Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 8 de enero, Página/12 publicó un artículo de Tomás Lukin titulado “Deuda en dólares para los hijos y los nietos”. Escribió el autor: “En los dos primeros años del gobierno de Mauricio Macri, las emisiones de deuda en moneda local y extranjera totalizaron 121.588 millones de dólares. De ese total, sólo el tesoro Nacional emitió 98.185 millones de dólares. A su vez, del conjunto de la deuda emitida durante la administración actual, 85.167 millones fueron títulos en dólares en poder de acreedores externos. Cuando a esos 85.167 millones se suman los 10.862 millones de dólares que llegaron como inversiones de portafolio para aprovechar la amplia y bien señalizada bicisenda financiera, la cifra global asciende hasta los 96.029 millones de dólares. El último informe del Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (ODE-UMET) estimó que 84 de cada 100 dólares fueron destinados para abastecer la fuga de capitales, financiar la remisión de utilidades y dividendos de las firmas extranjeras, cubrir la demanda de dólares para turismo y cancelar los vencimientos de deuda” (…) “El financiamiento externo no fue destinado a inducir cambios sobre la estructura productiva que permitan una mayor generación de divisas a través de la economía real, sino a financiar la fiesta que genera la enorme bicicleta financiera creada por el gobierno nacional. El modelo así presentado no resulta sostenible en el tiempo”, sostiene el noveno informe del ODE- UMET” (…) “Durante 2017 la deuda externa fue el respirador artificial del modelo. Argentina consolidó una posición de fuerte tomador de fondos externos y apareció el déficit comercial que es con la fuga de capitales el agujero negro del proyecto de Cambiemos”, afirmó el rector de la UMET, Nicolás Trotta. Si se suman los 34.216 millones de dólares emitidos en 2016, el monto total asciende hasta los 98.185 millones de dólares. La cifra computa colocaciones de títulos públicos en moneda extranjera, bonos en pesos y letras en dólares sin distinguir entre tenedores locales y extranjeros” (…) “Pero el desmantelamiento de las regulaciones cambiarias, la liberalización de los movimientos de capitales, el pago a los fondos buitre, el acercamiento a los organismos multilaterales y la elevada rentabilidad ofrecida por los bonos no sólo facilitaron las operaciones diseñadas por el ministerio de Finanzas sino que aceitaron las emisiones provinciales y corporativas en moneda extranjera” (…) “La contraparte de ese proceso no fue la inversión en infraestructura ni el financiamiento de proyectos industriales estratégicos. El Banco Central acumuló una porción de esos dólares en las reservas internacionales pero el grueso fue destinado a cubrir los desequilibrios en la cuenta corriente y la cuenta financiera. “La fuga de capitales alimentada por la política económica vuelven inviable el funcionamiento de la economía en el mediano plazo. Pero resulta muy serio el emergente de un déficit comercial externo que con crudeza hacen que este modelo no tenga ninguna sustentabilidad y permite afirmar la enorme fragilidad que exhibe”, indicó el director de ODE, Arnaldo Bocco” (…) “Este modelo deja a la Argentina en una situación de extrema vulnerabilidad ante un revés en las condiciones de financiamiento en los mercados internacionales”, indica el informe al concluir que “un desajuste que afecte el sector externo tendrá inevitablemente un impacto en el tipo de cambio y, dada la estructura económica y distributiva diseñada por la gestión actual, terminará impactando de manera más severa sobre los sectores populares, quienes han sido los únicos afectados por las medidas del gobierno de Cambiemos”.

En su edición del 7 de enero, Página/12 publicó artículos de José Pablo Feinmann (“El hombre libre y las grandes alamedas”), Mario Wainfeld (“Violencias que no se nombran”), Alfredo Zaiat (“El boletazo”) y Diego Rubinzal (“Lawfare”).

Escribió Feinmann: “Cuando Farrell le dice a Perón mándelos a sus casas pidiéndole, con tal frase, la desmovilización de la jornada popular del 17 de octubre, está pidiendo lo que toda derecha quiere: el pueblo debe estar en su casa, toda movilización es peligrosa, pues nadie puede prever su resultado. Perón habrá de encontrar la formulación perfecta de ese deseo. Siempre, aun en los días aciagos de su caída, les dirá a sus seguidores que permanezcan en sus casas: de casa al trabajo y del trabajo a casa” (…) “Los días fueron aciagos porque el que caía, en 1955, era un gobierno popular” (…) “Salvador Allende fue la imagen diferenciada. Se quedó a pelear y hasta dijo que surgirían las grandes alamedas por las que pase el hombre libre” (…) “¿Volverán a crecer las grandes alamedas? ¿Volverán a verse los hombres libres que pasen bajo las hojas de la libertad? Nada es para siempre. A veces parece que se cerraran los espacios y horizontes de la esperanza. El grupo siempre está en crecimiento. Y aunque se atraviese una etapa en que todo se obstina en estar mal, siempre hay que sostener la mirada crítica, esa que ve el desajuste en que se nos quiere hacer vivir. El desajuste es lo que se produce entre las políticas del poder y los intereses de las clases no poseedoras. El neoliberalismo vive en el desajuste que constantemente reproduce. Porque hace política para lo macro. Si cierran los números en exterioridad, todo está bien. No le importa lo micro” (…) “Todo esto se defiende desde las armas. Un neoliberalismo que se precie de tal requiere un fuerte aparato represivo. O se busca el consenso o se lo impone por la fuerza. El miedo a asistir a manifestaciones de rechazo crece cada vez más. Es más seguro manifestar desde la derecha protegida por el poder que desde la izquierda, eterna sospechosa y víctima de todo ultraje” (…) “El fútbol y los celulares cumplen hoy una estrategia de poder mundial. La globalización del poder. No hay sonoridad en la palabra del otro porque no hay sonido. Y aunque lo haya la comunicación está devaluada porque no tiene expresiones ni cercanías. Se trata del aplanamiento del todo. Lo uno suplanta a la diversidad. Todos nos hablamos con todos. Todos escuchamos lo mismo o vemos el mismo partido, ya que todos se parecen” (…) “De casa al trabajo y del trabajo a casa. Es el mismo trayecto. Ya que tanto en casa como en el trabajo escucho y veo lo mismo. Un proyecto sólido, algo que nos acerque a la posibilidad de ese hombre libre y sus alamedas es construir espacios de libertad. Un espacio de libertad es uno en el que se hable de lo que no se habla. Por el momento habrá que reunirse y verse las caras, escucharse y plantear la agenda que pueda alejarse del discurso agobiante del poder unificador” (…) “La cacerola, en sí, perdió identidad al tener tantas. Más importante que su uso es saber para qué causa sirve. La cacerola, al no tenerla, mal puede dar identidad. La identidad es más ardua que eso. Saber quiénes somos y a qué nos oponemos y por qué son los pilares fundantes de toda posible identidad. Y eso se conquista desde el individuo al grupo y el espacio de libertad. Cuando se consigue esta lúcida y crítica trinidad (individuo, grupo, espacio) puede hablarse de una verdadera hegemonía. Las grandes alamedas pueden ser pequeñas, pero deberán siempre cobijar al hombre libre. Por ahora, entonces, construir las alamedas es la consigna”.

Escribió Wainfeld: “Es muy clara la diferenciación fundamental entre neoliberalismo y una concepción democrática. Yo tengo una particular posición acerca de lo que es una república y una democracia. Para mí la república es aquello sobre lo que se debe basar la democracia para dar las libertades positivas y los derechos sociales. Hay otros que piensan al revés, prácticamente. Yo creo que los neoliberales (en el mejor de los casos, cuando actúan con vocación democrática porque también hay neoliberales partidarios de gobiernos militares) lo más que quieren es la república o lo que llaman otros la democracia elitista pero no la democracia” (…) “Creo que hay un avance tremendo del fundamentalismo de mercado. La concepción de los liberales se ha extendido como una mancha de aceite por toda la geografía mundial y ha impregnado también algunas ideologías”. Raúl Alfonsín, reportaje en Página/12, 23 de abril 2000” (…) “La columna se titula “Breve catálogo de violencias”, fue publicada en el diario Clarín. Su autor, Rafael Velasco, enuncia cuatro. Comienza así: “Los muchachos de la esquina resuelven a los tiros una disputa con los de la banda de la vuelta. Todo sucede frente a la capilla, a las 11 de la mañana de un domingo” (…) “Violencia a plena luz del día de esa que ya muchos ciudadanos del conurbano y del resto del país estamos acostumbrados” (…) “La segunda violencia, afirma, se advierte en “las manifestaciones donde la protesta social legítima deriva por obra y desgracia de grupos bien organizados en violencia contra las personas y las instituciones. Se ha hecho demasiado común. Es condenable. No es el camino” (…) “El tercer modo, según Velasco es “la represión” (…) “La violencia de las fuerzas de seguridad” (…) “Lamentablemente, no pocas veces esa violencia autorizada se utiliza indiscriminadamente contra ciudadanos indefensos. Es la violencia represiva que en nuestro país ha hecho tanto daño” (…) “Lo más original del catálogo es destacar “otra violencia, tan real como invisibilizada. Es la violencia de los poderosos contra los más débiles. Una violencia que ocurre al amparo del Estado, cuando éste cede ante el poder de las corporaciones y se desquita contra jubilados y beneficiarios de planes sociales. Es la violencia institucional” (…) “Detestable porque hace mucho daño y se ejerce no pocas veces, con guante blanco” (…) “A la hora de hablar de la violencia política en la Argentina solo se está hablando de las piedras y los palos pero no de esta otra forma de violencia que significa pobreza, desocupación y perjuicios para los sectores vulnerables. No hay pedradas ni morteros pero hay dolor y despojo de las clases populares” (…) “Sería bueno tener en cuenta esta última forma cuando enumeremos el catálogo de violencias. Porque su erradicación debe ser prioritaria si queremos una Argentina más justa” (…) “La acepción que propone Velasco”, dice Wainfeld, “resalta la gravedad de los abusos de poder económico, la brutalidad de los conflictos de intereses, el carácter predatorio de la asociación entre intereses concentrados y el Estado” (…) “Velasco visibiliza el dolor de los que padecen cotidianamente. También el despojo, una buena manera de mencionar la privación de derechos. De eso poco se habla o, peor, se niega” (…) “El macrismo se vale de la ideología en el sentido temprano que le acordaba Karl Marx; un envoltorio retórico, que encubre los intereses” (…) “A esta altura del siglo prevalecen en Estados Unidos, Europa y en nuestra América del Sur las ideologías de derecha, que endiosan el afán de lucro, la discriminación a los diferentes, la estigmatización de los pobres o los inmigrantes” (…) “Los derechos escapan del vocabulario cotidiano” (…) “La propiedad privada se endiosa a menudo por encima de una pila de derechos constitucionales: el de trabajar, el de peticionar a las autoridades. En el extremo, los de la libertad o la vida para quienes enfrentan al orden establecido. Hasta en la República “a secas” que pintaba el fallecido presidente Alfonsín esos derechos están jerarquizados: primero la vida, la integridad física y sexual, la libertad. Ese catálogo estipula un orden valorativo, negado a menudo en nuestra maltrecha República, que no es una dictadura pero tampoco una democracia social plena, que tutela derechos sociales y libertades positivas”.

Escribió Zaiat: “El tarifazo en el transporte alcanza en forma plena al 89 por ciento de la población que se traslada en el área metropolitana. Por día se realizan casi 22,5 millones de desplazamientos, de los cuales el 49 por ciento se realiza en transporte público. Considerando trasbordos unos 11 millones viajan en colectivo, tren o subte. Apenas el 11 por ciento del total de ese universo poblacional recibirían una rebaja parcial por el nuevo sistema de tarifa integrada, la mitad de lo publicitado por el gobierno luego de la conferencia de prensa” (…) “En cambio, otros datos que surgen de la Encuesta de Movilidad Domiciliaria 2009-2010 del Ministerio de Transporte permiten concluir que el fuerte aumento en el costo del transporte castigará a muchos más, hasta alcanzar a 11 millones de personas de la región CABA más 27 partidos del conurbano. De ese total, 8,4 millones realizan viajes diarios. No más de 1,2 millón de personas que utilizan dos o más medios de transporte para llegar a su lugar de trabajo o estudio pagarán menos” (…) “El esquema multimodal presentado por el gobierno, que involucra a un porcentaje menor del total de los afectados por el ajuste, logró que la heterodoxia equilibrada lo elogiara en línea con los títulos centrales de los principales diarios oficialistas. Medios que no disimulan la estrategia comunicacional de ocultar el impactante tarifazo que golpea el bolsillo de sectores sociales ubicados en la mitad para debajo de la pirámide social. Esos análisis son insumos fundamentales para colaborar en la naturalización de la pérdida de derechos y del bienestar general, al ponderar con criterio exclusivamente técnico sin ningún ancla política y social un sistema que alcanza a una minoría de pasajeros, además sin mencionar que es muy amarrete en relación a los que existen en otros países” (…) “Durante el debate de la reforma previsional el oficialismo impulsó el Teorema de Tonelli (diputado del PRO) que decía que los jubilados iban a cobrar menos plata pero van a tener más poder adquisitivo. Ahora la inmensa red de propaganda pública y privada lo adaptó para el tarifazo del transporte, al informar que subirán los boletos pero el usuario va a pagar menos por la tarifa integrada. Este relato acompaña lo que ya se ha convertido en una pauta de gestión del macrismo: asegurar que no hará lo que después anunciará como si nunca hubiese desmentido esa posibilidad. El tarifazo, como las reformas previsional y laboral, siguió ese patrón de conducta, que en los barrios se conoce como mentiras y en el dispositivo del relato oficial se traduce que la culpa de todos los males empieza con la letra K” (…) “A esa estrategia comunicacional se le acoplará el Indec de Macri, que le tocará la misión de diluir el impacto del tarifazo en el registro mensual del Indice de Precios al Consumidor. El objetivo es mostrar con un indicador estadístico de precios que un impactante tarifazo en el transporte no afecta a la población porque existe un sistema multimodal. Es la magia del macrismo” (…) “Se sabe que el transporte tiene una carga importante en la canasta de consumo de la población. El Indec estima que representa el 11,6 por ciento de los gastos de una persona en el área metropolitana, siendo el segundo rubro con mayor ponderación en el presupuesto después de Alimentos y Bebidas” (…) “El nuevo sistema multimodal de transporte urbano de pasajeros contará con descuento de 50 por ciento para la primera combinación y del 75 por ciento a partir de la segunda. En el Indec están evaluando metodológicamente cómo lo van a calcular en el IPC. Por eso es tan relevante precisar si es 40, 20 o 11 por ciento el total de la población alcanzada con el sistema de tarifa integrada. Clarín trasmitió ayer el mensaje del Ministerio de Transporte al Indec, al informar que es 40” (…) “La herencia kirchnerista de la Encuesta de Movilidad Domiciliaria 2009-2010 fue un insumo básico para que el Ministerio de Transporte definiera la tarifa multimodal. Este documento precisa que sus resultados han permitido describir las características de la demanda de viajes a nivel de cada zona definida en el área de estudio, discriminada por nivel socio económico de la población, modo de transporte utilizado, período y motivos de viajes; así como información demográfica y rutinas de viaje” (…) “Antes de avanzar en las variables cuantitativas de la encuesta, el informe ofrece conceptos centrales para entender que la movilidad es central en la definición de la calidad de vida, la relación con la pobreza y el acceso a otros bienes y servicios” (…) “Explica que la movilidad “cotidiana” (desplazamientos diarios y repetitivos, entre el domicilio y el lugar de trabajo o estudio) no se define sólo por la unión de puntos en el espacio urbano, sino que corresponde a un fenómeno social, determinado por relaciones sociales, necesidades, actividades y modos de vida. Propone que para entender la importancia del transporte urbano, también hay que contemplarlo desde la perspectiva de los derechos, ya que debe permitir el pleno desarrollo de una vida digna de la ciudadanía, tanto por su impacto directo como por su importancia para garantizar el acceso a otros derechos fundamentales, como el trabajo, la salud, la educación y la participación política y social. Señala que la ausencia de acceso a este derecho segrega a los sectores más pobres y restringe su acceso a un nivel de vida adecuado, para concluir que entendida así, la movilidad habilita la integración social mediante la conectividad territorial”.

Escribió Rubinzal: “La interferencia del Poder Judicial en la actividad política es una tendencia en ascenso. El nivel de judicialización de las políticas públicas es mayúsculo. Eso incluye desde cuestiones menores hasta temas relevantes” (…) “Alexander Hamilton decía que el Poder Judicial constituye “el más débil de los tres departamentos del poder”. El freno judicial de la denominada Ley de Medios, entre otros casos” (…) “El licenciado Luciano Nosetto explica en “Judicialización de la política y legitimidad democrática” que “la judicialización de la política y, en particular, del debate público, demuestra estar reñida con la concepción robusta de la república. Es que la canalización judicial del debate público, conducida tal vez bajo el principio republicano de la defensa de lo público, tiene el efecto de reemplazar la discusión y la competencia política por el juego de las denuncias cruzadas de corrupción” (Documento de Trabajo Número 5, FLACSO). “En otras palabras”, dice Rubinzal, un “gobierno de los jueces” degrada la calidad democrática” (…) Continúa Rubinzal: “El gran teórico militar Karl Von Clausewitz afirmaba que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”. En la actualidad, la frase del militar prusiano conserva plena vigencia sustituyendo “guerra” por “tribunales de la Justicia” (…) “El estadounidense Charles Dunlap Jr. acuñó el neologismo “lawfare” combinando dos palabras: law (ley) y warfare (guerra). Ese Mayor General de la fuerza Aérea de Estados Unidos…definió ese nuevo concepto como “el uso de la ley como arma de guerra” (…) “La ex presidenta argentina planteó en su primera intervención en la Cámara de Senadores que “el lawfare es un modus operandi, una matriz latinoamericana”. Luego del procesamiento de CFK dictado por Bonadio en la causa del Memorándum con Irán, el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa twiteó: “la judicialización de la política. El mismo libreto en todos lados: Dilma, Lula, Jorge Glas, Cristina” (…) “El caso brasileño tiene aristas particulares de cara a las próximas elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2018. La pretensión del establishment es clausurar la candidatura de Lula por vía judicial” (…) “En ese marco, miles de líderes políticos, intelectuales y académicos emitieron un documento titulado “Elección sin Lula es fraude”. Por su parte, referentes nacionales e internacionales del derecho brasileño denunciaron en una “Carta de los Juristas al mundo” que “lo que sucede actualmente en Brasil, se reflejará en la fragilización política e institucional de todas las jóvenes democracias latinoamericanas”. Los juristas sostienen que el Operativo Lava Jato se transformó en un lawfare”.

En su edición del 7 de enero, La Nación publicó artículos de Morales Solá (“Los peligrosos límites de Macri”) y Jorge Fernández Díaz (“El intelectual que pone en jaque a Bergoglio”).

Escribió Morales Solá: “Pareció una contradicción, pero fue una justificación. El martes pasado, Mauricio Macri dijo en la Patagonia que la generación actual de argentinos con poder debe cuidarse de no endeudar a las generaciones futuras. Dos días después, su gobierno contrajo deuda en el exterior por 9000 millones de dólares más, que significan solo una tercera parte del total de deuda que deberá contraer durante todo el año” (…) “Es el precio del gradualismo. Pero el miércoles se anunció un masivo aumento de tarifas del transporte metropolitano, que son subsidiadas por el Estado. Forman parte importante del déficit fiscal que se debe cubrir con endeudamiento. El Presidente justificó los aumentos con el riesgo potencial de una deuda descontrolada. Sorprendió, de todos modos, que el gobierno haya salido en la primera semana del año a colocar bonos en dólares por una parte significativa de lo que necesitará durante el año” (…) “Los riesgos de la economía argentina están en el exterior más que en el interior. La economía retomó la normalidad dentro del país y eso explica que el Gobierno haya decidido salir de la emergencia económica vigente desde 2002” (…) “El problema está en otro lado. El temor a un mundo imprevisible, más en lo político que en lo económico, espoleó esa premura de endeudarse. El gradualismo macrista necesita un mundo que preserve el statu quo de una economía internacional que no es divertida, pero que mantiene índices razonables de crecimiento e inflación. Cualquier modificación brusca de esos parámetros, aunque sea impulsada por la volátil política, podría debilitar seriamente a la administración” (…) “Con una oferta de crédito menos favorable en el mundo, Macri debería echar mano, tarde y mal, a una política de shock que ha evitado desde que asumió. Y la evitó porque reconoce la debilidad estructural de su gobierno. No tiene, en síntesis, condiciones políticas ni sociales para tomar duras decisiones de reducción del gasto público” (…) “Sea porque no quiso o no pudo hablar públicamente de ese tema, lo cierto es que la posterior reforma previsional, que modificó la forma de liquidar los futuros aumentos, les dio a Macri, al Gobierno y a la dirigencia política en general un mes de una considerable caída en las encuestas, solo comparable a junio de 2016. Así fue diciembre. Entre principios de ese mes y la primera semana de enero se anunciaron, además, aumentos de tarifas en luz, gas, agua, combustibles, transportes y peajes. Esta clase de decisiones no lo incomodan a Macri” (…) “El Presidente cree que la sociedad se enfada al principio, pero que al final termina reconociendo los resultados, cuando ve nuevas obras que mejoran la calidad de vida” (…) “Como se ve, la situación económica del país es extremadamente frágil en el frente externo. Le sería muy difícil tolerar una mala noticia internacional” (…) “El primer temor de los economistas refiere a las bajas tasas de interés que reinan en el mundo. Puede ser una buena novedad para un país que necesita endeudarse. Pero las bajas tasas impulsan efectos burbujas que pueden estallar en cualquier momento” (…) “El segundo temor se conecta con la política internacional. Una de las empresas más conocidas de análisis de riesgo político, Eurasia Group, acaba de entregar un informe que servirá de base para el Foro de Davos, en el que señala que este año habrá potenciales crisis geopolíticas. Una sola de esas crisis podría terminar por afectar la normalidad de la economía internacional. El problema de fondo es el creciente aislamiento de los Estados Unidos de Donald Trump y el también creciente protagonismo mundial de China” (…) “El informe pone especial énfasis en los enfrentamientos con finales imprevisibles de Washington con Irán y con Corea del Norte, en los ciberataques en el exterior promovidos por Rusia y por China, y en la peripecia futura y desconocida del terrorismo internacional” (…) “Macri necesita que todo siga como está en el mundo. Pero esos riesgos existen para un país como la Argentina, donde los márgenes políticos y sociales son siempre demasiado estrechos, demasiado inseguros, demasiado peligrosos”.

Escribió Fernández Díaz: “(…) Su último trabajo (de Sebreli) es un libro monumental y erudito que excede en mucho a Bergoglio y a sus huestes, pero que no deja de diseccionarlos con fría precisión, ni de mostrarlos bajo una luz distinta, intensamente polémica” (…) “Sugiere el autor de “Dios en su laberinto” que Bergoglio es un conservador popular y que sus apóstoles no encuentran en la pobreza una carencia sino una virtud. Para ilustrar esto recurre a declaraciones públicas de su heroico equipo de trinchera, que muestra sin embargo desconfianza frente a la urbanización de las villas, puesto que esa mejora conllevaría un carácter “civilizatorio” y porque en esos asentamientos persistirían “valores evangélicos muy olvidados por la sociedad liberal de la ciudad”. Flota entonces el concepto tácito de que la clase media ha sido corrompida por el dinero, y que ha virado hacia un cierto agnosticismo o tal vez a un catolicismo de bajas calorías” (…) “En contraposición, hay zonas marginadas en todas las latitudes donde Dios brilla sin dudas ni sombras. Sebreli refuta la concepción pobrista de Bergoglio y trae un ejemplo cercano: “El ideal de los villeros no es el de cultivar el comunitarismo ni formar una microsociedad, ni preservar su “identidad cultural”, sino salir de allí lo más pronto posible; incluso las familias de villeros más organizados y con mejor situación envían a sus hijos a escuelas lejos de las villas y los que tienen un trabajo dan un domicilio falso. No son los “porteños” despectivamente tratados por los curas, sino los propios villeros quienes detestan la villa, y querrían integrarse a la ciudad. La ayuda a los pobres no consiste en exaltar la pobreza como un mérito sino en combatirla, y eso solo se consigue con posibilidades de trabajo, educación, vivienda, salud, control de la natalidad, e integración plena a la sociedad” (…) “La prédica del Papa”, expresa Fernández Díaz, “no reconoce el Estado de Bienestar de las democracias republicanas; en consecuencia, sus relaciones no se arman en torno a partidos políticos, sino a organizaciones sociales, cuya consigna es “imitar al pobre-“ y cuya especialidad consiste en gerenciar la dádiva” (…) “A esta nueva concepción eclesiástica, Sebreli la califica de “utopía reaccionaria”, negadora de la modernidad y prejuiciosa con el capitalismo de cualquier orden, dado que confunde las partes con el todo, es decir, los múltiples defectos y desigualdades del sistema, con sus cualidades, y con la innegable prosperidad social que produjo en muchas naciones. La alternativa parece ser un populismo religioso que sospecha del progreso: con liderazgos carismáticos y con un rasgo curiosamente antiintelectual” (…) “Sólo el tiempo dirá si el escritor tuvo razón en todas estas observaciones. Lo innegable es que así como Ratzinger debe ser tratado como un pensador, Bergoglio debe ser juzgado como un político: capaz, a la manera de Perón, de mutar y de decirle a cada uno lo que quiere oír, y de utilizar para sus fines incluso a sus antiguos adversarios (los neopopulistas) siempre y cuando estos se encuentren en la lona y él pueda hacerse cargo prácticamente sin costos de ese liderazgo en liquidación. Así se entiende que, al decir de Sebreli, “con el pretexto de acoger pecados arrepentidos, reciba a corruptos no recuperables”. La idea de que “ocuparse de los pobres” equivale automáticamente a estar trabajando por su evolución, o pensar que quien lanza frases sinuosas sobre la libertad individual es un sacerdote abierto o un líder progre, comprobar cada día que lo siguen izquierdistas combativos y “almas bellas”, parecen prodigios surgidos del género fantástico. Borges se divertiría mucho con ellos”.

En su edición del 6 de enero, Página/12 publicó artículos de Federico Kucher (“El dólar retomó su carrera rumbo a pasar los 20”), Luis Bruschtein (Etchecolatz”) y David Cufré (“Cien empanadas”).

Escribió Kucher: “El dólar volvió a dar saltos en la city, y esta vez fue para arriba al cerrar ayer en 19,26 pesos, lo que implica una suba de 30 centavos en el día y 48 centavos en las últimas dos jornadas. La incertidumbre respecto de la cotización del dólar volvió a ser la característica principal de las últimas semanas en la plaza cambiaria. Los rumores de la renuncia del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, fueron uno de los elementos que potenciaron las subas al cierre de esta semana. La posibilidad de una alteración en la estrategia cambiaria del Gobierno, que implicaría privilegiar un tipo de cambio real más elevado, es otra de las alertas que siguen inversores experimentados para dolarizar sus carteras. La principal consecuencia de la volatilidad del dólar es su impacto sobre los precios del mercado interno” (…) “Los fondos de inversión acostumbrados a traer dólares del exterior para comprar Lebac empezaron a desarmar sus inversiones y es cada vez más fuerte el rumor en la city de que el dólar podría subir hasta 25 pesos en los próximos meses” (…) “La nueva estrategia oficial para el tipo de cambio sería la devaluación con techo en 25 pesos que podría acompañarse de algún mecanismo para frenar una fuerte corrida. No se descarta que la medida contemple incluso alguna regulación sobre la venta de las Lebac. Los operadores del mercado hablan de un canje forzado de letras del Banco Central por bonos del Tesoro de mayor plazo para inversores institucionales, como las entidades bancarias” (…) “En las mesas de dinero de la city dicen que hubo un cambio en la forma de pensar la economía en el Gobierno. Se perdió la confianza en las políticas y propuestas del Banco Central y ahora pretenden frenar a tiempo los desajustes que provocó la entidad con las Lebac, las tasas de interés elevadas y la apreciación cambiaria en términos reales. En el mercado cuentan que en el equipo económico ahora domina la idea de que todavía están a tiempo de parar la bola de nieve porque la situación no llegó a ser explosiva, pero que si continuaba esa tendencia el resultado podía ser preocupante para las aspiraciones electorales 2019 de la Alianza Cambiemos” (…) “Una de las alertas sobre el desajuste de la política monetaria fue el monto exorbitante de Lebac que el Banco Central absorbió en el mercado secundario a lo largo de 2017. Retiró de la plaza financiera 1 billón de pesos con estas operaciones de mercado abierto, una cifra que es equivalente a 50 mil millones de dólares. La entidad, con tantos pesos colocados en letras, nunca pudo bajar la tasa de interés en 2017, para evitar la dolarización de los activos y llegó a mitad de diciembre con un tipo de cambio muy apreciado en términos reales” (…) “En el Palacio de Hacienda y, fundamentalmente, en la Jefatura de Gabinete afirman que se terminó el relato del Central acerca de que la inflación es un elemento exclusivamente monetario y que domesticarla sólo requiere tasas de interés elevadas. La idea ahora es baja las tasas, flexibilizar la política monetaria y darle algo de aire a economías regionales, a algunas industrias que aún pueden competir contra las importaciones y al consumo del mercado interno. En el equipo económico saben que una suba desmedida de la divisa tendría efectos negativos sobre la inflación, cuando se acaban de anunciar otras subas claves como la del combustible y los transportes. Por eso en el mercado ya no se discute si el dólar seguirá o no subiendo, sino en que magnitud”.

Escribió Bruschtein: “Las domiciliarias que se están decidiendo para los represores condenados y el maltrato a los familiares del ARA San Juan parecen ir en direcciones opuestas, pero son coherentes. El concepto subyace en esas acciones. Son premios y castigos o indiferencias que mapean el pensamiento del funcionario oficialista. Con las domiciliarias, este gobierno defiende el acto de represión que protege privilegios, pero con la indiferencia hacia la tragedia del ARA San Juan muestra el bajo precio que le asigna a la defensa nacional como misión de las Fuerzas Armadas” (…) “El equipamiento moderno que se exhibió en la represión de los actos frente al Congreso contrasta con la austeridad que hasta hora se planteó en las Fuerzas Armadas y cuya expresión más clara ha sido el hundimiento del submarino. En la concepción del empresario transnacional, la defensa en un país periférico tiene un rol secundario y conciben a las Fuerzas Armadas como policías regionales de las potencias hegemónicas” (…) “Cuando las Fuerzas Armadas intervenían en política interna, con golpes de Estado y represión, eran las mimadas de las oligarquías que incluso enrolaban a sus hijos en sus filas, mientras que las Fuerzas de Seguridad eran consideradas despectivamente como parte de las clases subordinadas. Ahora es al revés: como todavía está mal vista la participación de las Fuerzas Armadas en la represión interna, las mimadas por las clases ricas pasaron a ser las Fuerzas de Seguridad” (…) “Los premios que confiere este gobierno envían su mensaje a un destinatario claro. De 1038 condenados por graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, 549 están en su casa” (…) “La inclusión en estos beneficios de un personaje como Miguel Etchecolatz, alto responsable del terrorismo de Estado que participaba en las torturas a los prisioneros, que fue denunciado por la violación a las prisioneras y de quien hay sospechas fundadas de su participación en la desaparición y muerte de su principal acusador, el albañil Julio Jorge López, excede el debate sobre garantismo. Esa domiciliaria es una provocación, un mensaje de impunidad a la comunidad policial-militar y de advertencia a la sociedad en general” (…) “La libertad otorgada por reducción de condena, al haber cumplido las dos terceras partes de la misma, al médico militar Norberto Bianco, partero en el centro clandestino de detención de campo de Mayo, forma parte de este cuadro que no tiene relación con el debate del garantismo” (…) “A pesar de la formidable operación de ocultamiento, con funcionarios jerárquicos del ministerio de Seguridad presionando a jueces y demás funcionarios, en la causa por la muerte de Santiago Maldonado, hubo un gendarme que quedó involucrado. Ese único gendarme, Emmanuel Echazú, fue ascendido esta semana al grado de alférez” (…) “La única preocupación del gobierno de Mauricio Macri referida a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, se manifiesta en los temas de represión, tanto los que se relacionan con la dictadura, como los actuales. Es lo único que transmite el oficialismo” (…) “El ministro de Defensa no sabe nada de defensa, solamente es amigo de represores. Eso también es un concepto, un indicio de lo que entiende este gobierno sobre el lugar del mundo militar-policial en el universo general, liderado por la agudeza estratégica geopolítica del radical Aguad” (…) “La desaparición del submarino en una misión de control de los mares no los motiva. Pero los represores asesinaron y masacraron en defensa de los intereses que ellos ostentan y eso sí los motiva. Desinterés por unos, interés por otros” (…) “Desde su origen, las Fuerzas Armadas fueron disputadas para convertirlas en el brazo armado de la oligarquía como factor de poder interno. Los estados democráticos modernos entienden que esa no es la función militar. A la salida de la dictadura, Raúl Alfonsín impulsó una serie de disposiciones que tendían al control civil de las Fuerzas Armadas y a limitar su intervención en los asuntos internos” (…) “En cambio, en todos estos años la mayoría de los cuadros castrenses fueron renuentes a esos cambios a los que visualizaron como una amenaza a la institución. El decreto 721/2016 de junio de 2016 de Mauricio Macri, respaldado por los radicales, derogó el decreto 436/84 firmado por el ex presidente Raúl Alfonsín que determinaba el control civil sobre las Fuerzas Armadas” (…) “El macrismo no tiene un modelo democrático “profesionalista” para las Fuerzas Armadas y tiende a preservarlas como un factor de poder interno dependiente del poder económico, como fue en los años del golpismo y las democracias tuteladas Es coherente con su modelo político: está dispuesto al diálogo si de antemano se acata su punto de vista, está dispuesto al disenso si se acepta su hegemonía. Y para sostener ese simulacro de democracia, tiene el control de los grandes medios de comunicación, del Poder Judicial y de la amenaza del garrote militar policial para los que sacan los pies del plato de esa democracia tutelada”.

Escribió Cufré: “Para un trabajador que gana 10 mil pesos y toma un solo colectivo para ir y volver de la oficina, el gasto por ese traslado era hasta ahora de 260 pesos por mes. Es decir, el 2,6 por ciento de su ingreso. En junio, cuando terminen de aplicarse los aumentos decretados por el Gobierno, ese trabajador deberá desembolsar 430 pesos. O sea, el 4,3 por ciento de su sueldo, por lo que habrá perdido 1,7 puntos porcentuales de salario que antes podía destinar a otros consumos. Son 170 pesos, unas siete empanadas de rotisería, en registro de Prat-Gay. Si para entonces ese trabajador hubiera obtenido una paritaria con un aumento salarial del 15 por ciento, como sugiere el Gobierno, en lugar de cobrar 10 mil pesos ganará 11.500, y los 430 pesos del gasto en colectivo para ir a trabajar representarán el 3,7 por ciento de su nuevo ingreso. En ese caso, en lugar de perder 1,7 porcentuales de salario por el incremento del transporte cederá 1,1. Serían ya no siete, sino cinco empanadas menos. Y si la paritaria arrojara en junio una suba del 20 por ciento, entonces el salario treparía a 12 mil pesos y el costo de los pasajes significaría el 3,6 por ciento del sueldo, y la pérdida respecto de la situación actual quedaría en 1 punto. La retracción de consumo en término de empanadas bajaría en esa situación ideal a cuatro menos al mes. En esta condición se encuentra la inmensa mayoría de los trabajadores sobre quienes recae el tarifazo del transporte. El 80 por ciento de los usuarios no accederán a la Red Sube simplemente porque no utilizan más de un medio para desplazarse por la ciudad” (…) “El ejemplo se puede extender al servicio eléctrico, al del gas, los combustibles, los peajes, las prepagas, la telefonía celular y el fútbol ahora pago, entre muchos otros, que se han encarecido de modo sustancial en lo que va del verano y representan cada vez más dinero en el presupuesto familiar. Son aumentos ordenados o autorizados por el gobierno en detrimento del bolsillo de los trabajadores y en beneficio de un puñado de empresas de sectores concentrados de la economía” (…) “En electricidad, para seguir el recorrido del trabajador citado al comienzo, la factura que el verano pasado valía 80 pesos se disparó a 240 en la actualidad. La consecuencia es que le queda cada vez menos plata para consumir en la casa de empanadas. Son otras seis menos, y así va restando con los incrementos de cada servicio” (…) “Al final del día…ese trabajador dispone de 60, 80 o 100 empanadas menos al mes. Es capacidad de consumo rebanada de su sueldo por decisión del gobierno en beneficio de unos pocos prestadores de servicios” (…) “Como se aprecia, el macrismo no es neutral en la puja distributiva. De acuerdo a las estimaciones del ex viceministro de Economía Emmanuel Alvarez Agis, el aumento del transporte representará una carga adicional de 18 mil millones de pesos este año para los usuarios de colectivos, trenes y subtes. El primer argumento que expone el Gobierno para justificar que le mete la mano en el bolsillo a un trabajador que gana 10 mil pesos y le saca entre 1 y el 1,7 por ciento de su sueldo es la emergencia fiscal. Como hay mucho déficit no se puede seguir con tantos subsidios, sostienen las autoridades” (…) “Frente a ese discurso, Alvarez Agis recuerda que la quita de retenciones a las exportaciones de soja que el gobierno ratificó para este año son también 18 mil millones de pesos menos de recaudación” (…) “Más allá del evidente impacto redistributivo, esa evolución tiene implicancias macroeconómicas. No es lo mismo un país que crece en base a una mayor demanda popular que otro que lo hace con caída del consumo, aumento del desempleo y suba de la rentabilidad de empresas concentradas”.

En su edición del 6 de enero, La Nación publicó artículos de Eduardo Fidanza (“La política, de Laclau a Durán Barba”) y Héctor M. Guyot (“Las dos bombas que nos acechan”).

Escribió Fidanza: “Entre los cambios abruptos que suceden en la Argentina, hay que apuntar uno más: la forma de entender la política y la sociedad por parte de los intelectuales que influyen en los gobernantes. No es nuevo el argumento, pero sí interesante para reflexionar: la transición de Cristina a Macri puede describirse también como el pasaje de las ideas de Ernesto Laclau a las de Jaime Durán Barba. Por encima de sus profundas divergencias, los reúne un género, cuyo referente insoslayable es Maquiavelo: el asesoramiento del príncipe con herramientas racionales” (…) “Podría decirse que las marcadas diferencias entre estos dos presidentes provienen de concepciones muy distintas de la política, que ellos han escenificado escuchando a sus consejeros. El abismo conceptual de los ideólogos puede rastrearse en tres niveles: el ámbito de producción de las ideas, el contenido de estas y el modo en que se concretan en la práctica.” (…) “Tal vez Laclau y Durán no se quisieron, aunque se necesitan. Como Cristina y Macri. Pero antes de las desavenencias conviene establecer una concordancia entre Laclau y Durán, acaso clave: concibiéndolos con distintos términos…los dos parten de las necesidades y los problemas de amplios agregados de población, que en democracia definen la suerte de los gobiernos mediante el voto. Por eso, la configuración y las preocupaciones de este colectivo constituyen la materia para aconsejar al poder” (…) “La democracia moderna, que requiere aprobación masiva antes que conformidad de las elites, produjo un desplazamiento del objeto de estudio en que se basa el asesoramiento político. Maquiavelo ofrecía al príncipe su “conocimiento de la conducta de los mayores estadistas que han existido”, mientras que el asesor de hoy se centra en el comportamiento del votante más que en la actuación de los líderes” (…) “La disonancia entre ellos, sin embargo, es profunda. Empieza por el ámbito donde desarrollaron sus actividades. Laclau nunca fue consultor de campañas políticas, quehacer que distingue a Durán Barba. El mundo de Laclau, fallecido en 2014, fue el campo académico, contándose entre los intelectuales que replantearon, desde el liberalismo político y el marxismo, la universidad argentina después del peronismo” (…) “El foco de Durán Barba, al que debe reconocérsele buena formación académica y actuación universitaria, estuvo en otro lado: la consultoría política, que ejerció desde su juventud mediante empresas dedicadas al asesoramiento a candidatos, gobiernos y organizaciones” (…) “Laclau desde el claustro, con vuelo teórico; Durán, desde los comités de campaña, con pragmatismo: dos modos diversos, pero efectivos, de influir en la democracia” (…) “Laclau postula un conflicto básico que divide a la sociedad entre el pueblo y el poder, mientras que Durán apuesta a un consenso conformado por mayorías despolitizadas. El sujeto de Laclau son los movimientos sociales y la militancia; el de Durán, los votantes a los que no les interesa la política, sino la solución de sus problemas cotidianos” (…) “Mientras se dirimen estos debates, que alimentan la grieta, el país de los problemas estructurales avanza a ritmo lento, no se sabe si a la solución o a la profundización de sus desgracias. En medio de esa incertidumbre, el conflicto entre las instituciones representativas y la protesta callejera otorgan razón, paradójicamente, a los argumentos enfrentados de Laclau y Durán Barba. Quizás una lectura pormenorizada de los dos, sin excluirlos ni maldecirlos, contribuya a entender las oportunidades y los riesgos de la democracia argentina en esta época”.

Escribió Guyot: “Todo pende de un hilo y la culpa es de Twitter. Dos chicos consentidos se han enfrentado en una lucha de egos que tiene a la humanidad de rehén. Provocación va, provocación viene, y la platea se aferra a la butaca entre azorada e incrédula” (…) “La vida convertida en reality. Vencen los que tienen rating, que suelen ser los peores. Y estamos en peligro, porque de ellos es el mundo” (…) “Como si la amenaza global no bastara, en la Argentina tenemos otra situación explosiva de la que preocuparnos. Aunque tendamos a olvidarlo, seguimos parados sobre la bomba de tiempo que dejó el kirchnerismo. En sus primeros dos años, el gobierno consiguió evitar que estallara. Pero, por lo visto hasta aquí, desactivarla va a resultar más difícil de lo que se esperaba” (…) “La gran tarea en 2018 es esa: convencernos de que podemos ser otros, algo que depende tanto del Gobierno y la clase política como de la sociedad” (…) “Nadie debería negarle a Cambiemos avances notorios en la restauración de las instituciones democráticas” (…) “La asignatura pendiente, dicen los expertos, la bomba aún activa, es la economía, que no muestra señales sufrientes de reactivación. Pero la cuestión es más compleja. Para reactivar la economía, para salir de un déficit fiscal insostenible, hace falta racionalizar el gasto público y el costo laboral. El problema es que la matriz prebendaria heredada se opone a ambas cosas y lucha con todas sus fuerzas. Por eso, la reactivación económica del país no puede deslindarse del saneamiento de un sistema corrupto. Lo primero no llegará sin lo segundo. Es la lucha entre lo nuevo y lo viejo, que resiste para no perecer” (…) “No hay posibilidad de bajar el gasto público, de racionalizar los costos laborales, de reactivar la economía, si mientras tanto no se desmantela el sistema prebendario que conspira contra todo eso. Además de la acción decidida de la Justicia, para lograrlo el Gobierno necesita el apoyo de cierta parte de la oposición, dominada por un peronismo fragmentado que jaquea los planes oficiales mediante un juego de pinzas ensayado por lo más rancio de dos corporaciones: la política y la sindical. Una encuesta reciente arroja un dato interesante: los que prefieren un peronismo dialoguista casi duplican en número a los que prefieren un PJ combativo. Donde quiera que estén los dialoguistas, es hora de que den un paso al frente más decidido. Así se desmarcan de los que apuestan a la bomba”.

En su edición del 5 de enero, Página/12 publicó artículos de Tomás Lukin (“Para no querer tomar más deuda, van mal”), Rodolfo Alonso (“Octavio Paz contra el neoliberalismo”) y Damián Pierbattisti (“Los usos del terror”).

Escribió Lukin: “No queremos seguir tomando deuda y obligar a nuestros hijos y nietos a pagarla”, expresó el presidente Mauricio Macri el martes durante una breve interrupción de sus vacaciones. Dos días después, el Ministerio de Finanzas que encabeza Luis Caputo emitió deuda por 9000 millones de dólares” (…) “El debut anual de la Argentina en los mercados internacionales se distribuyó en tres tramos: 1750 millones a 5 años, otros 4250 millones a 10 años y 3000 millones a 30 años. Los bonos a tres décadas tienen un cupón de 6,875 por ciento anual y, como se vendieron por debajo de su valor nominal, el rendimiento asciende a 6,95 por ciento. Esos títulos terminarán de pagarse en 2048 cuando Antonia Macri, la hija menor del mandatario argentino, haya cumplido 36 años. La rentabilidad ofrecida por esos papeles es 48 por ciento superior a la reconocida por México el miércoles durante la emisión de un bono con el mismo plazo” (…) “Estamos muy satisfechos con esta nueva emisión, ya que logramos, una vez más, bajar significativamente nuestro costo de financiamiento con las tasas más bajas de nuestra historia. Esto demuestra que los inversores ven con mayor entusiasmo y confianza la situación económica y política del país”, celebró Caputo. Los bonos que vencerán en 2023 ofrecen un cupón de 5,625 por ciento y se vendieron a la par del valor nominal por lo que el rendimiento es idéntico al interés. Los títulos que se amortizan en 2028, por su parte, cuentan con un cupón del 5,865 por ciento pero las ofertas se realizaron por debajo de su valor y el rendimiento asciende a 6 por ciento” (…) “Quienes se quedaron con los títulos fueron alrededor de 450 inversores ubicados en su mayoría en Estados Unidos, Europa y Asia. La abultada demanda de papeles argentinos que alimenta el nuevo ciclo de endeudamiento reside en el atractivo rendimiento, que de todas formas se encuentra entre los más elevados del mundo emergente” (…) “El desmantelamiento de las regulaciones cambiarias, la liberalización de los movimientos de capitales, el pago a los fondos buitre y el renovado vínculo con el FMI forman parte del paquete de transformaciones que también aceitaron el regreso estelar del país a los mercados de deuda externa” (…) “A contramano del optimismo oficial, la abultada deuda externa asumida por Argentina a partir del recambio presidencial se destinó a financiar los desequilibrios en la cuenta corriente y la cuenta de capital. Durante los primeros dos años del gobierno de Mauricio Macri el grueso de los dólares obtenidos por el endeudamiento no se utilizaron para el desarrollo económico sino para hacer frente al pago de importaciones, la remisión de utilidades y dividendos de las firmas extranjeras, el financiamiento de los viajes al exterior, la cancelación de los vencimientos de deuda y el abastecimiento de la fuga de capitales” (…) “A través del decreto 2/2018 publicado ayer en el boletín Oficial, la cartera de Finanzas fue autorizada a colocar bonos por una suma equivalente a los 15.000 millones de dólares. La medida representa una ampliación del endeudamiento habilitado para el año pasado. Durante 2017 Caputo podía ofrecer por esa vía hasta 20.000 millones de dólares en los mercados financieros de los cuales se emitieron 13.357 millones de dólares. Por eso, el gobierno dispone de capacidad para emitir hasta 21.643 millones de dólares en títulos de deuda externa regidos por legislación extranjera”.

Escribió Alonso: “El mundo que viene es más de dueños que de trabajadores”, confesó a Página/12 el Ceo de los Grobo en el aquelarre de la OMC” (…) “Pero él intentaba escamotear la actual hecatombe concreta sobre derechos seculares de la clase obrera, con el espejismo de un futuro paraíso virtual, y universal, de “emprendedores” (…) “Y de sus palabras podemos extraer el contenido literal, bien patente para los argentinos en la actualidad: todo para los dueños, nada para los que crean su riqueza” (…) “Casi de inmediato, como un reflejo antípoda, recordé otro concepto también significativo. En uno de sus diálogos reunidos en libro por Braulio Peralta, confiesa Octavio Paz: “Siempre creí-y creo-que mi interlocutor natural era el intelectual llamado de izquierda. Vengo del pensamiento llamado de izquierda. Fue algo muy importante en mi formación. No sé ahora (…) Lo único que sé es que mi diálogo-a veces mi discusión-es con ellos. No tengo mucho que hablar con los otros”. Pero el gran dinero corporativo y los no menos desmedidos medios hegemónicos, intentaron apoderarse de todo Octavio Paz, el célebre escritor mexicano, distorsionando sus tempranas críticas al terror stalinista y su redescubrimiento del auténtico liberalismo, para adjudicárselo, domesticado como a tantos otros conversos hacia la derecha” (…) “Comenzaba su tarea de escritor, cuyos primeros títulos lo vuelven hombre público. Polemista agudo, convencido humanista, su figura crece como su influjo, entre admiraciones y rechazos. Pero algo hay que reconocerle: en 1968, tras 24 años de diplomacia renuncia como rechazo a la feroz represión oficial que dejó muchos muertos y heridos, durante la masacre de Tlatelolco, entre los estudiantes mexicanos” (…) “Medio siglo después de aquel legendario Congreso de Valencia, se invitó a los sobrevivientes. A Octavio Paz eso le provocó un gran texto: “El lugar de la prueba”. Lo reprodujo el diario La Nación, el 8 de noviembre de 1987. Y en él comencé a descubrir una vertiente bien oculta. Dice: “porque la libertad de expresión está en peligro, siempre. La amenazan no sólo los gobiernos totalitarios y las dictaduras militares, sino también, en las democracias capitalistas, las fuerzas impersonales de la publicidad y el mercado. Someter las artes y la literatura a las leyes que rigen la circulación de mercancías es una forma de censura no menos nociva y bárbara que la censura ideológica” (…) “En su libro La otra voz/ Poesía y fin de siglo, de 1990, el año de su Premio Nobel, Octavio Paz reitera claramente: “hoy las artes y la literatura se exponen a un peligro distinto: no las amenaza una doctrina o un partido político omnisciente sino un proceso económico sin rostro, sin alma y sin dirección. El mercado es circular, impersonal, imparcial e inflexible” (…) “Y en otro libro: Al paso, insiste: “Pienso en la solapada dominación del dinero y el comercio en el mundo del arte y la literatura. Las leyes del mercado no son estrictamente aplicables a la literatura, al pensamiento y al arte. Las potencias meramente comerciales, regidas por el criterio del éxito y la venta, tienden a la uniformidad-máscara de la muerte” (…) “No era algo casual. El 25 de agosto de 1992 leo en La Nación: “Es muy grave que el relativismo social actual se convierta en un nuevo absolutismo basado en esta idea: las cosas no tienen valor, tienen precio. Este es el camino por el cual una sociedad se destruye”. Y añade: “Cuando yo era joven el gran enemigo del arte eran los Estados autoritarios. Esta amenaza ha sido sustituida por otra mucho más sutil: la amenaza del mercado, que lo relativiza todo. Estas son las grandes amenazas modernas. El mecanismo del mercado no tiene ideología, acepta todas, las usa todas, no respeta ninguna y se sirve de todas ellas” (…) “Si fuera poco, en el Nouvel Observateur poco antes de morir, en 1998 afirma Paz: “Se habló del desastre del autoritarismo, sería preciso hablar del desastre del capitalismo neoliberal y democrático, en el dominio del pensamiento como en el de la vida cotidiana; la idolatría del dinero, el mercado transformado en valor único que expulsa a todos los otros” (…) “Llegó la hora de pensar a Octavio Paz en su complejidad, sin anteojeras.” (…) “Pero siento que le debemos considerarlo íntegramente, desde nuestra propia perspectiva sí, pero en toda su múltiple riqueza” (…) “Y hay más. En “El lugar de la prueba”, 50 años después de aquel congreso antifascista, Octavio Paz recuerda esto: “en fin, y ante todo, el trato con los soldados, los campesinos, los obreros, los maestros de escuela, los periodistas, los muchachos y las muchachas, los viejos y las viejas. Con ellos y por ellos aprendí que la palabra fraternidad no es menos preciosa que la palabra libertad: es el pan de los hombres, el pan compartido. Esto que digo no es una figura literaria. Una noche tuve que refugiarme con algunos amigos en una aldea vecina a Valencia mientras la aviación enemiga, detenida por las baterías antiaéreas, descargaba sus bombas en la carretera. El campesino que nos dio albergue, al enterarse de que yo venía de México, un país que ayudaba a los republicanos, salió a la huerta a pesar del bombardeo, cortó un melón y, con un pedazo de pan y un jarro de vino, lo compartió con nosotros” (…) “¿Alguien capaz de expresar eso”, se pregunta Alonso, “no merece que volvamos a pensarlo más a fondo?”

Escribió Pierbattisti: “Hace poco más de veinte años, en la vieja maternidad de Barrio Norte, León Rozitchner dejó caer una frase que podría ser el epígrafe de todas las fotografías tomadas en la salvaje represión al pueblo que ejecuta minuciosamente, y con deleite, la ofensiva neoliberal: “la policía es la prolongación del ejército en la democracia aterrada en la que vivimos” (…) “Si nunca fue tan nítida la expresión de dos proyectos de país en pugna desde el inicio de este gobierno cipayo, cobijado y a resguardo de la prensa hegemónica, en estos últimos días se puso una vez más de manifiesto que su retaguardia ideológica es el autoritarismo en su máxima expresión. El autoritarismo armado. El autoritarismo de los fierros con los que buscan disciplinar a una porción sustantiva de la sociedad civil que resiste a la vulneración de los derechos conquistados” (…) “Los que votaron en contra de la estatización de los fondos previsionales que estaban en manos del capital financiero (Ley 26425/08) son los mismos que hoy recortan cien mil millones de pesos de los sectores más vulnerables para destinarlo al proyecto reeleccionista con base en la provincia de Buenos Aires, y al mismo tiempo cubrir una porción significativa de los crecientes intereses del megaendeudamiento externo, que ya compromete el futuro de generaciones enteras de argentinos. Para que no quede el más mínimo atisbo de duda del carácter que asumen las “reformas permanentes” que impulsa este gobierno, las exenciones impositivas al gran capital, sancionadas en la reciente ley tributaria, desfinancia fuertemente al Estado para descargar sobre los sectores populares el costo del ajuste” (…) “El extraordinario blindaje mediático del que gozan para desmontar las conquistas logradas durante el extenso lapso en el que no ejercieron el gobierno del Estado, no alcanza para ocultar la identidad moral de la clase dominante argentina: este modelo societario que se construye sobre la base de una brutal transferencia económica de los trabajadores al capital concentrado, sólo puede cerrar con represión y criminalización de la protesta social. El violento proceso confiscatorio del que es objeto nuestro pueblo es el objetivo estratégico de la alianza gobernante. Un “cambio” que tiene su centro de gravedad en una radical modificación de las relaciones de fuerza entre el capital y el trabajo” (…) “Pero algo comenzó a resquebrajarse. Las aniñadas fantasías apologéticas del individualismo cerril, propias de los manuales de capacitación de las empresas privatizadas a inicios de los noventa, revelaron su verdadero rostro coactivo y siniestro. En tal sentido, una sociedad significativa de la sociedad civil no se deja amedrentar por la alianza estratégica que conforman el poder judicial, el aparato mediático, las fuerzas de seguridad y el Poder ejecutivo, como centro articulador de la ofensiva represiva. En algún punto esto es perfectamente congruente con la construcción de un modelo societario excluyente y que para ser gobernable, es decir, para que el campo popular acepte el proceso confiscatorio al que está siendo sometido, la única alternativa posible, agotado el estribillo de la pesada herencia, es la represión lisa y llana” (…) “Sin embargo, una pregunta comienza a flotar en el aire: ¿hasta cuándo puede durar el consenso que aún legitima la confiscación de los ingresos de los sectores populares y los estratos medios en beneficio del capital concentrado? Arriesgamos una hipótesis: hasta que el endeudamiento externo lo permita, y la legitimidad de la que aún goza tamaña transferencia de recursos a la cúpula económica comience a ser puesta en crisis”.

En su edición del 5 de enero, La Nación publicó artículos de Marcos Novaro (“La hipocresía de quienes temen perder poder sobre los más humildes”) y Fernando Laborda (“Finalmente, el gobierno de Macri terminó enamorado de su gradualismo”).

Escribió Novaro: “Según el líder de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y asesor del Pontificio Consejo de Justicia y Paz en el Vaticano, Juan Grabois, la violencia es “el vicio de Macri” y nace de “su resentimiento” (…) “Días después de esas lluvias de piedrazos sobre las fuerzas de seguridad, en reiterados intentos de impedir que el Congreso sesionara para tratar la llamada reforma previsional, Grabois atribuyó equivocadamente lo sucedido a “un grupo ínfimo” de “estúpidos funcionales al gobierno” y también advirtió sobre la “frustración y bronca” de las barriadas “por la exclusión social” (…) “Ahora, en un reportaje publicado por Página/12…atribuyó de lleno la responsabilidad por los hechos de violencia al gobierno, más precisamente al Presidente: según él, Macri “sintió que había una especie de necesidad de refirmar la autoridad y mostrar fierros en la calle para consolidar el voto con la idea de que muchos querían y aprobaban eso” (…) “Según el líder de la CTEP, los hechos de violencias habrían revelado que el gobierno sólo aparenta ser conciliador y gradualista, no negocia realmente, sino que busca imponerse por la fuerza y borrar a sus adversarios: “En la Argentina del siglo XXI, pensar que te vas a llevar puesto a patadas a todo el mundo todo el tiempo es un error. Puede durar muy poco…Ahora están convencidos de que todo manifestante es un conspirador trosko-kirchnerista que quiere voltear al Gobierno. La persecución a Cristina Kirchner y a su familia es un factor de desestabilización política que solo le sirve a quien no quiere que la Argentina tenga un desarrollo democrático normal” (…) “Que se sepa”, expresa Novaro, “la organización de Grabois sigue siendo generosamente financiada por el gobierno que él descalifica y a nadie en el Ejecutivo se le ha ocurrido quitarle esos recursos públicos que administra por las opiniones políticas de su representante ni por promover manifestaciones y piquetes” (…) “Lo único que se profundiza es la paradoja de que el Estado argentino financia grupos que se comportan de forma cada vez más desleal con las reglas institucionales y desconocen toda legitimidad a las autoridades” (…) “Grabois puede pensar lo que le venga en gana de los vicios y defectos del Presidente, pero no debería abandonar el camino de la argumentación racional para justificar sus posiciones. De otro modo quienes lo acusan de ser un apenas disimulado “trosko-kirchnerista”, para usar su propia terminología, tendrán la evidencia que necesitan para descalificarlo, y así seguiremos profundizando los conflictos en vez de resolverlos” (…) “Grabois se queja de no haber sido incluido en la negociación de la ley previsional, y lo mismo podrían decir muchas otras organizaciones sociales, la CGT, etc. Pero no puede ignorar que el proyecto fue concertado con gobernadores y legisladores de varios grupos de oposición, y modificado varias veces en ese trámite, incluso durante las sesiones legislativas sometidas a asedio. Nada de eso se acomoda a la categoría “llevar puesto a las patadas a todo el mundo” (…) “Es cierto que el proyecto en cuestión supuso un ajuste, al menos inicial, pero es discutible que no vaya a ser compensado o no esté regido por un criterio de justicia, discutible como cualquier otro, pero que no merece ser ignorado” (…) “Es también discutible que el previsional sea el rubro de gasto público con efectos más redistributivos. Si entre quienes cobran una jubilación el porcentaje de pobreza es mucho menor que entre los niños y jóvenes, entonces tenemos un problema intergeneracional a considerar, que alguien que trabaja en los barrios populares no debería ignorar tan frescamente” (…) “Algo más: tal vez el silencio de Grabois respecto de estas otras finalidades del gasto oculta un motivo inconfesado y más sustancial de alarma. Su diatriba contra los vicios reales o supuestos de Macri puede que esté en verdad originada en el terror que muchos en la oposición experimentan en estos días ante las comprobadas dotes de Vidal para, con esos recursos extras en sus manos, empezar a cambiar la situación de los pobres del conurbano en los próximos años, por encima de lo poco que han logrado hacer las administraciones peronistas y las organizaciones sociales en las últimas décadas” (…) “Mientras tanto la violencia, sus causas y responsables seguirán dando que hablar. No es malo que así sea, porque argumentar al respecto puede que nos evite sumirnos cada vez más en el silencioso juego de acciones y reacciones del que ella se alimenta. En eso sí hay que reconocer que, con su sinceridad, Grabois ha hecho un aporte”.

Escribió Laborda: “Muchos esperaban que este 2018 sin elecciones a la vista pudiera ser el año del ajuste. Probablemente aún lo sea para quienes analizan la realidad dese una óptica populista y piensan que cesantear a un solo empleado estatal es poco menos que un sacrilegio. Pero las más recientes señales del gobierno de Mauricio Macri, empezando por la “recalibración” de las metas de inflación, indican que el combate al populismo se dará al compás de la canción que hizo célebre el puertorriqueño Luis Fonsi. Esto es, despacito” (…) “¿Qué ocurrió para que, de pronto, el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, quedara reducido a la altura de un ministro del Poder Ejecutivo y por debajo del jefe de Gabinete, Marcos Peña?” (…) “Dos factores explican el triunfo de la postura encabezada por Peña y el enamoramiento del gradualismo. El primero fue que imperó cierto temor a que una excesiva concentración en la lucha contra la inflación terminara impidiendo un mayor crecimiento económico. El segundo, la caída en la imagen presidencial y en las expectativas económicas de la opinión pública durante el último mes” (…) “Distintas encuestas reflejan que los sectores medios de la sociedad, en particular, quienes mayoritariamente votaron a Cambiemos, han comenzado a exhibir malestar ante el devenir económico” (…) “El consuelo para el oficialismo es que no solo cayó la imagen positiva de Macri (del 53 al 44% en un mes). También se derrumbó la imagen de prácticamente toda la dirigencia. La oposición no logra rearmarse y el peronismo es percibido como una fuerza fragmentada, carente de liderazgo y sin poder de fuego. Solo Cristina Kirchner surge con un claro perfil en la oposición. Ella misma lo dejó trascender en sus últimas exposiciones, tanto en el Senado como ante dirigentes de su sector: hay que oponerse a todo lo que proponga el gobierno de Macri. “Para eso nos ha votado la gente”, aclara la expresidenta. Su objetivo de mínima es debilitar a Macri de cara a su posible reelección en 2019; su objetivo de máxima, bastante improbable, es forzar su retiro anticipado del poder, como ocurrió con De la Rúa”.

En su edición del 4 de enero, Página/12 publicó artículos de Emanuel Respighi (“Medios en señal de ajuste”), Adriana Meyer (“Más que un ascenso es una provocación”) y Oscar Laborde (“La guerra jurídica o Lawfare”).

Escribió Respighi: “El ajuste en el Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos (SFMyC) no se detiene. Ayer, los trabajadores de los canales Encuentro, Pakapaka y DeporTV denunciaron que se comunicó extraoficialmente el despido de 34 trabajadores de esas señales, entre personal artístico y administrativo. Tal como viene sucediendo en los medios públicos, los trabajadores denunciaron una suerte de “guerra psicológica”, porque si bien se filtró una lista con los nombres de los supuestos despedidos, y algunos de ellos fueron notificados por los directores de los canales y gerentes de cada área, lo cierto es que hasta el cierre de esta edición nadie había recibido un telegrama en el que se le comunicaba formalmente el fin de la relación laboral” (…) “Actualmente, las tres señales se encuentran al límite de su funcionalidad por falta de personal, quedando vacías áreas esenciales”, denunciaron los trabajadores en un comunicado, en donde subrayan que consideran “perverso, cruel y arbitrario el accionar del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, dirigido por Hernán Lombardi” (…) “En medio de una ola de despidos, no renovación de contratos, retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas puestas en marcha en los medios públicos en el último mes, la incertidumbre en torno al futuro inmediato de Encuentro, Pakapaka y DeporTV parece contar con bases sólidas. La posibilidad de que los canales culturales y educativos sean parte de un ajuste que termine redundando en un “vaciamiento” de hecho es un peligro que empieza a tomar forma” (…) “El fantasma del comienzo de un proceso de “vaciamiento” de Encuentro, Pakapaka y DeporTV tiene lógica. A la considerable merma en la producción de contenido propio que se produjo en los últimos dos años, se le suma ahora la que parecería ser una segunda etapa de ajuste. Hay un dato que asoma contundente: de la estructura de 200 personas con la que contaban las tres señales hace un mes, la planta de personal disminuyó en casi un 50 por ciento” (…) “En caso de que se efectivice el despido de 34 personas más la planta de profesionales para abastecer técnica y artísticamente esas señales pasaría a ser de poco más de 70 personas, apenas el 35 por ciento con el que contaba hasta hace un mes” (…) “La situación de los medios que forman parte del SFMyC es delicada. Se sabe: reducir el funcionamiento de las señales a su mínima expresión, bajo la idea de únicamente mantenerlas al aire a puros “enlatados”, es una manera elegante de “apagarlas”. Una decisión que, además, disminuye el costo político y la repercusión que tendría el gobierno en caso de cerrarlas directamente. Un caso que sirve como antecedente es lo que ocurrió con el por entonces canal Ciudad Abierta (hoy rebautizado Canal de la Ciudad), que Mauricio Macri había anticipado en plena campaña electoral a jefe de gobierno en 2007 que lo iba a cerrar porque tenía “cero rating” y, tras el rechazo público de ciertos sectores, finalmente tuvo que volver sobre sus pasos. A medias: hoy es una señal que, lamentablemente, pocos saben de su existencia” (…) “Los trabajadores de Encuentro, Pakapaka y DeporTV anticiparon que en caso de que no se abra una de diálogo con las autoridades y que el plan de despidos se haga efectivo, tanto el área de Videoteca como el de Chequeo Técnico de las señales desparecerían, ya que se quedarían sin personal”.

Escribió Meyer: “El gobierno de Cambiemos, máxima autoridad jerárquica del gendarme Emmanuel Echazú, consideró que no existe “ninguna restricción legal o reglamentaria” y lo ascendió al grado inmediato superior de su promoción, es decir alférez. Esto es, la condición del único imputado en la causa penal por la desaparición y muerte de Santiago Maldonado resultó un detalle irrelevante para la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a la hora de incluir al gendarme en los ascensos, publicados en el Boletín Oficial. Echazú se presentó en el expediente luego de que Página/12 publicara que los investigadores pretendían determinar si acaso la herida en su rostro había sido producida por los piedrazas de los mapuches, como dijo él, o pudo haber sido hecha por Maldonado en su defensa durante la represión a la protesta de Cushamen, el 1 de agosto. La familia del joven exigió que la decisión oficial sea revocada, en un comunicado que tituló “Impunidad en ascenso” (…) “En su sitio web los Maldonado indicaron que la decisión es “como mínimo prematura porque se encuentra en curso una investigación sobre la responsabilidad de ese y otros agentes en un caso gravísimo como el de la desaparición y muerte de Santiago”. Y agregaron: “El ascenso de un agente en esas condiciones resulta impropio y desaconsejable, ya que podría suponer cierto aval a prácticas represivas ilegales y una provocación a los familiares de las víctimas”. Por esos motivos expresaron que “la resolución debe ser revocada en cuanto a los gendarmes bajo investigación y así lo exigimos” (…) “Para Gendarmería tampoco hubo ninguna “irregularidad” que impidiera el ascenso de Echazú, quien mintió sobre su ubicación en el escenario represivo de aquella mañana, cuando cuatro escuadrones reprimieron en el territorio recuperado la protesta por la libertad de su lonko, Facundo Jones Huala, con un breve corte de la ruta 40” (…) “Si Maldonado se entregaba estaría vivo”, dijo el ascendido gendarme al diario Clarín, que así tituló la entrevista publicada en la edición en papel el 3 de diciembre. Parecía casi una confesión de parte, por lo cual la versión digital fue modificada: “Si lo hubiéramos visto ahogándose lo habríamos ayudado”. Según la nota, “el gendarme detalla que fue impactado por una piedra estando afuera del predio” en Cushamen. Es un dato clave en la causa Maldonado porque su lesión representa uno de los elementos de peso para alegar, por parte del ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich, que hubo un “delito en flagrancia”. Sin embargo, del expediente surge que Echazú fue herido cuando ya habían decidido avanzar hacia el predio a cazar a los manifestantes. Lo dice el propio Echazú en el acta de procedimiento que firmó a las 15.30 del 1 de agosto. “En el momento de ingresar al predio, dos efectivos de la fuerza recibieron impactos de piedras”. Echazú era uno de los que lideraba el ingreso. Ya había cesado el corte de ruta, o sea que el operativo que terminó con la muerte de Santiago fue totalmente ilegal”.

Escribió Laborde: “La persecución permanente que padece la ex presidenta Cristina Kirchner y el intento de encarcelar a Lula da Silva en Brasil son ejemplos de una nueva táctica de guerra no convencional que se conoce como Lawfare” (…) “Las derechas de nuestra región lo han adoptado en los últimos años como mecanismo predilecto para derrotar gobiernos populares y denostar a sus dirigentes, con el objetivo de suplantarlo en el gobierno, encarcelarlos o por lo menos desprestigiarlos cruelmente. Y en esta guerra hacen uso indebido de instrumentos jurídicos para fines de persecución política, destrucción de imagen pública e inhabilitación de un adversario político” (…) “Pero, ¿qué significa Lawfare? El término describe “un modo de guerra no convencional en el que la ley es utilizada como un medio para conseguir un objetivo militar” y es utilizado con este sentido en Unrestricted Warfare, un libro de 1999 sobre estrategia militar. En 2001 el concepto comienza a ser manejado en ámbitos diferentes a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos tras la publicación de un artículo escrito por el general de Fuerza aérea, Charles Dunlap, de la Duke Law School. Estados Unidos es uno de los principales proveedores de asesoría para la reforma de los aparatos jurídicos en América Latina y el Departamento de Justicia estadounidense ha estrechado en los últimos años los vínculos con los aparatos judiciales de la región en la lucha anticorrupción” (…) “Para esto se necesita una justicia cómplice, medios de comunicación que trabajen en absoluta concordancia con el objetivo de despedazar a las expresiones populares y políticos que participen en el ataque, siempre propalado generosamente por los medios y luego capitalicen los resultados de derrocar, inhabilitar y desprestigiar a las representaciones populares que se enfrentan a los intereses de los grandes grupos económicos” (…) “El Poder Judicial en nuestros países se ha convertido en los últimos años en un potente espacio desde donde se despliega, casi sin límites, estrategias de desestabilización y persecución política, hasta colocarse muy lejos del principio republicano del equilibrio de poderes. Es el único que no deriva de la voluntad popular sino de complejos mecanismos de designaciones políticas y concursos, sumado a privilegios que los demás no tienen. Esto le permite operar políticamente bajo un manto de institucionalidad. El argumento permanente es la corrupción. Se sostiene que debe ser extirpada del Estado apelando a las “buenas prácticas” del sector privado (eficiencia y transparencia) para desplazar la “lógica” de lo público, asociada al derroche y a la mala gestión de “los políticos”, apostando a la formación de técnicos apolíticos” (…) “Políticos que denuncian corrupción, medios que se “hacen eco”, políticos y medios que exigen celeridad a la justicia, mecanismos del poder judicial que disciplinan o excluyen a los jueces independientes y magistrados que condenan sin pruebas y encarcelan sin el debido proceso” (…) “Se pretende acallar con la persecución y la cárcel a aquellos representantes del pueblo que puedan interceder en su plan de desandar lo logrado en los últimos años”.

En su edición del 4 de enero, La Nación publicó un artículo de Carlos Pagni titulado “Macri pone en juego su capital político con medidas antipáticas”.

Escribió Pagni: “Maquiavelo recomendaba al príncipe hacer el mal de golpe, y el bien de a poco. Mauricio Macri sigue ese consejo. Aplicó el enorme capital adquirido en las legislativas para, en un bimestre, tomar decisiones antipáticas. Anunciado el ajuste en el precio del transporte, queda por esperar la suba en las tarifas energéticas” (…) “Después llegarán las buenas noticias. Es lo que sueña el Presidente” (…) “El gobierno no esperó a que los usuarios se recuperaran de los excesos de las fiestas para mortificarlos con el aumento de los precios del transporte. Una semana antes, presentó una nueva política monetaria. Y, lo que es tal vez más relevante, un nuevo diseño de la gestión económica. El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, se allanó a ejecutar una estrategia elaborada en la Casa Rosada. El giro es esencial para el oficialismo” (…) “Es la promesa que el gradualismo le hace a la inversión. La expansión de la economía es, por lo tanto, la clave de bóveda de toda la gestión oficial. Incluida la reelección del Presidente” (…) “Durante dos años, Sturzenegger apostó a que ese crecimiento derivaría de una baja dramática de la inflación. Pero el prodigio no ocurrió” (…) “Ante la evidencia del fracaso, desde abril se fue gestando un consenso interno para adoptar otra receta. Las críticas a la gestión del Banco Central, lideradas por Mario Quintana, chocaban siempre con la misma pared: la negativa de Macri a corregir a Sturzenegger. Esa valla cedió a mediados de diciembre. Reunido con Marcos Peña, Quintana, Gustavo Lopetegui y Dujovne, el Presidente escuchó una explicación de cómo evolucionaría la economía si se reprogramaban las metas de inflación y, sobre todo, de los males que aparecerían si se las mantenía…Los argumentos, esta vez, le sonaron convincentes” (…) “El Presidente resolvió dos problemas. Por un lado, reconoció que el gradualismo fiscal, al que está atado por razones sociales y políticas, es incompatible con un shock monetario. Por otro, unificó el guión. Canceló la confrontación, estimulada por él mismo, entre el Banco Central y el resto del Gobierno. El objetivo de estas decisiones es bastante razonable: la inflación irá reduciéndose a un ritmo anual del 5%” (…) “El sinceramiento monetario y el ajuste en el transporte se agregan al sinsabor mayor: la turbulenta modificación de la fórmula para actualizar jubilaciones. En el gobierno atribuyen a esa crisis y, en menor medida, a la lamentable tragedia del submarino San Juan la caída de la imagen de Macri en las últimas encuestas. Nadie se arrepiente de la táctica adoptada: el mal de golpe” (…) “Macri pretende, superados estos sinsabores, anunciar buenas noticias” (…) “En la Casa Rosada esperan que el próximo 18 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) habilite el trámite de incorporación de la Argentina, junto con Rumania. Visto en la perspectiva del largo plazo, sería un éxito interesante. El proceso obliga a asumir compromisos muy saludables, sobre todo en el campo de la calidad institucional” (…) “El oficialismo también emitió, con el cambio de año, los signos de una nueva configuración política. El anuncio más explícito lo pronunció Elisa Carrió. La diputada impugnó la incorporación de Daniel Angelici a la conducción de la UCR porteña, siempre en manos de Enrique Nosiglia”.

En su edición del 3 de enero, Página/12 publicó artículos de Nicolás Comini (“Argentina, Unasur y un camino errado”) y Eric Nepomuceno (“El 2017 por fin se fue”).

Escribió Comini: “Trascendidos de días atrás pusieron sobre la mesa un tema que desde el inicio de la gestión Cambiemos está presente en los debates sobre política exterior: la participación argentina en la Unasur. Básicamente, de lo que se viene hablando es de la potencial retirada del país” (…) “Una medida de tal calibre sería justificada en torno a cuatro razones: el pecado original de la Unasur, su naturaleza, su perfil institucional y su carga material. ¿Qué significa esto? El pecado original del bloque es haber nacido demasiado bolivariana, con demasiado olor a Venezuela y Bolivia. Asimismo, su naturaleza se basa en el consenso” (…) “El hecho de tener que construir consensos con países como los mencionados díscolos parece un imposible desde la perspectiva del gobierno anterior. Esto, sumado a una clara priorización de los canales bilaterales por sobre los multilaterales, convierte a aquel espacio en una molestia de poca utilidad. Relacionado con lo anterior, su perfil, demasiado politizado, dificulta la definición de políticas regionales concretas y pragmáticas. Finalmente, está la carga económica que implica participar en la Unasur, que va desde el financiamiento de sus estructuras administrativas, hasta el armado y participación en las múltiples instancias que la conforman” (…) “¿Cuánto de esto es real? Poco, poquísimo” (…) “Primero, Unasur no fue un proyecto bolivariano. Fue un proyecto que Brasil comenzó a impulsar desde 1994, luego de que entrara en vigencia el Nafta, en el norte del continente. Asimismo, fue el resultado de casi una década de negociaciones entre doce Estados que tuvieron diferentes gobiernos y que en su etapa final (2008) incluía una profunda heterogeneidad de liderazgos” (…) “Unasur es un espacio de debate político, y justamente su perfil “demasiado politizado” es el que ha permitido avanzar en una agenda regional que pone al Estado-y no al mercado-como actor primario en la discusión que trasciende lo comercial e incorpora temas de enorme sensibilidad e impacto en la sociedad sudamericana, tales como la infraestructura, la salud, la ciencia y la tecnología o la defensa” (…) “¿Cuánto le cuesta esto a la Argentina? En noviembre, los delegados aprobaron el presupuesto de 2018 de la Unasur, que es de 9.786.876 dólares, lo que incluye los gastos de sus instancias permanentes tales como su Instituto de Salud y de su Centro de Estudios de Defensa. El 40 por ciento le corresponde a Brasil, mientras que Argentina debería hacerse cargo del 16,5 por ciento. Así y todo, está atrasada un año en los pagos” (…) “Queda por preguntarse: ¿cuánto de lo trascendido sobre el retiro argentino de la Unasur es cierto? Nuevamente la respuesta es: probablemente poco. Y son varias las razones que permiten predecir esto” (…) “Es mucho más sencillo dejar a un mecanismo regional en coma inducido que retirarse, denunciarlo o disolverlo” (…) “Porque si bien es cierta la ausencia de reuniones presidenciales o de ministros en varios sectores, Unasur es mucho más que esto. Aunque golpeados, el Instituto de Salud y el Centro de Defensa cuentan con agendas propias y muestran año tras año avances técnicos” (…) “En ese sentido, el mismo gobierno argentino ve en su interior ciertos ejes de especial interés. Entre ellos se destacan el de infraestructura, siendo IIRSA clave para el desarrollo de inversión, producción y trabajo, entre otras cosas. Además, Argentina viene presionando desde hace tiempo por la candidatura de José Octavio Bordón a la secretaría general, algo que le permitiría comprender un amague de salida como una herramienta más para resolver dicha designación antes del traspaso de la presidencia pro tempore a Bolivia en abril del año próximo. Y es justamente Bolivia, junto a Venezuela, uno de los países que se oponen a la candidatura de Bordón, pero que también desea que se designe secretario general antes de que se le venga encima la presidencia. Abandonar el bloque resultaría una decisión errada en un camino de por sí equivocado en la búsqueda de la autopregonada política exterior pragmática y desideologizada”.

Escribió Nepomuceno: “Hay, en Brasil, al menos una buena noticia: 2017, año amargo, de inclemente retroceso, llegó a su fin” (…) “Es verdad que derechos laborales de más de medio siglo fueron devastados, que el petróleo fue y sigue siendo regalado a las multinacionales, que se impone un retroceso en el sistema de educación pública, que la salud pública es un escándalo que crece un poquito cada día, que el cinismo del gobierno de Temer logra ser cada vez más abyecto” (…) “Pero el año terminó, y ahora hay otro por delante. Ya que no se puede ni debe borrar de la memoria las tinieblas de un año tenebroso, que los recuerdos de 2017 queden frescos para la hora del rescate” (…) “De los doce meses de 2017, cinco fueron consumidos por Temer y sus cómplices más íntimos a comprar los votos de diputados e impedir que la Corte Suprema le abriese un juicio que, entre otras cosas, lo defenestraría de la presidencia y lo llevaría a la cárcel” (…) “Lo que se logró ha sido una innovación en la historia universal del Derecho: un denunciado, Michel Temer, fue absuelto no por falta de pruebas o evidencias, sino por exceso. Entregarlo a la Corte Suprema sería asegurar su ingreso en algún presidio de mala muerte. Y éste será, o debería ser, su destino inexorable, a menos que se engendre alguna artimaña para cuando termine su mandato ilegítimo y Temer vuelva a ser un ciudadano más en la multitud, sin foco privilegiado que lo proteja” (…) “Mientras tanto, y pese a la formidable campaña llevada a cabo por un triunvirato formado por los grandes medios de comunicación, el empresariado y un Poder Judicial completamente politizado, que actúa en flagrante atropello a bases esenciales de la justicia, Lula da Silva sigue encabezando todos los sondeos y encuestas sobre las elecciones de octubre de 2018. El provinciano y arbitrario juez de primera instancia Sergio Moro, inicialmente convertido en paladín de la moral y del combate a la corrupción, ve cómo crece reiteradamente su desaprobación en la opinión pública brasileña” (…) “Si en las denuncias contra Temer sobraban evidencias y pruebas concretas (grabaciones, filmaciones), contra Lula no hay más que la palabra de un empresario detenido. Ninguna evidencia palpable, y de pruebas, mejor ni hablar” (…) “Como está más que claro, la razón central del golpe institucional que destituyó a la presidenta electa Dilma Rousseff fue precisamente eliminar a Lula da Silva, el más popular presidente de la historia, del escenario político brasileño” (…) “Pero hay otra razón de profunda incertidumbre en el horizonte de nieblas y tinieblas: la derecha, que destroza día a día conquistas y logros y entrega el patrimonio público y los sueños de la gente, no tiene pieza de repuesto” (…) “El discurso mediático de los grandes conglomerados de comunicación ya no convence tanto a su público idiotizado. Si no inhabilitan a Lula da Silva, ya todos sabemos el nombre del futuro presidente brasileño. La justicia arbitraria está lista para cometer ese absurdo” (…) “Será un año tenso y emocionante, 2018. Un año decisivo para el futuro de la democracia brasileña”.

En su edición del 3 de enero, La Nación publicó un artículo de Luis Alberto Romero titulado “La democracia enfrenta un nuevo desafío de la violencia política”.

Escribió Romero: “Un muerto hubiera convertido en tragedia el drama de la democracia argentina representado los pasados jueves 14 y lunes 18. En dos escenarios simultáneos, la plaza y el recinto del Congreso, se teatralizaron dos maneras de entender la democracia, cuya habitual coexistencia pudo convertirse en colisión violenta” (…) “En la plaza, grupos de manifestantes agredieron a las fuerzas de seguridad y pretendieron invadir el recinto donde deliberaban los diputados. El jueves lo defendió una Gendarmería profesional y dura, reemplazada el lunes por bisoños policías urbanos, quienes pusieron el cuerpo y la cabeza a los piedrazos” (…) “Dos cosas quedaron claras al fin de estas jornadas: el imprevisible impacto que la violencia exacerbada está provocando en la política democrática y, como telón, el renacido conflicto entre dos formas de entender esta política” (…) “Una tensión nunca resuelta recorre la democracia. El “pueblo soberano”, fuente de la legitimidad, es un ente de existencia abstracta, que puede sustantivarse de distintas maneras. Para algunos, el pueblo gobierna de manera directa en asambleas o bien se expresa de manera unívoca, aclamando a un líder” (…) “Para otros, ninguna asamblea podrá equivaler al pueblo, la aclamación es inverosímil, y la delegación en una persona conduce a la tiranía” (…) “Nuestra Constitución, como muchas en su tiempo, optó por otra alternativa: el régimen representativo. Estableció taxativamente que el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes. Electos por el sufragio ciudadano, encarnan transitoriamente al pueblo soberano, y deliberan de acuerdo con reglas precisas, destinadas a garantizar su libre discernimiento” (…) “Ambos criterios coexisten desde la Revolución Francesa, cuando la convención estaba permanentemente cuestionada por los “sans culottes” de la calle. Desde entonces coexisten quienes ven al pueblo en los magistrados y legisladores que lo representan, y quienes lo encuentran en las reuniones masivas” (…) “Esta interacción y competencia entre la calle y el Congreso es tan intensa como apasionante. ¿Cuál de las dos es más legítima?” (…) “Aunque la constitución es muy clara, son muchos los que creen en la primacía del “pueblo” reunido” (…) “La facción kirchnerista y sus aliados, decidida a bloquear la sesión, jugó en los dos escenarios” (…) “La violencia en la calle es preocupante, pero su cruce con la actividad parlamentaria es más inquietante aún” (…) “La escena de aquel jueves y aquel lunes exigió algo más que la identificación del “pueblo soberano” con una manifestación masiva. Había que aceptar que el pueblo hablaba a través del reducido grupo de violentos, organizados para provocar a las fuerzas de seguridad. ¿Resulta verosímil esta identificación? No faltan precedentes. En el siglo XIX, G. Sorel apostó a la violencia para desatar la lucha de clases” (…) Lenin y Trotsky desarrollaron la idea de la vanguardia consciente del proletariado. El fascismo usó los grupos de choque para depurar al pueblo de indeseables” (…) “En el mundo del peronismo no hay mucha teoría, pero sí una rica experiencia práctica, cultivada por guardaespaldas, barrabravas y otros afines” (…) “Pero hay algo más. Nadie sabe con certeza qué hacer con la violencia en la calle. En 1983 creímos definitivamente cerrada esta experiencia. Nunca más. Sin embargo, la violencia reapareció desde 1995 y se expandió durante la crisis iniciada en 2001, que puso en cuestión la legitimidad de la representación” (…” ¿Qué debe hacer un gobierno republicano frente a estos brotes violentos, que surgen entremezclados con manifestaciones legítimas? ¿Cómo debe emplear el Estado la fuerza, cuyo monopolio detenta?” (…) “siempre se debe indagar si hubo brutalidad, pero una buena parte de la opinión la da por probada de antemano” (…) “Por otro lado, el sano movimiento cívico de repudio a la represión militar terminó tachando de autoritarismo cualquier forma de autoridad, y de represivo cualquier uso de la fuerza pública” (…) “El Estado no encuentra hoy una forma legítima y aceptada de ejercer la fuerza pública que no sea descalificada como represiva y dictatorial” (…) “El lunes 18, la facción kirchnerista perdió una batalla, pero anunció cuál será su camino político futuro” (…) “El gobierno de Macri…está tratando de depurar y reformar a las fuerzas de seguridad, y de momento las utiliza con precaución. Pero la mayoría de la gente, incluso quienes reclaman por el orden, presupone que todo su accionar es represivo e ilegítimo. En este caso, como en muchos otros, el Gobierno queda colocado en situación de elegir entre soluciones malas o peores. Empeñado en la normalización del país, transita por un estrecho desfiladero, aun a riesgo de despeñarse”.

Anexo

EL CAPITAL de Carlos Marx

Así como el salario por tiempo es la forma transfigurada del valor o precio de la fuerza de trabajo, el salario por pieza lo es de aquél., dice Marx al comienzo del XIX capítulo (“El salario por piezas”) del Libro Primero (“El proceso de producción de capital”) de “El capital” (Ed. Fondo de Cultura Económica, México, octava reimpresión, 1973).

Daría la impresión de que en el salario por piezas el valor de uso que vende el trabajador asalariado fuese el trabajo que se materializa en el producto y no la propia función de su fuerza de trabajo. También daría la impresión de que en el salario por piezas el precio del trabajo ya materializado no se determinase, como en el salario por tiempo, por la fórmula “valor de un día de fuerza de trabajo” sobre “jornada de trabajo de un determinado número de horas” sino por la “capacidad del rendimiento del productor”. En nota al pie de página Marx cita el siguiente párrafo presente en el libro de John Watts “Trade Societies and Strikes, Machinery and Cooperative Societies” (Manchester, 1865): “El sistema del destajo caracteriza a una época en la historia del obrero; este sistema ocupa un lugar intermedio entre la posición del simple jornalero, supeditado a la voluntad del capitalista y la del obrero cooperativo (artisan), que en un porvenir no lejano promete aunar en su persona al capitalista y al obrero. Los obreros destajistas son, en realidad, sus propios maestros, aun cuando trabajen con el capital de su patrono”. Al respecto Marx señala con evidente fastidio: “Cito esta obrilla porque es un verdadero albañal en el que se encuentran revueltos todos los viejos y podridos lugares comunes apologéticos. Este señor Watts es el mismo que hace algunos años propagaba el owenismo, habiendo publicado en 1842 otro libejo titulado “Facts and Fictions of Political Economy”, en el cual, entre otras cosas, se declara la “property” como “robbery”. Pero él ya no se acuerda de esto”.

Sin embargo, enfatiza Marx, la realidad indica que ambas formas de salario (el salario a destajo y el salario por tiempo) conviven en el ámbito industrial. Dice al respecto T.J. Dunning (“Trades Unions and Strikes”, Londres, 1860, p. 22): “Los cajistas de Londres trabajan generalmente a destajo, y el salario por tiempo es, entre ellos, una excepción. En cambio, en provincias el salario por tiempo es la regla, y la excepción es el destajo. Los carpinteros de barcos del puerto de Londres cobran por piezas; en los demás puertos ingleses, por tiempo”. En los talleres londinenses de talabartería, los obreros de Francia y los de Inglaterra realizan la misma tarea: sin embargo, a los franceses se les paga a destajo mientras que a los segundos se les paga por tiempo. Según Marx que ambos tipos de salarios coexistan no hacen más que favorecer la angurria de los patronos. Según el “Report of Insp. Of Fact. 31 st Oct.” 1860, p. 9 “una fábrica emplea a 400 hombres, la mitad de los cuales trabajan a destajo, estando por tanto directamente interesados en trabajar el mayor tiempo posible. Los otros 200 cobran por días, trabajan la misma jornada que los primeros, pero sin cobrar las horas extraordinarias…el trabajo realizado por esos 200 hombres en media hora al cabo del día equivale al trabajo de una persona durante 50 horas o a las 5/6 del rendimiento semanal de trabajo de una persona, representando una ganancia palpable para el patrón”. Por su parte Leonard Horner (en Reports of Insp. Of Fact, 30 th April 1859, pp. 8 y 9) considera que “las horas extraordinarias siguen imperando en gran extensión; y en la mayoría de los casos, acogiéndose a las garantías de clandestinidad e impunidad que concede la propia ley. En muchos de mis anteriores informes, he señalado…las iniquidades que se cometen con todos los obreros que no cobran a destajo, sino por semanas”.

Para Marx “la diferencia de forma en cuanto al pago del salario no altera para nada la naturaleza de éste, aunque una forma sea o pueda ser más favorable que la otra para el desarrollo de la producción capitalista”. Brinda el siguiente ejemplo. Una jornada laboral que se extiende por 12 horas (6 pagadas y 6 no). El producto de valor son 6 chelines, con lo cual cada hora laboral vale 6 peniques. El obrero sólo invierte para producir un artículo el tiempo de trabajo socialmente necesario, lo que significa que fabrica en una jornada laboral 24 piezas. En virtud de ello, destaca Marx, si se descuenta la parte de capital constante adherida a cada pieza, cada pieza costará 3 peniques (6 chelines las 24 piezas). Es así como el obrero cobra por cada pieza ½ penique, con lo cual al cabo de la jornada laboral habrá ganado 3 chelines. En el salario por unidades de tiempo el obrero trabaja 6 horas para su provecho y las otras 6 para el capitalista. Lo mismo sucede en el salario por piezas: el obrero paga la mitad de cada pieza y la otra mitad la trabaja por nada. En definitiva, para Marx “el precio de las 12 primeras piezas representa el valor de la fuerza de trabajo”, mientras “que las 12 piezas restantes encierran la plusvalía”.

Según Marx, el salario a destajo y el salario por unidades de tiempo tienen algo en común: su irracionalidad. Aunque dos mercancías tengan un valor, luego de una hora de trabajo, de 6 peniques, el obrero que las fabricó sólo recibe 3 peniques en concepto de precio. El salario a destajo no es capaz de expresar de forma directa ninguna proporción, destaca Marx. Para él, no es que lo que vale cada pieza sea función del tiempo que se empleó para producirla; es al revés: lo que el obrero tarda en producir la pieza se mide por la cantidad de piezas que produce. Al comparar ambos tipos de salarios, Marx dice que en el salario por unidades de tiempo la duración directa del trabajo es la clave para medirlo, mientras que en el salario a destajo el trabajo se mide en función de la cantidad de trabajo que el trabajo es capaz de condensar durante un período determinado. Para Marx el trabajo que realiza el obrero durante una jornada laboral es igual al valor diario de fuerza de trabajo. En definitiva, el salario por piezas implica una modalidad diferente del salario por tiempo.

A continuación, Marx analiza en profundidad la naturaleza del salario a destajo.

La empresa evalúa el rendimiento del trabajador, fiscaliza directamente la calidad del trabajo. El trabajador está, pues, obligado a alcanzar el grado medio para recibir íntegramente el salario a destajo. La empresa, acusa Marx, utiliza el salario por piezas para cometer todo tipo de fraudes. El salario a destajo le permite al capitalista efectuar la medición de la intensidad del trabajo, medida en función de la cantidad de productos que elabora el trabajador en un tiempo determinado, es decir, del “tiempo de trabajo socialmente necesario”, del tiempo que se materializa en una específica cantidad de productos que es fijada por la experiencia. La práctica es la encargada de enseñar cuál es el producto medio de una hora de trabajo. El obrero que no puede garantizar “el grado medio de capacidad de trabajo” es despedido. El obrero que no puede producir la cantidad de mercancías estipulada por la experiencia, queda en la calle. La forma misma del salario es la encargada de controlar tanto la calidad como la intensidad del trabajo. A raíz de ello, el salario torna inútil una parte de la fiscalización del trabajo. Ello explica por qué este tipo de salarios pasa a ser la base del moderno trabajo a domicilio y, a su vez, de un sistema de explotación y opresión. Según Marx, el destajo crea las condiciones para el surgimiento de “parásitos”, de intermediarios, entre el empleador y el obrero. Resulta por demás evidente que estos “parásitos” no se inmiscuyen entre ambos actores del régimen capitalista por amor al arte. Marx sostiene que los intermediarios obtienen su ganancia de la diferencia que existe entre el precio que abona el empresario por el trabajo realizado y la parte del salario que cae en manos del obrero. Además, el sistema de salario a destajo le permite al empresario negociar con el obrero principal un contrato a razón de X salario por pieza elaborada, a un precio que le permite a dicho obrero poder pagar el sueldo a los obreros que tiene a su cargo. De esa forma, emerge una explotación protagonizada exclusivamente por obreros (el obrero principal explota a sus dirigidos). En este sentido acota Watts: “Representaría un gran progreso en el sistema del destajo el que todos los obreros que trabajasen en una obra fuesen, en proporción a sus capacidades, copartícipes en el mismo contrato, en vez de haber uno interesado en recargar de trabajo a sus compañeros para su propio lucro” (Ob.c, p. 53).

Cuando impera el salario a destajo el obrero trata de producir la mayor cantidad de piezas posible. De esa forma, el empresario responde elevando “el grado normal de intensidad del trabajo”. Emerge, por ende, un espantoso y cruel círculo vicioso. Dice Marx: “Este resultado espontáneo se procura estimular, además, por medios artificiales. Así, por ejemplo, en el Engineering Trade de Londres se considera como un truco usual el “que el capitalista elija para jefe de un equipo obrero a un hombre de fuerza y destreza superiores a lo normal. A este obrero se le paga trimestralmente o en otros plazos una prima de jornal, con el compromiso de hacer todo lo posible por…excitar por todos los medios el celo de sus compañeros, a quienes sólo se les paga el salario normal…” Sin necesidad de más comentarios, quedan explicadas así las quejas de los capitalistas acerca de las tradeunions, a las que atribuyen la “paralización de la actividad y de la destreza y fuerza de trabajo superiores (Dunning, Trades´ Unions and Strikes, pp. 22 y 23). Cuánto más trabaje el obrero, cuanto más larga sea la jornada para él, mejor será su salario diario o semanal. “Todos los que trabajan a destajo…se benefician con que se rebasen los límites legales del trabajo. Esta propensión a trabajar horas extraordinarias se puede comprobar sobre todo en las mujeres que trabajan como tejedoras o devanadoras” (Rep. Of Insp, of Fact. 30th April 1858, p. 9). “Este sistema del destajo, tan ventajoso para el capitalista…aspira directamente a animar a los jóvenes alfareros a que se maten trabajando durante los cuatro o cinco años en que se les paga por piezas, pero a un precio irrisorio. Es ésta una de las causas principales a que se debe la degeneración física de los alfareros” (Child Empl. Comn. I rep., p. XIII). Como se puede observar, la flexibilización laboral no es un fenómeno propio del siglo XXI.

Al estar vigente el salario por tiempo los obreros que cumplen iguales funciones perciben iguales salarios. No sucede lo mismo cuando rige el salario a destajo. El obrero recibe un salario diario o semanal en función de su capacidad individual. Cuanto más produzca, más gana. Hay obreros que producen lo estrictamente necesario durante un período, otros producen la cantidad media y otros rebasan la media. Los últimos ganan, obviamente, más que los primeros. Los ingresos reales de los obreros dependen, pues, de su destreza, energía, perseverancia. En el salario a destajo hay una relación directamente proporcional entre la fuerza, energía y perseverancia del obrero y el nivel del salario percibido. Cuanto mayor sea la destreza, la energía y la perseverancia del obrero, más alto será el salario que percibe, y viceversa. “Allí donde el trabajo, en una industria, se paga según el número de piezas, es decir, a destajo…pueden darse grandes diferencias cuantitativas entre los salarios…En cambio, en los jornales reina generalmente un nivel igual…que el patrono y los obreros reconocen como salario medio por la capacidad media de trabajo de los obreros de una industria” (Dunning, Trades´Unions and Strikes, p. 17). La relación entre productividad del obrero y el salario no modifica los vínculos generales que existen entre el empresario y el obrero, el capital y el trabajo asalariado. Ello se debe, dice Marx, por dos motivos: “En primer lugar, porque las diferencias individuales se compensan y contrabalancean en el régimen general de la fábrica, que en un determinado tiempo de trabajo arroja el producto medio; a su vez la suma total de salarios abonada representa el salario medio de esta rama industrial”. Vale decir que por más que haya trabajadores que se sobre-exijan, la inmensa mayoría trabajará normalmente, sin esforzarse demasiado pero también sin haraganear; en consecuencia, el empresario siempre pagará un salario medio. “Y, en segundo lugar, porque la proporción entre el salario y la plusvalía permanece invariable, ya que al salario individual de cada obrero corresponde la masa de plusvalía que produce este obrero individual”. Por más que el obrero trabaje todo el día produciendo y produciendo, por más alto que sea su salario siempre un porcentaje del mismo se lo queda el empresario. El trabajo a destajo permite que el obrero tenga un cierto margen de autonomía para desplegar todas sus potencialidades, y también a fomentar la competencia entre los obreros (competencia que puede desencadenar un estado de naturaleza en el interior de la fábrica).

El destajo crea las condiciones para que los salarios superen el nivel medio, para que los trabajadores, si se esfuerzan, ganen más, con lo cual logra que dicho nivel medio baje. Es por ello que en aquellos ámbitos laborales donde el salario a destajo se había instalado, provocándole al empresario serios problemas para rebajarlo, éste decidiera valerse de la coacción para imponer los salarios por tiempo. Dicho accionar provocó la gran huelga de los cinteros de Coventry en 1860. “El trabajo de los oficiales se cotiza por días o por piezas…Los maestros saben, sobre poco más o menos, la cantidad de obra que cada obrero puede ejecutar al cabo del día en cada métier, razón por la cual les pagan muchas veces a razón de la obra que entregan, de este modo, los oficiales, por la cuenta que les trae, trabajan todo lo que pueden, sin necesidad de que nadie los vigile” (Cantillon, “Essai sur la Nature de Commerce en Général, edición de Ámsterdam, 1756, pp. 185 y 202). Para Marx el salario a destajo es uno de los basamentos fundamentales del sistema de horas de trabajo. “¡Cuántas veces hemos visto que en ciertos talleres se meten muchos más obreros de los necesarios para el trabajo! Muchas veces se contratan obreros en la esperanza de conseguir un trabajo incierto o incluso puramente imaginario: como se les paga a destajo, el patrono entiende que no arriesga nada, pues todo el tiempo perdido pesa sobre los hombros de los obreros parados” (H. Gregoir, “Les Typographes devant le Tribunal Correctionnel de Bruxelles”, Bruselas, 1865, p. 9).

Marx concluye afirmando que el salario por pieza es la forma de salario que mejor se adecua al régimen capitalista de producción. Este salario tuvo su esplendor a partir del período manufacturero. El desarrollo de la gran industria (1797-1815) creó las condiciones para prolongar la jornada laboral y reducir el salario. Marx ilustra este período citando los libros azules titulados “Report and Evidence from the Select Committee on Petitions respecting the Corn Law” (legislatura parlamentaria de 1813-14) y “Reports from the Lords Committee, on the state in Growth, Commerce and Consumption of Grain, and all Laws relating thereto” (legislatura de 1814-15). Estos documentos ponen en evidencia la baja constante de los salarios que comenzó a tener lugar a partir de la guerra antijacobina. La baja salarial en el ramo textil fue particularmente pronunciada. “El salario real de un tejedor es hoy mucho menos que antes: la superioridad de este operario sobre el obrero vulgar, que antes era muy grande, ha desaparecido por completo. En general, la diferencia entre los salarios de los obreros diestros y los de los obreros corrientes es en la actualidad mucho menor que en ninguna de las épocas anteriores” (“Remarks on the Commercial Policy of Great Britain”, Londres, 1815, p. 48). La situación de los trabajadores del campo tampoco era la mejor. “La mayor parte de las faenas agrícolas, con mucha diferencia, las ejecutan personas que trabajan por días o a destajo. Su salario semanal viene a representar unos 12 chelines; y aunque se puede afirmar que, trabajando a destajo y muy acuciado, un jornalero llega a sacar 1 chelín y acaso 2 más que cobrando por semanas, si calculamos sus ingresos globales vemos que este superávit queda contrabalanceado al cabo del año con el tiempo que permanece parado…Además, se advertirá en términos generales que los salarios de estos hombres guardan cierta proporción con el precio de los artículos de primera necesidad; un hombre con dos niños se halla en condiciones de sostener a su familia sin recurrir al socorro parroquial” (“Defence of the Landowners and Farmers of Great Britain”, Londres, 1814, pp. 4 y 5). En los talleres donde está vigente la ley fabril, dice Marx, el destajo pasa a ser la norma general por una sencilla razón: en este ámbito el capital sólo puede alargar el día de trabajo de manera intensiva. “Los obreros a destajo representan probablemente las cuatro quintas partes de todos los obreros fabriles (“Reports of Insp. of Fact.” for 30th April 1858, p. 9).

Cuando el rendimiento laboral sufre cambios, una misma cantidad de productos representa un tiempo laboral distinto. Lo mismo sucede con el salario ya que el mismo no es más que la expresión en dinero de un determinado tiempo laboral. Marx retorna a su anterior ejemplo para clarificar estos conceptos. En 12 de horas de trabajo ( se producen 24 piezas), el producto de valor de las 12 horas laborales es 6 chelines mientras que el valor de un día de fuerza de trabajo es 3 chelines, el de la hora de trabajo es 3 peniques y el salario pagado por cada pieza es de 1 penique y medio. Explica Marx: “Cada pieza absorbía media hora de trabajo. Ahora bien, si en la misma jornada de trabajo, al doblarse el rendimiento de éste, se pueden producir 48 piezas en vez de 24, sin que las demás circunstancias varíen, el salario descenderá de 1 y medio peniques a ¾ de penique, puesto que ahora cada pieza sólo representará ¼ de hora en vez de media hora de trabajo. 24 X 1 ½ peniques =3 chelines, lo mismo que 48 X ¾ de penique = 3 chelines”. Vale decir “que el salario por piezas se reduce en la misma proporción en que aumenta el número de piezas producidas durante el mismo espacio de tiempo. Estos cambios de salario, aun cuando sean puramente nominales, provocan luchas constantes entre el capitalista y los obreros. Unas veces, porque el obrero se deja engañar por la apariencia del destajo, creyendo que se le paga lo que produce y no la fuerza de trabajo, y se rebela contra una reducción de salario a la que no corresponde la reducción en el precio de venta de la mercancía”. Según H. Fawcett (The Economic Position of the British Labourer”, Cambridge y Londres, 1865, p. 178), “los obreros vigilan de cerca el precio de las materias primas y el de los géneros fabricados, pudiendo calcular con toda precisión lo que ganan sus patronos”. Son, pues, conscientes de la explotación a la que los somete el empresario. En consecuencia, “los capitalistas ponen el grito en el cielo ante esta osadía que supone el imponer un tributo a los progresos de la industria y declaran en redondo que al obrero le tiene sin cuidado el mayor o menor rendimiento del trabajo”. La explotación en su máximo esplendor. Marx acota al pie de página: “En el Standard de Londres, número de 26 de octubre de 1861, aparece reseñado un proceso ventilado por la Casa John Bright et Co. ante los jueces de Rochdale. Se trata de una “denuncia judicial por intimidación contra los representantes del sindicato de tejedores de alfombras. Los socios Bright habían instalado una nueva maquinaria, con la cual se podían producir 240 yardas de alfombra en el mismo tiempo y con el mismo trabajo que antes eran necesarios para producir 160 yardas. Los obreros no tenían ningún derecho a reclamar una parte en las ganancias que se derivasen de la inversión de capital hecha por sus patronos para mejorar la instalación técnica. Entendiéndolo así, los señores Bright propusieron rebajar el tipo de salario de 1 penique y medio por yarda a 1 penique, sin que con ello se alterase en lo más mínimo el jornal que los obreros venían percibiendo por el mismo trabajo. Pero, era una reducción nominal de salario, para la que, al parecer, no se había contado antes, honradamente, con los obreros”.

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