Por Luis Alejandro Rizzi.-

Para los historiadores del futuro será muy difícil comprender y explicar este momento económico de la Argentina y en especial la tarea de Sergio Massa -presidente de hecho- de un gobierno descalificado y en triste retirada.

Una de las preguntas que se podrían hacer, sería ¿para qué tanto esfuerzo en contraer más deuda para mantener un tipo de cambio contra nada?, porque lo debemos decir una vez más, no tenemos moneda.

Otra de las preguntas sería: ¿en la intimidad de sus “ideas”, Massa estaba con los “chinos” o los EEUU, para entregar su lealtad al “tipo de cambio”?

Y la última podría ser ¿realmente Sergio Massa salvó al gobierno de caer al abismo?

Obviamente habrá muchas más, pero nos quedaremos con estas tres preguntas.

Es obvio que la defensa del tipo de cambio actual con una brecha negativa de más del cien por cien por parte del Ministro/presidente es para satisfacer un “capricho/condición” de Cristina Kirchner, para su sostén político.

Es imposible encontrar otra respuesta.

Si el dinero viene de China es obvio que se desviará el comercio importador en esa dirección, lo que significa generar una dependencia comercial, con sabor político y marcará una línea de desigualdad con quienes deseen importar desde otros orígenes, no tendrán, mejor dicho no les darán divisas.

El gobierno estaría legitimando el “dumping” en beneficio de los exportadores chinos, lo que podría generar futuros reclamos judiciales no solo contra el gobierno sino personalmente contra los funcionarios que diagramaron esa política cambiaria.

Por el contrario, si el dinero viniera del FMI, podría tener otros condicionamientos, pero no generarían desvío importador en beneficio de orígenes especiales.

Para la segunda pregunta, como Massa demostró a lo largo de su “carrera política” no tener ética ni moral política, parecerá obvio concluir que sólo le interesaba permanecer en el cargo y, para ello el “fin justificaba cualquier medio”, un MACBETH moderno, de quien podría ser su caricaturesco espejo.

Nos queda la última que es la más difícil de responder, porque aún estamos al borde del abismo con un pie en el aire.

Massa busca dinero para gastar al pedo; en su narcisista neurosis, sólo piensa en sacar ventajas circunstanciales; ésa fue y es su vida política, no más.

Sabe que el dinero “chino” viene con negocios y sumisión política; el del FMI, viene con “condicionamientos”, es dinero de países, no es dinero privado.

El largo plazo para Massa no existe; estas generaciones estaremos muertas… ¿para qué preocuparse…?

Es su lado keynesiano.

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