Por Luis Américo Illuminati.-

En la Argentina actual, 125 impuestos acosan vorazmente a la producción, el trabajo, el capital y la exportación. Ninguna camiseta política intentó hasta ahora desmantelar la telaraña. ¿Son los políticos o somos nosotros la argentinidad? Con tantos impuestos ningún país puede funcionar con normalidad. Los gobiernos de los últimos 40 años no han tenido una sola idea que saque a la Argentina para adelante. Han aplicado la economía política del cangrejo, marchar para atrás.

Néstor Crespo, productor de Carlos Tejedor, vendió parte de los animales que le quedaban en el establecimiento y terminó un ciclo de su vida. Pese al mal momento, remarcó que «me liberé de los gastos que tenía» (Clarín, Rural, 17/02/2023).

Esta noticia a mí me pareció una desdichada metáfora del karma argentino. El destino tiene una fuerza y un camino a veces glorioso y a veces trágico. Todo depende de la buena o mala voluntad de un pueblo.

¿Por qué no aplicar un solo y único impuesto (Single Tax) como lo propuso Henri George en su libro «Progreso y miseria» (1879) y como lo viene aconsejando desde hace mucho tiempo el Dr. Héctor Sandler? Fundador del ICE (Instituto de Capacitación Económica), quien ha escrito varios libros sobre el punto, entre ellos: «A la Búsqueda del Tesoro Perdido», «Impuestos: La lección del Parquímetro», «Eliminar los impuestos».

  • La economía neoclásica tomó forma hace unos cien años atrás, cuando Henry George y sus propuestas de reforma eran un peligro político claro y presente y, a la vez, un reto para el establecimiento en el mundo de un nuevo pensamiento en materia económica. Pocas personas son conscientes hasta qué punto los fundadores de la economía neoclásica han cambiado la disciplina con el expreso propósito de desviar a George y evitar que los futuros estudiantes de economía conozcan sus argumentos. La estratagema fue semántica: destruir las mismas palabras en las que George se expresaba. Simon Patten lo expuso de manera sucinta. Nada agradaría más a un contribuyente que utilizar las teorías sobre el «single tax» (una sola contribución al Fisco y librarse de todos los impuestos). Por lo tanto, esa doctrina económica tenía que ser eliminada. Al respecto, Héctor Raúl Sandler aporta la siguiente reflexión: “¿En qué consistió el radical cambio contenido en la ciencia económica neoliberal? Nada más ni nada menos que en una mutación del paradigma de este conocimiento científico. En términos de Thomas Kuhn cabría decir que se llevó a cabo una “revolución científica”. El cambio de paradigma consistió en la eliminación de la tríada trabajo-tierra-capital como factores de la producción y su sustitución por el binomio trabajo-capital» (La Reforma que no fue, José Antonio Artusi, 10/05/2020). https://www.elmiercolesdigital.com.ar/la-reforma-que-no-fue/

Allá lejos y hace tiempo Don Atahualpa Yupanqui * recitaba: «Las vaquitas son ajenas y las penas son de nosotros» (El arriero va). Si hoy viviera, diría: «Las vaquitas no valen nada y nos sobran impuestos y penas».

El gobierno de científicos nos ha llevado a este irremediable naufragio de un país grande y rico que prometía ser primera potencia, en una época le decían «el granero del mundo» y verla ahora a la Argentina, postrada y fracasada, dividida, ignorante y mentalmente camino al manicomio, causa una inmensa tristeza y «se me pianta un lagrimón».

En las arenas bailan los remolinos
El sol juega en el brillo del pedregal
Y prendido a la magia de los caminos
El arriero va, el arriero va…
Es bandera de niebla su poncho al viento
Lo saludan las flautas del pajonal
Y animando la tropa por esos cerros
El arriero va, el arriero va…
Las penas y las vaquitas
Se van par la misma senda
Las penas son de nosotros
Las vaquitas son ajenas…

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