Por Hernán Andrés Kruse.-

El genial Groucho Marx dejó para la posteridad una serie de frases, entre las que se destaca la siguiente: “Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros”. Se trata del camaleonismo cono filosofía de vida, la tendencia de muchísima gente de cambiar de colores según la ocasión. El camaleonismo hace a la esencia de la política. Como sentenció Nicolás Maquiavelo la política y los principios éticos no se tocan, van por carriles diferentes. La política es sinónimo de poder. Lo fundamental para quienes son sus cultores es poner en juego el camaleonismo para acceder al poder y luego para conservarlo.

La Argentina política ha sido-y sigue siendo-pletórica en exponentes del camaleonismo político. Han sido incontables los dirigentes políticos que trabajaron para gobiernos de todo tipo, para presidentes que sostenían políticas antagónicas. Confieso sentir una peculiar “admiración” por los camaleones políticos porque no debe resultar nada fácil, por ejemplo, defender un día a un gobierno neoconservador y al otro día a un gobierno progresista. Es probable que peque de ingenuo ya que seguramente a los camaleones políticos les importa muy poco cambiar de colores según la ocasión, como lo afirmó Chico Novarro en su recordada canción.

De todos los camaleones políticos que supimos conseguir quisiera destacar a tres exponentes de nuestros días que ocupan sitiales de preferencia en el mundo de la política. Ellos son el ministro de Economía Sergio Massa, el presidente Alberto Fernández y la precandidata a presidente por JxC Patricia Bullrich. Desde el más allá el ilustre florentino los debe estar aplaudiendo a rabiar.

Sergio Massa

En las postrimerías del gobierno alfonsinista, Sergio Massa comenzó a militar en la Unión del Centro Democrático, el partido político fundado a comienzos de los ochenta por el ingeniero Álvaro Alsogaray. Era una fuerza política de centroderecha, antiperonista y defensora de la economía de mercado. En 1985 Alsogaray y su hija María Julia eligieron el Monumental de River como escenario para el cierre de campaña para las elecciones de medio término de ese año. Fue el apogeo de la Ucedé. Cuatro años más tarde don Álvaro y María Julia hicieron una alianza a espaldas de la militancia con el entonces candidato presidencial por el justicialismo Carlos Menem. A partir de entonces la Ucedé perdió toda independencia como partido político.

En ese escenario, Sergio Massa comenzó su militancia política ucedeísta. Entre 1994 y 1995 ejerció la presidencia de la juventud liberal en la provincia de Buenos Aires. Era el apogeo del menemismo. El riojano había sido reelecto en mayo de 1995 y la oposición era inexistente. Massa estaba alineado con el jefe de la Ucedé, don Álvaro, María Julia (era interventora de ENTEL) Jorge Aguado y Francisco Durañona. Ello explica su vinculación con el dirigente sindical Luis Barrionuevo, un “soldado” del presidente de la nación. Gracias a su patrocinio Massa pasó a ingresar al cuerpo de funcionarios en el ministerio del Interior y tiempo después pasó a ser asesor de Ramón Ortega en el Ministerio de Desarrollo Social. En las elecciones que consagraron presidente a Fernando de la Rúa, fue elegido diputado provincial bonaerense por el partido justicialista.

Luego de la caída de De la Rúa, Massa fue designado por el presidente Eduardo Duhalde al frente de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). Más adelante, el sucesor de Duhalde, Néstor Kirchner, lo revalidó en el cargo. Massa se mantuvo en el cargo hasta que fue elegido intendente de Tigre en las elecciones de 2007. En esa oportunidad llegó a la intendencia de la mano del Frente para la Victoria. En julio de 2008 renunció a la intendencia de Tigre y asumió como Jefe de Gabinete de la presidenta Cristina Kirchner, en reemplazo de Alberto Fernández, quien ocupó ese cargo durante la presidencia del santacruceño. En julio de 2009 renunció al cargo y retornó a la intendencia de Tigre. En aquel momento su relación con el kirchnerismo había comenzado a “enfriarse”. En las elecciones de 2011 fue elegido nuevamente intendente con el 73,25% de los votos. A fines de 2013 renunció al cargo para sumir por primera vez como diputado nacional por el Frente Renovador, fuerza política que había creado en 2010, con el nombre de “Grupo de los 8”, junto a importantes intendentes de la provincia de Buenos Aires. Asumió su mandato el 10 de diciembre de 2013 ejerciendo el cargo hasta el 10 de diciembre de 2017.

En abril de 2015 dio a conocer un acuerdo entre el Frente Renovador y la Democracia Cristiana, cuyo candidato a presidente era De la Sota. En la primera vuelta Massa obtuvo el 21% de los votos, detrás de Mauricio Macri y Daniel Scioli. Dos años más tarde se alió con Margarita Stolbizer para competir en las elecciones legislativas de ese año. En esa oportunidad Massa fue candidato a senador nacional acompañado por Stolbizer. En las generales de octubre Massa obtuvo apenas el 11,32% de los votos. En 2019 retornó a la Cámara de Diputados por la provincia de Buenos Aires. En esa elección el Frente Renovador se alió con el Frente de Todos, conducido por Cristina y Alberto Fernández. En diciembre asumió como presidente de la Cámara Baja. En el invierno de 2022 fue designado ministro de Economía en reemplazo de Silvina Batakis (fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre).

Sergio Massa, qué duda cabe, puede dar seminarios sobre camaleonismo político en cualquier universidad, tanto del país como del extranjero. Fue alsogaraísta, barrionuevista, menemista, duhaldista, kirchnerista, cristinista y renovador. Para aplaudir de pie.

Alberto Fernández

El presidente de la nación comenzó su carrera política de la mano de Raúl Alfonsín quien en 1985 lo designó subdirector general de Asuntos Jurídicos del ministerio de Economía, cuando Juan Vital Sourrouille era ministro. Además, asesoró al Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires y a la Cámara de Diputados de la Nación. En aquel entonces militaba en el peronismo renovador, conducido por Antonio Cafiero y De la Sota, fuertemente enfrentado al sector del peronismo que reconocía el liderazgo de Carlos Menem. En 1989 el flamante presidente de la nación, Carlos Menem, lo designó superintendente de Seguros de la Nación, cargo que ejerció hasta 1995, seis meses antes de que Cavallo fuera eyectado del ministerio de Economía por orden de Carlos Menem. En 1996 el gobernador Eduardo Duhalde lo nombró presidente de la compañía “Gerenciar Proyectos y Administración Sociedad Anónima”, dependiente del Banco Provincia de Buenos Aires. Entre el 11 de diciembre de 1997 y el 22 de diciembre de 1999 fue vicepresidente del grupo Bapro.

En 1998, el candidato presidencial por el justicialismo Eduardo Duhalde lo nombró tesorero de la campaña para las elecciones de 1999. En aquel entonces fundó, junto con otros referentes del justicialismo, como Cristina Kirchner, José Octavio Bordón, Carlos Tomada, Julio Bárbaro, entre otros, el “Grupo Calafate”, enfrentado con el menemismo. Este grupo apoyó primero la candidatura presidencial de Duhalde y más tarde la de Néstor Kirchner, quien designó a Alberto jefe de campaña. En 1999 el actual presidente de la nación fue precandidato a vicejefe de gobierno porteño, secundando a Jorge Argüello, quien fue derrotado por el menemista Raúl Granillo Ocampo. Tiempo después armó, junto a Alberto Iribarne y su actual mano derecha Julio Vitobello, la agrupación “Peronismo que suma”, que terminaría aliándose con Domingo Cavallo, en ese momento duramente enfrentado con el ex presidente Menem. En las elecciones porteñas de 2000 fue elegido legislador de la CABA de la mano del Mingo, quien no logró ser elegido jefe de gobierno.

El flamante presidente Néstor Kirchner (mayo de 2003) nombró a Alberto Jefe de Gabinete, quien debió renunciar a su banca en la legislatura de la CABA. Cuatro años después Kirchner lo nombró jefe de campaña de la candidatura de Cristina para las elecciones de 2007. La esposa de Kirchner asumió como presidenta de la nación y Alberto permaneció en el cargo. La resolución 125 de marzo de 2008 provocó un grave conflicto entre el gobierno nacional y las patronales agropecuarias. Luego del voto no positivo del vicepresidente Cobos, el jefe de gabinete renunció a su cargo el 23 de julio. Había comenzado su etapa como opositor al gobierno kirchnerista. En noviembre de 2009 aseguró públicamente que sería de su agrado ser presidente en 2011. En enero de 2010 no dudó en acusar a Cristina de presionar sobre el Poder Judicial y le reclamó la adopción de políticas eficaces contra el delito. En 2012 afirmó que Cristina había tirado por la borda todo lo bueno que había hecho su esposo cuando fue presidente. En 2013 afirmó que la reforma judicial propuesta por Cristina sólo perseguía el sometimiento de la justicia. Ese año se sumó al Frente Renovador y dos años después fue un activo colaborador de Sergio Massa, quien había lanzado su candidatura a la presidencia de la nación. En 2017 fue jefe de la campaña a senador por Buenos Aires del ex ministro del Interior Florencio Randazzo (Frente justicialista Cumplir). En 2018 retornó al kirchnerismo para convertirse en el vocero de Cristina. En febrero de 2019 pasó a integrar la Comisión de Acción Política del Partido Justicialista. El 9 de mayo la vicepresidente, al presentar su libro “Sinceramente” en la Feria del Libro, agradeció a Alberto por sugerirle que escribiera sobre su vida y su paso por el poder. Días más tarde, Cristina anunció que integraría la fórmula del Frente de Todos como candidata a la vicepresidencia y que Alberto sería el candidato presidencial. Muy pronto la relación entre Alberto y Cristina estallaría por los aires (fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre).

Alberto Fernández, qué duda cabe, puede dar seminarios sobre camaleonismo político en cualquier universidad, tanto del país como del extranjero. Fue alfonsinista, menemista, cavallista, duhaldista, kirchnerista, cristinista y massista. Para aplaudir de pie.

Patricia Bullrich

Con 17 años empezó a militar en la Juventud Peronista. Era el traumático 1973. Fue testigo de la masacre de Ezeiza, cuando las dos facciones antagónicas del peronismo se trenzaron a balazos en los bosques cercanos al Aeropuerto. También estuvo en la Plaza de Mayo el 1 de mayo de 1974, cuando los montoneros abandonaron el histórico lugar luego de que Perón los insultara. Formó parte del grupo montonero capitaneado por Rodolfo Galimberti, comandante de la Columna Norte de la guerrilla peronista. En 1975 “Carolina Serrano” fue detenida mientras pintaba con aerosol la puerta de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Permaneció detenida medio año en Coordinación Federal y luego en el pabellón 49 de la Cárcel de Devoto.

En 1977 Bullrich se refugió en Brasil. Al año siguiente partió rumbo a España donde lideró la juventud peronista en la capital de ese país. De regreso a México (había estado en tierra azteca en 1977) se opuso a los jóvenes que revindicaban la lucha armada y que en aquel entonces estaban planeando la contraofensiva para volver al país y que terminaría en una catástrofe para la organización guerrillera. Regresó definitivamente al país en 1982, cuando tuvo lugar la guerra del Atlántico Sur. Al poco tiempo la dictadura militar ordenó su detención. Estuvo alojada nuevamente en Coordinación Federal hasta que obtuvo su libertad por presión de diversos organismos de derechos humanos y del presidente de Brasil en aquel momento, el militar Baptista Figueiredo. Luego de estar un breve período en Ginebra, se instaló definitivamente en Argentina en plena etapa electoral (1983). En aquellos años alfonsinistas militó junto a Vicente Saadi y más tarde junto a Antonio Cafiero.

En 1993 fue elegida diputada por la Capital Federal, en la lista encabezada por los menemistas Antonio Erman González y Miguel Ángel Toma. Luego de ocupar un cargo en el gobierno del gobernador Eduardo Duhalde, pasó a militar en la Alianza de la mano de uno de los hijos de De la Rúa, Antonio, y de Fernando de Santibañes, quien ocuparía la jefatura de la Side durante el gobierno de “Chupete”. Con la llegada de De la Rúa a la Rosada en diciembre de 1999 ocupó la Secretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios del ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. En octubre de 2000 De la Rúa la nombró ministra de Trabajo, Empleo y Formación de Recursos Humanos de la Nación, cargo que ejerció hasta octubre de 2001. Luego se hizo cargo, ese mismo mes, del recién creado Ministerio de Seguridad Social. Estuvo en el flamante ministerio muy poco tiempo ya que en noviembre renunció. Ese año Bullrich se hizo “famosa” por haber firmado el decreto que establecía la reducción del 13% de los haberes de los trabajadores estatales y de las jubilaciones.

En 2007 decidió integrar el partido que había creado hacía un tiempo, Unión por la Libertad, a la Coalición Cívica liderada por Elisa Carrió. Con el respaldo de la chaqueña encabezó en Unión por la Libertad la lista para diputados por la CABA para el período 2007/2011. Apenas asumió la presidencia de la nación en 2015, Mauricio Macri designó a Bullrich ministra de Seguridad de la nación. En la actualidad es presidenta del PRO y precandidata a la presidencia por el macrismo (fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre).

Patricia Bullrich, qué duda cabe, puede dar seminarios sobre camaleonismo político en cualquier universidad, tanto del país como del extranjero. Fue montonera, peronista renovadora, menemista, duhaldista, delarruísta, lilita y macrista. Para aplaudir de pie.

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