por demás didáctico.

Analicen fugazmente sobre la persona individual de cada uno de estos comemierdas que, ansían postularse, desde el aspirante a Concejal suplente en Villa Culo hasta la Presidencia de la República.

Y, acto seguido, escudriñen, aunque les tome unos segundos, qué hizo o hace, cualquiera de todos estos paridos por el orto, en pos de algo que tenga una mínima relación al altruismo o sus incontables sinonimias.

A poco de intentarlo y cuando adviertan que ni una pizca de ello, se vincula por accesión a la Misericordia, caerán en la inexorable cuenta de que la supresión masiva de radicales, peronchos y demás no implicaría otra cosa que, un acto de Estricta Justicia.

Y que serviría de ejemplarizador ejemplo para que los sobrevivientes se caguen encima antes de tomar algo de lo ajeno.

Ese y ninguno otro es…

EL DESAFIO INTELECTUAL Y ELECTORAL POR DELANTE.

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