Por Juan Manuel Otero.-

Art. 119 CN. «La traición contra la Nación consistirá únicamente en tomar las armas contra ella o en unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro».

Imaginemos una organización terrorista que en su pretensión de derrocar un gobierno democrático se alza en armas contra la Nación, asesinando inocentes, colocando bombas, amenazando, secuestrando, perfectamente artillados, organizados, dirigidos y financiados por una potencia extranjera…

Estos terroristas… ¿COMETEN EL CRIMEN DE TRAICIÓN A LA PATRIA? Creo que todos coincidimos en la respuesta afirmativa.

Luego esos insurgentes, que tienen aterrorizada a la población con un promedio de tres atentados diarios, son reprimidos por las Fuerzas Armadas, quienes recibieron la orden de actuar directamente de la Presidencia de la Nación, o sea, la Comandancia en Jefe de las FFAA. Sin dejar de mencionar el ruego de la ciudadanía, los políticos, los intelectuales, el periodismo, las fuerzas vivas…

Finalmente vencen a la guerrilla y la tranquilidad vuelve a la República. Tiempo después se entrega el poder mediante elecciones libres.

Los soldados vuelven a sus cuarteles satisfechos del patriótico deber cumplido.

Tiempo después, asume un gobierno que, en lugar de honrar a las FFAA, gracias a quienes ocupan cargos de tal importancia, se dedican a juzgar a los vencedores de ayer y encarcelar a ancianos sin prueba alguna, por la simple denuncia de hechos ocurridos 40 años atrás y acusados de cometer delitos que en su momento no estaban tipificados, o sea aplicando la ley penal con retroactividad…

A esos soldados, viejos y enfermos, se los mantiene en una miserable reclusión, negándoles la prisión domiciliaria que por edad y estado de salud les corresponde.

Mientras tanto se premia con indemnizaciones y cargos públicos a los traidores a la Patria de ayer…

Esto… ¿NO ES TRAICIÓN A LA PATRIA? Estoy seguro que también coincidimos en la respuesta afirmativa.

Y finalmente llega al gobierno alguien que, entre sus promesas de campaña, jura “acabar con el curro de los derechos humanos”… pero que una vez sentado en el sillón de Rivadavia, una súbita amnesia lo obnubila y no sólo que mantiene las injustas prisiones sino que apoya y alienta nuevos juicios basados en acusaciones de hechos sucedidos hace casi medio siglo… y para recalcar que su decisión está tomada y su promesa olvidada, se dedica alegre y orgulloso a tirar flores al río con cada autoridad extranjera que pisa nuestras playas, todo en homenaje a los asesinos traidores a la Patria…

Digo yo: Esto ¿NO ES TAMBIÉN TRAICIÓN A LA PATRIA?

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