Por Rodolfo Patricio Florido.-

El cristinismo y el peronismo están en un dilema sin salida. Sólo están de acuerdo en una cosa, volver al Poder. El problema es que el cristinismo y todos sus satélites lo necesitan para evitar que Cristina y varios más vayan presos y los deje sin un poder aglutinante. Mientras que el peronismo necesita a Cristina fuera de escena, presa en lo posible, pero no quieren ser ellos quienes se hagan cargo de esa prisión.

Ella lo sabe y construye para tratar de crear una tercera fuerza (la explico más adelante) que la acerque en un ballotage, mientras que el peronismo trata que sea el Gobierno quien presione a la Justicia para condenarla y luego tener así alguna excusa para desaforarla y dejar así al cristikirchnerismo huérfano de un candidato propio que pueda aglutinar ese 25/30% que lo acerque a un regreso hoy poco probable.

Es por eso que tiraron a noviembre (podían haberlo rechazado directamente) el tratamiento del desafuero pedido por un Juez Peronista como es Bonadío, que supiera ser militante del Frente de Unidad Peronista liderado por Miguel Ángel Toma y de quien se afirma que tiene una relación muy reservada con el Senador Pichetto aunque ambos la niegan. Como dijo el periodista Claudio Jacquelin… “Ningún peronista quiere ser acusado de colaboracionista”.

Por eso es que pretenden que sea el Gobierno quien corra con el costo de la condena y eventual prisión de Cristina, en lo posible, antes de Noviembre. ¿Claro que se impone una pregunta… ¿Por qué el Gobierno correría con el costo político de la prisión de Cristina si, a todas luces, le sirve para mejorar sus posibilidades electorales en una primera vuelta o incluso en un ballotage? Sería de una inocencia increíble, sobre todo luego de que el peronismo lo hiciera correr con el costo del tarifazo, sabiendo que era impracticable el retroceso de las tarifas al año 2017. Un funcionario gubernamental que pidió off the record afirmó… “que se hagan cargo ellos de que la sociedad sienta el encubrimiento de Cristina por parte del peronismo; ¿porque la vamos a enterrar nosotros si es ella la que los entierra a ellos (por los peronistas no K)?”.

Lo cierto es que el cristikirchnerismo tiene una sola candidata Presidencial y esa es Cristina. Cualquier otro candidato los puede sepultar electoralmente y además Cristina será Senadora con fueros hasta el 2021. Aclaro esto porque una de las opciones que estuvieron analizando es ofrecerle a Cristina presidir la lista de Senadores por la Provincia de Buenos Aires o encabezar la lista de Diputados Nacionales para así sumar el kirchnerismo en una boleta peronista única. Claro que aquí tienen un problema. Cuando analizaron esto se dieron cuenta que no hay manera de incorporarla sin que se note y tengan una fuga de votos hacia CAMBIEMOS. Además, consideran imposible que Cristina acepte ser una acompañante muda de la campaña de otro. La otra opción es que Unidad Ciudadana no presente candidata/o Presidencial, entregándole los votos al peronismo sin decirlo expresamente. Claro que esto le restaría presencia y arrastre en el resto del país, lo que implicaría una gran pérdida de legisladores y obviamente perderían el único bastión que les queda en Santa Cruz.

O sea, es el Peronismo quien tiene más problemas con el cristikirchnerismo. Pueden quedar terceros, aún no tienen candidatos (Urtubey tiene futuro pero aún no presente y Massa tiene presente pero un pasado que hoy le pesa) y eso les está generando la aparición y especulación con advenedizos (Tinelli y Facundo Manes) de los que desconfían. Y esto, sin contar con que no tienen un candidato competitivo a Gobernador en el principal distrito electoral o sea la Provincia de Buenos Aires. Obviamente están tratando de esmerilar a María Eugenia Vidal, pero en las encuestas, Vidal le saca casi 20 puntos a cualquiera de los eventuales candidatos a la Gobernación. Así, no son pocos los que tratan de evitar competir contra alguien que los puede depositar en un profundo olvido futuro.

Algunos peronistas analizaron la posibilidad de tantear a Tinelli para la Gobernación bonaerense pero las encuestas que encargaron fueron desastrosas. La opinión favorable sobre Tinelli solo alcanza el 12% y tiene un nivel de rechazo que supera el 50%, o sea un diferencial negativo de 38 puntos. Claramente confundieron la popularidad de un entretenimiento con la visión que los ciudadanos tienen sobre un Gobernador. Tinelli divierte a la gente pero no se puede pasar de cortar la pollerita a una imagen política seria.

Así las cosas, Cristina intenta crear un tercer partido o alianza que compita por separado de su partido, Unidad Ciudadana, para crear un sector que, en un eventual ballotage, le traccione los votos de la izquierda organizada a través de “Movimientos Sociales” de amplio espectro. Así, el 5 de este mes, se lanzó el Frente “En Marcha”, que, como dice Página 12, está integrado por: “El Movimiento Evita, Libres del Sur y el Partido del Trabajo y el Pueblo que expresan la voluntad de los movimientos sociales de San Cayetano (la CTEP, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa) de construir una herramienta electoral para las presidenciales de 2019”. Respecto al acto de lanzamiento, “será abierto por Juan Grabois. Hablarán Leonardo Grosso (del Movimiento Evita), Victoria Donda (Libres del Sur) y otros referentes jóvenes de las organizaciones.”

Afirman más adelante a Página 12: “El objetivo es aportar nuestro granito de arena a la construcción de una alternativa a este gobierno”. “Creemos que hay que ir hacia una gran unidad para ganarle a Macri en 2019. Es una obligación de la militancia popular hacer todo para construirla y generar una alternativa electoral. Venimos de hacer una experiencia muy buena en lo social, y queremos aportar ahora ese grano de arena a la construcción política.” Entre los partidos que se sumaron al frente están Unidad Popular, que lidera Víctor De Gennaro, Vamos, Izquierda Popular (Movimiento Popular La Dignidad y Corriente Villera Independiente), Seamos Libres y Vía Campesina.

Esta estructura sería vista con agrado por el cristikirchnerismo y algunos dicen que hasta sería financieramente apoyada para luego traccionar toda la izquierda a una segunda vuelta electoral que le otorgue a Cristina alguna posibilidad electoral o cuando menos la posicione con más fuerza hacia el futuro que quiere recuperar aunque en el camino deba colapsar a cualquier gobierno que no sea el propio.

En este contexto es el peronismo ortodoxo (Pichetto, Urtubey, Massa, etc.) el que siente que tiene un futuro pero que es Cristina quien se lo niega y lo puede hundir en un fracaso mayor aún al que tuvieron en las últimas dos elecciones.

Al Gobierno esta situación no lo desespera. El desorden callejero que este tipo de alianza pregona no lo perjudica, más bien lo ayuda porque el rechazo social al desorden permanente es ampliamente mayoritario y es el peronismo el que debe lidiar con el cristikirchnerismo. El Gobierno sabe que si la situación no se ordenara el año entrante, siempre tiene a María Eugenia Vidal para dar una lucha con más certezas electorales.

Algún lector se preguntará… ¿y los ciudadanos comunes? Estos, se guiarán por la percepción de sus propios futuros y no por las alquimias oportunistas. Si, aun con problemas, este año la argentina crece nuevamente y el año entrante mejora, la sensación de futuro se impondrá por sobre el caos, aun cuando el caos sea muy ruidoso y destituyente. El cristikirchnerismo sabe que si no lo logra ahora, el futuro para ellos se termina. El Peronismo sabe que si el cristikirchnerismo lo logra ahora, el peronismo, como lo conocemos, se termina.

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