Por Hernán Andrés Kruse.-

Acaba de fallecer el último gran protagonista de la guerra fría, el emblema del espíritu antinorteamericano, el ejemplo de los futuros movimientos insurreccionales que se expandieron a lo largo y ancho de Latinoamérica. Amado y odiado con igual intensidad, Fidel Castro accedió al poder en la isla de Cuba en 1959 por medio de las armas y a partir de entonces ejerció el poder con mano de hierro hasta 2006, momento en que le cedió el mando a su hermano Raúl Castro. Durante su largo reinado pasaron los siguientes presidentes de Estados Unidos: Eisenhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Carter, Reagan, Bush, Clinton, W. Bush y Barack Obama. Dejó como legado, entre muchísimas cosas, las siguientes reflexiones (fuente: Wikipedia):

-“La política es la consagración del oportunismo de los que tienen medios y recursos. La revolución abre paso al mérito verdadero, a los que tienen valor e ideal sincero, a los que exponen el pecho descubierto y toman en la mano el estandarte. A un partido revolucionario debe corresponder una dirigencia revolucionaria, joven y de origen popular” (Recuento crítico del PPC (ortodoxo), en el Acusador, número tres, 16/7/1952.

-“Es que, cuando los hombres llevan en la mente un mismo ideal, nada puede incomunicarlos, ni las paredes de una cárcel, ni la tierra de los cementerios, porque un mismo recuerdo, una misma alma, una misma idea, una misma conciencia y dignidad los alienta a todos” (La Historia me absolverá).

-“Los demagogos y los políticos de profesión quieren obrar el milagro de estar bien en todo y con todos, engañando necesariamente a todos en todo. Los revolucionarios han de proclamar sus ideas valientemente, definir sus principios y expresar sus intenciones para que nadie se engañe, ni amigos ni enemigos” (La Historia me absolverá).

-“El porvenir de la nación y la solución de sus problemas no pueden seguir dependiendo del interés egoísta de una docena de financieros, de los fríos cálculos sobre ganancias que tracen en sus despachos de aire acondicionado diez o doce magnates. El país no puede seguir de rodillas” (La Historia me absolverá).

-“A los pueblos muchas veces les hablan de democracia los mismos que la están negando en su propio suelo; a los pueblos les hablan de democracia los mismos que la escarnecen, los mismos que se la niegan y los pueblos no ven más que contradicciones por todas partes. Y por eso nuestros pueblos han perdido, desgraciadamente, la fe. Han perdido la fe, que se hace tan necesaria en instantes como este para salvar al continente para el ideal democrático, mas no para una democracia teórica, no para una democracia de hambre y miseria, no para una democracia bajo el terror y bajo la opresión, sino para una democracia verdadera, con absoluto respeto a la dignidad del hombre, donde prevalezcan todas las libertades humanas bajo un régimen de justicia social, porque los pueblos de América no quieren ni libertad sin pan ni pan sin libertad” (Discurso pronunciado ante el Consejo Económico de los 21, en el Palacio del Ministerio de Industria y Comercio de Buenos Aires, 2/5/1959).

-“No sólo sabremos resistir cualquier agresión sino que sabremos vencer a cualquier agresión y nuevamente no tendríamos otra disyuntiva que aquella con que iniciamos la lucha revolucionaria, la de la libertad o la muerte, solo que ahora libertad quiere decir patria y la disyuntiva nuestra sería patria o muerte” (palabras pronunciadas en las honras fúnebres de las víctimas de la explosión del barco La Coubre, en el cementerio de Colón, 5/3/1960).

-“Una revolución es algo así como destruir un viejo edificio para construir un edificio nuevo, y el nuevo edificio no se construye sobre los cimientos del edificio viejo. Por eso, un proceso revolucionario tiene que destruir para poder construir. Una revolución es una lucha a muerte entre el futuro y el pasado” (discurso pronunciado en el desfile efectuado en la Plaza Cívica, 2/1/1961).

-“Siga adelante sin dar un solo paso atrás ni para coger impulso” (discurso pronunciado resumiendo los actos del Día Internacional del Trabajo, Plaza Cívica, 1/5/1961).

-“Los intereses de la Humanidad reclamaban el cese de la anarquía en la producción, el derroche, las crisis económicas y las guerras de rapiña propias del sistema capitalista. Las crecientes necesidades del género humano y la posibilidad de satisfacerlas, exigían el desarrollo planificado de la economía y la utilización racional de sus medios de producción y recursos naturales” (Segunda Declaración de La Habana, 4/2/1962).

-“Todas las clases reaccionarias en todas las épocas históricas, cuando el antagonismo entre explotadores y explotados llega a su máxima tensión, presagiando el advenimiento de un nuevo régimen social, han acudido a las peores armas de la represión y la calumnia contra sus adversarios” (Segunda Declaración de La Habana, 4/2/1962).

-“Las condiciones subjetivas de cada país-es decir, el factor conciencia, organización, dirección-pueden acelerar o retrasar la revolución, según su mayor o menor grado de desarrollo; pero tarde o temprano, en cada época histórica, cuando las condiciones objetivas maduran, la conciencia se adquiere, la organización se logra, la dirección surge, y la revolución se produce” (Segunda Declaración de La Habana, 4/2/1962).

-“Todo lo que es revolucionario, lo que enseña, lo que trata de guiar, lleno de luz y de conciencia, de claridad y de belleza, a los hombres y a los pueblos a mejores destinos, hacia más altas cumbres del pensamiento, de la vida y de la justicia, encuentra la reprobación más encarnizada del imperialismo; encuentra la valla, la condena, la persecución macartista” (Segunda Declaración de La Habana, 4/2/1962).

-“Si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros combatientes revolucionarios, nuestros militantes, nuestros hombres, debemos decir sin vacilación de ninguna índole: ¡que sean como el Che! Si queremos expresar cómo queremos que sean los hombres de las futuras generaciones, debemos decir: ¡que sean como el Che! Si queremos decir cómo deseamos que se eduquen nuestros niños, debemos decir sin vacilación: ¡queremos que se eduquen en el espíritu del Che! Si queremos un modelo de hombre, un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de hombre que pertenece al futuro, ¡de corazón digo que ese modelo sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actitud, sin una sola mancha en su actuación, ese modelo es el Che! Si queremos expresar cómo deseamos que sean nuestros hijos, debemos decir con todo el corazón de vehementes revolucionarios: ¡queremos que sean como el Che!” (Discurso pronunciado en la velada solemne en memoria del comandante Ernesto Che Guevara, en la Plaza de la Revolución, 18/10/1967).

-“Che se ha convertido en un modelo de hombre no solo para nuestro pueblo, sino para cualquier pueblo de América Latina. Che llevó a su más alta expresión el estoicismo revolucionario, el espíritu de sacrificio revolucionario, la combatividad del revolucionario, el espíritu de trabajo del revolucionario, y Che llevó las ideas del marxismo-leninismo a su expresión más fresca, más pura, más revolucionaria. ¡Ningún hombre como él en estos tiempos ha llevado a su nivel más alto el espíritu internacionalista proletario!” (Discurso pronunciado en la velada solemne en memoria del comandante Ernesto Che Guevara, en la Plaza de la Revolución, 18/10/1967).

-“La educación moral era basada en el temor al cielo y al infierno: un infierno que no acabamos de concebir nunca, a fuerza de tanta candela y de tanto sufrimiento por toda la eternidad, y un cielo aburridísimo. La vida empezaba a carecer de todo sentido, el hombre empezaba a crearse una moral o basada en el temor, o en el interés, y no basada en ninguna otra razón realmente humana. Porque el problema de la conducta moral de un hombre debe ser ajena al temor al castigo y debe ser ajena a la esperanza de un premio eterno. Esto, sin considerar los demás subproductos de esa enseñanza, en que remitía para un futuro todos los problemas de esta vida y todos los problemas terrenales, en un mundo donde el infierno sí estaba teniendo lugar de verdad en medio del dolor y el sufrimiento humano, los abusos, las injusticias, la explotación, el crimen, y todas las cosas que caracterizaban aquella sociedad. Y al hombre el espíritu, en fin, del conformismo y la sumisión, y sufrir en este mundo los atropellos, los abusos y la injusticia, era en definitiva una especie de acumulación de méritos para ganar el cielo” (Discurso pronunciado en el acto de inauguración de la Secundaria Básica Ceiba 1, 7/1/1971).

-“La revolución no es la obra de un día ni de un año; es obra para siempre en lo adelante. Es una obra eterna, en la cual el actor fundamental es el pueblo, los trabajadores” (Discurso pronunciado en el desfile y concentración obrera en conmemoración del Primero de Mayo, 1972).

-“Es realmente impresionante qué porquería de sistema es el capitalismo, que no le puede garantizar ni a su propia gente empleo, no le puede garantizar salud, la educación adecuada; que no puede impedir que la juventud se corrompa con las drogas, con el juego, con los vicios de todas las clases. Eso es lo que ha dado el capitalismo en cuatro siglos: una pobreza espantosa para gran parte de la humanidad. Han envenenado los mares y los aires; han ido produciendo con su derroche de combustible y de recursos una catástrofe ecológica que no se sabe qué consecuencias tendrá” (Discurso pronunciado en el acto estudiantil con motivo del XXXIV aniversario del Asalto al Palacio Presidencial y a Radio Reloj, efectuado en el antiguo Palacio Presidencial, 13/3/1991.

-“Argumentos tenemos millones para defendernos; el capitalismo es indefendible, el imperialismo es indefendible, el socialismo, cualesquiera sean los errores que puedan cometer los hombres-y no habrá ninguna obra humana en que los hombres no cometan errores-, es lo más noble, lo más justo y lo más digno que se pueda llevar a cabo”.

Ayer, sábado 3 de diciembre, se celebró el día del médico en homenaje al médico y científico cubano Carlos Juan Finlay (1833-1915) quien describió la importancia del vector biológico a través de la teoría metaxénica de la transmisión de enfermedades por agentes biológicos, la que aplicó a la fiebre amarilla transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Finlay estudió medicina en el Jefferson Medical College (Filadelfia) doctorándose el 10 de marzo de 1855, título que revalidó dos años después en la Universidad de La Habana. Luego de estudiar profundamente la fiebre amarilla concluyó que la enfermedad era transmitida por un agente intermediario. Fue entonces cuando decidió estudiar a los mosquitos. Finalmente logró identificar al mosquito Culex o Aedes aegypti como agente transmisor de la enfermedad. Descubrió que la hembra fecundada de esta especie se encargaba de transmitir la enfermedad. En 1881 viajó a Washington para presentar por primera el resultado de sus investigaciones pero sólo obtuvo como respuesta frialdad y escepticismo. De regreso a Cuba experimentó con voluntarios y además de comprobar su hipótesis descubrió que la persona picada una vez por el mosquito infectado no volvía a contraer la enfermedad. He aquí el origen del suero contra la fiebre amarilla. En agosto de ese año presentó su investigación ante la Academia de Ciencias Médicas de La Habana. Los postulados del doctor Finlay fueron ignorados durante las siguientes dos décadas. Luego de finalizada la guerra hispano-estadounidense, el gobernador de Cuba, general Leonard Wood, solicitó la revisión de su teoría y de sus investigaciones. En ese entonces el doctor William Crawford Gorgas fue nombrado Jefe Superior de Sanidad en La Habana a fines de 1898. Con el apoyo de Finlay creó una comisión cubana de la fiebre amarilla para combatir al mosquito y aislar a los enfermos. Siete meses le bastaron a Gorgas y Finlay para hacer desaparecer la enfermedad de Cuba. Por voluntad de la Confederación Médica Panamericana el 3 de diciembre, día del nacimiento de Finlay, fue elegido para celebrar el día del Médico en varios países americanos (fuente: Wikipedia).

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