Por Luis Alejandro Rizzi.-

Días pasados le explicaba por Skype a un ejecutivo de una pequeña línea aérea de servicios no regulares extranjera que en la Argentina el transporte aéreo estaba en manos de Guillermo Dietrich, cuyo principal antecedente, además de graduado universitario es ser un “ironman finisher”, que la ANAC (Administración Nacional de Aviacion Civil) estaba en manos de un ingeniero muy reconocido como especialista en equipos para diálisis y que la CEO de Aerolíneas Argentinas, era una experta en la industria automotriz. Me escuchó sin responder.

Lo cierto que pasados los cien días de gobierno, Aerolíneas Argentinas cayó en el enmarañado juego gremial y la licenciada Costantini ha quedado a la defensiva. No se pueden suspender los vuelos internacionales que dan pérdida, ya que los gremios se oponen (sic). Creo que lo que había que hacer era estudiar las causas de las pérdidas, ya que para otras aerolíneas privadas, American Airlines, en las rutas a EE.UU., Air Madrid e Iberia en las rutas a Madrid, Alitalia a Roma y Milán, British Arways a Londres, Air France a Paris, KLM a Ámsterdam, amén de LAN, AVIANCA, etc, no pierden y compiten; más aún, están incrementando sus frecuencias desde Europa hacia esta parte del mundo.

LATAM y AVIANCA-TACA ya son líneas que operan en casi toda América del Sur, luego de establecer filiales en Perú, Colombia, Argentina, y ahora en Brasil con TAM; la segunda con sus filiales en Brasil y Perú y la más pequeña AMASZONAS que ya tiene filiales en Paraguay y Uruguay y queda claro que su objetivo es repetir el esquema de la hoy desaparecida Pluna. De hecho podemos decir que ya hay un cielo único regional, que cada vez nos coloca como país en un aislamiento mayor para poder competir. En otras palabras no aprovechamos las ventajas de un cielo único y nos quedamos con todas las desventajas de los cielos cerrados.

Para esas líneas lo que importa es el tráfico internacional que genera la Argentina, ese es su objetivo y en ese sentido LAN le debe parte de su crecimiento a nuestro tráfico que desde el interior, Córdoba y Mendoza, se continuaba a destinos internacionales conectando en Santiago de Chile. Hoy a otros “hub”, Lima, Bogota y Panamá.

En el caso de COPA, país estratégicamente ubicado, le permite conectar toda América con aviones de pasillo único y de menor costo operativo como es la flota 737-800.

Por eso cuesta creer que nuestro “ironman finisher”, el Ministro Guillermo Dietrich, ciclista independiente, aunque a veces utiliza helicópteros, haya rechazado que el Gobierno vaya a instrumentar una política de “cielos abiertos” en materia de aviación. “Para nada; todo lo contrario. Que vengan más compañías, que inviertan y que generen mano de obra es lo contrario a ese modelo” (sic). Lo que este “ironman finisher” no se dio cuenta es que esas empresas vienen para explotar el tráfico internacional que a Aerolíneas Argentinas le ocasionan pérdidas según la licenciada Costantini.

El cielo latinoamericano ya es único de hecho, así que negar los “cielos abiertos” es tan burdo como negar la existencia de los elefantes o hipopótamos, esos animales tan raros que un paisano al verlos dijo “no existen”.

El ministerio de hacienda ha logrado en la negociación con los holdouts, mejorar las condiciones de una sentencia judicial firme, el mismo empeño debería poner la Sra. Isela Costantini, para negociar la devolución de aeronaves, Arrendadas baja la modalidad de leasing operativo, comercialmente obsoletas; para renegociar condiciones de pago con proveedores, para fijar una política salarial de acuerdo a los ingresos y productividad de la empresa, asimismo se deberían renegociarlos contratos de compra de los ERJ, sospechados por los sobreprecios que se habrían pagado. Debe tener en cuenta que solo cuenta con la facturación de la empresa y los u$s 350 millones contemplados en el presupuesto para el corriente ejercicio.

Si necesitara más dinero se lo debe pedir al Congreso de la Nación y no al Poder Ejecutivo que solo administra el presupuesto nacional.

Juan José Aranguren parece ser uno de los pocos ministros que tiene las cosas claras, como lo expuso Francisco Olivera en “La Nación” al decir que es una persona “…más bien abocado a las cosas que a los conceptos, Aranguren tiene un estilo bien divergente del de sus compañeros desvelados por los sondeos. Acaba de pedirle a Macri, por ejemplo, un directorio más «profesional» para YPF, donde ve proliferar a ex funcionarios y técnicos con buena reputación, pero a quienes considera nostálgicos de la vieja petrolera estatal. Su visión al respecto siempre ha sido otra: ve en YPF a un jugador más del sector y, por lo tanto, a una compañía que debe manejarse con criterios de eficiencia privada.”

Esto es lo que le falta a Aerolíneas Argentinas y al pasar a la defensiva Isela Costantini, diría que ya perdió y pese a que lleva tres meses, en la gestión que comenzaron con sus vacaciones anuales aun no tiene un programa operativo presentable. No creo que el primer trimestre lo haya aprobado.

Recordemos que hace unos días dijo que la empresa necesitaría mil millones de dólares, que le fueron negados por el Presidente Macri.

Convendría recordarle al nuestro “ironman finisher”, que en materia de transporte y según su instructor, “personal trainer” sólo es un “ironman novice” sin futuro que Obama le aconsejó a Mauricio Macri que «A veces el dolor del corto plazo y el tener que tomar sanciones decisivas en una etapa tan temprana es lo más oportuno, en lugar de dejar las cosas para mañana». En verdad, la expresión o el concepto corresponde a Maquiavelo.

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