Por Enrique Venturino.-

La historia argentina da cuenta de malas relaciones entre el gobierno y la Iglesia Católica pero nunca con la gravedad de esta hora.

El gobierno del general Roca (1843/1914) con la ley 1420/1884 que determino la educación laica, seguida del Registro Civil y los cementerios municipales, le quito a la Iglesia funciones sociales y educativas que venía ejerciendo desde la Colonia. Este asunto se aplaco cuando el anarquismo y su intento de magnicidio a cinco presidentes estallo en la Argentina, la Iglesia y el Estado siguieron marchando juntos, no por amor sino por espantosos anarquistas que llegaron de Italia y España controlaron 57 gremios y proclamaban “Sin Dios, sin Estado y sin amo”.

Luego vino el caso de Irigoyen (1852/1933) cuando el radicalismo intento sancionar la ley de divorcio con gran división de su partido, como ahora con el aborto, a la que le puso fin el propio Irigoyen con un mensaje al parlamento nacional oponiéndose a la ley del divorcio. Irigoyen murió envuelto en una manta franciscana que le había regalado el cura brochero.

Haciendo un salto en la historia llegamos a Perón y la quema de las iglesias el 16 de junio de 1955, culminación de un enfrentamiento con la Iglesia por la eliminación de la enseñanza religiosa en las escuelas, la ley del divorcio, la eliminación de los feriados nacionales por fiestas religiosas, y la eliminación de la eximición de impuestos a la iglesia. Estos acontecimientos dieron como resultado el inicio de la caída del General.

Pero ahora el tema es más profundo ya que es un problema esencial de la Fe y no una mera discusión de roles entre el estado y la iglesia, ya que tanto el matrimonio homosexual, como la vida desde la concepción y su protección. Son temas de dogma y de fe.

Realmente hay que ser poco inteligente para entra en una discusión con un Papa, y más si es argentino.

Esto se lo debemos, entre otros, a Duran Barba, ex integrante de la juventud peronista de Mendoza, neomarxista y agnóstico confeso. Además se ha pasado por alto que el Papa polaco Juan Pablo II se enfrentó al poderoso PC solo por una cuestión religiosa y de fe.

Nuestra clase dirigente (?) no se ha dado cuenta que la civilización hace a la forma de vida, pero la cultura a la identidad de la Nación, en donde entran precisamente las cuestiones religiosas.

En su famoso libro “Estudio de la historia” escrita por Arnold Toynbbe, el autor expresa que una cultura que supiera resolver sus problema, sería capaz de escapar al fin natural del ciclo, que es su desaparición.

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