Por Hernán Andrés Kruse.-
CAMUFLAJE HUMANITARIO: LAS LEYES DE LA GUERRA PARA OCULTAR LA INTENCIÓN GENOCIDA
“Una característica fundamental de la conducta de Israel desde el 7 de octubre ha sido la intensificación de la descivilización de los palestinos, un grupo protegido por la Convención. Israel ha utilizado la terminología del DIH para justificar su uso sistemático de la violencia letal contra los civiles palestinos como grupo y la destrucción generalizada de infraestructuras vitales. Israel lo ha hecho desplegando conceptos del DIH como escudos humanos, daños colaterales, zonas seguras, evacuaciones y protección médica de forma tan permisiva que ha vaciado a estos conceptos de su contenido normativo, subvirtiendo su finalidad protectora y, en última instancia, erosionando la distinción entre civiles y combatientes en las acciones israelíes en Gaza, entre protección civil y necesidad militar, así como las normas consuetudinarias de distinción, proporcionalidad y precaución. Esto ha oscurecido un principio cardinal del DIH: los ataques indiscriminados, que no distinguen entre objetivos militares y personas y objetos protegidos, no pueden ser proporcionados y son siempre ilegales.
Sobre el terreno, esta distorsión del DIH articulada por Israel como política de Estado en sus documentos oficiales, ha transformado a todo un grupo nacional y su espacio habitado en un objetivo destruible, revelando una conducción de las hostilidades eliminacionista. Esto ha tenido efectos devastadores, costando la vida a decenas de miles de civiles palestinos, destruyendo el tejido estructural de la vida en Gaza y causando daños irreparables. Esto ilustra una clara pauta de conducta de la que sólo cabe deducir razonablemente la necesaria intención genocida”.
LOS ESCUDOS HUMANOS Y LA LÓGICA DEL GENOCIDIO
“El DIH prohíbe estrictamente el uso de escudos humanos. Su uso constituye un crimen de guerra, ya que viola el deber de proteger a la población civil de los peligros derivados de las operaciones militares. Cuando se utilizan escudos humanos, la parte atacante debe tener en cuenta el riesgo que corren los civiles. El daño indiscriminado o desproporcionado a los civiles sigue siendo ilícito y la población civil nunca puede ser objeto de ataques.
Israel ha acusado a grupos armados palestinos de utilizar deliberadamente a civiles como escudos humanos en anteriores agresiones a Gaza (entre otras, en 2008-09, 2012, 2014, 2021 y 2022). También lo utilizó para justificar el elevado número de víctimas civiles y los ataques contra paramédicos, periodistas y otras personas durante la “Gran Marcha del Retorno” de 2018-2019. Las misiones de investigación independientes de la ONU y las organizaciones de derechos humanos de renombre han cuestionado sistemáticamente estas acusaciones, llegando a veces a la conclusión de que las pruebas de los escudos humanos habían sido fabricadas. Sin embargo, Israel ha utilizado estas acusaciones -a veces retractadas después- para justificar la matanza generalizada y sistemática de civiles palestinos en su actual ataque.
Después del 7 de octubre, esta macrocaracterización de los civiles de Gaza como una población de escudos humanos ha alcanzado niveles sin precedentes, con los máximos dirigentes políticos y militares de Israel enmarcando sistemáticamente a los civiles como operativos de Hamás, “cómplices” o escudos humanos entre los que Hamás está “incrustada”. En noviembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel definió a “los residentes de la Franja de Gaza como escudos humanos” y acusó a Hamás de utilizar a “la población civil como escudos humanos”. El Ministerio define a los grupos armados que combaten desde zonas urbanas como deliberadamente “incrustados” en la población hasta tal punto que “no puede concluirse del mero hecho de que aparentes ‘civiles’ u ‘objetos civiles’ hayan sido objetivo, que un ataque haya sido ilegal”. Dos elementos retóricos de este documento clave de política jurídica indican la intención de transformar a toda la población de Gaza y sus infraestructuras de vida en un escudo “legítimo” contra el que se puede atentar: el uso de la palabra “todo” combinada con las comillas para calificar a los civiles y los bienes de carácter civil. Israel ha tratado así de camuflar la intención genocida con la jerga del derecho humanitario.
El derecho internacional no permite la afirmación generalizada de que una fuerza contraria está utilizando en bloque a toda la población como escudos humanos. Cualquier uso de este tipo debe evaluarse y establecerse caso por caso antes de cada ataque individual. El delito de utilización de escudos humanos se produce cuando el uso de civiles u objetos de carácter civil para obstaculizar ataques contra objetivos legítimos es el resultado de una elección táctica deliberada, no simplemente derivada de la naturaleza del campo de batalla, como las hostilidades en terreno urbano densamente poblado.
No obstante, las autoridades israelíes han caracterizado iglesias, mezquitas, escuelas, instalaciones de la ONU, universidades, hospitales y ambulancias como relacionadas con Hamas, para reforzar la percepción de una población caracterizada en términos generales como “cómplice” y, por tanto, asesinable. Un número significativo de civiles palestinos son definidos como escudos humanos simplemente por estar “en la proximidad” de objetivos israelíes potenciales. Israel ha transformado así Gaza en un “mundo sin civiles” en el que “todo, desde refugiarse en hospitales hasta huir para ponerse a salvo, se declara una forma de escudo humano”. La acusación de utilizar escudos humanos se ha convertido así en un pretexto que justifica la matanza de civiles bajo un manto de supuesta legalidad, cuya omnipresencia sólo admite intenciones genocidas”.
CONVERTIR GAZA EN SU CONJUNTO EN UN OBJETIVO MILITAR
“El derecho internacional estipula que los ataques deben estar “estrictamente limitados” a aquellos objetos que “por su naturaleza, ubicación, finalidad o utilización contribuyan eficazmente a la acción militar”, cuya “destrucción total o parcial, captura o neutralización” en las circunstancias imperantes en ese momento “deben ofrecer una ventaja militar definida”.
Israel ha hecho un uso indebido de esta norma para “militarizar” objetos civiles y lo que los rodea, justificando su destrucción indiscriminada. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, “muchos objetos aparentemente civiles pueden convertirse en objetivos legítimos”, perdiendo su protección en virtud del DIH o convirtiéndose en daños “colaterales” como resultado de la elección de Hamás. La población civil y las infraestructuras de Gaza se presentan como obstáculos situados entre los objetivos, frente a ellos y por encima de ellos. En lugar de atenerse a determinaciones circunstanciales del estatus en consonancia con el DIH para cada ataque emprendido, como es preceptivo, Israel ha caracterizado todo el territorio como objetivo militar.
Los bienes de carácter civil protegidos pueden perder su inmunidad frente a los ataques si son utilizados por combatientes en las hostilidades y durante el tiempo en que lo sean. Sin embargo, Israel considera objetivo legítimo cualquier objeto que supuestamente haya sido o pueda ser utilizado militarmente, de modo que barrios enteros pueden ser arrasados o demolidos bajo ficciones de legalidad. Según la lógica israelí, los objetos civiles, como casas y apartamentos, se convierten en objetivos militares por proximidad, como si la condición de objetivo “legítimo” se extendiera por las inmediaciones por “contagio vírico”. Por ejemplo, los bloques de torres residenciales, cada uno de los cuales comprende docenas de plantas y cientos de departamentos (funcionalmente separados y utilizables de forma autónoma), se convierten supuestamente en objetivos militares en su totalidad si un solo departamento o habitación hubiera sido supuestamente utilizado por grupos armados.
Ejemplos paradigmáticos son los denominados “objetivos de poder”, que abarcan cualquier objeto civil, incluidos edificios residenciales, con el pretexto de que “Hamás está en todas partes en Gaza”. Edificios enteros de varias plantas han sido arrasados mientras estaban llenos de civiles, matando a sabiendas a cientos de personas en un solo ataque. El ataque contra la torre Al-Taj en la ciudad de Gaza, bombardeada el 25 de octubre, mató a 101 personas, entre ellas 44 niños y 37 mujeres, e hirió a cientos.
Israel ha abolido de facto la distinción entre objetivos civiles y militares. En las tres primeras semanas de la ofensiva, se borraron zonas residenciales enteras en el norte de Gaza. Mientras tanto, los barrios de las “zonas seguras” del sur ya estaban siendo destruidos por los bombardeos. En noviembre, la devastación de las ciudades del norte de Gaza superaba con creces la de Dresde en 1945.
Racionalizar los patrones de ataques contra objetivos civiles, matando a sabiendas a civiles en masa, se ha convertido en una estrategia militar basada en probables crímenes de guerra presentados como respetuosos con el DIH. Esta estrategia infiere razonable y únicamente una política genocida”.
LA MATANZA INDISCRIMINADA COMO DAÑO COLATERAL
Israel también ha tratado de dar cobertura legal a los ataques indiscriminados utilizando indebidamente la noción de “daños colaterales”, ampliando ilimitadamente lo que puede considerarse “daños incidentales a civiles”. Entre los ejemplos de ataques indiscriminados se incluyen los ataques que, por cualquier método o medio, atacan múltiples objetivos legítimos a la vez en zonas con altas concentraciones de civiles u objetos civiles. Para justificar el asesinato de miembros del grupo protegido, Israel ha defendido que tales acciones sólo causan daños incidentales a civiles, proporcionales a las ventajas militares concretas y directas previstas.
Invocando el concepto de “daños colaterales proporcionados” para bombardear a sabiendas a un gran número de miembros del grupo protegido, Israel afirma que cuando los ataques provocan más daños colaterales de los previstos, esto no indica necesariamente una violación, ya que “el cumplimiento está orientado a la conducta, no a los resultados”.
Sin embargo, en todos los ataques lanzados contra torres residenciales sin previo aviso, se ha anticipado que el principal resultado sería un daño civil extenso. El edificio Al-Taj estaba lleno de familias en el momento del ataque del 31 de octubre, que debió de preverse que mataría o heriría a todos los civiles que vivían allí. El hecho de que murieran tantas personas era totalmente previsible -por tanto, al menos indirectamente intencionado-, como se desprende de las imágenes que el propio ejército israelí publicó. El ataque contra el campo de refugiados de Yabalia del 25 de octubre causó la muerte de al menos 126 civiles, entre ellos 69 niños, y heridas a otros 280. Militares israelíes afirmaron que el objetivo era un comandante de Hamás en una base subterránea.
Para que una evaluación de la proporcionalidad sea lícita, primero debe respetarse el principio de distinción; de lo contrario, el daño civil previsto de un ataque deja de ser una consecuencia fortuita e involuntaria del propio ataque. Aunque tanto los ataques indiscriminados como los desproporcionados parecen haberse cometido sistemática y repetidamente a lo largo de la última campaña israelí, el hecho de que Israel haya considerado sistemáticamente lícitos ambos tipos de ataques ilegales sugiere que opera según una política de condonación de los asesinatos en masa.
En virtud del DIH, la ventaja militar concreta y directa que se espera de un único ataque debe sopesarse con los daños incidentales previsibles a civiles y bienes de carácter civil. Sin embargo, en sus tensas evaluaciones de proporcionalidad, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel afirma que “la ventaja militar […] puede referirse a la ventaja militar prevista” no de una acción militar concreta, sino “de una operación en su conjunto”, en alusión al objetivo general de la guerra.
Las evaluaciones de proporcionalidad de Israel han burlado los requisitos legales al definir la ventaja militar, en cada ataque, en relación con la destrucción de toda la organización Hamás tanto política como militarmente. Es manifiestamente ilegal declarar como objetivo de guerra la destrucción de la capacidad política de la otra parte (especialmente en el contexto de una ocupación militar de 56 años que priva a la población ocupada de su derecho a la autodeterminación). Pero cuando ese objetivo de guerra “político” global se toma como el valor con respecto al cual debe medirse la proporcionalidad en relación con el daño previsto a los civiles, no existe prácticamente ninguna magnitud de daño previsto a los civiles que pueda considerarse “excesiva” mientras no se cumpla el objetivo político ilícito, tal como lo define el atacante. En este contexto, la matanza indiscriminada de personas protegidas y la destrucción de objetos protegidos siempre serán representadas, por el atacante, como daños incidentales “proporcionados” a pesar de su ilegalidad manifiesta.
La presentación de la violencia letal indiscriminada contra el grupo protegido como un “medio proporcionado” para perseguir los objetivos bélicos apunta a una intención de atacar a la población palestina en su conjunto, en consonancia con las declaraciones genocidas que anuncian la campaña. En otras palabras, Israel parece representarse a sí mismo como un “genocidio proporcionado”.
CONCLUSIONES
La abrumadora naturaleza y escala del asalto de Israel a Gaza y las destructivas condiciones de vida que ha infligido revelan la intención de destruir físicamente a los palestinos como grupo. Este informe concluye que existen motivos razonables para creer que se ha alcanzado el umbral que indica la comisión de los siguientes actos de genocidio contra palestinos en Gaza: asesinato de miembros del grupo; causar graves daños físicos o mentales a los miembros del grupo; e infligir deliberadamente al grupo condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial. Los actos genocidas fueron aprobados y se les dio efecto tras las declaraciones de intención genocida emitidas por altos cargos militares y gubernamentales.
Israel ha tratado de ocultar su conducción eliminacionista de las hostilidades calificando la comisión de crímenes internacionales como respetuosa del DIH. Distorsionando las normas consuetudinarias del DIH, incluidas la distinción, la proporcionalidad y las precauciones, Israel ha tratado de facto a todo un grupo protegido y a su infraestructura vital como “terrorista” o “de apoyo al terrorismo”, transformando así todo y a todos en un objetivo o en un daño colateral, y por lo tanto eliminable o destruible. De este modo, ningún palestino de Gaza está a salvo por definición. Esto ha tenido efectos devastadores e intencionados, costando la vida a decenas de miles de palestinos, destruyendo el tejido de la vida en Gaza y causando daños irreparables a toda su población.
El genocidio de Israel contra los palestinos de Gaza es una fase de escalada de un largo proceso colonial de supresión. Durante más de siete décadas este proceso ha asfixiado al pueblo palestino como grupo -demográfica, cultural, económica y políticamente-, tratando de desplazarlo y de expropiar y controlar su tierra y sus recursos. La Nakba en curso debe detenerse y remediarse de una vez por todas. Es un imperativo que se debe a las víctimas de esta tragedia altamente evitable y a las futuras generaciones de esa tierra”.
(*) Francesca Albanese (Consejo de Derechos humanos-55 Período de Sesiones-26/2-5/5/2024): Informe Especial sobre la situación de los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados desde 1967 (“Anatomía de un genocidio”-Clacso).
18/08/2024 a las 9:00 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
¿Cuál es el impacto político de la denuncia contra Alberto Fernández?
Página/12
Raúl Kollmann
18/8/024
Los encuestadores y consultores en campañas electorales están de acuerdo en que la denuncia de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández tiene dos efectos casi indiscutibles. Uno, le da aire a un gobierno que viene en baja por el ajuste y el derrumbe de la economía de los hogares. Dos, fortalece el discurso anti-casta, incluso anti-política. Pero, después, en el resto de las consecuencias no hay acuerdo entre los consultores. Algunos sostienen que no movió el amperímetro en las encuestas; otros creen que fortalece a los que se autodenominan oficialistas (mileistas) y debilita un poco entre los (pocos) independientes, pero que no cambió gran cosa entre los opositores (peronistas y no peronistas). La gran mayoría piensa que más allá del efecto actual, el impacto es de corto alcance. En un par de meses, volverá a ser decisiva en la opinión pública la economía, el hecho de que no se llega a fin de mes. En el fondo hay visiones distintas y una polémica entre consultores: es un debate que recién empieza y que evolucionará cuando vayan teniendo más resultados de más encuestas.
«No veo muchos cambios»
Federico Aurelio, de Aresco, tiene resultados frescos de sus estudios. “En esta semana, durante los hechos que tuvieron como protagonista al ex-presidente Fernández, nuestra consultora realizó una encuesta nacional. No observamos modificaciones en el posicionamiento del gobierno nacional y tampoco vemos afectado al peronismo en los escenarios electorales que venimos midiendo mensualmente. Sin duda es un hecho que afecta gravemente al ex-presidente Fernández, pero no vemos hasta ahora una afectación adicional a la que ya tenía el peronismo y la dirigencia en su conjunto. El 35 por ciento de argentinos que consideran que están cercanos al peronismo manifiestan con claridad, que les importa mucho más la historia, y lo que representa el peronismo, que las actuaciones de sus dirigentes actuales. Si bien el desgaste de la dirigencia tradicional, que a Milei le redituó identificarla como la casta y fue uno de los factores del triunfo electoral de Milei, consideramos que los factores de evolución del humor social van a estar más ligados a la evolución de la situación económico, social y de las problemáticas del día a día de la gente que de este tema en particular”.
«El tema es la casta»
“La denuncia obviamente fortalece la idea de Milei de que hay un gran enemigo que es la casta -afirma Hugo Haime, de Haime y Asociados-. El ejemplo concreto -dirá el presidente libertario- es Alberto, mezclado con un caso de corrupción y con un tema de doble discurso respecto de la violencia de género. El segundo efecto es que profundiza la crisis dentro del justicialismo. Se plantea una discusión sobre el liderazgo, sobre la representatividad y sobre el futuro. Al haber una crisis de la oposición, las cosas quedan reducidas a si Milei acierta o no acierta. Y, por ahora, eso le da aire. Dentro de dos meses este efecto puede terminar rápidamente”.
«Un escándalo clásico»
Eduardo Fidanza, de Poliarquía, tiene una mirada distinta y categórica. “El caso de Alberto Fernández es, desde el punto de vista sociológico, un escándalo clásico: un hecho de presunta corrupción devenido en una conducta aberrante en un contexto cultural que ha derrumbado los muros entre lo público y lo privado. Constituye un bochorno para el protagonista, del cual no se vuelve, y un festival para los medios y las redes, ávidos de negocios y sensacionalismo. En el plano político tiene un obvio y gran beneficiario cuando los protagonistas del escándalo pertenecen a la oposición: el gobierno de turno. Si este, como ocurre en el caso del de Milei, es exitoso convenciendo a las masas de que la oposición está culturalmente podrida, el negocio es doble: un nocaut no solo político sino también ético, que resulta más mortífero. Las perspectivas son fulminantes para el kirchnerismo y malas para el peronismo, aunque nunca conviene apresurarse para decretar la muerte del otro”.
«Ya era parte del pasado»
“Yo creo que para el escenario político actual, Alberto Fernández, sin contar este escándalo, ya era parte total del pasado -sentencia Facundo Nejamkis, de Opina Argentina-. Es un presidente que no tiene vigencia, que ha perdido inmediatamente su vigencia una vez que terminó su mandato. La diferencia con Cristina es evidente, incluso con el propio Macri, que cuando salió del gobierno, aun habiendo tenido una mala performance, hablaba de segundo tiempo. Creo que el impacto que tiene es que para el gobierno funciona como una suerte de tiempo extra. Como algo que le agrega crédito a un gobierno que tiene a una sociedad expectante, que en las encuestas responde que su presente es sombrío, pero que tiene expectativas respecto del futuro. La aparición de los escándalos del anterior gobierno, que derivaron justamente en la emergencia de un líder como Milei, refuerza en la gente que lo votó la confirmación de esa elección. Incluso les ratifica que, de alguna manera, valen la pena los sacrificios que están haciendo en función de un futuro mejor. Sobre todo cuando piensan que lo que terminó, lo que se fue, no solo era lo que se veía en las superficies, sino que por debajo había incluso cosas peores”.
«Lo que marca la cancha es la grieta»
Roberto Bacman, al frente del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) evalúa que “el caso se da en el marco de lo que llamamos la grieta. El 85 por ciento dice que es opositora o que es oficialista, apenas un 15 por ciento se dicen independientes. En el segmento de los oficialistas (mileistas) y los independientes impactó fuerte. Ya tenían mala imagen de Alberto. Pero en el segmento opositor, en especial el peronismo, impacta distinto. Alberto también estaba en mala situación, al punto que no pudo postularse como candidato. Quedó marginado. En esa franja, no cambia nada porque la imagen ya estaba deteriorada, e impacta mucho el recrudecimiento de la inflación, los bajos sueldos, que no se llega a fin de mes y la posibilidad de perder el empleo. Desde ya que el caso Alberto tapa un poco esa realidad, y les encaja en que el enemigo es el kirchnerismo, que es como la mala palabra para el gobierno. Pero, pase lo que pase, el problema de fondo estará en la economía: un 40 por ciento no está dispuesto a seguir aguantando”.
«Aire fresco para el gobierno»
“El nivel de gravedad del caso Fernández -afirma Analía Del Franco de Del Franco Consultores-, impacta y rearma de alguna manera el espacio y discursos políticos tanto del oficialismo como de la oposición. El oficialismo reafirma los argumentos anti-casta. En ese rubro tiene el 50 por ciento de adhesión. Y se reafirma también su postura frente al kirchnerismo, no sólo frente a la integridad de sus dirigentes, sino también sobre la inoperancia de sus políticas, en especial las relacionadas con la mujer. El gobierno recibe una bocanada de aire fresco, en un momento de ajuste y de impacto en la vida cotidiana. En el peronismo, es una bocanada de aire tóxico. El foco de su reposicionamiento se deberá centrar en la aparición de nuevos dirigentes que logren recuperar la empatía con la sociedad. Representar a los segmentos de la opinión pública opositora con propuestas de construcción de futuro, ofreciendo nuevos horizontes para que justamente la población que en otro momento fuera su base electoral, les crea, se identifique y los pueda volver a elegir”.
«El peronismo tiene que buscar un nuevo modelo»
Para Raúl Timerman, de Grupo de Opinión, “de toda esta trama, el principal perjudicado es el peronismo. El peronismo deja de ser una alternativa de poder, le pasa más o menos lo mismo que le pasó al radicalismo después del gobierno de De la Rúa. Después de Alberto quedan un conjunto de gobiernos provinciales del peronismo, como hay un conjunto de gobiernos provinciales del radicalismo, pero perdieron entidad política tanto el radicalismo como el peronismo. Alberto Fernández se va a mantener en la picota en la medida que avancen las causas y que esto vaya avanzando, pero desde el punto de vista de la sociedad no le ha otorgado el beneficio de la duda ni de ser inocente hasta tanto se demuestre lo contrario. La sociedad ha decidido que es culpable, cuando uno pregunta a usted a quién le cree a Fabiola o a Alberto, mucha más gente le cree a Fabiola. Hay un grupo importante de gente que no le cree a ninguno de los dos, pero es como que ese tema ya no es más una cuestión que tenga que ver con la política. La perspectiva es que el peronismo tiene que buscar una nueva forma, un nuevo modelo, salir para adelante y con nuevos dirigentes. La gente ha descartado la dirigencia actual del peronismo y no hay ningún dirigente peronista que tenga menos de 60 puntos de imagen negativa a nivel nacional”.
«Los índices del gobierno caen desde hace tres meses»
Para Santiago Giorgetta, de Proyección, el marco del caso está dado por un gobierno en retroceso. “Desde luego el impacto es muy alto, por la gravedad del hecho y del imputado, y por lo que generan las fuertes contradicciones del gobierno de Alberto desde la foto de Olivos en adelante. Debemos evaluar con mucha atención como la sociedad toma este hecho en medio de una crisis económica, de una crisis de ingresos muy fuerte, donde según nuestros estudios el 76 por ciento de las familias argentinas tuvieron que ajustarse y el ajuste se hizo principalmente en el rubro de alimentos, donde más del 50 por ciento de los hogares argentinos se endeudaron para cubrir gastos corrientes del mes y donde el optimismo, las expectativas económicas y la imagen del presidente cayeron por tercer mes consecutivo”.
«Es la economía»
Para Artemio López, de Equis, la economía domina. “Siempre en última instancia es la economía. El oficialismo ejecutivo, judicial y mediático muestra de manera transparente su utilización política del tema Yáñez en un contexto socioeconómico muy adverso. Una inflación interanual de 263 puntos, 55 puntos de pobreza y 20 de indigencia, con la peor distribución del ingreso de los últimos 16 años, no menos de 500 mil puestos de trabajo perdidos en sólo 8 meses de gestión, jubilaciones y salario mínimo por debajo de la línea de indigencia. Hay una caída de la actividad de no menos del 3,5 por ciento, según el propio FMI. Al peronismo obviamente le afecta el episodio, aunque coyunturalmente. El gobierno de Alberto defraudó las expectativas y, el hecho, aun siendo tan grave como aparenta ser, erosiona mucho menos a la oposición peronista en la actual coyuntura. En el caso de Alberto, parece ser un colapso definitivo de su figura pública”.
«Es funcional al oficialismo»
“El caso es funcional al oficialismo -opina Marina Acosta, de Analogías-. Refuerza su retórica antiperonista y su posicionamiento respecto de la cuestión de género. Con el caso, el gobierno bloquea moralmente a los que se decían defensores de las políticas de género. En términos de agenda, es probable que al oficialismo el caso le venga bien porque las cuestiones económicas que aún no ha podido resolver pasan a un segundo plano. Que la tematización mediática se concentre en el caso Fabiola Yáñez le permite al gobierno ganar tiempo en la aplicación de su programa económico”.
18/08/2024 a las 9:07 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
¿Por qué insulta tanto?
Ernesto Tenembaum
Infobae
18 de Agosto, 2024
Anuncia, en medio de un largo discurso:
-Ahora viene una pequeña parte en la cual voy a hablar en latín, como diría el profe De Pablo. Es decir, me voy a rajar una tremenda puteada.
Se escuchan tibios aplausos, unas risitas, hay algo de desconcierto en la platea. El Presidente, entonces, explica: “Tiene que ver con los imbéciles que dicen: ‘Ah bueno, pero ahora se acumulan menos reservas y como se acumulan menos reservas, el gobierno no va a poder pagar’”. A primera vista, quienes dicen eso no parecen imbéciles. Es razonable pensar que sin reservas se complique el pago de una deuda.
Pero el Presidente no fundamenta. Simplemente, cumple con la promesa de hablar en latín:
-Lo que me están diciendo es que los dólares los tengo que comprar con emisión monetaria, es decir, esa manga de hijos de remil puta…
Súbitamente, los asistentes interrumpen con aplausos: les gustó el insulto.
El Presidente continúa:
-Lo que me están diciendo es que yo le rompa el culo al pueblo argentino con impuesto inflacionario para pagar la deuda. ¡Por eso son unos tremendos hijos de remil puta!
Ahora los aplausos se transforman en una ovación. La algarabía es total.
¿Por qué insulta? ¿Por qué su auditorio aplaude los insultos?
Esa escena se produjo el jueves, al final de una semana en la que Milei desplegó una inusual intensidad aún para su propio registro. Milei calificó a Juana Viale como “Operadora KK” y cómplice de Alberto Fernández. Llamó hipócrita a Diego Leuco por haber contado recién ahora una anécdota donde describía a Fernández como un personaje violento. Denunció sin ninguna prueba que una decena de periodistas habían encubierto las golpizas a Fabiola Yañez: entre ellos Jorge Fontevecchia, Joaquín Morales Solá, María Laura Santillán, Maru Duffard, Diego Sehinkman, Luciana Geuna, el autor de esta nota. Retuiteó fotos de mujeres a las que definió como “las pautas del poder” en el mismo momento que ellas eran acusadas por sus huestes en las redes por haber concurrido a Olivos para mantener intercambios sexuales con Fernández. Acusó a Tamara Pettinato de ser una prostituta. Sostuvo que la cárcel es el lugar ideal para los progresistas porque allí hay “mucho sexo gay”. Hasta altas horas de la noche difundía mensajes de odio, insultos y noticias falsas contra periodistas, “boluprogres”, “bienpensantes” y personajes políticamente moderados “sobre los que solo nos queda vomitarles encima”. Así, textual.
La seguidilla era complementada por un guión fácilmente detectable. Si la agresión presidencial era respondida por el aludido, un ejército de tuiteros replicaba algún material rápidamente provisto, que servía para intentar humillarlo en las redes exhibiendo que era homosexual, o que había sido terrorista, o que era maltratador de mujeres. Dicho sea de paso, eso revela que hay mucha gente recortando el pasado de muchas personas en estos tiempos, para exhibirlo deformado apenas alguien exponga un punto de vista distinto al del Líder.
Todo era falso. Ni los periodistas aludidos habían ocultado nada, ni Leuco o Viale fueron jamás cómplices de nada, no había entre ellos ningún ex terrorista, y si había algún gay, ¿con eso qué? El plan económico ha tenido la gran virtud de bajar la inflación al nivel de hace 30 meses, pero al mismo tiempo generó un diez por ciento de pobres en 3 meses. Esto último es un récord para cualquier plan económico. No debería haber motivos para calificar como un “hijo de remil putas” a alguien que plantee dudas sobre el tema.
¿Por qué lo hace? ¿Por qué miente e insulta de esta forma? ¿Qué le pasará a este hombre que trata a Diego Leuco de kirchnerista o acusa a mujeres al boleo de tener sexo en la quinta de Olivos? ¿Será consecuencia de su personalidad o hay algo más? Tamara Pettinato expresó a su manera su perplejidad: “¿Está bien que un presidente me diga prostituta? ¿Es normal eso?”. La dura respuesta es que tal vez lo sea. O, por lo menos, es algo más habitual de lo que parece.
En el año 2019, cuando Javier Milei aún no había decidido ser candidato a nada, un prestigioso politólogo italiano, llamado Giuliano da Empoli publicó un texto fascinante llamado Los ingenieros del Caos. Da Empoli explica en ese texto las técnicas desarrolladas por los cerebros de las campañas electorales que llevaron al Reino Unido a salir de la Unión Europea o depositaron en el poder a personajes muy disruptivos como Donald Trump en Estados Unidos, Viktor Orbán en Hungría, o dispararon la popularidad del cómico Beppe Grillo, en Italia. En todos esos procesos, hay palabras que se repiten: insultos, fake news, operaciones en redes, enojo, algoritmo. “No hay insulto o broma demasiado vulgares si contribuyen a la demolición del orden dominante”, dice el autor.
Da Empoli explica que la estrategia de esos movimientos políticos se apoya en un insumo básico: la ira, el enojo, el resentimiento. “Un sentimiento irreprimible corre a través de todas las sociedades alimentado por aquellos que, con razón o sin ella, creen que están siendo perjudicados, excluidos, discriminados o a duras penas escuchados”. Luego explica que esa cólera, tradicionalmente, era canalizada a través de la Iglesia o de la izquierda. Pero hoy no hay nadie que la contenga. “Como consecuencia, desde inicios del siglo XXI la ira se ha expresado de manera cada vez más desorganizada”.
Por eso, “la jugada no consiste ya en unir a la gente en torno a un mínimo común denominador sino, en cambio, inflamar las pasiones del mayor número posible de grupúsculos y sumarlas a continuación, incluso sin que estos lo sepan. Al azuzar la ira de cada grupúsculo sin preocuparse por la coherencia del conjunto, el algoritmo destruye las viejas barreras ideológicas y rearticula el conflicto político sobre la base de una oposición maniquea entre “el pueblo” y “las elites”. Lo que importa aquí es la articulación de todos los enojos contra el estado de cosas y no una propuesta alternativa que unifique.
Así, la nueva propaganda política “se alimenta principalmente de emociones negativas porque éstas aseguran la mayor participación: de ahí el éxito de las noticias falsas y las teorías de la conspiración. Pero también contiene un lado festivo. El escarnio ha sido siempre el instrumento más eficaz para derribar a las jerarquías. Ante la solemnidad del poder, frente al aburrimiento y la arrogancia que emanan de sus gestos, el bufón transgresor al estilo Trump provoca una sacudida que libera energías. Los tabúes, las hipocresías y las convenciones lingüísticas se desmoronan en medio de los aplausos de una multitud delirante”.
Las fake news tiene un rol central en estos procesos. Un análisis detallado y complejo de un problema social no genera demasiadas emociones. Entonces, no sirve. Las mentiras, sí: “Tras el aparente disparate de las noticias falsas y las teorías conspirativas se oculta una lógica muy sólida. Desde el punto de vista de los líderes populistas, los hechos alternativos no son solo un instrumento propagandístico. A diferencia de la información fehaciente, son un formidable factor de cohesión. En muchos sentidos los exabruptos son un instrumento organizativo más eficaz que la verdad.”.
Es complicado resumir un libro en unos pocos párrafos. Pero tal vez alcance este espacio para entender la lógica del asunto. En todos los tiempos hubo políticos que azuzaban el resentimiento como una manera de escalar hacia el poder. En este caso hay una enorme novedad: las redes, los datos, el Big Data. Analistas de primer nivel auscultan las conversaciones en las redes y sugieren la mejor manera de que el líder aparezca siempre en el centro de la escena. “Tras la apariencia desenfrenada del carnaval populista se oculta el trabajo de decenas de propagandistas, de ideólogos y, cada vez más, de científicos y expertos en Big Data, sin los cuales los líderes populistas jamás hubieran alcanzado el poder”.
Luego:
“Si el algoritmo de las redes sociales se ha programado para servir al usuario cualquier contenido que pueda mantenerlo un poco más de tiempo en las plataformas, el algoritmo de los ingenieros del caos los empuja a la posición que haga falta (razonable o absurda, realista o intergaláctica) a condición de que capte las aspiraciones y los temores, especialmente los temores de los votantes”.
En el centro de estas historias siempre hay una sociedad frustrada, un líder que habilita día a día todos los enojos, que insulta y miente en las redes, que disfruta y se regodea con las reacciones contra esos insultos, alguien que genera estos estímulos a repetición. “Más que medidas específicas, los líderes populistas ofrecen a los electores una oportunidad única: votar por ellos implica dar una bofetada a los gobernantes”. Pero no es algo espontáneo: detrás de ellos hay técnicos y científicos que trabajan para que cada estímulo genere electricidad en el cuerpo social. Al menos es lo que describe Los ingenieros del Caos sobre procesos muy similares en otros países.
Esa estrategia se ha aplicado, con variantes, en Italia con el Movimiento Cinco Estrellas, en el Reino Unido con el Brexit, en Israel con el surgimiento de Benjamin Netaniahu y, por supuesto, en los Estados Unidos con Trump. Hay párrafos que son notables por la manera en que describen el estilo que Milei desplegó esta misma semana. “Apenas hemos tenido tiempo para comentar un evento cuando otro lo ha eclipsado ya, en una espiral infinita que cataliza la atención y satura la escena mediática”.
Un elemento repetido en todos estos procesos es el odio al periodismo. Los asesores de Beppe Grillo habían construido el blog más popular del país. “Desde finales del 2013 el blog presentaba una sección dedicada al ‘periodista del día’. Por lo general se trataba de un reportero que había criticado al Movimiento. Se lo señalaba ante las masas como ejemplo de mala fe y corrupción de los medios de comunicación italianos, y ocasionalmente se convertiría en objeto de insultos y amenazas en la web”.
Los ingenieros del Caos permite entender por qué estos fenómenos se reproducen como hongos en estos tiempos. Hay un método que se transmite a través de las fronteras. Solo es necesario que aparezca el personaje que lo sepa interpretar. Hay, claro, algunos problemas. Uno de ellos es lo que genera en la sociedad: ese rencor, esas ansias de revancha, esa agresividad, esa molestia. ¿Saldrá algo bueno de todo eso? Otro es que el método no siempre funciona. Por eso, si bien hay nuevos líderes de este estilo, han ganado en algunos pocos países. Son muy llamativos pero no tan comunes. Milei llama tanto la atención, porque no hay tantos Mileis. Además, es un método que sirve, en el mejor de los casos, para ocupar el centro del escenario y llegar al poder. Mantenerse allí requiere otras cualidades. Tal vez por eso, Donald Trump o Jair Bolsonaro son hoy opositores. Un candidato que expresa su furia contra las élites, puede cansar cuando se transforma en un presidente que insulta a las élites, a las que ya pertenece.
En cualquier caso, es evidente que hay un equipo que cree en que los insultos, las mentiras y los carpetazos rinden. Mucho más cuando los auditorios de empresarios aplauden dócilmente ante estas elegancias.
Esto recién empieza.
18/08/2024 a las 11:02 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Vicente Massot
El kirchnerismo se hunde, Milei festeja
Comencemos con los perdedores porque el ganador resulta fácil de distinguir y es uno solo. El principal damnificado de los dos escándalos que sacuden con desigual intensidad y cobertura periodística al país de los argentinos —el referido a los seguros y el de la violencia sexual de la cual fue víctima Fabiola Yáñez— es, sin duda, Alberto Fernández. Convertido, más allá de cuanto dicte la Justicia en uno y otro caso, en el único muerto social y político que se recuerde en décadas en nuestro país, sus próximos años habrán de transcurrir en la cárcel o en el ostracismo. Hay acciones de las que no se vuelve. Si sólo tuviese que explicar la relación con Martínez Sosa y su mujer, y la forma como se orquestó desde la Casa Rosada el gigantesco ilícito de todos conocido, podría especular con que los tiempos de la Justicia criolla al final le permitirían litigar y litigar sin dar con sus huesos en una prisión. Pero quedar asociado a la figura del golpeador lo ha dejado en el infierno más temido. Nadie quiere saber nada de él, transformado ante la opinión pública en un inútil como gobernante, un corrupto como funcionario público y un abusador en su relación con las mujeres. Que el club de sus amores de La Paternal, Argentinos Juniors, lo haya borrado de un plumazo de su lista de socios ilustres, y que sus conmilitones del Grupo de Puebla hicieran otro tanto, no era cosa que pudiese preocuparlo. Que la situación lo obligase a renunciar a la presidencia del PJ y que hasta los integrantes más hipócritas del colectivo progresista nativo, lo crucificasen, tampoco. Lo que lo ha destruido es la reacción de la sociedad, que a partir de ahora le hará la vida imposible si acaso se permite poner un pie fuera del departamento que le presta desde antiguo Pepe Albistur.
La segunda derrotada ha sido Cristina Fernández. Con esa notable capacidad para equivocarse en la elección de las personas, no tuvo mejor idea que elegir a un incompetente para acompañarlo en la fórmula presidencial peronista del año 2019. De la misma forma que se había inclinado antes por Aníbal Fernández como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires —en el mismo momento en que una parte importante del país lo consideraba un aliado del narcotráfico— y se había negado a darle a Florencio Randazzo la oportunidad de dirimir supremacías en una interna en los comicios legislativos del 2021, optó cinco años atrás por Alberto. Esa decisión no fue gratis. Aunque hizo lo imposible por diferenciarse de aquél, ante buena parte de la ciudadanía no sólo es la responsable de haberlo llevado a la Rosada sino que forma parte de una misma asociación ilícita.
En realidad, la Señora se ha quedado sin discurso ni argumentos que esgrimir ante la catarata de críticas que recibe. A su vez, el peso que sus seguidores tienen en el seno del peronismo es cada vez menor. Hoy el kirchnerismo se reduce a La Cámpora y ésta —desde hace rato— es una secta poderosa sólo en el Gran Buenos Aires. Se podrá sostener que en términos electorales el conurbano bonaerense no es poca cosa, y que por algo Axel Kicillof gobierna ese estado provincial. También es verdad que retuvieron semejante bastión porque sus opositores fueron separados a las urnas. Juntos se hubiesen quedado con el sillón de Dardo Rocha sin demasiada dificultad.
La imagen de la ex–presidente está por el piso. La que alguna vez estuvo a la cabeza de las preferencias públicas, en estos momentos se halla en el pelotón del fondo. La idea de que, en una circunstancia tan aciaga para los seguidores de Juan Domingo Perón, ella podría alzar la voz, erigirse en la cabeza indiscutida del movimiento y poner orden en el seno de las tribus que lo conforman, es soñar despierto. Esas facultades están lejos de su alcance, y en buena medida sus silencios y el haberse retirado a cuarteles de invierno, es menos una maniobra táctica que fruto de la convicción de que su liderazgo es cosa del pasado.
Como no podía ser menos, el tercero que ha sufrido los efectos de un torpedo en su línea de flotación ha sido el peronismo. Venía algo destartalado después de su pobrísima performance electoral, aunque se había hecho fuerte en las dos cámaras del Congreso. Sus bloques de senadores y de diputados lucían compactos, a pesar del revés sufrido por Sergio Massa a manos de Javier Milei. Sin embargo, de a poco comenzaron las fugas que es muy probable que —a raíz de cuanto acaba de tomar estado público— se repitan. En realidad ha quedado en evidencia, producto del desastre que le ocasionó la administración de los Fernández, que no hay un peronismo. Los que existen son reinos de taifas dispuestos a sacar tajada y a pactar con el oficialismo libertario, prescindiendo de considerar lo que opine la conducción nacional. Poco o nada tienen en común, por ejemplo, los mandatarios de Tucumán, Salta y Catamarca, con los de Buenos Aires y La Rioja.
Pero hay otra clase de tara de la que el viejo justicialismo no es capaz de desprenderse. ¿Cómo encontrarle una explicación razonable y racional a la actitud que han adoptado casi todos sus dirigentes respecto de la acusación que pesa sobre Fernando Espinoza, el intendente de La Matanza? Sería insensato suponer que lo hacen a propósito, para demostrar que no se abandona a los compañeros caídos en desgracia. Tampoco cabría pensar que no se dan cuenta de la factura que, tarde o temprano, le pasará la sociedad por cerrar filas junto a un procesado por abuso sexual. Con el violador José Alperovich cumpliendo sentencia en el penal de Ezeiza y Alberto Fernández acusado de patear a su ex–mujer cuando estaba embarazada, ¿es posible que no se percaten de que Espinoza representa una manzana podrida de la qué hay que desembarazarse cuanto antes?
¿Quién ganó por goleada? Hasta el más ignorante de los mortales o, si se prefiere, el menos avisado de los argentinos en política, contestaría sin dudarlo y sin errar: Javier Milei. Salta a la vista que en el triunfo que ha obtenido —lo cual no lo desmerece— él no ha tenido arte ni parte. Ha sido enteramente el gigantesco error de un ser tan despreciable como tonto —de lo contrario, hubiese dejado muchas menos constancias de sus actos— y no la inteligencia del presidente de la Nación, lo que le dio a éste tamaño espaldarazo. Milei no hizo nada para merecer los laureles que recibió. Con todo, a esta altura poco importa. Lo cierto es que la torpeza e ignominia del kirchnerismo le sirvió en bandeja de plata lo que nadie estaba en condiciones de anticipar.
La reacción del primer magistrado forma parte de su lógica combativa. Aprovechó que sus enemigos le habían dejado picando la pelota en el área chica, sin arquero a la vista, para hacer un gol cantado. Arremetió contra algunos periodistas, contra el socialismo y contra el progresismo en general, de manera furibunda. Cualquier que lo conozca mínimamente sabe que no deja pasar oportunidades de este tipo cuando se le presentan y, además, gratis. Como sea, el libertario sigue sumando puntos valiosos por donde se analice. Ayer, con base en la estrategia montada para enfrentar a Maduro sin medias tintas. Hoy, aprovechándose del cinismo, la corrupción y la inmoralidad del kirchnerismo.
Prensa Republicana
Director: Nicolás Márquez
18/8/024
18/08/2024 a las 2:00 PM
Kruse, preguntarte de que lado estas es una obviedad.
Tu vision con un solo ojo, te hace ver la realidad imaginada, no la real.
Como se hace para combatir al terrorismo de Hamas, cuando usa de escudos humanos a su propia gente y exibe sin pudor a chicos muertos por su responsabilidad, como argumentos de lucha.
Acaso no leiste la declaracion del hoy maximo responsable Yaya Sinwar que dijo, por fin los trajimos a los judios a nuestra tierra a pelear ?
No te das cuenta que es una estrategia salvaje implementada por estos asesinos fanaticos, que muy poco le importa su propia gente.
Esta guerra actual no existiria si no hubieran matado 1200 personas y degollado bebes en sus cunas, de manera artera y totalmente injustificable.
Fueron a provocar la reaccion israeli, para desprestigiarla mundialmente, porque aparte de los interesados en que asi sea, saben muy bien que en el mundo esta lleno de idiotas como vos, que piensan al reves de como son las cosas.
Que otra cosa que la idiotez, justifica hoy a la izquierda.
Israel, trata de apartar a la gente civil todo lo que puede, lo que no puede es dejar de combatir a estos asesinos, porque sino la historia se repetira año tras año.
Si quieren paz, deben rendirse y someterse a las leyes internacionales que tanto mencionas, hay negociadores para eso, no ataques a mansalva y a traicion como hizo Hamas.
Toda esa diatriba que usas, deberias emplearla contra Hamas, como unica responsable de la situacion y no contra el gobierno de Netanyahu.
19/08/2024 a las 12:43 AM
KRUSE, A VER SI UN DIA ESCRIBIS ALGO SOBRE ESTA NOTICIA, QUE APARECE CHIQUITITA EN LOS MEDIOS PROGRES.
Condenada a 12 años de cárcel por donar 47 euros
Ksenia Khavana, nacida en Rusia bajo el nombre Karelina, obtuvo la nacionalidad estadounidense al casarse con un ciudadano de dicho país, un hombre llamado Chris van Heerden.
Ksenia quiso hacer un viaje a Rusia para visitar a su familia, y aunque este intentó disuadirla, no pudo impedirlo. Allí, fue detenida el pasado mes de febrero por presuntamente haber recaudado fondos para el ejército ucraniano.
Según ha informado el grupo de defensa de los derechos humanos First Department, estos “fondos” se refieren a una donación de 51,80 dólares (unos 47€) que hizo Ksenia a una ONG estadounidense que apoyaba a Ucrania.
Desde Rusia no lo ven así, pues el servicio federal de seguridad ruso ha declarado que “recaudó dinero de forma proactiva en interés de una de las organizaciones ucranianas, que posteriormente se utilizó para comprar suministros médicos tácticos, equipamiento, armas y munición para las fuerzas armadas ucranianas”.
Tras ser detenida en Ekaterimburgo hace ya seis meses, no fue hasta este jueves, 15 de agosto, que un tribunal ruso la condenó a 12 años de prisión por traición a la patria, ya que Ksenia se declaró culpable.
Eso sí, su abogado, Mikhail Mushailov, ha querido matizar esto, afirmando que apelará la decisión.
AS.COM
PUBLICADO A LAS: 09:36 CEST 18/08/2024
PD:
NO TE PARECE POCO 12 AÑOS DE CARCEL, POR LA DONACION ?