Por Luis Américo Illuminati.-

El Gatopardo es una famosa novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, de la cual se hizo una recordada película con Burt Lancaster, Alain Delon y Claudia Cardinale. Gatopardismo surge de una expresión que aparece en el libro de Lampedusa que define una forma de hacer política: «Que todo cambie para que todo quede igual o hacer algunos cambios para que todo siga igual». Una estrategia que, a la larga o a la corta, sólo sirve para prolongar un estado calamitoso de cosas. Esta idea o plan parecería ser el camino inverso que recorren algunos de las principales figuras de «Cambiemos», con excepción de Mauricio Macri, quien ahora sale a hablar con la energía que le faltó al comenzar su mandato, que de haber hablado -y actuado en su momento con la contundencia necesaria- como lo está haciendo ahora, seguramente habría sido reelegido. Por la prudencia que ha guardado en estos últimos tiempos parece que no sigue por ese camino. De los errores, sobre todo, de los malos entornos, frívolos, tilingueros y pitufescos se aprende para no volver a repetirlos. En efecto, Papá Noel fue convocado secretamente a las oficinas de la ex SIDE actual AFI, donde Arribas y Majdalani -jefe y sub- no tenían ni la más remota idea del rubro «Inteligencia». Le propusieron en una reunión armar un «periscopio» (espionaje de todo tipo y pelaje) contra el kirchnerismo y sus aliados, ignorando que Noel ya trabajaba para Cristina. En tal reunión les dijo que aceptaba. Pasó el tiempo y perdió Macri y vino Alberto en el poder en nombre de Cristina. Pero ahora se descubrió que Don Noel no era tal sino un impostor y desde entonces con toda la información acumulada, cada tanto les vende a cada uno carpetazos y cosas sucias del otro. La cosa es que nadie sabe quién diablos es el Papá Noel trucho quien hace su juego a lo Batman, tiene sus oficinas en sótanos secretos y posee filmaciones como la que saltó de Villegas, reunión de cándidos pitufos que querían reunir pruebas para acabar con el ilimitado poder del «Pata» Medina. Resulta que ahora con este estúpido escándalo y otros relacionados con vacaciones adelantadas de recientes ganadores -caso de Gabriela Brouwer de Koening- todos los honores conseguidos por «Cambiemos» en las últimas elecciones han comenzado a diluirse y Cristina y Alberto comienzan a pensar que su suerte adversa podría cambiar. Cristina se burla de Macri diciendo que Papá Noel trajo «regalos inesperados» y su risa y jactancia la hacen ver como «Mamá Diabla» y a su alfil (antes era un peón) Alberto como «Chanta Claus». El ajedrez más que un juego es un arte y una ciencia que no es para cualquier aficionado. El esperado jaque mate para unos o para otros no termina aún de definirse.

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