Por Hernán Andrés Kruse.-

Milagro Sala, la polémica líder social jujeña, decidió declarar en el comienzo del juicio en la que se la acusa de haber fogoneado una protesta de la que no participó. Delante del tribunal explicó las causas de su detención impuesta por el gobernador Morales y los poderes blancos de la provincia. “Lo de Gerardo Morales es una persecución de ocho años, que vengo sufriendo, porque siento que la molestia de él es que los negros nos pudimos organizar, que los negros no dependimos de sectores políticos, que los negros decidimos organizarnos y que inculcamos a los compañeros que tenían que estudiar y prepararse y que no teníamos que bajar la cabeza por nada del mundo”. El juicio oral y público comenzó formalmente por una manifestación popular que tuvo lugar el 16 de octubre de 2009. Ese día tuvo lugar una conferencia sobre control de gestión organizada por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas siendo sus principales participantes Gerardo Morales (en ese entonces senador nacional) y Leandro Despouy, presidente de la Auditoría General de la Nación. El acto comenzó con un escrache de un grupo de personas y es ese hecho, precisamente, el que está siendo juzgado hoy. Tres personas fueron procesadas: Milagro Sala, Graciela López (amiga de Sala y líder de una organización social que no es la Tupac) y Ramón Gustavo Salvatierra (cercano a las organizaciones sociales). Fueron acusados por el delito de daños y amenaza simples, siendo sobreseídos en mayo último por el mismo Tribunal que lleva adelante el juicio contra Milagro Sala. Meses más tarde los jueces de la Sala IV de Casación Penal de la Nación que en su momento sobreseyeron a Carlos Pedro Blaquier, exigieron una investigación sobre la figura de amenazas coactivas (la pena en este caso es de cuatro años). Ese 16 de octubre Milagro Sala estaba en la localidad de Monterrico, situada a 50 kilómetros de distancia de San Salvador de Jujuy. A pesar de ello, el por entonces senador Morales la denunció por haber liderado personalmente la manifestación. Un año más tarde la parte acusadora sumó un único testigo, René Orlando Arellano, quien hizo referencia de una reunión previa a la protesta en el domicilio de Milagro Sala. Esa reunión nunca existió. Ayer (jueves 15) Milagro Sala se sentó por primera vez delante de los jueces y fiscales y les dijo: “Señores jueces y fiscales, no se dejen presionar. Quiero creer en la independencia de la justicia federal, porque la justicia de Jujuy no es independiente. Cinco radicales hoy integran hoy el Tribunal Superior que vienen apretando para que esta coya negra y mal hablada esté en la cárcel. Si yo hubiese organizado algo voy a la cabeza. Siempre doy la cara. No estoy acostumbrada a hacer perder a mis compañeros”.

Sentada en el banquillo de los acusados Milagro Sala habló en representación de un pueblo que aprendió a organizarse, a actuar en función de una “revolución de la cabeza”. De esa forma pasaron a ser “señores y señoras, y hoy nos tratan de usted y no de negros villeros, y donde creo que estas cosas son las que no nos perdonan, por eso siento que estoy en la cárcel”. “Los compañeros querían seguir estudiando más. Es la escuela que mi padre”, afirmó, “me enseñó a trabajar, a ir, de transpirar la camiseta, en el trabajo, en el estudio, en la militancia. A mi nadie me ha regalado nada, mientras estudiaba, siempre trabajé desde los 14 años, vendía cohetes, juguetes, y mientras militaba en el peronismo. Y no tengo vergüenza de decirlo, estoy orgullosa de ser negra, coya. Y creo que todas esas cosas son las que les han molestado a Morales y si él sintió eso, le pido perdón. Si le molestó eso, le pido perdón. A muchos les ha molestado”. Sala enarbola, qué duda cabe, la bandera de la lucha de clases. Visiblemente demacrada, flaca y con signos evidentes de lo que significa estar casi un año en prisión, Sala les preguntó a los jueces: “¿Suspendieron un juicio de lesa humanidad para sentarme acá?”. “Lo lamento porque los hijos y los familiares vienen esperando hace treinta y tres años y ustedes le dieron más importancia a la tirada de huevos que a esos compañeros a los que acompañamos desde hace años, desde cuando empezábamos en el PJ. Diría que cuando uno hace cosas, hace cosas buenas y malas. Para mí las cosas fueron éstas, sólo que a mí me las están haciendo sentir. No lloro. No me arrepiento de haber trabajado mucho con los compañeros”. La dirigente hizo referencia a la organización y rememoró las piletas y las viviendas. Dijo que los hornos de barro eran “la verdadera arma revolucionaria”. Destacó el proceso de construcción de la dignidad de su gente, cuando un compañero ingresaba al banco por primera vez en su vida o se daba el lujo de desayunar en el centro de la ciudad. Habían dejado de ser invisibles, en suma. Dijo Sala: “Esas cosas me quedaron muy marcadas y pensar que cuando era chica conocí la pobreza cuando me fui de mi casa, tenía 14 años. Yo vi cómo se bañaban los chicos en el río que estaba lleno de basura, por eso la primera pileta que hicimos está en Villa Belgrano”. Respondió con firmeza las preguntas formuladas por su abogada defensora, Elizabeth Gómez Alcorta. Aseguró que no estuvo presente el 16 de octubre en la manifestación. “Estaba”, aseguró, “en Monterrico trabajando con las cooperativas, teníamos un programa de 400 viviendas y fui a ver cómo ampliábamos a otras localidades como Libertad, Tilcara y Palpalá. Yo estuve ahí en Monterrico y me enteré que hubo incidentes en la conferencia de prensa con Morales”. Aseguró no haber organizado la protesta social contra Morales “porque en aquellos tiempos yo tenía buena relación, me llevaba bien con Fredi Morales y Walter Morales, así que no tenía nada en contra de ellos”. Luego aludió a su casa: “Mi casa todos la conocen, había actividad desde las ocho de la mañana hasta la una o dos de la mañana. Mucha gente. Recibíamos a los compañeros y a los funcionarios. Pero que se haya hecho una reunión sobre Morales es una total mentira”. Luego de las preguntas Milagro Sala reflexionó en voz alta: por sus relaciones, enfatizó, “no me pueden haber inventado algo que no hice, y si lo hubiera hecho, hubiese estado al frente. No estoy acostumbrada a mandar a perder a mis compañeros”. “Por eso el 14 de diciembre he preferido quedarme en la marcha cuando debía haber ido a jurar al Parlasur para pedir una audiencia a Gerardo Morales para ver cómo continuaban nuestras cooperativas. Nunca me he escondido de nada porque así me he criado. Siempre estuve al frente”. Respecto al actual gobernador jujeño expresó: “Siento mucho el rencor que tiene Gerardo Morales a mi persona, que en menos de seis meses me llenó de tantas causas” (…) “No le tengo rencor, al contrario pertenezco a los pueblos originarios orgullosamente, como coya, y a nosotros nos han enseñado que a las personas que nos hacen daño, perdonamos, internamente. En lo más profundo de nuestro corazón, y yo ya lo he perdonado, así me haga el daño que me haga”. Por último, manifestó: “Jujuy es parte de la Argentina. No es una república aparte. No es un estado autónomo. La justicia tiene que respetar. Y no hemos tenido respeto. Por eso no declaré. Y a quien tengo que rendir cuentas es al pueblo y a la justicia justa. No es a Gerardo Morales. Quiero creer que ustedes son parte de una justicia independiente. Se los pido por mi gente y la madre tierra” (fuente: Alejandra Dandan, “Si lo hubiera organizado habría estado al frente”, Página 12, 16/12/016).

Delcy Rodríguez es la canciller de Venezuela. Hace pocas horas fue golpeada por un policía cuando intentaba ingresar al Palacio San Martín junto a su par boliviano, David Choquehuanca. En ese momento, narró, había un piquete antimotines y los agentes alzaron sus escudos. La reacción de la funcionaria chavista fue instantánea: “soy la canciller”, exclamó. Fue entonces cuando un uniformado le golpeó el brazo provocándole una fuerte contusión. Así culminó su intento por participar de un encuentro de cancilleres del Mercosur, pero se encontró con el maltrato de los gobiernos de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, unidos en su obsesión por expulsar al chavismo del organismo internacional. En diálogo con Página/12 la canciller de Venezuela dejó varias reflexiones dignas de consideración. Al explicar por qué decidió no asistir a la reunión de Montevideo el jueves 15 donde se iba a considerar la suspensión de Venezuela, expresó que se trata de dos asuntos distintos. “Esa es la extorsión que ha pretendido vender la canciller argentina Susana Malcorra. Primero, Venezuela invoca el Protocolo de Olivos ante el surgimiento de una controversia. ¿Cuál es la controversia? Que unos cancilleres deciden no reconocer la presidencia pro témpore de Venezuela, sin ningún tipo de fundamento jurídico. Luego, aparece otra controversia sobre un supuesto incumplimiento de normas por parte de Venezuela. Para hoy (por ayer, jueves 15), está convocada una primera reunión del mecanismo de negociación directa que está contemplado en el Protocolo de Olivos, pero que no tiene nada que ver con la reunión de cancilleres que se realizó en forma ilícita en Buenos Aires. La única que podía convocar esa reunión era la presidencia pro témpore de Venezuela. De forma extorsionadora Argentina pretendió vender que a esa reunión Venezuela no tenía por qué asistir. No, no, al contrario. Venezuela va a asistir a todas las reuniones que correspondan y en paralelo tiene activados los mecanismos para la solución de controversias”. Venezuela afirma que adecuó un 95 por ciento de sus normas locales a las del bloque, lo que significa que aún debe adecuar 200 normas. Dice Rodríguez: “Nos faltan menos de 100 normas. El resto de los países tiene un doble estándar porque intentan aplicar una sanción que no existe, cuando ni siquiera son capaces de aplicárselas a sí mismos, ya que tienen más incumplimiento de las normas del Mercosur que nosotros. Tenemos cómo demostrar que hemos notificado formalmente nuestra adecuación” (…) “Incorporamos ya 1114 normas, pero lo que sucedió es que después de que Venezuela las notificó, las normas se fueron a depósito, se escondieron. Tenemos cómo comprobarlo y esperamos que se esté llevando a cabo la ejecución del Protocolo de Olivos, porque ahí se va a demostrar todo”. Para la funcionaria chavista Susana Malcorra comunicó que Argentina asumía la presidencia del Mercosur. “Es una violación flagrante de todas las normas del Mercosur y su institucionalidad”, dijo enfáticamente. “Los cancilleres del Mercosur se consideran una fuente del derecho y con eso empiezan a decidir y afectar los intereses y derechos de una nación soberana, de un Estado parte. Se están violando principios esenciales del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas. Si quisiéramos sumar más miembros al Mercosur, ¿con qué seguridad jurídica le decimos que pueden entrar? Si algo no me gusta, no estoy de acuerdo, te echamos. Venezuela no sólo está defendiendo el Mercosur, está defendiendo la legalidad, la institucionalidad” (…) “Lo que están haciendo traerá grandes consecuencias en el futuro. Todo se inició por querer romper el equilibrio que existía en la región. Primero, en Argentina se dio una victoria electoral muy cerrada, los resultados no fueron por mayoría abrumadora. Luego se produjo un golpe parlamentario judicial en Brasil. Un golpe de estado donde la voluntad de unos congresistas, que hoy están casi todos señalados por procesos de corrupción, sustituyen la voluntad de más de 54 millones de brasileños” (…) “En el Mercosur se equivocaron, fue un gran error lo que cometieron. Son enemigos históricos del Mercosur”.

Para la canciller el caso de Milagro Sala es muy diferente al de Leopoldo López: “No se pueden aplicar equivalencias en este caso. Leopoldo López es responsable de la muerte de 43 venezolanos. Abiertamente llamó a incendiar universidades, centros de estudios para niños de entre tres y cinco años, llamó al degollamiento de trabajadores venezolanos, que murieron en las calles. No se puede decir que Milagro Sala está implicada en actos de esta naturaleza que causaron angustia y terror en la población” (…) “No es lo mismo, hay que diferenciar la acción política de la acción delictiva. Si para derrocar un modelo cometés un delito, eres responsable: ser político no te da impunidad con la ley. Todo lo contrario, ser político te llama a la reflexión de que deberías ser más responsable frente a la ley y no violarla. No podés pensar que vas a matar porque sos político o incendiar una universidad y gozar de impunidad”. Así se expresó la canciller sobre Chávez: “Chávez fue un gran constructor y retomó las raíces históricas de Simón Bolívar y de Ezequiel Zamora. Era radical. Los procesos de integración actuales pretenden ser golpeados. Por eso no nos vamos del Mercosur. Es integrarnos en base a nuestras identidades culturales propias. Si Chávez estuviese vivo, te respondo con absoluta seguridad, andaría pateándose por todos los rincones del continente llamando por la unidad”. En relación con la futura relación de Venezuela con Donald Trump, la canciller dijo: “Nosotros dijimos cuando fue electo el presidente Trump, a través de un comunicado, que abogamos por una normalización de la relación, basada en el respeto que debe existir entre naciones soberanas. No creemos que existan naciones más grandes o más pequeñas que otras, más anchas o más angostas que otras. Nosotros no recibimos instrucciones de los Estados Unidos, tampoco les damos instrucciones. Aspiramos a relaciones de igualdad en el marco del diálogo diplomático y político”. Aludió a la muerte de Fidel Castro: “La muerte del comandante Fidel Castro significó un hachazo en el corazón. La visita a Buenos Aires nos trae mucha nostalgia de momentos de encuentro entre ambos comandantes, entre Chávez y Fidel. Saludamos la normalización de las relaciones y aspiramos a mucho más. El gran protagonista de eso es el pueblo cubano que resistió con dignidad cinco décadas de bloqueo como el que hoy se le impone a Venezuela”.

Sobre la situación en Venezuela manifestó: “Siempre hay autocrítica. En toda revolución debe existir. Venezuela es el país que tiene las mayores reservas de petróleo del planeta, las terceras reservas más grandes de gas del mundo, las segundas reservas más grandes de oro y tiene reservas acuíferas. Es decir, tenemos todos los recursos y esa bondad nos lleva a un problema: las ansias imperiales por apoderarse de nuestros recursos. En estos dos años y medio, venimos sufriendo una agresión muy grande en la economía a través del hueco en las cadenas de abastecimiento. Y la oposición señaló abiertamente: “Nosotros vamos a seguir boicoteando el abastecimiento de alimentos y medicamentos”. Los diputados de la oposición asumen su autoría. ¿Eso es pensar distinto o es un accionar que atenta contra toda la población? Es delictivo. Una cosa es decir soy socialista, soy capitalista, soy neoliberal, eso es pensar distinto. Otra cosa es boicotear las cadenas de distribución para afectar a una población. Luego, tuvimos el contrabando de extracción que arribó a cifras muy altas, un 45 por ciento de los productos esenciales que el modelo venezolano, garantista de los derechos humanos, deja a precios accesibles. Los sacaron del país bandas criminales conectadas con la oposición. A eso se suma un bloqueo financiero que hay contra Venezuela”. “Tuvimos contenedores de alimentos en el puerto, que a pesar de contar con el dinero, no podemos pagar porque los bancos que forman parte del sistema financiero internacional se niegan a servir de corresponsales financieros. Hay, además, un marcador ficticio en la moneda que lleva una inflación inducida. Pero, hay que hacerse la pregunta de por qué con esos índices de inflación, de desabastecimiento y crisis económica, no hubo una explosión social. La respuesta es que el gobierno atiende directamente a la población menos favorecida y garantiza el abastecimiento en los sectores populares. Tenemos comités locales de abastecimiento y producción, una forma más avanzada de los Mercal (programa social que coloca en supermercados productos de primera necesidad a bajos costos). También hay 40 mil médicos cubanos en la cooperación más grande que tiene Cuba en otro país de atención médica barrio adentro, donde la cobertura es del cien por ciento. Cuando vas, salís con el medicamento. Eso es un gobierno revolucionario garantizando el acceso a los derechos humanos a las grandes mayorías” (fuente: Mercedes López San Miguel y Florencia Garibaldi, “Dije “soy la canciller” y vino el golpe de un policía”, Página/12, 16/12/016).

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