Por Ricardo Bustos.-

Estoy convencido de que no existen los ciudadanos de primera o segunda clase. Los gobiernos siempre se han nutrido de una enorme franja de personas que habitan en los lugares más poblados del país. La traducción literal es: mas votos. Para esos distritos siempre han existido subsidios de todo tipo, entre ellos a la luz, agua y gas. Nosotros, quienes vivimos en el interior de la República Argentina, hace muchos años venimos siendo discriminados y abonamos tarifas que duelen en el bolsillo y el alma.

Tengo en mis manos, las últimas facturas pagas al día 4 de diciembre, en tiempo y forma y sin intereses por mora.

Cooperativa Luz y Fuerza de Libertador General San Martín, Misiones, por servicio de energía eléctrica en una casa modesta con un (1) aire acondicionado chico $ 448,93 (mensual). Cable de TV+servicio de internet básico (mensual) $ 594,55. Cooperativa de Provisión de Agua Potable y Otros Servicios de Capioví Ltda. Misiones $ 185,01. A estos servicios, debemos sumarle una garrafa de gas cada 15 días $ 110 o un tubo de gas $ 550.

No soy el único en el interior que abona en concepto de servicios básicos un promedio de $ 1.200 por mes, por lo tanto cuando leo mensajes apocalípticos de aquellos que ven en este aumento de precios en las tarifas, un futuro negro por el daño que puede hacer dicho incremento a la economía del hogar, me doy cuenta que no todos somos iguales, aún cuando se pregona siempre que «el interior también existe».

Por mucho que se enojen, hace muchos, pero muchos años que nosotros en el interior del país, no pagamos los valores que se aplican en las ciudades cercanas a la Capital Federal o el Conurbano y no puedo creer que la mayoría se encuentra debajo del nivel de pobreza, porque sé de gente muy adinerada que también se encuentra comprendida en el régimen de subsidios estatales para viviendas que deberían abonar el triple de lo que nos toca a nosotros.

Durante años (y no sé si aún continúa) los argentinos le pagamos a la Provincia de Santa Cruz, un impuesto que hasta el día de la fecha no sé cuál fue su destino. Ahora nos enteramos que también el interior le está pagando los servicios a los ciudadanos que ganan dos o tres veces mas que nosotros, por lo tanto y lejos de cualquier intencionalidad política, bienvenidas las medidas que se van a aplicar y espero se haga justicia para que todos dejemos de ser ciudadanos de primera o segunda clase.

Nosotros, los ciudadanos del interior no tenemos la posibilidad de ir un domingo a la cancha de fútbol para ver un partido de primera porque, salvo en las grandes ciudades, todo nos queda lejos, pero si se diera el caso de poder hacerlo, la entrada representaría un poco mas del 10% del valor que abonamos por las facturas de Luz, agua, cable y gas todos los meses, además como si fuera poco, en el norte argentino son muy pocos los pueblos que tienen gas natural y las obras que se están haciendo, demorarán mucho tiempo para que los hogares tengan la conexión finalizada, una vez que llegue la cañería a la localidad.

Así las cosas, si todos colaboramos un poco, la situación social de los ciudadanos mejoraría por acción de la solidaridad colectiva.

«El único egoísmo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor». Jacinto Benavente (1866-1954), dramaturgo español.

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