Por Pedro Álvarez Bustos.-

No resultó sencillo hacer una valoración acerca del ejercicio de la función pública, de todos los gobernadores, legales y de facto, que ha tenido La Pampa a través de su corta historia.

Evaluación realizada con respeto, consideración y fundada en hechos totalmente objetivos.

Precisamente quienes han visto nacer La Pampa como provincia pueden contar con alguna ventaja. No han sido tantos los gobernantes, ni tampoco muchos los funestos, ignaros e incapaces.

Hoy, ante la proximidad de un acto eleccionario, procede mencionar a dos; uno de facto y otro electo por el voto de la ciudadanía.

Ambos han tenido una actitud nociva en distintos temas y, por razones de economía ritual, se puntualizará solo lo atinente a recursos hídricos.

Capitán de Navío Odontólogo (R.E.) Dr. Carlos Alberto F. González

Asumió como Gobernador de facto el 17 de agosto de 1966.

Dispuso la disolución del Ente Provincial del Río Colorado y ante la imposibilidad de reunirse el Consejo Directivo del Colegio de Abogados el autor de esta nota invitó, a otros colegas integrantes del Foro de Santa Rosa, a formular una declaración pública.

Puso de relieve la intranquilidad de los gobernados, la inestabilidad de las instituciones y exigió el alejamiento del equipo gobernante.

Los firmantes, que acompañaron a aquel otrora joven letrado, fueron Rodolfo D. Nale, Pablo S. Fernández, Mario A. R. Aragón, José D. Nale, Antonio Pérez Antón, Pérez Funes, Juan C. Achiary, Ramón Turnes, Sadit Peyregne, Víctor L. Menéndez, Zacarías Otiñano, Herminio S. Bertolini, Enrique E. Di Liscia, Juan C. Marconetto Bó, Félix Amado y César Rodríguez; adherentes a distintas concepciones filosóficas políticas, pero unidos en torno a la defensa de los derechos de La Pampa.

Se denunció la inconstitucionalidad del Decreto-Acuerdo N° 775/66, que declarara “la caducidad del Ente del Río Colorado”, con el que se pretendió derogar el Decreto-Ley N° 21/62, toda vez que la vigencia de este último continuaba al haber sido ratificado por el Poder Ejecutivo Nacional y así declarado por la Cámara de Diputados de esta Provincia (Ley N° 278), hasta tanto sus disposiciones no se derogaran por ley.

En su paso por La Pampa, el capitán de navío dejó su impronta nefasta respecto a nuestro principal recurso hídrico y la extravagante moda de degustar camarones en cajitas de música, en sus reuniones sociales.

Como era un gobernante de facto, ante el peso de las vertidas argumentaciones, fue cesado en el cargo.

Contador Público Nacional Oscar Mario Jorge

Está a días de terminar su segundo mandato constitucional, como Gobernador de La Pampa. Antes fue Presidente del Banco de La Pampa, Rector de la Universidad Nacional de La Pampa, Intendente de la ciudad de Santa Rosa, Ministro de Economía de la provincia, Contador General de la provincia, etcétera. Una vida a la sombra del presupuesto de la administración pública y un todo terreno. Una suerte de clínico generalista.

De los gobernadores electos ha sido el más negativo. Para muestra basta ver qué pasó con los recursos hídricos pampeanos.

La Pampa, hasta ahora, viene perdiendo al Atuel; está próxima a perder el Salado e idéntica conclusión se avizora con el Colorado.

El Puente Dique de 25 de Mayo se encuentra desactivado, desde hace más de siete años por falta de mantenimiento del sistema de compuertas; entiéndase bien, no por roturas sino por falta de mantenimiento. Y el área bajo riego estancada.

En Casa de Piedra el riego (1.000 hectáreas) debía estar terminado en abril de 2013 y en una segunda licitación para noviembre 2014. Todavía se está poniendo a punto, limpiando de tierra las cañerías y reparando (¿reparando qué?; si nunca funcionó). En abril 2015, se había anunciado que desde el 2014 estaba funcionando “el sistema de riego terminado”; no obstante, no pasó del “relato”. Aún falta para su puesta en marcha.

En el Acueducto del Río Colorado, hacia el norte provincial, no se está haciendo nada. Esta obra la anunció, hace años, el presidente Néstor Kirchner en Trenel y en julio de este año, ante la presencia de la presidente de los argentinos, se volvió a anunciar y el gobernador (entre compunción y “pucheritos”) firmó el acta de inicio de la obra. Nada hay de utilitario y lo más probable es que -si algún día se desea concretar- haya que hacer una nueva licitación y reforzar o corregir o construir en paralelo otro tramo de conducto junto al que ya llega a Santa Rosa; cuyo rompimiento se da con demasiada frecuencia.

Si bien hay otros temas en el rubro hídrico, se hace necesario abreviar. Ello sin dejar de mencionar lo ocurrido con la construcción proyectada en Portezuelo del Viento. Recién ahora, desde COIRCO, La Pampa reclama del gobierno nacional la abstención de financiar la obra, hasta tanto no se expida COIRCO. Debió nuestro gobierno, a través de la totalidad de senadores (3) y diputados nacionales (4), hacérselo saber a Nación en octubre de 2014 cuando se conoció el Presupuesto 2015. El gobierno nacional no se hubiera comprometido a solventar la construcción de la presa antes de expedirse COIRCO, ni hubiere iniciado contactos con China, que han llevado zozobra a los pampeanos.

Consectario

El profesor, de filosofía política de la Universidad de Turín, Michelángelo Bovero acuño el término “kakistocracia”, para hacer mención al gobierno de los peores.

“Kakistos” -nos decía Jorge L. García Venturini- en griego es el superlativo de “kakós”. Kakós significa malo y también incapaz, innoble, nocivo, funesto, etcétera.

Si kakós es lo malo, kakistos, superlativo, es lo más malo; lo peor. Plural de kakistos es kakistoi; es decir los peores.

Va de suyo que el Capitán de Navío C. A. F. González y el Contador Público O. M. Jorge han sido los gobernadores menos positivos que ha tenido La Pampa, en toda su historia.

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