Por Hernán Andrés Kruse.-

El gobierno finalmente reconoció que seguirá con su costumbre de despedir trabajadores estatales. Andrés Ibarra, a cargo del ministerio de la Modernización, reconoció que está en ejecución el plan de “dotación óptima de personal” y blanqueó la intención del gobierno de “no renovar ciertos contratos” que vencen a fin de año. Valiéndose del clásico argumento del macrismo Ibarra justificó la poda enfatizando el “sobredimensionamiento” del Estado y consideró que no habrá contemplaciones con aquellos trabajadores que a juicio del gobierno no trabajan. Además, confirmó el ofrecimiento de retiros voluntarios y jubilaciones a unos 10 mil estatales. Daniel Catalano, secretario general de ATE, dijo que el gobierno busca excusas “para despedir trabajadores y no las están encontrando, entonces inventan eufemismos como “dotación óptima”. A esta altura está claro que el gobierno quiere achicar el Estado y para eso intenta instalar en la opinión pública que los estatales somos ñoquis, pero ya resulta poco creíble”. Agregó que “durante la primera ola de despidos, echaron trabajadores con 20 años de trayectoria, que cumplían todos los días su tarea y lo hacían con orgullo. Esta vez la historia se repite y también se va a repetir la lucha de los trabajadores, que perdieron el miedo”. En los últimos días Modernización giró a las direcciones de Recursos Humanos de los 20 ministerios y los cinco organismos descentralizados que forman parte del Poder Ejecutivo una serie de documentos internos donde se explicita la intención de ese ministerio de convertir la “dotación inicial” de empleados de cada organismo en una “dotación óptima”. Otro de los documentos señala que los contratos de unos 114 mil trabajadores están “bajo análisis”. Según delegados de ATE Capital ese proceso de “análisis” encubre la decisión del gobierno de realizar encuestas en los lugares de trabajo, en algunos casos a cargo de consultoras privadas y en otros a través de trabajadores que fueron reincorporados y que son obligados a interrogar a sus ex compañeros de trabajo. Ibarra confirmó la existencia de las encuestas e hizo alusión a “un perfil de la estructura de valores” en el que los empleados deben responder preguntas sobre sus tareas específicas y en el que se les permite emitir opiniones personales. Catalano salió con las tapones de punta calificando las encuestas como un acto de “hostigamiento”. “De mínima”, acusó, “es vergonzoso. Los trabajadores estatales somos evaluados todos los años y uno puede elegir capacitarse para hacer carrera en el Estado”.

El lunes el ministro del interior, Rogelio Frigerio, negó los despidos: “no hubo una primera tanda de despidos, por supuesto no va a haber otra”. “Lo que hubo fue ordenar el Estado desmantelado que encontramos”. El ministro de Modernización lo contradijo horas más tarde. En declaraciones a La Nación aclaró que será “implacable con los que no trabajen” y confirmó que habrá despidos a fin de año a través de jubilaciones, retiros voluntarios o la no renovación de contratos. Voceros de Modernización dijeron a Página 12 que “vamos a ser implacables si a partir del análisis detectamos a un trabajador que no acude a su trabajo. En ese caso no se le va a renovar el contrato”. Agregaron que esperan encontrarse con esa situación en un buen número de “áreas que antes eran tenidas en cuenta y ahora no”. Manifestaron que habrá una “migración de empleados” similar a la que Ibarra puso en funcionamiento cuando se desempeñaba en el Ministerio de Modernización de la CABA. Las áreas desmanteladas se presentan como focos de conflicto. Al respecto Catalano manifestó que “una cosa es detectar un vivo que no trabaja y otra cosa es un trabajador que ha quedado sin funciones porque este gobierno se ocupó en achicar el Estado”. Por su parte, Hugo Godoy, secretario general de ATE nacional, sostuvo que “la dotación óptima de personal es la dotación óptima del Estado que ellos pretenden construir, no del Estado que necesita la sociedad argentina ni el que proponemos los trabajadores”. “En la práctica”, agregó, “están hablando de reducir personal a través de jubilaciones obligatorias, retiros voluntarios y traslados de personal”. La confirmación de los despidos repercutió fuertemente tanto en la CTA como en la CGT. Héctor Schmid, secretario general de la CGT, afirmó que “obviamente nosotros no vamos a acompañar un recorte de esa naturaleza”. Por su parte, Hugo Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores, expresó que “la eliminación de los empleados públicos responde al plan de ajuste”. “Los parásitos que comieron históricamente de la teta del Estado son los que ahora persiguen y estigmatizan al empleado público”, agregó (fuente: Matías Ferrari, “Un nuevo episodio del señor manos de tijera”, Página 12, 8/9/016).

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, defendió ante un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados el proyecto de primer empleo. Hizo lo que pudo ante una serie de diputados que, en su mayoría, lo pusieron en serios aprietos. “En los últimos meses se han creado alrededor de 35 mil puestos de trabajo y 120 mil se han perdido”, admitió el funcionario. Respecto al proyecto de primer empleo Triaca dijo que la iniciativa apunta a crear, anualmente, por intermedio de exenciones impositivas, 240 mil “oportunidades” de empleo para jóvenes de entre 18 y 24 años: “120 mil en NOA y NEA y 120 mil en el resto del país”. Triaca remarcó que se está en presencia del sector más débil de la población económicamente activa. Abel Furlán, diputado del FPV y dirigente de la UOM, consideró que el proyecto es un instrumento de los empresarios para “reemplazar trabajadores de mayor categoría, mayor experiencia y costo laboral, por uno dócil, para poder formarlo de acuerdo a sus necesidades”. “Es parte del inicio de la flexibilidad laboral”, enfatizó y rememoró que “alguna experiencia tenemos con estos proyectos de ley. En los noventa hemos sido castigados con estas mismas iniciativas con la excusa de darle oportunidad al trabajador joven”. “Lo que va a darle oportunidad de trabajo al pueblo argentino y a los trabajadores jóvenes es si somos capaces de aumentar el consumo”, sentenció. El diputado del Frente Renovador Facundo Moyano consideró que “las decisiones políticas del gobierno nacional son las que verdaderamente ponen palos en la rueda, son las que destruyen puestos de trabajo”, en alusión a la apertura de las importaciones, el tarifazo y el impuesto a las ganancias. Además, se quejó del proclamado diálogo de Cambiemos: “¿de qué sirvió todo ese diálogo, consenso, si la propia realidad nos termina dando la razón?”. Edgardo Depetri, diputado del FPV y dirigente de ATE, dijo: “Ministro, nos puede ayudar con una decisión: no despida más a ningún trabajador estatal”. Por su parte, el dirigente del sindicato gráfico Néstor Pitrola (FIT-PO) objetó el proyecto: “si fracasó la ley votada en 2014 impulsada por Cristina Kirchner y Kicillof de “blanqueo laboral” en estos mismos términos de amnistía e incentivo al capital negrero ¿por qué insistir?”. Axel Kicillof, ex ministro de Economía, manifestó: “estamos en un momento donde se está perdiendo aceleradamente empleo; ese es un diagnóstico común. Hoy lo reconocen y vienen con esto. Yo lo que les propongo es volvamos a la ley anti-despidos y que Macri no la vete”. Alicia Siciliani, socialista de Santa Fe, consideró que el proyecto “no da respuestas a las soluciones complejas que necesitamos” y destacó que “en esta fase recesiva, lo que se impone es cuidar los empleos existentes” (fuente: Miguel Jorquera, “Hicieron fila para criticarlo”, Página 12, 8/9/016).

En su edición del jueves 8 de septiembre Página 12 publicó un artículo del abogado laboralista y presidente del bloque de diputados nacionales del FPV, Héctor Recalde, titulado “Parias las paritarias”, en el que expone con meridiana claridad el complejo panorama laboral hoy reinante en el país. Dice Recalde: “Si bien en esta nota nos abocaremos sólo al tema de la negociación colectiva, las situaciones impuestas por los hechos configuran la antesala del infierno. Nos referimos a los despidos, cesantías, suspensiones, supresión de turnos, disminución de horas de trabajo, desvinculaciones laborales “voluntarias”; en definitiva, el aumento del llamado “ejército de reserva” que va sembrando el miedo entre los trabajadores con empleo” (…) “Sr. Presidente: en materia de paritarias, la Constitución Nacional garantiza a los gremios el derecho a negociar colectivamente. Ninguno de los 20 incisos en los cuales el art. 99 detalla las atribuciones del P.E.N. le otorga a Ud. facultades para permitir o denegar la apertura o reapertura de paritarias. La apertura o reapertura de paritarias depende del titular del derecho, quien tiene la iniciativa de promover su apertura frente a la contraparte empresaria. ¿Y si el Poder Ejecutivo no quiere? No se ahogue, mi amigo… ¡respire compañero!” (…) “Toda negociación colectiva se lleva a cabo en un contexto económico determinado, que es el que las partes tienen en miras al momento de acordar las nuevas escalas salariales para el período. Y, para ello, uno de los factores a tener en cuenta es el de las expectativas que surgen de los anuncios de los propios responsables de decidir y ejecutar la política económica del país. El 12 de enero, previo al inicio de las paritarias 2016, el ministro de Finanzas y Hacienda anunció una pauta de inflación, para el año 2016, de entre el 20 por ciento y el 25 por ciento” (…) “Ese es el contexto en el cual cada sindicato negoció los aumentos salariales para el año 2016. El gobierno indujo a error a los sindicatos y fortaleció al sector empleador dándole “letra” y fundamentos-falsos-sobre cómo evolucionaría la economía” (…) “En sólo seis meses la inflación real había superado los “números” del ingeniero Macri” (…) “Existe en el derecho un instituto que se denomina “Teoría de la imprevisión”, incorporado a nuestro Código Civil ya desde 1968 y que se mantiene en el actual Código Civil y Comercial de la Nación, por el cual cuando una alteración extraordinaria de las circunstancias existentes al tiempo de la celebración de un acuerdo torna necesaria la prestación de alguna de las partes, ésta tiene derecho a su adecuación. Y los salarios tienen naturaleza alimentaria. Por eso, cuando en 6 meses se superó la inflación que se había pronosticado para 12, cambiaron las circunstancias existentes al momento del acuerdo, y los perjudicados, los trabajadores a través de sus organizaciones sindicales, tienen derecho a renegociar sus salarios”. Sobran los comentarios (fuente: Héctor Recalde, “Parias las paritarias”, Página 12, 8/9/016).

Dos estudios privados, la Fundación Germán Abdala y la consultora de Orlando Ferreres, señalaron retrocesos de la inversión pública en julio del 17,3 por ciento en valores y del 9,6 por ciento en volumen físico respecto de igual mes de 2015. Vale decir que, por ahora, no se esperan las lluvias de inversiones prometidas. Arnoldo Bocco, ex presidente del Banco Central dijo que “la inversión en empresas pequeñas y medianas del sector manufacturero está detenida, son compañías nacionales que sin estar apalancadas por líneas de inversión productiva no tienen acceso a financiamiento. Salvo que sea un negocio de nicho, sin demanda y sin crédito nadie puede ni quiere invertir” (…) “algunas grandes firmas como Arcor o Manaos invierten pero sin mover el amperímetro de la economía, el resto está achicando y viendo cómo cubre el día a día, hay mucha capacidad instalada excedente”. Por su parte, el investigador del Conicet Roberto Lampa consideró que “las medidas tomadas por el gobierno desde diciembre configuraron un cambio de paradigma en términos de modelo de crecimiento. La intención fue generar un shock de confianza en los mercados internacionales, que permitiese atraer flujos de inversiones extranjeras hacia el país, algo que no sucedió porque se trató de una decisión equivocada, en el momento equivocado” (…) “Argentina decidió “volver al mundo” de una manera completamente voluntarista, ignorando deliberadamente los cambios de expectativas y los movimientos de capitales que caracterizaban ese mismo mundo. No solo no se materializó ninguna lluvia de dólares o inversiones extranjeras por efecto de un supuesto shock de confianza, sino que ni siquiera se ha producido algún shock de confianza”. Lapidario (fuente: “Más que lluvia, hay sequía de inversiones”, Página 12, 8/9/016).

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