Por Luis Américo Illuminati.-
Murió un niño pobre de 8 años en un basural y a los 93 años falleció la mujer que sembraba el odio. Así debería registrar la historia ambos acontecimientos. Es así que increíblemente Alberto ha decretado -no se sabe si por iniciativa propia o por orden de Cristina- tres días de duelo por el fallecimiento de Hebe de Bonafini, diabólica mujer más cerca de las brujas que de las hadas bondadosas. Un duelo que debería guardarse por la desgraciada muerte del inocente niño Víctor Sebastián Barreto que padeció hambre por culpa directa del escatológico gobierno donde todo lo dispone la encausada Cristina Kirchner que tiene en sus manos la suma del poder público.
Otro despropósito mayor resulta que Alberto le haya pedido a la AFA que en Qatar los jugadores argentinos lleven un brazalete negro en homenaje de una insufrible mujer que incitó a la violencia, que desparramó su odio y su veneno como una yarará desorbitada, motivo por el cual no merece ni un minuto de duelo sino un siglo de desprecio.
Rendirle homenaje a una persona tan malvada es como levantarle un monumento al Diablo y demoler las imágenes de Jesucristo. Recuerdo todos sus desmanes y mentiras, su lengua viperina cuando llena de odio y rencor como furiosa y cruel amazona se alegró que nuestros soldados de Malvinas murieran en la guerra; recuerdo también cuando orinó y defecó en la Catedral, Casa de Dios, y donde descansan los restos del Padre de la Patria.
No me olvido cuando reivindicó a la organización terrorista ETA y cuando festejó el ominoso atentado a las Torres Gemelas del 11 de setiembre de 2001. Ha insultado a los jueces hasta cansarse, aunque éstos fueron con ella muy benevolentes con las estafas millonarias que perpetró con su apadrinado Sergio Schoklender en el caso de las viviendas de «Sueños Compartidos» donde ningún juez se animó a condenarla.
Día del militante. La verdad histórica.
«La verdad nunca es triste, lo que no tiene es remedio», dice Joan Manuel Serrat. La verdad del kirchnerismo «militante» es como un chicle de goma al que llaman posverdad. Se recuerda como el día del militante el día 17 de noviembre de 1972 cuando Perón regresó al país después de casi 18 años de exilio. El anciano líder se hospedó en la residencia de Gaspar Campos. Todo parecía ir sobre rieles hasta que 7 meses después al dejar definitivamente tierra española embarcado en el chárter que lo traía a su patria no pudo aterrizar en el aeropuerto de Ezeiza por la batalla campal desarrollada entre viejos peronistas de derecha y la juventud peronista de izquierda autodenominados Montoneros.
Cuando Perón vio el giro marxista que tomaba el desastroso gobierno de Cámpora -flor de tío- lo hizo renunciar y se postuló él mismo para presidente y para vice su esposa Isabelita. Luego de ganar Perón las elecciones, los «militantes» (los «jóvenes idealistas») empezaron a ponerle palos a la rueda del gobierno hasta que Perón harto de sus planteos y alocadas pretensiones los echó del movimiento el Dia del Trabajo -1 de mayo de 1974- y los llamó «imberbes, estúpidos e infiltrados». Poco después los Montoneros como respuesta asesinaron a Rucci, a quien Perón quería como un hijo. Poco tiempo después el viejo líder fallecía.
Ahí se vio que la Lealtad es una cosa fungible y descartable y bien pronto «los militantes» se sacaron la careta pues al gobierno de Isabel lo desconocieron y por todos los medios le hicieron una guerra sin cuartel, sembraron el terror que funcionó en esos años como una fría y aceitada máquina de muerte. Miles de víctimas se cobró el «odio militante» hasta que las Fuerzas Armadas tomaron el poder el 24 de marzo de 1976.
Todo esto los jóvenes reclutados y demás abonados «K» no lo admiten o si lo saben se hacen los burros y prefieren por interés inconfesable en creer la increíble fábula que ellos -los viejos militantes- cuentan que son los buenos, los héroes, los santos y los otros -que ellos llaman la derecha- son los malos, re malos y verdugos. De modo que «la militante» de izquierda seudoperonista Cristina Fernández de Kirchner dio un esquizofrénico discurso en honor de las huestes que en el pasado asolaron la república y que hoy continúan empeñados en llevarla a pique.
Volver al pasado nunca más
Y asomada al borde del abismo sonriendo como si fuera una estrella de rock, «la vice» lanzó su desopilante discurso en el estadio Diego Maradona de La Plata, proponiendo «volver a construir un acuerdo democrático» luego de que ella misma destruyera la democracia desde el día que se sentó en el sillón de Rivadavia y después ocupara plaza en el Senado como «jueza suprema» para imponerse por sobre los demás poderes, lo cual, de hecho, implica «la suma del poder público» que prohíbe la Constitución Nacional (art.29) en términos solemnes. Urge que esta persona vaya presa lo más pronto posible antes que ponga a la Nación en la misma situación trágica de los setenta.
22/11/2022 a las 9:53 PM
Tal cual don Illuminati. La vieja Bonafini ha sido un verdadero monstruo. Sólo los cabrones le rinden homenaje. El país entero siente un inmenso alivio que La Parca se la haya llevado al averno ya que el Diablo la reclamaba en el Infierno, pues de allí salió y allí regresa.
23/11/2022 a las 10:11 AM
Salvo el tal Kruce empecinado zurdo y seudoperonista los comentarios en favor de Bonafini en varios videos de youtube de canales de noticias: cero, nada. Nadie pero nadie nadie la apreciaba ni siquiera un poco como para decirle solamente un «que descanse en paz». Por el contrario era un gran jubilo por su muerte. Algunos canales K fueron reveladores al cerrar la seccion de comentarios.
Agustin Laje Arrigoni dijo que hasta el kirchnerismo no la queria porque realmente les ha sido una carga. Alguien que les hizo mucho daño a su imagen y que no ofrecio nada a cambio.
O sea, si el presidente hubiera querido reflejar el animo del pais pues no tendria que haber sido duelo nacional sino haber decretado algun tipo de celebración. Kruce es un panegirista del mal, admira a Cretina y Hebe, las peores brujas de los bosques tenebrosos del Infierno. De allí vinieron y allí regresan. La Parca ya vino por Hebe.
23/11/2022 a las 1:49 PM
Sólo voy a comentar algo sobre el regreso de Perón al país porque el caso Barreto es -lamentablemente- una muestra más de lo que la barbarie que nos gobierna es capaz de producir y alimentar
Por lo tanto hagamos un ejercicio de memoria y rercordemos que el general Lanusse desafió a Perón diciendo que no le daba el cuero para volver mientras -según cuenta la leyenda- había establecido contactos secretos con Perón a través de un hombre de su confianza, el coronel Francisco Cornicelli, a quien Perón llamaba «el coronel Vermicelli».
Lo cierto es que la salud de Perón estaba deteriorada por varios factores, tal es así que llegó a España en 1960 ya bastante achacado de salud y en 1964 fue operado de próstata por el urólogo español Antonio Puigvert quien le extrajo varios tumores benignos.
Años después el 10 de setiembre de 1970 el periodista argentino Gregorio Selser anunció que Perón había muerto de cáncer de próstata, noticia falsa de la que se hizo eco Associated Press, la que lógicamente causó gran revuelo a punto tal que hasta se iniciaron gestiones para montar un operativo de repatriación de sus restos mortales.
La cuestión es que independientemente de ese grotesco periodístico Perón tenía otros problemas de salud más graves derivados del tabaquismo y sabía que sus días estaban contados por lo que su regreso al país puede considerarse una mezcla de orgullo personal y de presiones de sus partidarios -no tan leales- quienes también sabían que Perón no estaba en condiciones físicas de afrontar las exigencias derivadas de ejercer una nueva presidencia.
Mi opinión -que nada tiene que ver con mi simpatía o antipatía por Perón- es que fue inducido, obligado, convencido si se quiere, a volver y que su amor propio y su orgullo herido fue lo que lo condujo al error fatal de regresar al país cuando realmente estaba muy cómodo en Puerta de Hierro y podría haberlo evitado.
Sobre el particular hay una entrevista de Patricio Lons al psiquiatra Dr Abudara Bini -que luego la publicaré nuevamente- en la que explica desde el punto de vista médico que Perón realmente se estaba muriendo cuando asumió su tercera presidencia y que los que lo rodeaban pusieron su granito de arena para mandarlo al más allá sin ningún tipo de remordimiento. El complot contra la vida de Perón no es un cuento más sino algo difícil de asimilar, pero verdadero y con explicación científica válida.
Siempre trato de ver a Perón sin pasiones, porque entiendo que si solamente me dejara guiar por la pasión mis palabras serían otras y muy distintas.
Perón fue una figura que en su primera presidencia actuó en el tiempo histórico social que le tocó vivir y «eso» es lo que deberíamos entender si razonamos. Todo lo que vino después (segunda y tercera presidencia) es opinable y por lo tanto merecería un capítulo aparte porque todo tiene su tiempo y el «tiempo» de Perón finalizó al terminar su primer mandato.
La siguiente imagen es gentileza de Canal 26
https://www.canal26.com/media/image/2019/08/22/427592.jpg
23/11/2022 a las 1:51 PM
«El complot contra la vida de Perón»
https://www.youtube.com/watch?v=W02I9KHniIs
23/11/2022 a las 6:59 PM
Cabe agregar a lo interesante del editorial, una frasecita que durante 45 años en mis clases de Etica y Formación Ciudadana le dije a mis alumnos:
«Se puede engañar a la almohada, al espejo, a los hijos, a la conciencia; pero al de arriba (ese que llaman Dios o como quieran, según creencias) un día viene y te dice «Lo siento, pero hasta aquí llegó». En este caso lo último que amagó fue «la pueblada»; y como pueden ver quedó abortada, al menos de su parte. Esto es universal, por más vueltas que le demos; al menos si tenemos cuentitas que pagar y se nos hayan escapado del portafolio de la vida. .
23/11/2022 a las 7:53 PM
A veces no se puede engañar al espejo
https://www.youtube.com/watch?v=DhD0MEt4_4k